ARTÍCULO
DEL MES:
EL
LOBO, CAZADOR CAZADO
El
Lobo ha desatado odios desde siempre en las poblaciones
rurales de todo el mundo. Su enorme
eficacia como cazador de
todo tipo de especies ganaderas ha
supuesto que su captura se
convirtiera en motivo de alegría, en una
fiesta popular.
Sin
embargo desde hace años el lobo ha pasado a ser una especie
en peligro de extinción, lo que provoca
que no pueda ser
considerado como especie cinegética.
Pero ¿hasta qué punto está
en verdadero peligro?, ¿sería positivo un desarrollo venatorio
controlado de esta especie?
Existen
múltiples respuestas a estas dos preguntas.
En
este artículo nosotros trataremos de conocer mejor al lobo,
para que después cada uno obtenga sus
propias respuestas.
EL
LOBO, UN GRAN DEPREDADOR
Si
hay un adjetivo que pueda definir correctamente al lobo, es el de depredador.
Tanto es así que los
daños causados por este animal sobre
especies de ganado doméstico han pasado a formar parte de nuestra
propia historia.
El
lobo es un superdepredador que ocupa, en su hábitat natural, la parte superior
de la pirámide
nutricional. Esto significa que se trata
de un depredador que carece de competencia externa para la
regulación de su población.
Por
otro lado y relacionado directamente con la caza, debemos saber que prácticamente
la totalidad de las
especies cinegéticas componen o pueden
componer su dieta (incluidos jabalís, corzos, ciervos…). Ahora
bien, la proporción en que ataca a cada
una de estas especies está en función de su vulnerabilidad, y no de
su abundancia; es decir, el lobo es un
ser inteligente, consciente de que resulta difícil que un ataque sobre
una presa de gran tamaño acabe con
buenos resultados (de hecho se calcula que sólo el 8% de los ataques
realizados por lobos a presas de este
tipo concluyen con éxito), por eso buscará siempre la presa más
débil, ¿selección natural?, para
muchos el lobo actúa de manera muy positiva en este sentido.
El
lobo acude a cazar en manada y para ello se desplazan en fila india. No siempre
abre la marcha el
individuo dominante, sino que con
frecuencia lo hace un individuo que actuará como “vigilante” y que
transmitirá las correspondientes señales
al resto del grupo.
Fundamentalmente
el lobo pone en práctica dos técnicas de caza:
•
Contra las grandes presas (vacas, ciervos, jabalís… ), infieren
heridas en la parte posterior del
cuerpo, centrándose sobre todo en la
región ventral.
•
Contra las presas de mediano y pequeño tamaño, muerden en el cuello,
desgarrando la región
cervical, la tráquea y la glotis. Es el
procedimiento normal para matar cabras y ovejas.
Pero, a pesar de lo violento que pueda
mostrarse con multitud de especies, lo cierto es que el lobo siempre
ha mostrado un enorme respeto hacia el
hombre. Los ataques a humanos a lo largo de la historia sin
mínimos y en muchos casos se ha
demostrado que se trata de simples leyendas.
CARACTERÍSTICAS
El
lobo (Canis lupus) es un miembro del orden de los mamíferos conocidos
como Carnívoros (de la que
también forman parte el perro, el
coyote, los chacales y el dingo).
Probablemente las características más
distintivas de los animales de este orden son sus largos y
puntiagudos dientes caninos o colmillos y
sus afilados premolares superiores y molares inferiores.
Destaca
también su cerebro,
altamente desarrollado.
La
constitución del lobo indica
inmediatamente su capacidad
depredadora. Las 42 piezas de sus
fuertes mandíbulas, su amplia caja
torácica y sus voluminosos músculos,
son fruto de una evolución al servicio
de sus funciones de depredador en la
escala trófica.
Un
lobo adulto puede tener una
longitud de entre 100 y 120
centímetros, y una alzada a la cruz de
entre
60 y 70 centímetros. El peso
varía entre 30 y 50 kilos, aunque se
han encontrado ejemplares de hasta
75 kg. Las hembras tienen unas
dimensiones y peso inferiores a los
de los machos.
La
edad del lobo en buenas condiciones de supervivencia puede alcanzar los 16 años.
Se
trata de una especie netamente social, que gusta de reunirse en manadas
jerarquizadas (de no más de
siete ejemplares), de tal forma que el
vigor, la edad y la inteligencia son determinantes para ostentar el
mando. La gran mayoría de los actos de
un individuo vienen marcados por su posición dentro del clan y
por sus relaciones con el resto del
grupo.
En
cuanto a su dieta, está compuesta en gran parte por piezas de caza, tanto mayor
como menor. No es
selectivo y se deja llevar por la ley del
mínimo esfuerzo, es decir, atacará a la pieza que se encuentre más
desfavorecida, de tal forma que si puede
atacar a un animal doméstico que le presente poca lucha, no
perderá el tiempo ni se arriesgará a ir
a por un animal salvaje.
En
algunas épocas del año llega a comer bayas, frutas y productos vegetales.
Por
otro lado y relacionado con la mortandad, resulta importante señalar que las
causas fundamentales de
muerte de lobos en nuestro país están
directa o indirectamente relacionadas con el hombre. Así, la alta
tasa de mortandad entre cachorros (que
según algunos autores alcanza el 30%), puede estar causada por la
falta de alimento, quizás provocada por
el desarrollo cinegético.
HABITAT
El
lobo destaca por su enorme capacidad para
adaptarse a una gran variedad de hábitat
diferentes; únicamente dos factores
pueden
intervenir en esta presencia:
-
La disponibilidad de alimento.
-
La presencia humana.
Así,
si no sufre acoso humano y cuenta con
comida, el lobo es capaz de subsistir en
prácticamente cualquier medio.
En
lo que se refiere a nuestro país, las zonas
donde más fácilmente podemos localizar
al lobo
son:
-
Áreas serranas o preserranas.
-
Donde el arbolado y matorral sea abundante.
-
Donde la presencia del hombre sea cada vez
menor y se mantengan los trabajos agrícolas
y
ganaderos.
-
Donde haya abundancia de ungulados salvajes (ciervos, corzos y jabalís).
De
cualquier manera, debemos ser plenamente conscientes del declive de esta
especie. A principios del
pasado siglo, al lobo ibérico casi se le
podía ver en toda la Península, a excepción únicamente de algunas
zonas de la costa del Mediterráneo. En
la actualidad y a falta de un censo actualizado (el último es de
finales de 1980), se le estima una
población de entre 1.500 y 2.000 ejemplares.
La mayor parte de esta población se
localiza al norte del río Duero, principalmente en las montañas de
Galicia, Castilla y León y Asturias. En
el sur de España su presencia es casi testimonial.
EL
LOBO Y SU CAZA
El
lobo ha pasado de “cazador” a “cazado”; de ser considerado un
cazador-competidor del hombre, a ser
una pieza cinegética más.
El
lobo es considerado especie cinegética en España desde La Ley de Caza de 1970
(hasta entonces era
considerado “alimaña”). A raíz de
esta consideración, se dota a la especie de una serie de protecciones
(limitación en las fechas de captura, en
los métodos utilizados…).
La
Ley 4/1989 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y
Fauna Silvestres (Decreto 1095/1989),
conlleva que el lobo sólo pueda ser
capturado al norte del río Duero, siendo
especie estrictamente protegida
en el sur de nuestro país. Ni que decir
tiene que esta Ley ha supuesto
algunos problemas, sobre todo en la
Comunidad de Castilla y León,
donde, dentro de un mismo territorio, el
lobo puede ser especie cinegética
o puede estar estrictamente protegido.
Así
las cosas, en nuestros días el lobo sólo puede cazarse si se obtiene uno
de los pocos permisos de caza facilitados
en nuestra geografía o si se
participa en una costosa batida
organizada en los cotos de las
Comunidades Autónomas donde esté
autorizada la caza.
Pero ¿qué supone la actividad cinegética
para el lobo?¿salvación o
eliminación? Hay teorías para todos los
gustos. Para muchos, mientras su
valor como pieza de caza sea más elevado
que el daño provocado por el
lobo a otras especies de caza mayor, será
conservado y cuidado por
quienes lo vayan a cazar. Es decir, se
considera al cazador como un
“cuidador” del lobos, siempre y
cuando la caza suponga el control de la
especie. Se trata de considerar el
beneficio cinegético económico como
causa de protección del lobo.
Ni
que decir tiene que esta postura de “aliados” entre cazador y lobo, se
enfrenta directamente con el resto
de sectores afectados por este animal.
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