Ciencia Ficción Perú


Editorial


La (verdadera) historia del Perú

O el país que podríamos llegar a ser...


 
Diseño de nave espacial de Pedro Paulet

Historia del Perú es un curso que se imparte (o impartía) obligatoriamente en nuestras escuelas públicas. Del primero al quinto año de secundaria, nos encontrábamos con la secuencia culturas preincaicas-incario-virreynato-república. Aunque cinco años parezcan bastante tiempo, la verdad es que las nociones que un escolar peruano tiene respecto a la historia de su país son punto menos que esquemáticas. Los incas de tal año a tal año. El virreynato y los nombres de los virreyes. La república y la gesta emancipatoria.

Pues bien, cuando uno deja la escuela (y tiene oportunidad de leer un poco más), se encuentra con que la historia es algo más que una recopilación de datos: es una recopilación de datos que tiene un objetivo, a veces, no necesariamente vinculado con la educación en abstracto, sino un objetivo que podemos llamar ideológico o interesado. Por supuesto, se que no estoy diciendo nada nuevo.

Pero cuanto más tiempo pasa y más se conoce del país en el que vivimos, uno empieza a preguntarse por qué se nos enseño tal cosa y por qué se nos ocultó tal otra. Obviamente, ningún currículo escolar permite una enseñanza exhaustiva de la historia, pero hay hechos que, una vez conocidos, nos hacen dudar respecto a todo el contenido de nuestra educación, y ya no solo de nuestra historia. Cosas que nos hacen sentir manipulados… ¿Por nuestro bien?
Por ejemplo, se nos enseñó que los últimos gobernantes incas fueron Huáscar, Atahualpa, Manco Inca… y ahí acabó la cosa. Se acabó el Tawantinsuyo, con todos los indígenas convertidos en siervos de los españoles. Bueno, resulta que no fue tan así: después de Manco Inca, había un miembro de la panaca real que fue el último en ceñirse la Mascapaicha: Paullu Inca , reconocido como tal por la corona española, con todos sus atributos, tierras, vasallos y demás gollerías.

Pero lo más triste de la verdadera historia del Perú no ocurrió durante el virreynato, aunque no se puede negar lo injusto de la situación padecida por los indios que no pertenecían a la nobleza reconocida. Lo peor estaba por venir durante la etapa republicana (1821 en adelante), que es cuando los habitantes de la sierra (mestizos e indios) empiezan a ser tenidos en menos por los "costeños". “Serrano” pasó a convertirse en un insulto y una condición humillante, que nada tiene que ver con la situación que ostentaron en su momento ciudades como el Cusco o Huancavelica. Fue durante la República que empezaron a surgir propuestas tan descabelladas como aquellas que proponían pedir un pasaporte a los indígenas que quisieran viajar a Lima, o simplemente, exterminarlos. Es triste, pero incluso en pleno siglo XXI, hay quienes no se avergüenzan de pensar así.

Peor aún, las pocas voces que se alzaron en pro de un país científica y culturalmente avanzado fueron desoídas o acalladas, por una extraña República donde todo el mundo quería ser rentista y que vivía (como hasta ahora) del título rimbombante antes que del mérito evidente. Todo el mundo quiere ser “Don” o “Doctor”, y que trabajen los gringos. A continuación, algunos ejemplos de científicos e inventores peruanos, y lo que fue de ellos:
- Pedro Ruiz Gallo desarrolla una serie de inventos y diseños que, originalmente, captan la atención de sus contemporáneos. Luego, se le retira todo apoyo, hasta su trágico final en la guerra del Pacífico.
- Pedro Paulet Mostajo diseña, entre otras cosas, un nave espacial basada en el motor a reacción. Mientras los alemanes abandonan el estudio de una aviación basada en naves más ligeras que el aire para seguir las ideas de Paulet, los peruanos lo premiamos con el despido de su labor de diplomático, lo que le ocasiona la muerte.
- El ingeniero Juan Alberto Grieve Becerra fabrica en 1907 un automóvil que supera a los vehículos norteamericanos y europeos de su época. El automóvil de Grieve era más adecuado para la geografía peruana (¡tenía 20 HP de potencia, frente a vehículos de 6 u 8 HP!). Cuando se propuso al Presidente Leguía la fabricación más vehículos, para la Dirección de Correos y la Prefectura, dicen que éste respondió:"nosotros necesitamos de los productos de países avanzados y no experiencias con productos peruanos."
- Federico Blume Othon   diseñó una nave submarina, con capacidad de salir a flote y sumergirse, todo esto alrededor de 1860. Ante la amenaza de las fuerzas españolas (en su vano intento de "recuperar" algunas de sus ex- colonias), se le dio cierto apoyo al proyecto, pero una vez lograda la victoria sobre las fuerzas españolas que atacaron al puerto del Callao el 2 de Mayo de 1866, el proyecto de Blume quedó en el olvido. Si bien se logró construir una nave durante la guerra con Chile, extrañas circunstancias impidieron su uso, para finalmente ser hundido a fin de evitar que las fuerzas enemigas se apoderaran de la misma.


Pedro Ruiz Gallo, como fue además militar y murió en la guerra con Chile, forma parte de la historia del Perú que se destaca en los colegios. Federico Blume, al menos, es recordado como "precursor". En cambio, Paulet y Grieve no forman parte de esa historia del Perú: son personajes anecdóticos de la misma, ejemplos antes de chifladura que de “heroísmo” y “sentido común”. Sin contar lo ocurrido con Daniel Alcides Carrión , un joven médico que se inoculó la llamada “verruga peruana” para experimentar sus efectos. Durante años, la imagen que se tenía de Carrión (al menos en mis textos escolares) era ésta:

Daniel Alcides Carrión "criollo"

Siendo el verdadero Carrión así:



El verdadero Daniel Alcides Carrión

 




Por suerte, no todo está perdido. La verdadera historia del Perú está saliendo a la luz, aunque curiosamente, no como producto de la labor de quienes estarían llamados a revelarla, sino de esforzados amateurs y autodidactos que, como debe ser el genio, no se conforman con la verdad oficial y sesgada que arrastramos como lastre. En el campo de la narrativa, Luis Enrique Tord (éste sí historiador, obviamente no conformista) nos está revelando, a través de sus cuentos y novelas, un Perú antiguo más complejo e interesante que el que conocíamos. Y el cineasta Álvaro Mejía (entre muchos otros investigadores que estoy seguro se irán dando a conocer), en su blog La vuelta al mundo de Pedro Paulet , nos ofrece un atisbo del Perú que aún estamos a tiempo de llegar a ser.

A menos que no queramos, como siempre.


Daniel Salvo, agosto de 2007




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