CANCIONES Y POESIAS

[San Antonio y los pajaritos] [San Isidro] [Canción de los Reyes] [La fuente "Antoria"] [Fragmento del pregón de fiestas] [Pregón de Fiests de San Antonio 1980 (completo)]

SAN ANTONIO Y LOS PAJARITOS
Divino Antonio precioso, 
suplícale al Dios inmenso 
que por tu gracia divina 
alumbre mi entendimiento. 
13 de junio de 1973
Para que mi lengua 
refiera el milagro 
que en el huerto obraste 
de edad de ocho años. 
Desde niño fue nacido 
con mucho temor de Dios, 
de sus padres estimados 
y del mundo admiración. 
Fue caritativo 
y perseguidor 
de todo enemigo 
con mucho rigor.
Su padre era un caballero 
cristiano, honrado y prudente, 
que mantenía su casa 
con el sudor de su frente.
Y tenía un huerto 
donde recogía 
cosechas del fruto 
que el tiempo traía.
Por la mañana un domingo, 
como siempre acostumbraba, 
se marchó su padre a misa, 
cosa que nunca olvidaba. 
Le dijo: Antonio 
ven aquí, hijo amado, 
escucha, que tengo 
que darte un recado. 
Mientras que yo estoy en misa 
gran cuidado has de tener, 
mira que los pajaritos 
todo lo echan a perder. 
Entran en el huerto, 
comen el sembrado, 
por eso te encargo 
que tengas cuidado.
Cuando se ausentó su padre 
y a la iglesia se marchó, 
Antonio quedó cuidando 
y a los pájaros llamó. 
Venid, pajaritos, 
dejad el sembrado, 
que mi padre ha dicho 
que tenga cuidado.
Para que mejor yo pueda 
cumplir con mi obligación, 
voy a encerrar a todos 
dentro de esta habitación. 
A los pajaritos 
entrar les mandaba, 
y ellos muy humildes 
en el cuarto entraban. 
Por aquellas cercanías 
ningún pájaro quedó 
porque todos acudieron 
como Antonio les mandó.
Lleno de alegría 
San Antonio estaba, 
y los pajaritos 
alegres cantaban.
Al ver venir a su padre 
luego les mandó callar, 
y llegó su padre a la puerta
y comenzó a preguntar: 
Dime, hijo amado, 
qué tal, Antoñito, 
¿has cuidado bien 
de los pajaritos?. 
El hijo le contestó: 
Padre, no tenga cuidado, 
que para que no hagan mal,
todos los tengo encerrados. 
El padre que vio 
milagro tan grande, 
al señor obispo 
trató de avisarle. 
Acudió el señor obispo 
con grande acompañamiento, 
quedando todos confusos 
al ver tan grande portento. 
Abrieron ventanas, 
puertas a la par, 
por ver si las aves 
se querían marchar. 
Antonio les dijo a todos: 
Señores, nadie se agravie, 
los pájaros no se marchan 
hasta que yo los mande.
Se puso a la puerta 
y les dijo así: 
Vaya, pajaritos, 
ya podéis salir.
Salgan cigüeñas con orden 
águilas, grullas y garzas, 
gavilanes y abutardas, 
lechuzas, mochuelos y grajas.
Salgan las urracas, 
tórtolas, perdices, 
palomas, gorriones 
y las codornices.
Salgan el cuco y el milano, 
burla pastor y andarríos 
canarios y ruiseñores, 
tordos, gafarrón y mirlos. 
Salgan verderones, 
y las corderinas, 
y las cogujadas, 
y las golondrinas.
Al instante que salieron 
todas juntitas se ponen, 
escuchando a San Antonio 
para ver lo que dispone. 
Antonio les dijo: 
No entréis en sembrados, 
marchad por los montes, 
riscos y los prados. 
Al tiempo de alzar el vuelo, 
cantan con dulce alegría, 
despidiéndose de Antonio 
y toda su compañía. 
El señor obispo, 
al ver tal milagro, 
por diversas partes 
mandó publicarlo. 
Árbol de grandiosidades, 
fuente de la caridad, 
depósito de bondades, 
padre de inmensa piedad.
Antonio divino, 
por tu intercesión, 
todos merecemos 
la eterna mansión. 
SAN ISIDRO
San Isidro Labrador
San Isidro Labrador
que en el campo trabajando
se santificó
San Isidro con su oficio honrado 
a los labradores ejemplo les dio 
de que fueran a misa y rosario 
¡ésta sí que es cosecha de un buen labrador!
Labradores, imitemos
a San Isidro Labrador

San Isidro Labrador
San Isidro Labrador
que en el campo trabajando
se santificó

San Isidro con su vida sencilla
santo ejemplo a todos dejó
de piedad, honradez y trabajo
recibe esta herencia ¡oh buen labrador! ...
Labradores, imitemos
a San Isidro Labrador

San Isidro Labrador
San Isidro Labrador
que en el campo trabajando
se santificó

Mientras Isidro visita la iglesia
Dios manda un Ángel que labre la tierra
buscando Isidro la gloria de Dios
de sus enemigos siempre triunfó
Labradores, imitemos
a San Isidro Labrador

San Isidro Labrador
San Isidro Labrador
que en el campo trabajando
se santificó

CANCIÓN DE LOS REYES
Con licencia del Señor 
y la del Sr. Alcalde 
vamos a cantar los Reyes 
sin hacer perjuicio a nadie (bis)
Los Reyes ya son venidos 
los Reyes ya son llegados 
la primer fiesta del año 
que en el reino es celebrada (bis) 
Si se ha de encarnar el verbo 
ha de ser por obra y gracia 
San José bajó a la Virgen 
por una áspera montaña (bis)
Como la nieve era mucha 
como la nieve era tanta 
como la nieve era mucha 
todos los caminos tapa (bis) 
Ya llegaron a un mesón 
donde dentro gente hablaba. 
Dad posada a un pobre viejo 
y a una doncella ocupada (bis) 
Les responde el mesonero 
con la barba toda airada 
gente que no trae moneda 
no se admite en mi posada (bis)
Y siguieron más alante 
y ninguno se la daba 
hasta llegar al portal 
donde dos bestias se hallaban (bis)
Y allí nació el Redentor
entre unas humildes pajas 
la mula se las comía 
la vaca se las alarga (bis)
Por eso maldijo Dios 
el mal producto que daban
Maldecida seas mula 
que de ti coman milanos 
Bendecida seas vaca 
que de ti coman cristianos (bis)
Allá arriba en aquel alto 
hay un castillo pintado 
hay un castillo pintado 
pintado de maravillas (bis) 
No lo pintó carpintero 
ni hombre de carpintería 
que lo pintó Dios del cielo 
para la Virgen María (bis) 
Tiene los cimientos de oro 
armenias de plata fina 
y entre armenia y armenia 
dos mil ángeles había (bis) 
Y en la armenia más alta 
está la Virgen María 
con un niñito en los brazos 
más callarse no podía (bis) 
¿Por qué llora usted mi madre? 
¿Por qué llora madre mía? 
si llora porque he nacido 
ahora mismo moriría (bis)
No lloro por nada de eso 
ni por más que me dirías 
lloro por los pecadores 
cuantos en el mundo había (bis)
Que el infierno ya está lleno 
y la gloria está vacía 
y con esto amén Jesús 
y esta va por despedida (bis) 
Ya nos vamos de esta casa
Dios les dé salud y vida
trigo para todo el año
ver las mil maravillas
Todo cogemos señora 
chorizo, huevos y pan, 
reales y medias pesetas 
mil euros si nos les dan (bis) 
Y a los amos de esta casa 
Dios les de salud y vida 
trigo para todo el año 
y esta va por despedida (bis) 
Y los pastores
llevan un son 
de ver nacer
al niño Dios
LA FUENTE "ANTORIA"
por Alejandro Hortelano Martínez
Viva la fuente Antoria
de la que siempre bebía
cuando venía del campo
la primer parada hacía
Luego bajaba pal pueblo
y entraba en la bodega
allí bebía un buen vino
que me alegraba la vida.
El verano en las eras
allí se estaba trillando
y de este agua tan buena
bebía hasta el ganado.
El agua de esta fuente 
por el arroyo va bajando
y va regando las huertas
que su buen fruto van dando.
Viva la fuente Antoria
de la que siempre bebía
cuando venía del campo
la primer parada hacía.
Luego bajaba pal pueblo
y entraba en la bodega
allí bebía un buen vino
que me alegraba la vida.
En el pueblo hay otra fuente
ésta tiene cuatro caños
donde iban a por agua
las mocitas con el cántaro.
Viva la fuente Antoria
de la que siempre bebía
cuando venía del campo
la primer parada hacía.
Luego bajaba pal pueblo
y entraba en la bodega
allí bebía un buen vino
que me alegraba la vida.
PREGÓN DE FIESTAS (fragmento)
Reina y damas de amor y de belleza,
autoridades de Castrillo, amigos
paisanos de este pueblo que es el mío.
Hoy me tenéis aquí de pregonero
en un jueves de Corpus;
pregonero de fiestas patronales
en una primavera de abundancia
que es una bendición de San Antonio.
Se agolpan los recuerdos y es difícil
hilvanar un pregón sobre algo íntimo.
Si el Santo Taumaturgo me prestara
una porción de su oratoria fértil,
yo cantaría aquí una infancia agreste
de alpargatas de cáñamo y tirantes
colgando por las calles polvorientas;
infancia de escasez y zarzamora
infancia echada a pájaros y nidos,
a juegos infantiles del otoño
- cuadros, tangos, tarús, estroza ropas -
y a devociones en las primaveras,
hay en mis oídos
sones de otros tiempos
de cuerno pastoril, de muletada,
de campanillas en macho delantero,
canciones de vendimia y de rastrojos
y aleluyas de dies ires
llegó la juventud. Amaneceres
tras ensueños de amor y aventura;
bulle la sangre en la apretada vena...
PREGÓN DE FIESTAS DE SAN ANTONIO 1980 (completo)
Reina y damas de amor y de belleza,
autoridades de Castrillo, amigos....
Con las mismas palabras empezaba
aquel pregón de fiestas patronales
que pronunciare por honroso encargo
hace unos años ya, Me honra de nuevo
la Comisión de fiestas de mi pueblo
al encargarme una labor tan grata.
Todos sabéis que el dicho decidero
apunta lo difícil que resulta
la labor de profeta en tierra propia
también sabéis de otro refrán que dice:
jamás segundas partes fueron buenas.
Mas no me importa mucho: acepto el riesgo
apuntalado en vuestra confianza
y aquí estoy otra vez de pregonero
de una nueva función de San Antonio.
Cuando se acerca la sagrada fecha
de San Antonio, temblorosos ritmos
aceleran ausentes corazones.
Y en los variados puntos de esta España
que riegan de sudor los castellanos,
hay hombres y mujeres de Castrillo
que sueñan con volver a sus raíces.
Vaya por tanto mi primer recuerdo
para todos aquellos que no puedan
pasar esta función entre los suyos.
por ellos alzo aquí mí voz al viento
y si es verdad lo que la copla añeja
el viento ha de llevarles mis cantares
y así podrán tener grata noticia
de que hay una abundante primavera,
de verdores nutricios en el campo
de trigos y cebadas ya encerados
con la esperanza de apretada espiga
que ya empieza a inclinarse en reverencias
agradeciendo bendición del cielo.
La voluntad del Dios íbero
suele sumir en miedos y zozobras
los castellanos pueblos labradores.
Hay un alerta permanente y vivo,
un despertar del sol y de la nube
el turbión desatado, la crecida,
el estrago implacable del pedrisco,
el hielo, el secarral, duros azotes
que pueden acabar en unas horas
con la entera ilusión de todo un año.
Mas cuando vienen estas primaveras
y hay abundancia en los amados campos,
se serenan los pechos labradores
y hay un contagio cierto de alegría
que propicia unas fiestas más rumbosas.

Por eso creo que este San Antonio
ha de cobrar un imponente brillo.
En mi humilde labor de pregonero
pido que todo el pueblo participe
en las alegres fiestas patronales,
y que nuestro Castrillo siga siendo
el pueblo acogedor, sano y alegre,
cita de juventud de la comarca,
punto de unión de Esgueva y de Cerrato.

Me he preguntado repetidas veces
¿dónde tendrá Castrillo su secreto,
por qué despertará tantos amores
entre las nobles almas de sus hijos,
por qué las juventudes forasteras
se encuentran tan a gusto entre nosotros?
Y he logrado encontrar como respuesta
el arte incomparable de sus gentes
en saber engarzar a puro mimo
la tradición sagrada y el progreso.
Para amorar costumbres venerables
hay que vivir en las ciudades frías
hay que pisar sobre el cemento muerto,
esclavos de las prisas y del miedo,
siempre sedientos de la madre tierra.
Lejos de aquí, tomamos pulso al año
abriendo el viejo arcón de los recuerdos,
canciones de pastores y quintadas
anuncian la venida de los Reyes,
por las nutricias aguas de San Marcos
se apuntan garbanzales sementeras;
hay luego un despertar de caracoles,
al mismo tiempo que la oveja churra
demanda el ordeñar de los abriles.
Limonada pascual del mocerío,
rosquilla compañera de aguardiente,
y esas flores de mayo, golondrinas
santiguando tonadas y pajares,
mientras alegres tropas infantiles.
libran juegos de tango y de peonza.

Junio es clamor de machos perdiceros,
cuando los mares de enceradas mieses
necesitan canciones de rastrojo

Viene luego el verano, duros soles
forjando el alma noble de Castilla,
con alivio de frescas alamedas
y claros manantiales cantarines,
con la bodega, soberano invento
para matar las grandes sofoquinas
graduando el calor en la escalera.

Canciones de vendimias del otoño
cuando el campo se asorda de escopetas
Castrillo en este tiempo se enternece
con olores de mosto y de parrilla;
de los chopos desgrana el oro viejo
y la tierra recobra nueva vida
con la dura labor de sementera.

Y luego la invernada, amor del fuego
y un mimoso trajín de las matanzas
que enriquecen despensas envidiables.
Tienen escrito los gourmets expertos
que el arte culinario de Castilla
es hacer un manjar de la pobreza.
Y esto es bien cierto, pues difícilmente
podría degustarse en otra parte
el cocido de aquí, la sopa de ajo,
la patata en cazuela zamorana
o el bacalao con salsa de tomate.
Pero hay también una cocina rica,
unos guisos do lujo incomparables.
Aunque no soy gastrónomo entendido
ya me he sentado en suficientes mesas
para decir sin miedo a equivocarme
que nunca degusté como en Castrillo
las apretadas carnes de la liebre
la estoposa perdiz, los caracoles,
las setas y el cangrejo patizambo.

Y hay un plato en Castrillo que podría
ser primero en la mesa más preciada:
eso lechazo asado de Darío
que en nada ha de envidiar la fama justa
que tienen los de Roa o los de Aranda

Mas queda otro secreto en este pueblo
el sabor sin igual de sus bodegas,
ya sé, ya sé que el vino de Castrillo
es algo flojo, tiene algo de gusto
es acidillo y pica de revuelto,
pero por lo demás es un gran vino
y bebido allá abajo, al pie de madre
a la luz blanquecina de la vela
se transforma en un caldo incomparable.

La fuerza destructora de los tiempos
está haciendo olvidar viejas costumbres.
Yo lo pido a Castrillo en lo que pueda
que conservo el sabor que lo dio fama,
que no se dejo arrebatar del ritmo
que la época impone sin piedades.
Se puedo progresar sin la renuncia
necesaria a lo bueno que se tiene.
Pobre del pueblo que en borrar se empeña,
y todo fíe en el futuro incierto.

Fiestas de San Antonio. Hoy en lucero
no habrá de despertar a la mañana.
Esa misión la tiene el dulzainero
con sus alegres toques do diana.
Redobla con fervor, tamborilero
que la moza se asoma a la ventana.
Y despierta, despierta compañero
que habrá de echar al vuelo la campana.
Como bulle la iglesia en este día,
que ojos de gloria tiene el Santo mío,
con que brava emoción, con que alegría
le ha empezado a danzar el mocerío
con que potente voz, con cuánto brío
le están echando vivas a porfía.

Y ya estamos metidos en faena.
llegó nuestra función.
Y me parece que es idea buena
el haber elegido a San Antonio
como santo patrón.
Porque es que el paduano
es algo más de nuestro patrimonio,
Hay santa devoción, fervor cristiano
en Castrillo a este santo franciscano
que por hablar hablaba hasta los peces
cuando no disponía de auditorio.
Porque el mandato de su santa mano
hiciera milagros muchas veces,
siendo en verdad notorio
que no hubiera prodigio ni portento
que al buen Antonio se le resistiera.

Paró la tempestad, dominó al viento
puso paz a la fiera...
También obedecianle las aves
que picaban el fruto de los huertos.
Sanó a su voluntad enfermos graves,
resucitó a los muertos.
Salvó a los doce niños que nadaban
en las furiosas aguas del torrente,
Sabio y humilde, bueno y muy prudente,
todos le respetaban;
orador elocuente,
fundador de hermandades, cofradías,
solícito enfermero,
maestro en el saber de teologías
y humilde cocinero.
Todo esto fue Antonio el paduano,
patrono de este pueblo castellano
que devoto le reza.
Buen velador tenemos en el Cielo.
Nunca en el Taumaturgo hubo pereza
para ofrecer favor y dar consuelo.
Sinceramente guardo
gran devoción al Santo milagroso.
mas en tono cordial, respetuoso,
voy a dejar a Antonio en los altares
para cantar las fiestas populares.

Desbordada alegría delirante,
todos a una, aquí no hay forasteroS
buen humor; cortesía, usted primero;
de ninguna manera, usted delante

A bailar y a beber mientras aguante
el cuerpo juvenil y sanfungucro.
Antes que yo se acostara el lucero
que guiñaba a la moza el muy tunante.

Acostarse decías, ¿Quién se acuesta?
no existe la pereza ni hay desgana
y la alegría es única respuesta.
Hay que zurrarle bien a la badana.
Todo seguido porque no hay mañana
ni hay hoy ni ayer cuando es todo una fiesta.

Y estallaron los grupos juveniles.
Bailes al tutiplén, campeonato
de mus, fútbol, desfiles
de adornadas carrozas, tiro al plato
y la traca final de la vaquilla,
Y ya está el mozo ibero con el toro,
una forma sencilla
de darle un capotazo al meteoro
de la muerte en Iberia y en Castilla.
Ella viene enfadada de la dehesa.
Andaba allí pastando los luceros
y a galope veloz la hicieron presa
caballos y lanceros.
Y mugió el capitán de la manada
cuando escuchó al patrón de los chiqueros.
Trae olores de encina y de romeros
y un coraje de novia enamorada
de un semental de belfo tembloroso.
La fiesta va a empezar, suena el cohete,
la testuz almenada asoma al coso,
corre, empuja, atropella, pinta el siete
en pantalón en carne y en camisa.
Hay sustos en la arena
y en los tendidos risa.
a merendar 
y sigue la jarana.
Hay que darle remate
a la noche que muere en el combate
con ese sol triunfante sobre el cerro.
Canta el gallo crestudo, ladra un perro:
os la hora de hacer el chocolate.
Y allá se desparrama el mocerío
mientras el nuevo día despereza;
reluce un sol de estío,
un sol que va pintando la cereza.
Alegre juventud del pueblo mío
que estás ya preparada y bien dispuesta
para pasar un año mas la fiesta:
me dieron este honor de pregonero
ocasión que aprovecho para hablarte
con acento sincero:
no hay que perder el arte
de hacer grata la estancia al forastero.
Agrandad vuestra plaza vuestras callos
para darle cabida,
la alegre diversión no está reñida
con los buenos detalles
que nacen de una educación debida.

Y ahora os toca a vosotras, linda corte
de capullos en lenta primavera.
Ramillete en flor, alta bandera
aliento de estas fiestas y soporte.

Todo poeta tiene como norte
del loco frenesí de su carrera
esa musa ideal y volandera
que acuda a su llamada y le conforta
vosotras no inspiráis, lindas doncellas,
y se que envidia han de tener las rosas
en las fiestas y envidia las estrellas.
Engarce de guirnaldas primorosas,
ciruela, endrina, guinda, mariposa
viva Castrillo y sus mujeres bellas.

Y estoy ya ante la Reina soberana,
rendido enteramente a su realeza,
esclavo del candor y la belleza,
niña mujer, morena porcelana.
Un sol primaveral, fruta temprana,
sabores de trigal y de cereza,’
un sellado jardín en su pureza,
un paraíso en flor, una fontana.
El negro de tu polo se desgrana
en potente caudal, casto y sencillo,
Tienen tus ojos negros ese brillo
del lucero temblór de la mañana.
Pienso sinceramente que Castrillo
acorto al elegirte soberana.

Tienes la piel de mieles y de cera
brillo cogió de ti la caracola
vistiese con tus galas la amapola
y aromas te robe la primavera.

El pueblo te eligió, niña Consuelo
y. has dc sor entre todos la primera
la juventud se mira en ti y esperaría
reflejar su conducta en tu modelo
El milagroso santo franciscano
virtudes puso en ti con puro celo
Castrillo entero besara tu mano
y eso divino fraile paduano
te da sus bendiciones desde el cielo.

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