SPHINX + TRILOGY

Sala Betty Blues (Córdoba) 

25/10/03

           Córdoba era el siguiente destino de la recién iniciada gira de los gaditanos Sphinx, denominada Mar de Dioses Tour, y que semanas atrás ya habían presentado en otras ciudades andaluzas como Huelva o su tierra natal, Cádiz. Esta vez, y al contrario que en su última visita, Sphinx venían acompañados de los cordobeses Trilogy, una banda novel que está empezando a despuntar en la escena local y que pronto editarán su nueva demo ‘Quemando el Pasado’.

Se abrieron las puertas del recinto sobre las 22:00 aunque no sería hasta las 23:00 cuando Trilogy saltaban al escenario de la Sala Betty Blues que aun no presentaba un gran ambiente. La banda, antiguamente llamada Dogma, dispuso de cuarenta y cinco minutos en el los que ejecutó un Heavy Metal de corte muy clásico: metal acelerado y  bañado de continuas reminiscencias a Stratovarius o Gamma Ray. Desde el primer momento, atacaron con temas como "Muerte de un guerrero", "Thor: el Dios de la tormenta" o la aclamada "Loki”: todas ellas interpretadas y enfatizadas por José Luis Juárez, un auténtico frontman que no paraba de moverse, saltar y animar a la gente a cantar. También dignas de alabar fueron las actuaciones de José Rubio a la guitarra; y la juventud y destreza de Juanlu Santaella en la batería. La banda dejó un buen sabor de boca a todos lo que Dejaron un buen sabor de boca a todos los presentes, demostrando que tienen buen futuro y sobre todo que en vivo derrochan carisma, buen rollo y comunicación con el respetable. 
         Con más gente en el recinto y alrededor de las 00:00 hicieron aparición Sphinx bajo la música de "Porto Suite", la intro que sirve para abrir sus veladas y que da paso a " Santa Maldad". Ambos cortes enervaron el entusiasmo del público y de una sala que esa noche cobijaba gente venida de lugares tan dispares como Madrid, Málaga o Jaén sólo para ver y apoyar a los gaditanos. Sin más dilación, fueron cayendo uno a uno temas de su nuevo álbum: es el caso de "Luz en la Oscuridad" o "Sangre de Egipto" , ambas magistralmente conducidas y apoyadas en un gran sonido y con una puesta en escena dinámica. "La Muerte sobre un Papel", "Mundo Oscuro" y "Mentiras",  sirvieron para conectar mucho más con el público ávido de saborear noches como ésta, y que por desgracia no tienen la continuación que todos deseamos.
        Turno era  ahora para dos de los temas que más denotan ese cambio en Sphinx, "Recluso 943" y "Momentos de Lucidez", ésta última especialmente ejecutada por Manuel Rodríguez que se mete en el papel, gesticulando y gritando como si de un actor se tratara. Viendo a los gaditanos, ya se vislumbra ese nuevo aire que insuflan a las canciones, al que hay que añadir el hecho de  que han cogido mucha más experiencia sobre el escenario tras la gira Diamantes en Bruto junto a Abyss y Furia Animal y la actuación del Viña Rock 2003. Lo que no pueden desterrar es ese añejo sabor a los Maiden, no sólo en las guitarras dobladas, sino en las armonías de teclado, mucho más cercanas a los de la Doncella.

        A continuación llegó el momento de escuchar "Ángel sin Piedad" y "Sueños Perdidos", bastante coreadas por la legión de fans que vienen siguiendo a la banda desde su estreno discográfico y que ayudó a reenganchar a varios de esos seguidores que aún no se conocen al dedillo las nuevas canciones. En el último tramo  de la noche tocaron el tema homónimo del nuevo CD, "Mar de dioses", la cual, Rodríguez usó de reclamo para criticar el patriotismo cerrado de las grandes potencias mundiales que provocó la muerte de ciento dieciocho personas en el ya famoso hundimiento del submarino Kursk. 

A continuación interpretaron la versión que han registrado del "I Want It All" de Queen, realmente amena y para los directos bastante animosa. Para la parte final cerraron con dos temas de sus inicios, "Tierra del Mal" y la extensa "Sphinx", corte de más de diez minutos que realza esa calidad técnica y destreza que infunden tanto a la hora de plasmarlo en estudio como en vivo.

        
Al final resultó una fantástica noche de puro Heavy Metal laque tuvimos la oportunidad de presenciar en Córdoba: cerca de tres horas de buena música  en una sala muy bien acondicionada, amplia y con un buen sonido para ambas bandas. Quizás no hubo la gente que merecen tanto Sphinx como Trilogy pero como ya sabemos todos, las cosas están como están y ante eso es difícil convocar a un mayor número de gente. Musicalmente, los gaditanos impecables, en particular Manolo Rodríguez a la voz, que elevó sus agudos hasta límites increíbles y ofició de nexo con la gente. También fue resaltable la labor tras los parches de Carlos Delgado; con una actitud y unas ganas elogiables y esos solos de guitarra de Justi y Santi que hicieron las delicias de todos.  Reseñar la actitud profesional de la banda, encargados ellos mismos de toda la parafernalia del merchandising, y algo de  lo que muchas bandas no cuidan.  Pocas son las bandas de rock que hoy día se bajan de un escenario tras cerca de dos horas sin tregua y sin demostraciones de virtuosismos; y ellos lo hacen.
 
 

Texto: Manuel Pulido
Fotos:
Francisco Ruiz

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