Paul Mattick
La inevitabilidad del comunismo
Índice
I - Ciencia y marxismo
En los comentarios introductorios a su libro (p.6) Hook declara que la "ciencia"
no puede ser identificada con el "marxismo", una vez que
los dos tratan de asuntos diferentes. La una con la naturaleza, el otro con
la sociedad. Marx distinguió entre el desarrollo de la naturaleza y el
de la sociedad humana, y vio en la conciencia humana el factor diferenciador
(p.85). El marxismo presupone las metas de clase; por eso es una ciencia subjetiva,
una ciencia de clase; la ciencia misma, sin embargo, permanece por encima de
las clases, es objetiva. Hook ve en la filosofía de Marx una síntesis
de los momentos objetivos y subjetivos de la verdad. Como un instrumento de
la lucha de clases, la teoría marxiana puede funcionar sólo en
cuanto que sea objetivamente correcta. Aún como una verdad objetiva sólo
puede funcionar eficazmente dentro del marco de los propósitos subjetivos
de clase del proletariado. Si estos propósitos de clase están
también social e históricamente condicionados, esto no es todavía
verdad a respecto de la voluntad y del acto específico mediante los cuales
se realizan. Consecuentemente, tanto valor debe atribuirse a los momentos históricos
subjetivos como a los objetivos. El elemento humano-activo es subjetivo, sin
embargo, sólo en relación con la situación socio-económica;
para los participantes en la lucha de clases es completamente objetivo. Según
esta distinción, sería imposible hablar de marxismo como una "ciencia
objetiva" sin quitarle al mismo tiempo su carácter revolucionario
(p.7-8).
A primera vista, no hay nada que objetar a estas formulaciones de Hook. Aparte
del hecho de que, con la aceptación de la síntesis marxiana, tales
conceptos como, por ejemplo, la "ciencia objetiva" y lo "biológicamente
constante" (tesis) y la "variable naturaleza social del hombre"
así como la "voluntad subjetiva de la clase" (antítesis),
como Hook propone más tarde, pueden todavía tener validez únicamente
como abstracciones metodológicas que ya no corresponden a la realidad;
quitando el hecho de que con la aceptación de la dialéctica marxiana
cualquier sobreénfasis unilateral sobre los factores históricos
objetivos o subjetivos, sin la más precisa investigación acerca
de la situación real, es una torpeza, siendo bastante posible que, en
ciertas situaciones, el factor subjetivo juegue un papel menor y en otras un
papel mayor; y aparte de los muchos defectos de la formulación de Hook,
uno puede aceptar totalmente el marxismo, sin detenerse a pensar, como una síntesis
de ciencia objetiva y de ciencia subjetiva de clase. Pero si Hook sitúa
la ciencia objetiva, la ciencia de los hechos, la "ciencia propiamente",
por encima de las clases, no ha mostrado el núcleo racional oculto detrás
del concepto. Si uno es incapaz de materializar la ciencia, si sigue siendo
una mera materia de conceptos, entonces el concepto de "ciencia objetiva"
sólo puede confundir y se vuelve inservible para la explicación
real del contenido dialéctico del marxismo, una vez que todos los métodos
científicos, sin consideración del material con el que tratan,
están en parte subjetivamente condicionados.
Cuando Hook dice con Marx que lo que nos interesa no es la explicación
sino la transformación [del mundo], sobreentiende que es sólo
el proletariado el que puede realizar el marxismo. Pero a través de esta
realización el marxismo se convertirá entonces en "ciencia
objetiva". Si tomamos como nuestro punto de partida la síntesis
marxiana, entonces esta síntesis sola es aún capaz de pasar como
"ciencia objetiva". Pero esta síntesis teórica
es, en primer lugar, sólo el método teórico para llegar
a comprender la conexión de la realidad histórica. La realidad
histórica no es otra cosa que... realidad histórica;
no es una ciencia. Sólo cuando los seres humanos comprenden y emplean
conceptualmente esta realidad con la orientación de determinar dentro
de sus límites sus propias acciones, sólo eso produce el contenido
de la ciencia, la objetividad de lo que en cualquier momento particular debe
ser demostrado en la práctica.
El materialista dialéctico es hoy el único método que
se confirma en la práctica. Es aplicable y es demostrado experimentalmente.
De aquí que esta dialéctica sea "ciencia objetiva";
ella, también, permanece por encima de las clases, como puede verse más
adelante por la admisión de Hook de que continuaría operando en
una sociedad comunista. Es lo contrario, sin embargo, con los tres principios
fundamentales de la doctrina marxiana. Estos están ceñidos
sólo al proletariado, mientras sea un proletariado; están históricamente
condicionados. El materialismo histórico, la teoría de la lucha
de clases y la teoría de la plusvalía sólo son concebibles
y prácticamente aplicables en la sociedad burguesa (p. 97-98). Son las
armas teóricas de la mayor fuerza de producción... el proletariado.
Ayudan al desarrollo pleno y realización de su superior fuerza de producción
y así, en un sentido materialista, ellos mismos no son nada más
que elementos productivos. Sin embargo, incluso lo que Hook define
con el concepto de "ciencia objetiva" no es, racionalmente
considerado, nada sino una expresión de las crecientes fuerzas de producción.
Detrás de la ciencia están encubiertas las fuerzas sociales de
producción; si estas últimas se desarrollan, así también
la ciencia, e, igualmente, en interacción dialéctica, se cumple
el proceso inverso. Hook no dudará en concedernos que la ciencia debe
contarse entre las fuerzas humanas de producción, pero su definición
nublada de ciencia, junto con otros factores que deberemos abordar más
tarde, prueban que su comprensión no es clara a respecto de la conexión
íntima entre la ciencia y las fuerzas de producción. Aún
si uno ha reconocido la ciencia como una fuerza de producción, también
ve que incluso la "ciencia como tal" permanece escasamente
por encima de las clases y está exactamente tan condicionada de modo
histórico como los factores históricos del marxismo, que sólo
son válidos para la sociedad de la lucha de clases. O, inversamente,
que los elementos históricos del marxismo, como las fuerzas sociales
de producción, sólo añaden otras nuevas a las fuerzas productivas
disponibles, o a la "ciencia objetiva", y por eso son una
parte de la ciencia. Si el fetichismo de la mercancía era una forma en
la que las fuerzas sociales de producción se desarrollaron, entonces
el marxismo es una forma superior del desarrollo de las fuerzas productivas.
Si uno quiere ilustrar el desarrollo de la dialéctica marxiana, puede
sin duda tomar el camino seguido por Hook y dibujar una distinción entre
ciencia objetiva y ciencia subjetiva. Pero en la base de la dialéctica,
que rechaza de plano una tal distinción, uno no puede ya apelar a esa
distinción excepto con el riesgo de introducir confusión en las
filas del marxismo. El mismo divorcio entre la "ciencia"
y el marxismo es histórico y sólo otra expresión de la
separación de los obreros de los medios de producción.
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