Paul Mattick
La inevitabilidad del comunismo
Índice
III - La forma social de la ciencia
La identificación reformista de la "ciencia" con
el "marxismo", que Hook considera (p.25) como una de las
razones de la desviación del viejo movimiento obrero del verdadero marxismo,
no tiene su origen en el "malentendido" o en la interpretación
falsa del marxismo, sino en el hecho real de la capitalización creciente
del viejo movimiento obrero. Realmente no es aquí una cuestión
de una identificación, sino de la aceptación de la ciencia burguesa,
junto con la aceptación de las relaciones burguesas en las que uno lucha
con otros grupos por la porción de plusvalía de uno de ellos.
El marxismo no fue convertido en una ciencia sino que, primero prácticamente,
y luego también teóricamente, fue completamente abandonado. Desde
que el capital liberó las fuerzas de producción y también
desarrolló la ciencia, y al mismo tiempo hizo de la vida, en cuanto al
"marxismo oficial" concernía, un festín continuo,
el reformismo se identificó él mismo con este desarrollo. El mundo
capitalista era también el mundo del reformismo, que vio en el desarrollo
de este mundo capitalista y de su ciencia la "conciencia absoluta"
en desarrollo, que un día introduciría el socialismo a través
del mero cambio de lugar entre el capital privado y el estado burocrático,
y que no vio en el desarrollo histórico nada más que la adaptación
de la verdadera relación a través del espíritu. Esta ideología
estaba históricamente confinada al periodo de ascenso del capitalismo,
y era sólo la expresión intelectual de las contratendencias económicas
que retardaban el rápido derrumbe del sistema capitalista.
En la crisis capitalista, la identificación del marxismo con la ciencia
no es sólo la expresión subjetiva de clase del proletariado sino
actualmente, realmente, la única ciencia, pues solamente el marxismo
admite la continuidad de una práctica social progresiva. Si algo es "verdadero"
(no para la eternidad, sino durante el proceso temporalmente condicionado de
la interacción material entre el hombre y la naturaleza, un proceso cuya
forma está continuamente cambiando), sólo es revelado mediante
la práctica. Mientras la ciencia llevó más allá
las fuerzas de producción, y éstas a su vez promovieron la ciencia,
esta ciencia (burguesa) era objetiva y "verdadera", una vez
que hacía posible una práctica y era, al mismo tiempo, un resultado
de esta práctica. Aunque el cambio aconteciese con falsa conciencia,
una vez que en la sociedad de clases la ideología ocupó el lugar
de la conciencia, el cambio ocurrió. Y si fue cambiada la realidad,
así también necesariamente la conciencia, lo que mismamente se
expresa en el debilitamiento de la ideología capitalista. El nivel de
las fuerzas productivas en el capitalismo, la relación capitalista de
producción, la ciencia burguesa en todos sus aspectos, que era la ciencia
"objetiva": la ciencia propiamente dicha. Esto es encarado
por el proletariado como su antítesis.
Para el proletariado en la fase de avance del capitalismo, no había
ninguna ciencia en absoluto; el proletariado no tenía todavía
una práctica propia. La "lucha de clases", que fue
dominada por el reformismo, no sólo prestó vigor a la ciencia
burguesa, pues esa lucha también sirvió como un incentivo al desarrollo
superior de las fuerzas productivas bajo el capitalismo. Si los salarios de
los obreros aumentaban, la explotación se incrementaba más rápido.
Esta práctica era, también, una práctica completamente
burguesa. Pero esta práctica era necesaria para desarrollar las
fuerzas productivas capitalistas cuantitativamente, a una magnitud tal que las
relaciones productivas estuviesen obligadas a asumir otras formas. Y, al principio,
en el punto que marca el límite del desarrollo capitalista de las fuerzas
productivas, sólo entonces se divorcia la lucha de clases de la práctica
burguesa y a partir de aquí, debido a que a través de este divorcio
la lucha de clases suprime toda práctica burguesa, se convierte en la
única práctica: la lucha de clases se vuelve ciencia.
Y llegado este punto, ya nada fuera de esta lucha es ciencia. La negación
de la negación determina, con la desaparición de la burguesía
y del proletariado y su conversión en seres humanos, también la
desaparición de los conceptos "objetivo" y "subjetivo"
de la ciencia y su conversión en "ciencia",
[determinando] los elementos racionales de los que luego forma [esta] su contenido
natural y obvio.
Si los medios de producción en el capitalismo aparecen bajo la
forma de capital, si la fuerza de trabajo aparece como capital, no menos lo
hace la ciencia. La tarea del proletariado consiste en derribar la relación
del capital. Incluso en su tegumento o corteza capitalista, fetichista, las
fuerzas de producción, y por tanto también la ciencia, son realidades
completas, siendo por supuesto el fetichismo sólo la relación
objetivizada entre personas que es indiferente al carácter material de
los elementos reales de la vida. El proletariado no opone nada a estas realidades,
sino que simplemente las libera su corteza fetichista. "Su
propio movimiento social", dice Marx, hablando de la sociedad capitalista,
"le parece poseer la forma de un movimiento de cosas
por medio del cual es dominada en lugar de dominarlas". El comunismo,
el proletariado, abole este fetichismo que, de hecho, sólo era capaz
de desarrollar las fuerzas productivas durante un periodo histórico y
que, a través de la acumulación de este proceso, se convierte
en su contrario, en un estorbo al desarrollo ulterior de las fuerzas productivas.
Siguiente >>
|