Viernes 19 de septiembre de 2003 - San Mateo de Buelna (Cantabria)

          A veces la ilusión y las ganas de hacer bien las cosas son armas suficientes como para hacer frente a los hinchados presupuestos de los grandes festivales de nuestro país. Este es el caso de la séptima edición del Rebujas Rock que tuvo lugar el pasado 19 de septiembre en la localidad cántabra de San Mateo de Buelna y que volvió a ser un emocionante ejemplo de honestidad por parte de músicos y organización. La sensacional actuación de los argentinos Rata Blanca fue el punto y final a una gran fiesta, una fiesta a ritmo de Rock&Roll.

          Lejos de pretender auparse al carro de los mejores festivales veraniegos españoles, el Rebujas Rock cumplió su objetivo de ofrecer a sus incondicionales una velada musical de auténtico lujo. En plenas fiestas patronales, el pueblo de San Mateo recibió la visita de cientos de aficionados venidos de Asturias, Cantabria y País Vasco para participar un año más en la gran fiesta del Rock y el Heavy Metal en Cantabria. En total, más de dos mil quinientos aficionados disfrutaron del espectáculo que bandas como Desastre, Posesión, Ars Amandi o Rata Blanca ofrecieron sobre el escenario de San Mateo. Abajo, junto al ejemplar comportamiento del público, la Peña Cultural y Deportiva Rebujas, organizadora del evento,  se encargó de que todos los asistentes, músicos y periodistas nos sintiéramos como en casa.

         Desafortunadamente el horario previsto por la organización sufrió algunas modificaciones que repercutieron directamente sobre el repertorio de los artistas. Más de una hora tuvimos que esperar para el comienzo de los conciertos y ello obligó a recortar el tiempo de actuación a las primeras bandas para que la salida a escenario de Rata Blanca no se prorrogara más de lo previsto. La condición de cabezas de cartel supone a veces más incomodidades que ventajas. No hubiera sido malo que el show de los argentinos ocupara desde un principio el puesto de Ars Amandi o Vantroi. A veces es mejor prevenir que curar.

         Los encargados de dar el pistoletazo de salida a la séptima edición del Rebujas Rock, fueron la jovencísima banda de Crossover, CONOCIMIENTO ZERO. Estos cinco muchachos de Torrelavega sorprendieron a su escasa audiencia con un ácido metal moderno de extravagante puesta en escena y que no logró despertar demasiado interés entre los que optaron por acomodarse en la barra del bar que la organización había instalado para la ocasión. Los ganadores del último concurso Maketa Rock, depositaron en su vocalista todo el peso visual de la actuación. El mal sonido empañó una actuación correcta, con sus correspondientes errores y con una acusada falta de experiencia en directo que no es óbice para que sus composiciones desprendan mayor originalidad en un futuro.

         La actuación de los madrileños DESASTRE supuso la primera toma de contacto con el Rock&Roll y los sonidos urbanos que tanto caracterizan a este festival. Los de Usera ya forman parte de la familia Rebujas y sus innumerables actuaciones en San Mateo han hecho que una de las calles de la localidad lleve el nombre de la banda. Alfonso, cantante y vocalista de la formación, resultó ser un buen frontman a pesar de su talante estático. Mientras tanto, el recinto comenzaba a registrar un magnífico aspecto, en parte gracias a la actitud admirable de los componentes de la formación capitalina.

         Pasadas las once de la noche otra formación madrileña, esta vez de Heavy Metal clásico, se hizo dueña de las tablas. POSESIÓN presentó los temas de su inminente primer álbum ‘Bailando en el fuego’ con una puesta en escena dinámica y espectacular como pocas se han visto. El arranque con “Diosa del mal” supuso el descubrimiento de una banda directa, comunicativa pero sobre todo divertida, en la que Ángel (guitarra solista) y Jose (voz) llevaron las riendas de un show absolutamente formidable. Los bríos de Jose tropezaron con la sufrida pedalera de Ángel que a punto estuvo impactar sobre la cabeza de algún compañero a la vez que ‘Estigmas’ transmitía toda esa energía positiva a la concurrencia. Posesión se basa en un estilo revisado del que bandas como Saxon o Hammerfall se han hecho dueñas en sus correspondientes épocas. La fiesta alcanzó su punto más alto en el momento en que “Me queda Rock&Roll” hizo que varios aficionados disfrazados acompañaran a los músicos en la escena.  

         Mientras que los asturianos MALA REPUTACIÓN calentaban motores tras las cortinas del tablado,  una joven promesa de la Peña Rebujas recitó unos versos de El Chivi para divertimento de sus paisanos y colegas de sociedad. Tras semejante depravación, el cuarteto astur protagonizó la actuación más floja de todo el festival. Con un Rock&Roll aderezado con leves dosis de Punk y ritmos thrasheros, David, Juan, Fran y Kiko repasaron sus dos únicos álbumes publicados hasta el momento. Entre los temas de ‘Abriendo camino’, su más reciente obra, destacaron “Gritar”, “Por la espalda”, “El notición” o el propio “Abriendo camino”, pero los fans celebraron con mayor jubilo los cancines más antiguas. La formación acusó en varias ocasiones la falta de práctica en directo y el sonido se mantuvo inestable durante casi toda la totalidad del show.

         La original oferta musical de ARS AMANDI fue la propuesta que mayor público logró congregar en San Mateo de Buelna. Entorno a tres mil aficionados acompañaron a los madrileños en su particular exhibición  de Rock y música popular castellana. Su irrupción en el mercado discográfico con ‘Autóctono’ a supuesto la revisión de un estilo que vuelve a contar con cierta dosis de personalidad entre sus obras. Dani lideró una banda sólida que no escatimó en trasmitir alegría, dinamismo y profesionalidad con un repertorio accesible, para todos los públicos. La sección de vientos y la guitarra de Paco, convivieron en armonía con los ritmos que Alberto y El Pelusa imprimieron a sus instrumentos. Ars Amandi dieron comienzo a su actuación con los temas “Camino sin fin”, “Testigo mudo”, “¿A qué esperáis?” y “Desierto” dio paso a una peculiar versión de la B.S.O. de “El Padrino”. La velada de Rock Castellano fue clausurada con una celebrada versión del clásico de Triana, “Abre la puerta” que agitó a la masa en uno de los instantes más recordados de aquella noche.

          Eran más de las dos de la madrugada cuando el combo mexicano VANTROI comenzó a levantar los ánimo a un público que comenzaba a mostrar los primeros síntomas de cansancio. Los americanos presentaron su exitoso tercer trabajo ‘¡¿Otra  vez fríjoles?!’ bajo un sonido embarullado que desveló una tendencia netamente Punk en las composiciones rockeras de estos cuatro músicos. La versión de Rosendo “Flojos de pantalón”, culminó un espectáculo que ofició de prolegómeno a las estrellas de la noche: Rata Blanca.  

         Los que no sufrimos desvanecimiento alguno y aguantamos en pie tras más de seis horas de música en directo, fuimos recompensados con el mayor espectáculo del Hard Rock  hispano. Los argentinos RATA BLANCA ofrecieron ese maravilloso espectáculo musical cargado de magia y sentimiento que recientemente han inmortaliza en su disco ‘Poder Vivo’. Sin introducciones de ningún tipo, Walter Giardino encentó su particular cajetín de riffs con el rompedor trallazo que supone “Solo para amarte”. Seguidamente nos sirvieron en bandeja “Volviendo a casa” y “Abeja reina”, dos preciosas composiciones de su último disco en estudio ‘El camino del fuego’. Las limitaciones del equipo de sonido no saciaron las exigencias de la banda y Rata Blanca arrastró diversas carencias durante el show que sin embargo, no lograron manchar una actuación que de nuevo calificaremos de sobresaliente. La balada “Cuando la luz oscurece” y “Caballo salvaje” dieron paso a un homenaje a los compositores clásicos que desemboco en un orgásmico y genial solo de guitarra de Giardino. La diminuta figura de Adrian Barilari volvió a contrastar con la enorme voz que atesora en su garganta y bordó cortes como “Chico callejero”, “La canción del guerrero” o la atronadora “Señora furia”. A pesar de la  huida de numerosos espectadores, la actitud de la banda fue idéntica a la de las grandes ocasiones y por ello nos deleitaron con un final vertiginoso. Primero, “El guerrero del arco iris” nos puso en buena lid para encender un delirium tremens inducido por “Los ojos del dragón”, “Mujer amante” y el clásico de los clásicos: “La leyenda del Hada y Mago”.  

         Un año más, el Rebujas Rock llegó a su fin con la sensación del deber cumplido por parte de su organización. Desde nuestra redacción, animamos a la PCD Rebujas para que el próximo años tengamos una VIII y mejor edición de un festival hecho por el pueblo de San Mateo para todos los aficionados a la buena música.  

 
Texto y Fotos: Raúl Martínez
Foto de portada:
Juan Carlos Salcedo

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