EL OCULTISMO*

Adoración al diablo

   No es necesario que digamos que rezar al diablo, adorar a Satanás, leer la biblia satánica o tomar parte en una Misa Negra que ridiculiza la Crucifixión de Jesús y la Eucaristía, son algunos de los pecados más serios que se pueden cometer.

   En ciertos cultos satánicos algunas veces hay sacrificios a Satanás que consisten en la horrible muerte de animales y en algunas partes hasta en asesinatos. El secreto que rodea estas actividades, permite a la "iglesia de Satanás", obtener cierta respetabilidad en nuestra sociedad y hasta tener en algunas partes los mismos derechos legales que cualquier otra iglesia.

   No hay que dejarse engañar; tomar parte en esta iglesia falsa es un asunto muy serio. Los católicos que deseen arrepentirse, deben renunciar a esta religión falsa sin importar el costo, renunciar de corazón a Satanás y confesarse. 

El movimiento de "la Nueva Era" ("New Age")

   Aunque hace algunos años era virtualmente desconocido, este movimiento está aumentando en popularidad a nivel internacional. En la superficie parece ser un movimiento pro "paz," pero en mi opinión, definitivamente pertenece a lo oculto, porque presenta algunas características básicas que están identificadas con lo oculto, aunque no se menciona a Satanás.

   Por ejemplo, el "dios" de la Nueva Era no es el Dios de la Cristiandad, sino una fuerza energética impersonal en que consiste el universo. Esta es una forma de panteísmo. Para nosotros, Dios es Creador y Señor de todo, somos sus criaturas; pero en la Nueva Era, Jesús se convierte en uno de muchos maestros espirituales que logró descubrir su más alta identidad. La creencia es que en la Nueva Era también podemos ser iluminados mediante nuestros propios esfuerzos, no mediante la revelación y la gracia de Dios.

   Algunas veces, el movimiento de la Nueva Era es llamado movimiento por la paz. Se dice que cuando formamos parte de esta "Convergencia Armónica" podemos atraer, en cierta manera, una fuerza poderosa que está más allá de nosotros, para lograr la paz del mundo; sin embargo, cuando hablamos de una fuerza que no viene de Dios y que está más allá de nosotros, estamos realmente hablando de lo oculto.

   No se dejen engañar por lo que se dice sobre la ecología, la belleza de la naturaleza en el mundo y la bondad fundamental de las metas aparentes de este movimiento. Quienes se unen al movimiento de la Nueva Era, entran en un movimiento que trata con un poder espiritual oculto, no con una fuerza espiritual proveniente de Dios, sino del reino de la luz falsa y las tinieblas.

El Reino de las Tinieblas

   Este reino ofrece una paz falsa y felicidad en el pecado. El hombre es capaz de experimentar profundamente el gozo y la paz dados por Dios, especialmente en el cielo, pero también aquí en la tierra. Muchos de nosotros lo hemos experimentado. Un gozo falso se ofrece, por ejemplo, en el pecado de la borrachera o en el abuso de las drogas, así como en los pecados de relaciones sexuales antes del matrimonio, adulterio después del matrimonio y homosexualidad.

   Cuando las personas se involucran profundamente en estos pecados o en el asesinato, el enojo violento, odio profundo, los celos y rencores, están realmente viviendo en el Reino de las Tinieblas y pueden exponerse a la posibilidad de ataques directos de los malos espíritus.

   El peligro de hoy es que el pecado ha llegado a ser muy "respetable" en nuestra sociedad y esto incluye relaciones sexuales antes del matrimonio, adulterio, borracheras sociales, aborto y homosexualidad que han llegado a cierta "respetabilidad." No parecen tan malos y se debe a que no son malos en el Reino de las Tinieblas.

Eliminando el Reino de las Tinieblas

   Nuestros hogares deberían ser lugares sagrados y pacíficos y necesitan estar limpios. No deberíamos dejar que se ensuciaran, ni deberíamos permitir el desorden acumulando cosas inútiles y suciedad en nuestros cajones y armarios. El poder del mal aborrece la limpieza.

   Deshagámonos de todo cuanto hay en nuestro hogar que haya tenido alguna relación con brujería, espiritismo o haya sido usado por algún curandero, un médium, en alguna religión oriental, algún culto, o que haya sido usado para alguna superstición. Destruyámoslo, asegurémonos de que es destruido. No guardemos joyas que simbolicen alguna brujería o que sea algún signo del zodíaco. Quemmos todas las imágenes y revistas pornográficas, aún aquellas que hayan sido guardadas en un cajón, armario o biblioteca. Destruyamos toda literatura religiosa que no esté de acuerdo con la verdad básica de nuestra fe que reconoce la divinidad de Jesucristo, que es Hijo de Dios, nuestro único Salvador y que nos conduce al Padre. Destruyamos la literatura de los testigos de Jehová, los mormones, la Ciencia Cristiana, Unidad, Ciencia de la Mente, Cienciología, Hare Krishna, yoga, meditación transcendental, Misión de la Luz Divina, Iglesia de la Unificación de Sun Myung Moon, los Niños de Dios y la Senda Internacional. Ninguna de estas literaturas, o algo similar, deberá existir en nuestros hogares. No permitamos que la influencia del mal ente en nuestros hogares mediante la televisión. Examinemos cuidadosamente los programas que vemos. Los valores enseñados en los anuncios de televisión no son los valores predicados por Nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio de San Mateo, capítulos cinco, seis y siete.

En el hogar - buscando la presencia de Dios

   Aunque no seamos sacerdotes, como católicos bautizados tenemos un poder que no conocemos. San Pablo lo dijo en su Carta a los Efesios: " ... Y cuál aquélla soberana grandeza de su poder sobre nosotros, que creemos según la eficacia de su poderosa virtud, que Él ha desplegado en la persona de Cristo, resucitándole de entre los muertos, y colocándole a su diestra en los cielos" (Ef 1, 1 9-20). ¡Pensemos en esto! El poder de la oración es más grande de lo que creemos.

   Aunque no tengamos el poder de un sacerdote ordenado, podemos pedir a Dios que proteja y bendiga nuestros hogares. Es bueno tener agua bendita en nuestros hogares y usarla con frecuencia y si queremos pedir a Dios que nos bendiga, podemos decir una oración sencilla y rociar agua bendita en cada cuarto. Esta oración puede ser algo así:

   "Oh Padre Celestial, os suplicamos bendigáis nuestro hogar.
   En nombre de vuestro Hijo Jesús os suplicamos librarnos del pecado y de toda influencia maligna.
   Protegednos de enfermedad, accidentes, robos y toda tragedia doméstica.
   Confiamos nuestro hogar al Señorío de Nuestro Señor Jesucristo
y nos consagramos al Inmaculado Corazón de María, para que todos los que vivimos bajo este techo recibamos vuestra bendición de paz y amor."

También pueden ser recitados un Padre Nuestro, una Ave María y Gloria.

   La consagración del hogar y la familia al Sagrado Corazón de Jesús es otra bella costumbre católica. Necesitamos tener en nuestros hogares un Crucifijo y cuadros del Sagrado Corazón y de Nuestra Señora, porque deseamos que nuestro hogar sea un lugar sagrado.

   Es necesario que haya en el hogar un lugar donde la familia se una a orar. Algunas familias mejicanas tienen la costumbre de tener un pequeño altar con cuadros o imágenes, no solamente de Jesús, María y algunos santos, sino también fotografías de miembros de la familia. Esto nos recuerda rogar por ellos.

Librando mi persona del poder del mal

   Jesús, mediante su pasión, muerte y resurrección, ha destruido el poder del Maligno. Cuando la influencia del mal es percibido en nuestra propia vida, frecuentemente es por el pecado personal. A causa del pecado de un individuo sufren todos los miembros de la familia. La maldad del pecado es derrotada mediante el poder sagrado que el Señor ha depositado en su Iglesia.

   El sufrimiento puede ser aliviado mediante la medicina, la psicología y otros medios humanos, pero Jesús en su Iglesia nos ha dado el auxilio básico que es descuidado con frecuencia.

   El sacramento de la Penitencia ha caído en desuso en nuestros días; sin embargo tiene el poder de destruir la fuerza del Maligno y del pecado; lo que no es posible hacer de otra manera.

   Nuestra fe en la Eucaristía se ha debilitado. En este sacramento están el poder y la presencia de Jesús mismo. Algunas personas que han necesitado exorcismo contra el poder del Maligno, han sido curados sentándose en la presencia del Smo. Sacramento una hora diaria durante dos o tres meses. Estos fueron casos muy difíciles.

   Nuestra Sma. Madre ha sido designada por Dios para aplastar la cabeza de la serpiente (Gén 3,15) y su Rosario es un medio muy poderoso de protección y salvación. Muchos hijos han sido salvados del poder del pecado y la pérdida de la fe, mediante la perseverancia de sus padres en la recitación del Rosario.

El "mal de ojo" o "maldición": Una nota especial

   Algunas personas se atemorizan porque creen que alguien les ha mirado con "mal de ojo", les ha echado una maldición o ha hecho algo por medio de brujería para atraerlos bajo el poder destructivo del enemigo. ¿Qué hay de este problema?

   Mis creencias personales son estas: Jesús es Dios y Señor, por lo tanto tiene dominio sobre el Reino de la Luz y el Reino de las Tinieblas. Satanás no tiene dominio sobre el Reino de la Luz y sólo le está permitido un dominio limitado sobre el Reino de las Tinieblas.

   Por lo tanto, si estoy bautizado y vivo en el Reino de la Luz, en estado de gracia santificante, Satanás no tiene dominio sobre mí, a menos que por miedo, yo abra la puerta a su influencia. La gracia santificante significa que comparto de una manera misteriosa en la vida de Dios mismo y El habita en mi alma. (Rom 5,5; 1 Cor 6,16; Jn 14,23). Sin embargo, cuando cometo pecado mortal, pierdo la gracia santificante y paso a vivir en el reino de las tinieblas. Aunque haya sido bautizado y posiblemente confirmado, soy vulnerable. Si persisto en un pecado serio sin arrepentirme, soy vulnerable a la influencia de Satanás.

   Cuando vivimos en el Reino de la Luz, en estado de gracia santificante, debemos sencillamente rehusar todo temor y colocar nuestra confianza en Dios y en Nuestra Señora, luego vivir de acuerdo con el consejo dado previamente en este artículo, en lo concerniente al Reino de las Tinieblas.

   Una vez más, sin embargo, nos encontramos con la dificultad de definir el pecado en nuestros tiempos. Debemos definirlo de acuerdo con los Evangelios y la enseñanza oficial del Magisterio de la Iglesia y no definirlo desde el punto de vista contaminado de la edad moderna. Muchas personas viven en pecado y tienen una paz falsa porque su conciencia ha sido formada, no en el Evangelio, sino en el espíritu de esta era. Pueden estar viviendo respetablemente, ser ciudadanos obedientes de la ley y, en opinión de la gente, vivir bien; pero si no viven de acuerdo con los diez Mandamientos, el Evangelio y la enseñanza moral de la Iglesia aún en una sola área que implique un pecado grave, probablemente están viviendo en el Reino de las Tinieblas.

   El sacramento de la Penitencia y la Eucaristía (así como todos los demás sacramentos) son armas muy especiales que Jesús dio a su Iglesia para vencer al reino del pecado y de las tinieblas. Necesitamos usar estos sacramentos como Cristo quiso que fuesen usados y no temer al enemigo. Si alguien tiene un grave problema sobre este asunto, sugiero Misa diaria y Comunión.

Conclusión

   Hay muchas y muy variadas formas en que se nos presenta el pecado y el mal en forma atractiva. En este artículo se presentan algunas formas en las que muchos de nosotros pensamos muy rara vez. Pido al Señor que este artículo sea fuente de conocimiento y ayuda para quienes lo lean.

   La oración es remedio poderoso contra las fuerzas del mal. Acudamos a la oración sincera, que brota del corazón, para que el Señor reprenda al Maligno, e instaure en nuestras vidas su Reino de Paz y Bien, Verdad y Justicia.

Acto de consagración al Sagrado Corazón de Jesús

   Oh Sacratísimo Corazón de Jesús, presente de forma real en el Santísimo Sacramento del Altar, latiendo de amor infinito por el género humano, e intercediendo por nosotros al Padre a cada momento, queremos renovar hoy nuestro acto de consagración a Ti, con nuestros corazones llenos de confianza afectuosa en tu infinita bondad y de esperanza sincera en el cumplimiento de tus promesas.

   Jesús, Te aclamamos como Rey del Cielo y de la Tierra, pero sobre todo, te proclamamos Rey de nuestros corazones arrepentidos.
   Concédenos tu gracia, para que percibamos en nuestros corazones la realidad de Tu Majestad sobre nuestras vidas diarias.
   Ayúdanos con tu gracia todopoderosa a vencer las tentaciones del mundo, la carne y Satanás, para que protegidos de toda influencia maligna y defendidos de nuestros enemigos, podamos servirte con tranquilidad y eficacia.
   Permite que seamos instrumentos de tu Amantísimo Corazón como propagadores del Reino de Dios entre los hombres.
   Acelera el día de la plenitud de tu Reinado en nuestras vidas y en las de todos nuestros familiares y seres queridos, los cuales encomendamos en esta oración.

   Te pedimos Señor, que podamos ser fieles a la consagración a Tu Sacratísimo Corazón, que hoy estamos renovando, para que nuestros corazones palpiten junto al Tuyo ahora y siempre, en el tiempo y la eternidad. Amén.

    Oremos a María Santísima, Madre de Dios y nuestra, para que Ella nos enseñe a ser siempre fieles a la voluntad de Dios. Porque Ella es la siempre fiel, "la esclava del Señor" que por su obediencia y aceptación gozosa de los designios de Dios, aplastó para siempre la cabeza de la serpiente antigua, Satanás (Génesis 3:15). María es la Vencedora en todos los combates de Dios. Acudamos a su intercesión para nuevamente aplastar la influencia del mal en nuestro atribulado mundo.

Acto de consagración de la familia
al Corazón Inmaculado de María

   ¡Oh Virgen María! A vuestro Corazón Inmaculado consagramos hoy nuestro hogar y todos los que lo habitan.
   Que nuestra casa sea, como la de Nazaret, morada de paz y de felicidad, por el cumplimiento de la Voluntad de Dios, por la práctica de la caridad y el perfecto abandono a la Divina Providencia.
   Velad sobre cuantos lo habitan, ayudadles a vivir cristianamente, cubridles de vuestra protección maternal y dignáos,
¡Oh bondadosa Virgen María! formar de nuevo en el Cielo este hogar, que en la Tierra pertenece por entero a vuestro Inmaculado Corazón. Así sea.

   Manos abiertas, llenas de Amor, las de María. Bendice, Madre, nuestra familia.

 

   Oremos a San Miguel Arcángel, Capitán de los Ejércitos de Dios, quien venció a Satanás por el poder del Señor, para que nos proteja de las asechanzas del Maligno y que junto a la corte celestial, también nosotros podamos decir "¿Quién como Dios?"

Oración a San Miguel Arcángel

    San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestra protección contra las perversidades y asechanzas del demonio; ¡reprímale Dios!, pedimos suplicantes;
y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con tu divino poder a Satanás
y a todos los espíritus malignos que andan darramados por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

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