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Una
invitación a Lisboa
El próximo encuentro europeo de
jóvenes organizado por la comunidad de Taizé se llevará a cabo en la
capital portuguesa, Lisboa, del martes 28 de diciembre de 2004 al sábado 1º de
enero de 2005. Después del de Hamburgo, a fines de 2003, la runión de Lisboa
será una nueva etapa de la «peregrinación de confianza sobre la tierra » que Taizé
persigue desde hace más de veintiseis años...
Comunidad de Taizé
[12/11/2004]
 El
Patriarca de Lisboa, el Cardenal José Policarpo, le envió al heermano Roger una
invitación para preparar este encuentro en Lisboa y sus alrededores. El
Cardenal anunció el encuentro en su carta pastoral del domingo 28 de marzo:
«En un mundo amenazado por la violencia y que busca la luz que dará un nuevo
sentido a su futuro, es importante que los jóvenes sean peregrinos de la
esperanza. Vendrán para rezar… Quieren ser simiente de un nuevo compartir
entre los pueblos de la tierra. Como primera inspiración de estos encuentros,
está la certidumbre de que la plegaria es una fuerza que fecundiza la historia.
Sse cuentan por miles los jóvenes portugueses que, a lo largo de los años, han
pasado por Taizé. Contamos con ellos para que nos ayuden a descubrir la belleza
de esta peregrinación de confianza..»
Premières réactions…
El anuncio del Cardenal fue seguido en Taizé por una racha de
correspondencia de jóvenes de Lisboa deseosos de participar en la preparación
del encuentro. «Muchos jóvenes desean tener un encuentro europeo en nuestra
ciudad y se habla de eso desde hace tiempo.
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La comunión es la piedra de toque
Como el encuentro de Hamburgo, el encuentro de fines de 2004 no
tiene la pretención de ser otra cosa que un simple signo. En el pequeño
folleto preparado el último otoño para explicara la gente de Hamburgo el
sentido del encuentro, puede leerse : «El encuentro europeo no es una
conferencia sobre un tema preciso. Los jóvenes que vendrán no pertenecen a una
orientación política particular, ni a un movimiento. Los participantes vienen de
diferentes Iglesias et de diferentes tradiciones cristianas. Vienen atravesando
las fronteras humanas y geográficas. No para buscar lo que los separa, sino lo
que los une, no para confortarse mutuamente en el pesimismo, sino para percibir
signos de esperanza.»
El 1º de enero de 2004, en la última oración común del
encuentro de Hamburgo, el hermano Roger concluyó su meditación diciendo: «Hoy,
más que nunca, ¿no son los cristianos llamados a ser un irremplazable
fermento de comunión, allí en donde son colocados? ¿Cómo pues pueden seguir
separados? La comunión es la piedra de toque. Nace en el fondo del corazón de
un cristiano, en el perdón y en el amor. Hace veintiseis años que llevamos a
cabo con los jóvenes una "peregrinación de confianza sobre la tierra".
Esa peregrinación se vive en Taizé y también en los paises próximos y
lejanos. Al término de este encuentro de Hamburgo, que ha sido una etapa de esa
"peregrinación de confianza sobre la tierra", quisiéramos recordar: la
comunión es un vida, no una teoría. Amar y expresarlo con la vida, si, amar
con la bondad del corazón y perdonar, allí es donde encontramos una de las
fuentes de la alegría.»
El primer
encuentro europeo tuvo lugar en París en 1978. Y luego en Barcelona en 1979,
Roma en 1980, Londres en 1981, Roma
en 1982, París en 1983, Colonia en 1984, Barcelona en 1985, Londres en 1986,
Roma en 1987, París en 1988, Wroclaw (Polonia) en 1989, Praga en 1990, Budapest
en 1991, Viena en 1992, Munich en 1993, París en 1994, Wroclaw en 1995,
Stuttgart en 1996, Viena en 1997, Milán en 1998, Varsovia en 1999, Barcelona en
2000, Budapest en 2001, París en 2002 y Hamburgo en 2003.
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