FESTIVAL ROCK´HELL´ONA

Centre Cívic Les Basses (Barcelona)

26/10/02

           Hacía ya bastantes días que esperábamos este concierto con ganas, pero la primera gran sorpresa de éste nos llegó cuando aun ni siquiera habíamos comprado las entradas en taquilla. Sin motivo aparente se anunció la caída del cartel por parte de Dragonslayer, el grupo que había motivado que nos presentásemos a este festival. A causa de tan desgraciado cambio de cartel se añadió a la lista de grupos a Break the Chain, un grupo que despertó cierto escepticismo por el nulo conocimiento que teníamos de ellos; de todos modos compramos las entradas pensando que Aspid salvarían la noche. Finalmente, con media hora de retraso se abrieron puertas y entramos a un recinto que sorprendió por tener un escenario de dimensiones considerables. Al fin todo parecía empezar con mejor pie de lo anteriormente esperado.
Después de una corta espera se lanzaron al escenario Break the Chain, que resultaron ser un grupo de versiones capitaneado por un cantante muy activo y  dotado de buena voz (aunque tal vez en exceso aguda) que daba pie a que el ambiente se animara de buen principio. Su primera versión fue un ‘March of Time ‘de Helloween que sorprendió a todos por su buena ejecución, sobretodo por parte del guitarra solista, que nos deleito a lo largo de toda la actuación del grupo. A partir del segundo tema pasaron a temas más clásicos, aunque tal vez menos conocidos, pero que mantuvieron el listón constante, dejándonos un buen, aunque inesperado,  sabor de boca. Al finalizar, otra corta espera, y por fin, la primera gran sorpresa de la noche.

Empezaron a aparecer en escena los músicos del segundo grupo de la noche, Avelord, formado por miembros de dispares vestimentas, que denotaban cierta tendencia a un estilo entre el death melódico y el metal técnico y/o progresivo. Haciendo uso de los tópicos acertamos, y nos dejaron maravillados con un excelente death melódico de buen nivel engarzado con la voz más melodiosa de su cantante femenina, que hacía dúo con el cantante masculino, de voz más gutural con claras influencias de In Flames. Si de buen principio nos dejaron impactados por su buen hacer en escena, eso no fue nada comparado con lo que vino a media actuación; presentaron su tema Babilon y arrasaron... un tema fuerte y muy trabajado, con diferencia su mejor canción. Mención especial para su bajista, que demostró gran calidad con sus intervenciones tanto en solitario como en conjunto.  
Tras la actuación de Avelord nos tomamos un pequeño descanso para llenar los estómagos y al volver pudimos ver más o menos la mitad de la actuación de Dirtylust, el grupo más flojo de la noche. Practican un metal extremo falto de variedad y poco original que aburrió bastante. Lo más destacable fue una versión de Black Sabbath que fue irreconocible, pero que al menos tenia pasajes más variados dentro de la canción. Un detalle curioso es la extrema similitud entre el guitarrista de este grupo y Marty Friedman (ex-Megadeth), ya que tenían el mismo pelo e incluso la misma pose para tocar.  

La nota de color la pusieron Mr. Rooster con su hard rock cañero y elaborado. Aunque no conquistaron al público con su estilo fueron un deleite para los que nos fijamos en sus miembros. Cuentan en sus filas con un guitarrista bastante bueno que se curraba solos y riffs muy agradecidos de oír; además pudimos disfrutar de sobras con su bajista, ya que el volumen de su instrumento estaba más alto de lo normal, creando así un sonido más compacto y permitiendo disfrutar mejor de sus pequeñas virguerías; y no hay que olvidar a su cantante y frontman, con un gran carisma y un espíritu rockero palpable desde toda la sala. Entre su repertorio estaba incluida una balada que dio el toque de máxima diferenciación con lo ya visto y que demás resulto ser una de sus mejores canciones. Al finalizar su actuación vino la espera más larga, la que nos llevaría hasta la segunda sorpresa de la noche, la mejor y la que nos descubriría algo muy grande.  

Me habían llegado referencias muy buenas de Aspid y ahora esperaba con muchas ganas el directo. Era muy poco lo que había escuchado de ellos y eran grandes las expectativas que me había creado a su alrededor. Todo resulto quedarse corto. ¡Jamás había visto un grupo tan carismático en escena! A excepción de Iron Maiden, con Dickinson moviéndose de lado a lado sin parar, ningún otro grupo me había hecho mover tanto la cabeza de lado a lado para seguir a sus miembros por la escena. ¡Qué fuerza! ¡Qué dinamismo! ¡Qué calidad! Y ¡qué música! Ni en mis mayores fantasías sobre este concierto hubiese podido pensar en algo como lo que sucedió allí. No sólo era su gran carisma, sino su música directa y original, hasta el punto que se me hace imposible de clasificar en un estilo, lo que unido a su enorme calidad, me cautivó. Riffs tremendos con influencias del thrash, melodías y estribillos facilísimos de recordar al más puro estilo heavy, solos y paranoias musicales de espíritu progresivo, todo combinado para crear canciones adictivas, feroces pero melodiosas a la vez, himnos que se aprenden a media canción y se pueden corear como un fan de toda la vida durante el resto del tema. Como no, hubo una balada, cargada de una fuerza y resignación conmovedoras, digna de sonar a todas horas en todas partes, una canción excelente, como casi todas las que se oyeron por parte de este gran grupo. Poco más se puede decir, sólo ser redundante y repetir que lo que Aspid hace sobre un escenario pocos grupos, incluso los más grandes, pueden igualar.

Así pues hay que recordar dos nombres, Avelord y Aspid, dos gratas sorpresas que espero ver en lo más alto en un futuro no muy lejano. ¿Quién se acuerda ahora de la ausencia de Dragonslayer?
 
Texto y Fotos: Xavier Just

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