La Bimá —palabra hebrea para “lugar alto”— es la plataforma desde la que el conductor de la
oración, cantor litúrgico o rabino se para para conducir los servicios y leer
los rollos de la Torá. Como una montaña o altar, simboliza acceso a lo divino, el centro
espiritual de la sinagoga. Los judíos sefaradíes llaman a esta plataforma Tevá,
término bíblico usado para referir tanto a: el arca de Noé como a la Cesta de
Moisés, y en la Mishná y Talmud, al Arca de la Alianza. La posición, función y diseño de la Bimá
han cambiado mucho a lo largo del tiempo. Durante la mayor parte de la historia judía, la Bimá
fue colocada en el centro del santuario, u ocasionalmente cerca del muro
occidental, así el líder de la oración puede estar tan cerca como sea posible
del mayor número de los fieles. A veces la Bimá,
al contrario de su nombre, ha sido construida más abajo del piso
principal del santuario, para simbolizar tanto la humildad de los
fieles—“Desde las profundidades Yo te imploro, Oh Señor”—, como para
agregar una ilusión de altura dado que los reglamentos de la Iglesia en la Edad
Media a menudo restringieron la altura de las sinagogas. El arca por otra parte, ha sido tradicionalmente ubicada en el muro
oriental, orientada hacia Jerusalem. Esta polaridad arquitectónica entre la Bimá
y el Arca influenció el diseño de la sinagoga a lo largo de los tiempos.
En el siglo XIX, el movimiento Reformista introdujo en la arquitectura de
la sinagoga la innovación de colocar la Bimá
frente al Arca, tomándose como modelo el del pulpito en la iglesia.
Éste es ahora el estilo dominante en EE.UU. entre muchas congregaciones liberales y
ortodoxas, mientras las congregaciones sefaradíes y tradicionales mantienen la Bimá
central. El desplazamiento de la Bimá
al frente del santuario ha tenido profundas consecuencias para el devoto judío. Dado que la Bimá
semeja actualmente un escenario de teatro, los fieles de la congregación
tienden a volverse espectadores, observando la acción que transcurre frente a
ellos, lo que trae reminiscencias de los tiempos del Antiguo Templo. (Es
interesante notar que el teatro nacional israelí se llama Habima Además,
el líder que conduce la oración, el cantor litúrgico o el rabino comúnmente
se paran de espaldas al Arca, contrariamente a la vieja costumbre de ponerse frente al Arca como
signo de respeto y de dirigir las plegarias hacia Jerusalem.
Algunas congregaciones contemporáneas y javurot han retornado a
modelos anteriores de arquitectura reorientando la oración hacia el centro del
lugar de culto, o suprimiendo la Bimá del todo como forma de hacer de
toda comunidad que reza el centro del culto.
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