Una parábola de Cristo

                                                      { página de César Guerrero }

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Publicado en Opción. Revista del Alumnado del ITAM,  México, No. 113, marzo 2002, pp. 54-63.


ensayo

Bob Dylan es un viejo maestro de la música popular del siglo XX. También de la poesía en lengua inglesa. Extraña combinación. Salvo en los sesenta, cuando algunas de sus canciones se convirtieron en himnos del movimiento hippie y de lucha por la no discriminación y las libertades civiles en los Estados Unidos, por lo general no ha sido un cantautor de grandes masas. En contraste, Bob Dylan ha sido objeto de devoción por parte de otros músicos del rock y del blues que han alcanzado grandes éxitos de ventas. Los ejemplos más recientes fueron Knocking on Heaven's Door en versión de Guns'n Roses, y Like a Rolling Stone, en versión de los Rolling Stones.

Que Bob Dylan sea un cantante de la música popular no es pretexto para menospreciarlo, ni como músico ni como poeta. Alguna vez escuché que Dylan tenía adeptos serios que lo proponían para el Nobel de literatura. Falso o no, yo pienso que no es una idea descabellada.

En la colección didáctica -para estudiantes de letras- editada por la UNAM (Material de Poesía), hay un librito dedicado a canciones de rock que son consideradas literatura. Se consigue -o conseguía- en la librería central de la UNAM, frente a Rectoría y la Biblioteca Central. Entre las canciones que incluye ese volumen se encuentra Visions of Johanna, canción con las imágenes más hermosas y complejas de las que ha escrito Bob Dylan. También se puede leer Suzanne, del canadiense Leonard Cohen.

A diferencia de Cohen, o de otros músicos de rock que hayan podido componer canciones tan bellas como poemas -y Cohen ha escrito, por otra parte, varios libros de poesía y algunas novelas- la variedad temática y la complejidad de estilos líricos que Dylan ha explorado en sus canciones lo alejan mucho del caso afortunado, incluso del deliberado, como podría ser el canadiense de voz grave.

La editorial española Visor, dedicada exclusivamente a la poesía, tiene publicados dos libros de Bob Dylan (el segundo de ellos es George Jackson y otras canciones, 1996), ambos traducción de algunas de las mejores obras líricas del músico. En el catálogo de Visor se encuentran libros de Allen Ginsberg, León Felipe, Pere Gimferrer, Vicente Huidobro o el Nobel español Vicente Aleixandre.

Empleo esos argumentos de autoridad para sembrar la curiosidad y porque en este breve análisis sólo me ocuparé de una canción, misma que considero una posible alegoría[1] o, mejor dicho, una posible parábola de Cristo, del mismo modo que Hotel California es una parábola del infierno, aunque se piense a menudo que ambas son canciones de amor.

Se trata de Shelter from the storm, que quiere decir, refugio de la tormenta. Está incluida en uno de los mejores discos de los 46 que ha lanzado Bob Dylan en cuatro décadas[2]: Blood on the Tracks (Sangre en las huellas).  Haciendo una versión al español de esta letra traduje el título como "Te cubriré de la tormenta", que es un poco más congruente con la función que cumple la frase en el estribillo de la canción y cuyo sentido queda más claro en ese contexto. El estribillo dice “‘Come in’, she said / ‘I'll give you shelter from the storm’”.

Esta es la canción, en su versión original del inglés y en la mía[3]:

 

SHELTER FROM THE STORM

Bob Dylan

 

1.        'Twas in another lifetime, one of toil and blood
When blackness was a virtue and the road was full of mud
I came in from the wilderness, a creature void of form."Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

2.        And if I pass this way again, you can rest assured
I'll always do my best for her, on that I give my word
In a world of steel-eyed death, and men who are fighting to be warm.
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

3.        Not a word was spoke between us, there was little risk involved
Everything up to that point had been left unresolved.
Try imagining a place where it's always safe and warm.
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

4.        I was burned out from exhaustion, buried in the hail,
Poisoned in the bushes an' blown out on the trail,
Hunted like a crocodile, ravaged in the corn.
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

5.        Suddenly I turned around and she was standin' there
With silver bracelets on her wrists and flowers in her hair.
She walked up to me so gracefully and took my crown of thorns.
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

6.        Now there's a wall between us, somethin' there's been lost
I took too much for granted, got my signals crossed.
Just to think that it all began on a long-forgotten morn.
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

7.        Well, the deputy walks on hard nails and the preacher rides a mount
But nothing really matters much, it's doom alone that counts
And the one-eyed undertaker, he blows a futile horn.
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

8.        I've heard newborn babies wailin' like a mournin' dove
And old men with broken teeth stranded without love.
Do I understand your question, man, is it hopeless and forlorn?
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

9.        In a little hilltop village, they gambled for my clothes
I bargained for salvation an' they gave me a lethal dose.
I offered up my innocence and got repaid with scorn.
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

10.     Well, I'm livin' in a foreign country but I'm bound to cross the line
Beauty walks a razor's edge, someday I'll make it mine.
If I could only turn back the clock to when God and her were born.
"Come in," she said,
"I'll give you shelter from the storm."

 

TE CUBRIRÉ DE LA TORMENTA

Bob Dylan

 

  1. Ocurrió en otra vida, vida de sudor y sangre,

cuando la oscuridad era virtud y lodoso era el camino 

regresé del desierto, una criatura vacía de forma.

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”.

 

  1. Y si paso por aquí otra vez, pueden descansar tranquilos,

que por ella daré siempre lo mejor de mí, de eso doy mi palabra;

en un mundo de muerte ojos-de-acero, y hombres que pelean por calor.

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”.

 

  1. No se habló una palabra entre nosotros, había poco riesgo involucrado,

hasta entonces todo permanecía aún irresoluto.

Intenta imaginar un lugar donde siempre estás seguro y cálido.

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”.

 

  1. Estaba consumido de cansancio, enterrado en el granizo,

reventado en la vereda y envenenado en los arbustos,

cazado como un cocodrilo, destrozado en el maizal.

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”.

 

  1. De pronto di la vuelta y ahí estaba ella,

con pulseras de plata en sus muñecas y flores en el pelo.

Caminó hacia mí tan llena de gracia y retiró mi corona de espinas.

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”

 

  1. Ahora hay un muro entre nosotros, algo se ha perdido, 

di por hecho demasiado, preso de un malentendido.

Y pensar que todo comenzó una mañana largamente olvidada.

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”

 

  1. Bueno, el diputado camina sobre duros clavos y el predicador cabalga un monte

pero nada importa mucho, salvo el Juicio Final

y el sepulturero tuerto, toca una trompeta vana.

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”.

 

  1. He escuchado bebés recién nacidos gemir como una paloma triste 

y hombres viejos con dientes rotos, abandonados sin amor.

¿He entendido tu pregunta, hombre, son la desesperanza y la desolación?

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”.

 

  1. En un pueblito sobre la colina, apostaron mis ropas

Yo negocié mi salvación y me dieron una dosis mortal.

Ofrecí mi inocencia y me pagaron con desprecio.

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”.

 

  1. Bueno, vivo en un país extranjero, pero estoy confinado para / resuelto a cruzar la línea

La Belleza camina sobre el filo de la navaja, algún día la haré mía.

Si pudiera al menos regresar el reloj a cuando Dios y ella nacieron...

“Pasa”, dijo ella,

“te cubriré de la tormenta”.

 

Mi interpretación es que el narrador podría ser Cristo y la misteriosa mujer la Muerte. De ser correcta, la canción representa la parábola de un Cristo que se siente defraudado por Dios y por la Muerte luego de haber aceptado sacrificarse en la cruz.

Veamos primero cuáles son las pistas para sospechar que el narrador es Cristo. En la primera estrofa, dos elementos: “ocurrió en otra vida”, y “regresé del desierto, una  criatura vacía de forma”. Cristo regresa del desierto con un mensaje nuevo, vacío de las interpretaciones religiosas aceptadas en la época.

La segunda estrofa es sólo un recurso narrativo, imitando la forma en que los vaqueros se narran las historias entre sí. La tercera estrofa es similarmente engañosa, parece evocar el inicio de una aventura amorosa, cuando la seducción se desenvuelve sin revelar la identidad de los sujetos: “no se habló una palabra entre nosotros, había poco riesgo involucrado.

La cuarta estrofa aporta otros elementos atribuibles a Cristo, aunque, al igual que en la primera estrofa, no son definitivos hasta ahora. Esta estrofa consiste en un conjunto de metáforas sobre el calvario. La idea del calvario en la cuarta estrofa se fortalece al leer la quinta, pues además de continuar la misma línea narrativa -esto podría ser muy revelador- el tercer verso describe la culminación de la agonía, cuando la Muerte camina hacia Cristo y retira su corona de espinas. La corona de espinas es un simbolismo universal; hasta aquí no necesariamente quien habla es Cristo.

Sigamos leyendo. La sexta estrofa detalla el desengaño entre el narrador y la mujer. “Ahora hay un muro entre nosotros, algo se ha perdido”. Y se retoma la breve alusión a un desengaño en el primer verso de la tercera estrofa (“No se habló una palabra entre nosotros, había poco riesgo involucrado”), pues ahora dice: “Di por hecho demasiado...”

La séptima estrofa ofrece una imagen grotesca de dos figuras de autoridad. El diputado camina sobre duros clavos, auto-inmolándose para engañar al pueblo, mientras que el predicador cabalga un monte, quizá el del aforismo “la fe puede mover montañas”, una enseñanza exclusivamente cristiana. O sea, el predicador cabalga el monte de la fe, manipula a los creyentes. El tercer verso resta un poco de importancia a estos hechos, pues al fin y al cabo, habrá un Juicio Final. Es por ello que la trompeta del sepulturero tuerto es vana, pues las fanfarrias a estos políticos y líderes religiosos “ilustres” no modificarán su suerte a la hora de recibir su castigo.

La octava estrofa es todavía más importante. Los dos primeros versos hablan del sufrimiento humano -por cierto que del más hondo: niños y viejos sufrientes, sin amor. El tercer verso de esta estrofa siembra una duda, algo ha salido mal. “¿He entendido tu pregunta, hombre, son la desesperanza y la desolación?”

La novena estrofa es concluyente respecto a la identidad de Cristo y por la cual tendría sentido mi interpretación de las estrofas cuarta a octava. “En un pueblito sobre la colina, apostaron mis ropas”. Los romanos efectivamente apostaron para ver quién se quedaba con el manto de Cristo, al pie de la cruz, en el monte del Gólgota (Juan, 19, 24). Luego: “yo negocié mi salvación y me dieron una dosis mortal”. Cristo iría a la derecha del Padre, en el Reino de los Cielos, una vez aceptado el sacrificio de su vida. Su mensaje revelado sería la buena nueva y salvaría al hombre a través del sacrificio del Hijo. Pero he aquí que el hombre no se ha salvado (novena estrofa). Cristo se siente birlado: “Ofrecí mi inocencia y me pagaron con desprecio”. El efecto del estribillo en este punto, es arrollador: “‘Pasa’, dijo ella, ‘Te cubriré de la tormenta’”.

La décima estrofa revela la identidad de la mujer como la Muerte. En el primer verso Cristo dice vivir en un país extranjero -el reino de los muertos- y estaría impedido de cruzar la línea al país anterior -porque ya ha muerto. El segundo verso es difícil de interpretar. La Belleza camina sobre el filo de la navaja. ¿Querrá decir que Vida = Belleza y que la Belleza, como la Vida, es frágil? ¿O bien, que el momento más bello es ese instante entre la vida y la muerte, al morir en el calvario por la humanidad, cuando el sacrificio aun tiene sentido?

Sea como sea, el hecho es que en el tercer verso de esta última estrofa Cristo expresa su deseo de regresar el tiempo al momento en que Dios y ella nacieron. ¿Quién es ella?¿No es verdad que la muerte ya existía cuando Cristo nació? ¿No podría ser la muerte la que retira la corona de espinas en el tercer verso de la quinta estrofa? ¿No se supone que la muerte de Cristo significa la salvación de la humanidad? ¿No se ha dicho que la muerte de Cristo cubriría de la tormenta a la humanidad?

Es importante señalar que cabe una posibilidad de error. Se encuentra en la palabra “bound”, de la undécima estrofa. Según Manzano, la traducción correcta es “resuelto a cruzar la línea”. En efecto, el Velázquez[4] indica que una acepción coloquial en EU para la palabra “bound” (past participle de To Bind) es “decidido, resuelto”, y efectivamente, importa saber que Bob Dylan usa muchas expresiones coloquiales en sus canciones. Pero “bound”, también como pp. de To Bind, tiene un sentido figurado contrario a la voluntad activa, pues también es de uso coloquial, según el mismo diccionario, “bound” como sentenciado, confinado.

La traducción de esta palabra es toral en la interpretación. Si me inclino por la segunda acepción es porque es indispensable para sostener que esta canción es una parábola de Cristo. Pero no sólo. Toda la estrofa es un sintagma a favor de la segunda opción. Por ejemplo, el tercer verso. Decir “si pudiera” implica que se alude a un deseo irrealizable. No se puede regresar en el tiempo, ni aun siendo Cristo. En cambio, sí se puede esperar el futuro: “La Belleza camina sobre el filo de la navaja, algún día la haré mía”. El futuro es que el Tiempo llegue a su fin, no exista más muerte, y se establezca definitivamente el Reino de los Cielos.

Que Shelter from the storm es una parábola de Cristo parece, al menos, una interpretación congruente. Siendo así, representa un ejemplo incuestionable de la calidad lírica y simbólica de Bob Dylan para abordar un tema tan complejo, amén de la pulcritud formal: 10 estrofas de tres versos rimados en patrones AAA o AAB, y el mismo estribillo haciendo sentido en todas ellas.

Mucho se ha debatido sobre la naturaleza humana de Cristo. En la Edad Media, los arrianos -seguidores de Arrio (Libia, siglo IV d.C.)- fueron considerados herejes por negarse a aceptar la naturaleza divina de Cristo. Durante los siglos IV y V la iglesia efectuó varios concilios. El de Nicea en 325 y el de Calcedonia en 451 fueron los más importantes en establecer las doctrinas de la Santísima Trinidad y de la doble naturaleza de Cristo. En tiempos recientes Nicos Kazantzakis desarrolló esta interpretación de la naturaleza humana de Cristo en su novela La última tentación de Cristo (1951). Por su parte, José Saramago expone en  El evangelio según Jesucristo (1991) a un Cristo humano, desalentado ante la perspectiva del sufrimiento que por su sacrificio experimentarán cientos de mártires en la historia de la humanidad.

Todas estas interpretaciones de un Cristo humano y en negociación con Dios se derivan de su triple rezo en Getsemaní, cuando ya sabe que pronto será entregado a los romanos por Judas Iscariote: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú” (Marcos, 14, 32-42; Mateo, 26, 36-46 y Lucas, 22, 39-46). También de las inquietantes lamentaciones de Cristo en la cruz en dos de los cuatro evangelios incluidos en la Biblia: “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”  (Mateo, 27, 46; Marcos, 15, 34). ¿Acaso Cristo dudaba o temía el sacrificio en nombre de Dios como medio para salvar al hombre?

Shelter from the storm, de Bob Dylan, es una exploración más de este misterio.®

 

NOTAS

[1] Por sorprendente que parezca, la enciclopedia Encarta ya es bastante buena. Ofrece la siguiente definición de alegoría: “derivada del verbo griego allegoréo, que significa ‘hablar o explicar figuradamente’, la alegoría es una figura retórica que encadena varias metáforas para transmitir un significado figurado y oculto. Una de las alegorías más difundidas y asimiladas es la de la Justicia: una mujer con los ojos vendados (metáfora de la ecuanimidad) que sostiene una balanza (metáfora del equilibrio entre lo positivo y lo negativo, peso y contrapeso). Ligada al pensamiento y a las convenciones religiosas, la eucaristía católica puede entenderse como una dramatización alegórica: pan y vino (cuerpo y sangre de Cristo) que se ingieren para transustanciarse, para incorporar a Cristo. La alegoría recurre a menudo a la personificación y, además de a la metáfora, está muy próxima al símbolo —del que se diferencia por su valor más unívoco—, a géneros literarios como la fábula y la parábola...” [El subrayado es mío]. Esta última observación es muy importante para inclinarnos por el término parábola. Mientras que la alegoría es lo suficientemente concreta como para convertirse en un símbolo plástica o dramáticamente observable, como en los ejemplos de la justicia y la eucaristía, la parábola está definida (misma fuente) como: “nombre dado por los retóricos griegos a una ilustración literaria, cuya verosimilitud se realiza estableciendo un vínculo entre la ficción narrada y la realidad a la que remite. Puede considerarse una forma de alegoría.” La canción que veremos es una ficción narrada que remite a una “realidad” -la elección que Cristo hizo por el sacrificio. “Las parábolas del Nuevo Testamento tienden a iluminar una verdad espiritual a través de un relato breve de la vida cotidiana de la época. Muchos escritores modernos han recurrido a la parábola para comunicar un mensaje moral, reelaborando en ciertos casos parábolas evangélicas...” Curiosamente, Shelter from the Storm bien puede ser una parábola sobre una serie de hechos del Nuevo Testamento.

[2] El primero salió en 1962 y el último en 2001. No todos los 46 álbumes brindan material nuevo, algunos son recopilaciones. Para mayor información ver www.bobdylan.com, naturalmente.

[3] Me he apoyado en la traducción de Alberto Manzano en Bob Dylan, Salvat, Barcelona, 1991, pp. 104-111. Todas las diferencias son de estilo, excepto una, que es de interpretación.

[4] A New Pronouncing Dictionary. Appleton, Century, Crofts, New York, 1961.

 


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