[San Antonio y los pajaritos] [San Isidro] [Canción de los Reyes] [La fuente "Antoria"] [Fragmento del pregón de fiestas] [Pregón de Fiests de San Antonio 1980 (completo)]
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Divino Antonio precioso,
suplícale al Dios inmenso que por tu gracia divina alumbre mi entendimiento. |
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Para que mi lengua
refiera el milagro que en el huerto obraste de edad de ocho años. |
Desde niño fue nacido
con mucho temor de Dios, de sus padres estimados y del mundo admiración. |
Fue caritativo
y perseguidor de todo enemigo con mucho rigor. |
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Su padre era un caballero
cristiano, honrado y prudente, que mantenía su casa con el sudor de su frente. |
Y tenía un huerto
donde recogía cosechas del fruto que el tiempo traía. |
Por la mañana un domingo,
como siempre acostumbraba, se marchó su padre a misa, cosa que nunca olvidaba. |
Le dijo: Antonio
ven aquí, hijo amado, escucha, que tengo que darte un recado. |
Mientras que yo estoy en misa
gran cuidado has de tener, mira que los pajaritos todo lo echan a perder. |
Entran en el huerto,
comen el sembrado, por eso te encargo que tengas cuidado. |
Cuando se ausentó su padre
y a la iglesia se marchó, Antonio quedó cuidando y a los pájaros llamó. |
Venid, pajaritos,
dejad el sembrado, que mi padre ha dicho que tenga cuidado. |
Para que mejor yo pueda
cumplir con mi obligación, voy a encerrar a todos dentro de esta habitación. |
A los pajaritos
entrar les mandaba, y ellos muy humildes en el cuarto entraban. |
Por aquellas cercanías
ningún pájaro quedó porque todos acudieron como Antonio les mandó. |
Lleno de alegría
San Antonio estaba, y los pajaritos alegres cantaban. |
Al ver venir a su padre
luego les mandó callar, y llegó su padre a la puerta y comenzó a preguntar: |
Dime, hijo amado,
qué tal, Antoñito, ¿has cuidado bien de los pajaritos?. |
El hijo le contestó:
Padre, no tenga cuidado, que para que no hagan mal, todos los tengo encerrados. |
El padre que vio
milagro tan grande, al señor obispo trató de avisarle. |
Acudió el señor obispo
con grande acompañamiento, quedando todos confusos al ver tan grande portento. |
Abrieron ventanas,
puertas a la par, por ver si las aves se querían marchar. |
Antonio les dijo a todos:
Señores, nadie se agravie, los pájaros no se marchan hasta que yo los mande. |
Se puso a la puerta
y les dijo así: Vaya, pajaritos, ya podéis salir. |
Salgan cigüeñas con orden
águilas, grullas y garzas, gavilanes y abutardas, lechuzas, mochuelos y grajas. |
Salgan las urracas,
tórtolas, perdices, palomas, gorriones y las codornices. |
Salgan el cuco y el milano,
burla pastor y andarríos canarios y ruiseñores, tordos, gafarrón y mirlos. |
Salgan verderones,
y las corderinas, y las cogujadas, y las golondrinas. |
Al instante que salieron
todas juntitas se ponen, escuchando a San Antonio para ver lo que dispone. |
Antonio les dijo:
No entréis en sembrados, marchad por los montes, riscos y los prados. |
Al tiempo de alzar el vuelo,
cantan con dulce alegría, despidiéndose de Antonio y toda su compañía. |
El señor obispo,
al ver tal milagro, por diversas partes mandó publicarlo. |
Árbol de grandiosidades,
fuente de la caridad, depósito de bondades, padre de inmensa piedad. |
por tu intercesión, todos merecemos la eterna mansión. |
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San Isidro Labrador que en el campo trabajando se santificó |
San Isidro con su oficio honrado
a los labradores ejemplo les dio de que fueran a misa y rosario ¡ésta sí que es cosecha de un buen labrador! |
Labradores, imitemos
a San Isidro Labrador San Isidro Labrador
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San Isidro con su vida sencilla
santo ejemplo a todos dejó de piedad, honradez y trabajo recibe esta herencia ¡oh buen labrador! ... |
Labradores, imitemos
a San Isidro Labrador San Isidro Labrador
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Mientras Isidro visita la iglesia
Dios manda un Ángel que labre la tierra buscando Isidro la gloria de Dios de sus enemigos siempre triunfó |
Labradores, imitemos
a San Isidro Labrador San Isidro Labrador
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Con licencia del Señor
y la del Sr. Alcalde vamos a cantar los Reyes sin hacer perjuicio a nadie (bis) |
Los Reyes ya son venidos
los Reyes ya son llegados la primer fiesta del año que en el reino es celebrada (bis) |
Si se ha de encarnar el verbo
ha de ser por obra y gracia San José bajó a la Virgen por una áspera montaña (bis) |
Como la nieve era mucha
como la nieve era tanta como la nieve era mucha todos los caminos tapa (bis) |
Ya llegaron a un mesón
donde dentro gente hablaba. Dad posada a un pobre viejo y a una doncella ocupada (bis) |
Les responde el mesonero
con la barba toda airada gente que no trae moneda no se admite en mi posada (bis) |
Y siguieron más alante
y ninguno se la daba hasta llegar al portal donde dos bestias se hallaban (bis) |
Y allí nació el Redentor
entre unas humildes pajas la mula se las comía la vaca se las alarga (bis) |
Por eso maldijo Dios
el mal producto que daban Maldecida seas mula que de ti coman milanos Bendecida seas vaca que de ti coman cristianos (bis) |
Allá arriba en aquel alto
hay un castillo pintado hay un castillo pintado pintado de maravillas (bis) |
No lo pintó carpintero
ni hombre de carpintería que lo pintó Dios del cielo para la Virgen María (bis) |
Tiene los cimientos de oro
armenias de plata fina y entre armenia y armenia dos mil ángeles había (bis) |
Y en la armenia más alta
está la Virgen María con un niñito en los brazos más callarse no podía (bis) |
¿Por qué llora usted mi madre?
¿Por qué llora madre mía? si llora porque he nacido ahora mismo moriría (bis) |
No lloro por nada de eso
ni por más que me dirías lloro por los pecadores cuantos en el mundo había (bis) |
Que el infierno ya está lleno
y la gloria está vacía y con esto amén Jesús y esta va por despedida (bis) |
Ya nos vamos de esta casa
Dios les dé salud y vida trigo para todo el año ver las mil maravillas |
Todo cogemos señora
chorizo, huevos y pan, reales y medias pesetas mil euros si nos les dan (bis) |
Y a los amos de esta casa
Dios les de salud y vida trigo para todo el año y esta va por despedida (bis) |
Y los pastores
llevan un son de ver nacer al niño Dios |
por Alejandro Hortelano Martínez |
de la que siempre bebía cuando venía del campo la primer parada hacía |
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y entraba en la bodega allí bebía un buen vino que me alegraba la vida. |
allí se estaba trillando y de este agua tan buena bebía hasta el ganado. |
por el arroyo va bajando y va regando las huertas que su buen fruto van dando. |
de la que siempre bebía cuando venía del campo la primer parada hacía. |
y entraba en la bodega allí bebía un buen vino que me alegraba la vida. |
ésta tiene cuatro caños donde iban a por agua las mocitas con el cántaro. |
de la que siempre bebía cuando venía del campo la primer parada hacía. |
y entraba en la bodega allí bebía un buen vino que me alegraba la vida. |
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autoridades de Castrillo, amigos paisanos de este pueblo que es el mío. Hoy me tenéis aquí de pregonero en un jueves de Corpus; pregonero de fiestas patronales en una primavera de abundancia que es una bendición de San Antonio. |
hilvanar un pregón sobre algo íntimo. Si el Santo Taumaturgo me prestara una porción de su oratoria fértil, yo cantaría aquí una infancia agreste de alpargatas de cáñamo y tirantes colgando por las calles polvorientas; infancia de escasez y zarzamora |
a juegos infantiles del otoño - cuadros, tangos, tarús, estroza ropas - y a devociones en las primaveras, hay en mis oídos sones de otros tiempos de cuerno pastoril, de muletada, de campanillas en macho delantero, canciones de vendimia y de rastrojos |
llegó la juventud. Amaneceres tras ensueños de amor y aventura; bulle la sangre en la apretada vena... |
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autoridades de Castrillo, amigos.... Con las mismas palabras empezaba aquel pregón de fiestas patronales que pronunciare por honroso encargo hace unos años ya, Me honra de nuevo la Comisión de fiestas de mi pueblo al encargarme una labor tan grata. Todos sabéis que el dicho decidero apunta lo difícil que resulta la labor de profeta en tierra propia también sabéis de otro refrán que dice: jamás segundas partes fueron buenas. Mas no me importa mucho: acepto el riesgo apuntalado en vuestra confianza y aquí estoy otra vez de pregonero de una nueva función de San Antonio. Cuando se acerca la sagrada fecha de San Antonio, temblorosos ritmos aceleran ausentes corazones. Y en los variados puntos de esta España que riegan de sudor los castellanos, hay hombres y mujeres de Castrillo que sueñan con volver a sus raíces. Vaya por tanto mi primer recuerdo para todos aquellos que no puedan pasar esta función entre los suyos. por ellos alzo aquí mí voz al viento y si es verdad lo que la copla añeja el viento ha de llevarles mis cantares y así podrán tener grata noticia de que hay una abundante primavera, de verdores nutricios en el campo de trigos y cebadas ya encerados con la esperanza de apretada espiga que ya empieza a inclinarse en reverencias agradeciendo bendición del cielo. La voluntad del Dios íbero suele sumir en miedos y zozobras los castellanos pueblos labradores. Hay un alerta permanente y vivo, un despertar del sol y de la nube el turbión desatado, la crecida, el estrago implacable del pedrisco, el hielo, el secarral, duros azotes que pueden acabar en unas horas con la entera ilusión de todo un año. Mas cuando vienen estas primaveras y hay abundancia en los amados campos, se serenan los pechos labradores y hay un contagio cierto de alegría que propicia unas fiestas más rumbosas. Por eso creo que este San Antonio
Me he preguntado repetidas veces
Junio es clamor de machos perdiceros,
Viene luego el verano, duros soles
Canciones de vendimias del otoño
Y luego la invernada, amor del fuego
Y hay un plato en Castrillo que podría
Mas queda otro secreto en este pueblo
La fuerza destructora de los tiempos
Fiestas de San Antonio. Hoy en lucero
Y ya estamos metidos en faena.
Paró la tempestad, dominó al viento
Desbordada alegría delirante,
A bailar y a beber mientras aguante
Acostarse decías, ¿Quién se acuesta?
Y estallaron los grupos juveniles.
Y ahora os toca a vosotras, linda corte
Todo poeta tiene como norte
Y estoy ya ante la Reina soberana,
Tienes la piel de mieles y de cera
El pueblo te eligió, niña Consuelo
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