Karl Korsch
La concepción materialista de la historia
Índice
Sociedad
- Ser un hombre bien hecho es un don de las circunstancias, pero saber leer
y escribir nos viene de la naturaleza.
Shakespeare, Mucho ruido para nada (ver Marx, El Capital, Libro I, fin
del capítulo sobre la mercancía)
- ¡Oro precioso, oro amarillo y reluciente!
¡Es suficiente para volver lo blanco negro, lo feo bello,
Al injusto justo, al vil noble, al viejo joven, al cobarde valiente!...
¿Qué es esto, ¡oh dioses inmortales!?
Esto es lo que desvía de vuestros altares
A vuestros sacerdotes y sus acólitos...
Este esclavo amarillo construye y derriba vuestras religiones
Hace bendecir a los malditos, adorar la lepra blanca,
Coloca a los ladrones en los bancos de los senadores
Y les da títulos, homenajes y genuflexiones.
Es él el que hace una nueva casada
De la viuda vieja y desgastada... Vamos, barro maldito,
Ramera del genero humano...
Shakespeare, Timón de Atenas (ver Marx, que le cita en El Capital,
I, en el capítulo sobre la moneda o el dinero).
- Las dos realidades son la naturaleza y el mundo espiritual o la historia.
Hegel, Werke, tomo 15, página 617
- Nosotros no vivimos solamente en la naturaleza sino también en la
sociedad humana y esta última tiene, a su vez, su desarrollo y su historia
y su ciencia al igual que la naturaleza.
Engels, Ludwig Feuerbach...
- Según la idea que los profetas del siglo XVIII se hacían de
la naturaleza humana, el individuo es conforme a la naturaleza en tanto que
ser salido de la naturaleza y no en tanto que fruto de la historia. (...)
Sin embargo, la época que ve nacer esta concepción, esta idea
del individuo en singular, es precisamente aquella en que las relaciones sociales
han alcanzado su más grande desarrollo.
Marx, Introducción a la crítica de la economía política
(1857)
- Así pues, es evidente que la ciudad existe por naturaleza y que
es anterior a cada individuo; en efecto, si cada uno aisladamente no puede
bastarse a sí mismo, estará en el mismo estado que en general
una parte respecto del todo; el hombre que no puede vivir en comunidad o que
no tiene necesidad de ella porque se basta a sí mismo, no forma parte
de la ciudad: desde ese momento, es un monstruo o un dios.
Aristóteles (filósofo griego del siglo IV antes de la era
cristiana), Política, libro 1
- El hombre es, en el sentido más literal del término, un zoon
politikon, es no solo un animal social, sino un animal que no puede individualizarse
más que en la sociedad. La idea de una producción realizada
por un individuo aislado, que vive fuera de la sociedad – hecho raro
que bien puede ocurrir a un hombre civilizado extraviado por azar en una comarca
salvaje y que posee virtualmente las fuerzas de la sociedad – no es
menos absurda que la idea de un desarrollo del lenguaje sin que haya individuos
que viven y hablan juntos.
Marx, Introducción a la Crítica de la economía política.
- Es una ficción del método genético de explicación
concebir al hombre como un hecho anterior a la historia y a la sociedad; el
hombre que una ciencia analítica sana y normal tomará como objeto
es el individuo considerado como elemento integrante de la sociedad.
Dilthey, Introducción al estudio de las ciencias humanas
- Por más que el individuo egoísta de la sociedad burguesa,
en su representación inmaterial y su abstracción sin vida, se
ufane hasta tomarse por un átomo, es decir, un ser sin la menor relación,
que se basta a sí mismo, sin necesidades, absolutamente pleno, todo
felicidad, la desdichada realidad sensible, por su parte, no se preocupa de
la imaginación de este individuo; y cada una de sus personas le constriñe
a creer en el significado del mundo y de los individuos que existen fuera
de él; y hasta su profano estómago no deja de recordarle cada
día que el mundo fuera de él no está vacío, que,
por el contrario, es, en sentido propio, el que llena. Cada una de sus actividades
y de sus propiedades esenciales, cada uno de sus instintos vitales se convierte
en una necesidad, una necesidad que transforma su interés personal
en interés por otras cosas y otros hombres fuera de él. Pero,
como la necesidad de un individuo dado no tiene, para el otro individuo egoísta
que posee los medios para satisfacer esta necesidad, sentido inteligible por
sí mismo; como la necesidad no tiene relación inmediata con
su satisfacción, todo individuo se encuentra en la obligación
de crear esta relación haciéndose igualmente mediador entre
la necesidad de otro y el objeto de esta necesidad. Es, pues, la necesidad
natural, son las propiedades esenciales del hombre, por muy alienadas que
aparezcan, es el interés el que mantiene unidos a los miembros de la
sociedad burguesa cuyo vínculo concreto está constituido, por
tanto, por la vida civil y no por la vida política. Lo que asegura
la cohesión de los átomos de la sociedad burguesa no es, pues,
el Estado; es el hecho que estos átomos no son átomos más
que en la representación, en el cielo de su imaginación, y que
en realidad son seres prodigiosamente diferentes de los átomos: no
egoístas divinos, sino hombres egoístas. Sólo la superstición
política se imagina en nuestros días que la cohesión
de la vida civil es obra del Estado, cuando en realidad es la cohesión
del Estado la que es mantenida por obra de la vida civil.
Marx, La Sagrada Familia (1844/45)
- Es falso considerar la sociedad como un sujeto único: es un punto
de vista especulativo.
Marx, Introducción a la crítica de la economía política
- La esencia humana no es una abstracción inherente a cada individuo
tomado aisladamente. En su realidad, es el conjunto de las relaciones sociales.
Marx, Ad Feuerbach
- Si el hombre es, por naturaleza, sociable, no desarrollará su verdadera
naturaleza más que en la sociedad, y el poder de su naturaleza debe
medirse no por la fuerza del individuo singular, sino por la fuerza de la
sociedad.
Marx, La Sagrada Familia
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