ANKHARA
+ ADGAR |
Sala Bilborock (Bilbo) |
17/05/03 |
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La
iglesia bilbaína de La Merced, recibió a los madrileños Ankhara el
pasado diecisiete de mayo. El combo liderado por el guitarrista Cecilio
Sánchez-Robles y el vocalista Pacho Brea, vino a presentar su tercer
trabajo titulado ‘Sombras del pasado’ acompañados de un grupo cántabro
con el que ya habían tocado en otra ocasión: Adgar. Eran las ocho y media de la tarde cuando numerosas personas esperaban ansiosas la apertura del recinto para poder ver en directo a una banda que con su tercer disco ya se han consolidado en el panorama del heavy metal nacional. Cuando abrieron las puertas, casi doscientos fans del grupo entraron en la sala dispuestos a disfrutar de los nuevos temas de ese asombroso ‘Sombras del pasado’ y también para ver a aquellos desconocidos Adgar. Mientras el combo cántabro salía a escena, algunos saciaban la sed junto a una máquina expendedora de bebidas, otros ojeaban el merchandising y los más impacientes esperaban en primera fila el comienzo de la actuación. |
Las luces de la sala se apagaron y los cinco muchachos que componen Adgar salieron al escenario para dar comienzo al show y estrenarse en el templo del rock de la capital del Botxo. Comenzaron la actuación con un tema llamado “Ángel negro” para saludar a la audiencia que todavía estaba un poco apagada, pero que tardo poco en despertar. El vocalista y frontman de la banda, Ángel Rubín, hizo vibrar las cuerdas vocales de los espectadores con un tema llamado “Acero y sangre” que nada tiene que ver con el clásico de los desaparecidos Muro. El show de Adgar no destacó por la brillantez del sonido pero ganó en vistosidad a juzgar por la teatralización de la figura de Rob Halford que hizo su cantante. Al tema “Dios del metal” le acompaño Ángel Rubín vestido totalmente de cuero, con una chupa y una gorra con tachuelas encarnando al mismísimo Halford. El grupo remató cuarenta minutos de power heavy metal barroco y machacón con una versión del “Maldito sea tu nombre” de los añorados Ángeles del Infierno. |
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Finalizado este primer acto de la velada, la gente se agolpó en las
primeras filas para presenciar lo más cerca posible la actuación de Ankhara.
Los madrileños comenzaron el show con un tema de su nuevo disco, “Ruinas del
alma”. La banda tuvo el apoyo del respetable a pesar de los problemas de Pacho
con el micro y todos pusimos voz a los primeros compases del recital. Temas
antiguos como “3.40”, o “No mires
atrás”, fueron los más coreados por una audiencia que estaba ansiosa
de darlo todo por una formación que visitaba Bilbao por segunda vez en su
historia. No hubo momento para el descanso y minuto tras minuto, iban cayendo potentes canciones que la gente sabía al pié de la letra. La balada “Principio y fin”, cantada a dos voces entre Pacho y el guitarrista Cecilio, se convirtió en un himno que fue coreado por todos los allí presentes. Seguidamente, la versión de Toto “Old the line”, traducida al castellano como “Mantente firme”, supuso otro momento para el recuerdo. |
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Tras un pequeño descanso por parte de los músicos el público pidió a
gritos más temas. Fue entonces cuando el bajista Fernando Mainer salió al
escenario para ejecutar un magistral solo basándose en el clásico de Deep
Purple “Smoke on the water”. Los espectadores observaron maravillados la
enorme soltura y capacidad técnica de la nueva incorporación de la banda. Acto
seguido salieron el resto de componentes de Ankhara para dar fin a la velada con
los temas “Demasiado
tarde” ,”Un día en la imaginación”, y “No mires atrás”. Una gran noche cargada de sorpresas en la que descubrimos a dos nuevos músicos españoles: Fernando, que con sus variadas líneas de bajo eleva el nivel de la banda; y Jaime, que huyendo del típico e incesante doble bombo resulta un percusionistas muchísimo mas variado y menos monótono. Por otro lado Víctor se ha integrado completamente en la formación con un importante protagonismo de sus teclados. De los miembros veteranos, destacamos la voz de Pacho, que no abusó de los agudos y predominó una textura rasgada. |
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Texto:
Lorna Yañez
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