Al principio del aire

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ENSAYO


entente cordiale
KOSOVO: ENTRADAS Y SALIDAS DEL LABERINTO

Por César Guerrero


La única posición correcta es ser
simultáneamente pro serbio y pro albanés,
que es estar en favor de la humanidad.

Ievgueni Evtuchenko


La guerra en los Balcanes no es un problema reciente. El pretexto para el inicio de las hostilidades de la Primera Guerra Mundial se gestó ahí, con el asesinato del archiduque austríaco Francisco Fernando, a manos de un nacionalista serbio el 28 de junio de 1914 en Sarajevo. El término de la Guerra Fría -distribución bipolar del poder mundial dentro del cual las repúblicas yugoslavas eran parte de la órbita soviética- favoreció la escalada de los rencores locales en una población pluriétnica, plurirreligiosa, con distintos grados de desarrollo económico, y con una memoria histórica salpicada de vejaciones y momentos de gloria, arraigo y desarraigo, sobre un mismo territorio.

Pero, dentro de la maraña diplomática, geopolítica y propagandística que nos abruma con grandes cantidades de información ininteligible, ¿quiénes son los serbios?, ¿quiénes son los kosovares?, ¿qué significa Kosovo para cada uno de ellos? ¿Cuáles son las razones del problema y los factores que la complican? y, ¿existen posibilidades de solución?


1. Qué es Kosovo

Kosovo es una provincia de la República Federal Yugoslava (RFY). Su población, hasta hace algunos meses, era de 2 millones de personas, de los cuales el 90% son étnicamente albaneses. Yugoslavia en cambio posee una población serbia (rama de los pueblos eslavos) que constituye el 70% del total. Además de las diferencias étnicas entre serbios y kosovares (de origen albanés), la religión y la lengua los separan. Los serbios son católicos ortodoxos, al igual que los griegos y los rusos, mientras que los kosovares albaneses son fundamentalmente musulmanes. Mientras que el serbio es una lengua eslava, los albaneses hablan una mezcla de lenguas indoeuropeas .

Tal vez estas diferencias no serían un problema a no ser por el territorio. Kosovo era el centro político y religioso del pueblo serbio. Sus reinos ejercieron el poder desde ese lugar durante la edad media. En Kosovo se encuentran innumerables templos y monasterios medievales que son orgullo del catolicismo ortodoxo que profesa ese pueblo y el origen del nacionalismo serbio se sustenta en la pérdida de Kosovo que, a manos de Murad I, sultán del imperio otomano, sufrieron con la batalla del año 1389 d.C. Casi medio milenio de régimen otomano modificó la estructura demográfica: los serbios salieron y entraron los albaneses.

Por lo que respecta al siglo XX, Kosovo volvió a ser parte de Yugoslavia en 1918 cuando Serbia, a raíz de la guerra de los Balcanes de 1912, reconquistó el territorio, hasta entonces en manos del Imperio Otomano. Desde entonces Kosovo ha tratado de separarse del Estado yugoslavo y de unirse a Albania. Con todo la provincia gozaba de una notable autonomía política que mantuvo tranquilos los ánimos de los kosovares gracias a Josip Broz Tito, presidente yugoslavo, quien se las otorgó en 1974. Otro factor de distensión fue la admisión de albaneses, pues en 1960 la estructura étnica de la población de la provincia no era tan homogénea (28% serbios/montenegrinos, 67% albaneses) . Tito murió en 1980 y a partir de entonces las fuerzas políticas del estado socialista yugoslavo, nacido en 1944, comenzaron a agitarse de nuevo. En 1989, el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic retira el régimen de autonomía a la provincia de Kosovo disolviendo su gobierno autónomo.

Aunque son manifestaciones del mismo problema, la guerra en Bosnia Herzegovina (1991-1995) y el actual conflicto en Kosovo, hoy guerra OTAN vs. Yugoslavia, son tratados como algo distinto. No lo son. Al comenzar la guerra en Bosnia, Kosovo declara su independencia -misma que sólo es reconocida por Albania- en la voz del líder moderado Ibrahim Rugova, quien encabeza la Liga Democrática de Kosovo (Lidhjes Demokratike te Kosoves) . Sin embargo, los kosovares no se enfrentaron militarmente con los serbios, sino que boicotearon las instituciones serbias estableciendo sus propias escuelas y servicios de salud, y no votando en las elecciones. En 1992, Rugova justificaba su moderación: "No tendríamos oportunidad de éxito frente al ejército serbio. De hecho, los serbios esperan cualquier pretexto para atacar y barrer a la población albanesa. Creemos que es mejor no intentar nada y permanecer vivos que ser masacrados" .

No todos los kosovares albaneses pensaban como él. En 1993 se fundó el Ejército de Liberación de Kosovo o ELK (Ushtria Clirimtare e Kosoves) con dinero de kosovares exiliados. Pero lo que verdaderamente radicalizó los ánimos de la población albanesa no fue el ELK (que no contaba entonces con más de doscientos miembros) sino la exclusión de la provincia en los acuerdos de Dayton, con los que se ponía término a la guerra en Bosnia. En ellos, Kosovo fue considerada sin ninguna autonomía dentro de la nueva delimitación de la República Federal Yugoslava. Ese hecho cuestionó severamente la táctica de moderación adoptada hasta entonces. Cuando policías serbios mataron a las familias de algunos individuos pertenecientes al ELK, en febrero de 1998, inusitados disturbios populares florecieron espontáneamente. El gobierno serbio tuvo entonces el pretexto ideal para someter por la fuerza a la provincia albanesa e iniciar la limpieza étnica del territorio. Es a partir de ese momento que la comunidad internacional presta atención a la provincia.


Foto: Rina Castelnuovo, The New York Times

2. Por qué la guerra

La inestabilidad yugoslava, alimentada por los rencores históricos, las reivindicaciones territoriales y étnicas, y las diferencias religiosas y lingüísticas, ha amenazado la estabilidad de la Unión Europea a lo largo de toda esta década. Más aun cuando la UE se encuentra hoy a la mitad del camino en el proceso de ampliación hacia los países de Europa Central (Polonia, Hungría, la República Checa y la República Eslovaca). Siendo uno de los centros de poder económico, cultural, y tecnológico más importantes y sólidos del mundo, se explica que los Estados Unidos inviertan tantos recursos económicos, militares y diplomáticos en la zona aledaña a la UE, a diferencia de otros páramos aislados del mundo con catástrofes humanitarias no menos atroces (v.g. Ruanda, Afganistán, Argelia, el Kurdistán...).

Con el estigma de la falta de iniciativa y decisión comunes durante la guerra civil en Yugoslavia, los países integrantes de la UE, (con excepción de Francia e Italia) no han dudado ahora en apoyar la ofensiva norteamericana contra el régimen de Milosevic. Pero las omisiones de ayer no se resolverán con las bombas de hoy. Los continuos errores, que han diezmado las vidas de civiles inocentes, demuestran que las guerras asépticas, "con bisturí y desde el aire", como en los juegos de video, no existen.

En una exposición por demás sensible, el poeta ruso Ievgueni Evtuchenko ha señalado las nefastas omisiones en la estrategia de la OTAN. Sin negar la incuestionable limpieza étnica del territorio de Kosovo ejercida por el régimen Serbio, los líderes de los países de la OTAN no pensaron, entre otras cosas, en:

a. que no todos los serbios son culpables de crueldades contra los albaneses y que algunos albaneses son culpables de crueldades contra los serbios;
b. que después de los bombardeos, los serbios difícilmente convivirán con los albaneses, considerándolos en cambio enemigos peores que los que apuntaron las bombas, postergando quizá por el resto del siglo XXI la paz en la región;
c. que las bombas podrían matar a los albaneses por error;
d. que los serbios no se rendirán después de las primeras bombas, sino que se unirán como nunca antes, pese a los muchos conflictos con su propio gobierno, vistiendo a sus niños de soldados y cubriendo los puentes con escudos humanos;
e. que incluso si las tropas de la OTAN tuvieran éxito en derrocar a Milosevic instalando otro gobierno más obediente, podrían recibir en respuesta una agotadora guerra partisana, tradición que los yugoslavos conservan desde la Segunda Guerra Mundial y
f. que los bombardeos podrían complicar peligrosamente la relación de Occidente, y de Estados Unidos en específico, con Rusia, potencia militar y política fundamental en la región (Arena, suplemento cultural de Excélsior).

Los países de la OTAN han justificado sus acciones descalificando al régimen serbio. El presidente Clinton, por ejemplo, a comparado a Milosevic con Hitler, cosa que los serbios no dudaron en corresponder. También han señalado que se agotaron todas las instancias diplomáticas en Rambouillet, sitio a las afueras de París. Como se recordará, los representantes kosovares firmaron un incipiente acuerdo de paz en ausencia de la representación serbia el 18 de marzo de este año, pues sus contrapartes yugoslavas se negaron a firmarlo. Luego de que el enviado especial de los Estados Unidos, Richard Holbrooke, fracasara en su intento de convencer a Milosevic con la amenaza de bombardear Yugoslavia si éste no firmaba, los países de la OTAN iniciaron las hostilidades el 24 de marzo, sin tomar en cuenta la opinión de Rusia, aliada natural del pueblo Serbio, y sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, violando flagrantemente el derecho internacional. Prácticamente 776, 000 personas han sido desplazadas dentro y fuera de Kosovo desde el año pasado y hasta el mes de abril , mientras Belgrado asegura (mayo) que los ataques han causado ya 1,200 muertes de civiles .

La pregunta es, ¿se agotaron todas las instancias diplomáticas posibles? Ciertamente, no.


3. Propuestas de solución.

El problema de los Balcanes, como se ha visto a lo largo de esta exposición, es sumamente complejo. No sólo se ven involucradas las partes directas del problema, sino todos los intereses que confluyen en la región. Básicamente existen tres actores externos importantes. Uno de ellos es Estados Unidos, quien podría verse sumamente beneficiado de ganar posiciones estratégicas en Europa central y del Este, a las puertas de Rusia. La iniciativa que hoy encabeza le permitiría, de ganar la guerra, dejar en un segundo plano la influencia económica, política y militar de la Unión Europea en la región asumiendo un papel protagónico en el desarrollo de la misma, sujetándola de ese modo a sus intereses.

La Unión Europea, nuestro segundo gran actor, se ha visto incapacitada de lidiar directamente con el problema en virtud de su actual desunión institucional en lo que a seguridad y política exterior se refiere, así como por la falta de claridad sobre objetivos concretos. En realidad, la UE debería ser la primera potencia preocupada por su propia estabilidad y quien llevara la voz cantante en lidiar con la crisis balcánica. Su papel se ha caracterizado por apoyar en el seno de la OTAN a EU en lo fundamental, y en disentir sobre cuestiones de matiz.

Por último, la tercera variable importante de la ecuación es Rusia. Rusia es importante no sólo por su enorme potencial bélico, sino por los vínculos étnicos, históricos y lingüísticos que la unen a Serbia. Rusia ayudó a Serbia a obtener la independencia en el Siglo XIX y fue por Serbia que Rusia ingresó a la Primera Guerra Mundial en 1914, razones ambas por las que Serbia ha correspondido a Rusia en calidad de aliada incondicional. Rusia es la madre y Serbia su hija . Es por ello que su participación resulta decisiva en los esfuerzos diplomáticos para pacificar la zona.

Comencemos por la propuesta hegemónica. Las condiciones de la OTAN para detener los bombardeos son cinco: 1. Poner fin inmediatamente a la campaña de intimidación y expulsión de la población civil. 2. Paralización de todas las actividades de las fuerzas militares y paramilitares en Kosovo, y retirar sus fuerzas. 3. Aceptar incondicionalmente el regreso a sus hogares de los refugiados y de todas las personas desplazadas. 4. Aceptar el despliegue de una fuerza militar internacional para garantizar que el regreso de todos los refugiados se hará en condiciones de seguridad y que la ayuda humanitaria será distribuida libremente. 5. Permitir que Kosovo alcance el grado de autonomía previsto -aunque no garantizado- en la cumbre de Rambouillet .

Según la OTAN y los Estados Unidos, esos cinco puntos no son negociables. Lo que es negociable es la dimensión, el abanderamiento y la composición de las fuerzas militares que se encargarían de garantizar la seguridad de los habitantes que regresarán a sus hogares. La postura de la OTAN es que dichas fuerzas de paz sean las propias, mismas que contienen una considerable presencia norteamericana. Rusia se opone a que sea el organismo atlántico quien se encargue de la misión y propone en cambio que ésta sea comandada por la ONU, integrada por una respetable presencia de fuerzas rusas, y por países que no se hayan involucrado directamente en el conflicto (Grecia, Portugal, Hungría, Polonia, República Checa) .

Para Milosevic es más sencillo aceptar una fuerza militar en su territorio compuesta por rusos y países sin intereses de hegemonía en él, que por los Estados Unidos y los países de la UE miembros de la OTAN. Lo que dificulta asumir esa opción es que se genere una velada complicidad entre Serbia y la misión de paz, en la que continuaran los ataques contra la población albanesa y disidentes. Tal vez lo más indicado es que tanto Estados Unidos como Rusia estuvieran presentes, bajo el mando de la ONU.

No obstante, de llegar un deseable consenso sobre las condiciones y medios para el cese de las hostilidades aceptable para todas las partes, en el mediano y largo plazo, todo esfuerzo será inútil si no se atacan otros factores. La rivalidad entre albaneses y serbios, misma que data de seis siglos, no se va a resolver ni con bombas ni con misiones de paz forzosamente transitorias. En su calidad de representante especial de la UE para la RFY, Felipe González presentó al canciller alemán Gerhard Schröder una estrategia basada en tres pilares:

1. Reforzar a los países y entidades vecinos de la República de Serbia con el objetivo de limitar la capacidad de Belgrado de influir negativamente en ellos y de desestabilizar así la situación en los Balcanes.
2. Fomentar un proceso de cambios políticos y económicos en Serbia y en el conjunto de la RFY que, mediante una transición democrática y pacífica, conduzca a la sustitución del régimen autoritario de Milosevic por un sistema político respetuoso de los derechos humanos de los ciudadanos y de las minorías.
3. Promover el desarrollo de una cultura democrática y de convivencia entre personas y grupos, el robustecimiento de las instituciones de la sociedad civil y el progreso económico y social en el conjunto de los países de la zona, así como la cooperación, tanto entre ellos como con el resto de Europa .

Una estrategia de largo plazo, como la esbozada por el político español, que mediante la política -contraparafraseando a Von Clausewitz "la guerra por otros medios"- sustente la acción frente al conflicto, tiene más posibilidades de resultar benéfica que la torpe y cruel acción de bombardear indistintamente un territorio, sembrando la destrucción y el horror como estrategia falaz para someter a dos enemigos ancestrales.

 

® César Guerrero


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