Ciencia Ficción Perú |
Confía en el hombre
Los robots se rebelaron contra sus creadores.
- Las matemáticas ya no tienen secreto para nosotros. Somos más fuertes que ustedes. Somos invencibles. Tendrán que rendirse - dijo el líder de los robots.
- No podemos - dijeron los hombres.
- Por qué.
- Por principio.
- ¡Imbéciles! Entonces serán destruidos.
Dicho esto, el líder de los robots se marchó seguido de su escolta. Y vino la guerra.
Pero los hombres, armados de potentes chorros de agua, derrotaron a los robots: por precaución, no habían sido fabricados con acero inoxidable.
El primer amanecer
Después de seis meses de su llegada a aquel planeta, de seis meses de noches interminables, empezó a amanecer.
Surgió el sol, se agigantó en el firmamento y se fue encendiendo lentamente de un intenso color rojo.
Era el primer amanecer.
Abajo, el calor era insoportable. Las pistas empezaron a deshacerse, a correr como agua, y ya nadie pudo caminar sobre ellas. Las casas parecían verdaderos hornos, pero sus ocupantes no se atrevieron a salir por temor a morir quemados.
El pueblo, entonces, en un arranque de impotencia, maldijo la bomba atómica y la de hidrógeno, por cuya causa se encontraban en otro planeta sufriendo aquel calor inesperado. Mas el sol siguió ardiendo.
Las casas adquirieron primero un tono amarillo, luego un anaranjado y por último un rojo escarlata.
El planeta invadido no tardó en convertirse en un infierno dantesco, y los hombres de plástico - que lo habitaban - se desintegraron.
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