Castellar de Santiago
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NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (I).

 

El catastro del Marques de la Ensenada         

“Los títulos... sólo sirven para llenar el idioma de voces vanas y frases  sin

sentido, que a cada paso embarazan y hacen pesada la conversación y los escritos.”

                                      Calvijo y Fajardo. El pensador. 1762.

 

  1.- Generosa crónica hogareña.

Otra revista densa te acompaña con noticias sabrosas de ese año fecundo en hechos, tras sutil maraña (datos, historias..., --sólido peldaño--), que va tejiendo, lentta, La Espadaña. No es fácil alcanzar global empeño, ni es baladí la empresa, ni pequeña; mas proseguimos firmes nuestro ensueño de conformar al fin feliz diseño con generosa crónica hogareña. No es leyenda de inútil socaliña ni mensaje de yerro y desaliño: no le abones desdén ni áspero guiño. Presta atención, recuerda... y escudriña.¡Hurga en el comentario con cariño!

2.- El Catastro del Marqués de la Ensenada.

El año que comienza con este número de La Espadaña coincide con el 250 aniversario (¡un cuarto de milenio!) de la confección del primer ca-tastro exhaustivo que se hizo de nuestro pueblo. Término, clase y calidad de tierra, medidas que se usaban, cultivos, frutos, ganados, propiedades individuales y comunales, vecinos con sus ocupaciones, cargos y sueldos, impuestos, y un largo etcétera, estaban comprendidos en ese expediente.

Fue el conocido como Catastro del Marqués de la Ensenada. Don Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués de la Ensenada, nombrado ministro por “el rey nuestro señor don Fernando VI”, fue hombre práctico y excelente administrador de los caudales públicos que, con el fin de implantar un impuesto único por toda contribución, mandó confeccionar el citado Catastro que se hizo en toda España en 1747 y 1756 (Ensenada, sin embargo, había dejado su cargo en julio de 1754). En nuestro pueblo se llevó a cabo a lo largo de 1752. Aparte de las preguntas a los responsables del gobierno municipal de entonces, se realizaron “memoriales” individuales por familias: eran mitad padrón, mitad currículum vitae (¿por qué a éstos no se les puso por nombre  memorial en lugar de la enrevesada denominación latina cuando se “inventaron” hacia 1980?); otros memoriales de agrupaciones, cofradías, hermandades...; calles con sus tipos, dimensiones y linderos de casas y sus moradores; memoriales también muy pormenorizados de grandes terratenientes; y más y más datos, tuvieron cabida.

El catastro era palabra y función traídas hacia 1730 de Italia, a través de Francia, y consistía en un censo y padrón estadístico de las fin-cas rústicas y urbanas, y la contribución real que pagaban nobles y ple-beyos, y se imponía sobre todas las rentas fijas y posesiones que producían frutos anuales, fijos o eventuales, como los censos, las hierbas, las bellotas, los molinos, las casas, los ganados, etc. ¿Y qué era un censo? Un contrato por el que un bien inmueble (casa, tierra) pagaba o recibía un dinero anual como contraprestación a un servicio. Por el censo activo, el dueño del inmueble (el dador) recibía el dinero; por el censo pasivo o carga, el tomador del inmueble pagaba por el servicio del dador. La contri-bución la debía pagar el censo activo. Arrendamiento se llama hoy.

En resumen, tenemos en los archivos numerosas fichas, dossiers, actas, protocolos, escrituras..., que nos sirven de fuentes para conocer las historia pasada de aquel año. Laboriosa labor, por otra parte, la de ir expurgando documentos paleográficos de grafía plagada de abreviaturas in-trincadas; la de ir contrastando y aclarando otros orígenes ignorados; la de ir buscando la génesis de tal detalle curioso; la de ir fundamentando la procedencia de lo contenido en legajos muy complejos; la de ir, en fin, cimentando una panorámica rigurosa y absorbente de aquella época que rastreamos.

Intentaremos, en este número y siguientes, mostrar a los lectores lo que juzguemos más interesante, aclarando –-si es que se puede-- los puntos más cuestionables.

3.- Los responsables de las respuestas.

El interrogatorio lo hizo el 1º de septiembre de aquel año (pero los memoriales abarcaron desde mayo a noviembre) el

“Señor Lizenziado –-transcribimos-- don francisco Bernardo Barona y Calle, Abogado de los Reales Concejos, Juez Subdelegado del Señor Don Pedro Manuel de Arandia...” (aquí los muchos cargos y títulos de éste, que además era...) “...Intendente y Superintendente General de esta Provincia de la Mancha, Governador Militar y Político de la Villa de almagro...”

El intendente era, en el Catastro de Única Contribución --así se conocía el de Ensenada--, la máxima autoridad provincial que llevaba la dirección de las averiguaciones catastrales.

Citó a los

“Alcaldes, Regidores y escrivano del Ayuntamiento..., Peritos y Ancianos Prácticos e ynteligentes...”. “Les recivió Juramento que hicieron por Dios nuestro señor  y una señal de Cruz”.

¿Quiénes eran estas personas de antaño? Seguimos transcribiendo:

“Son a saver: Los señores Don Juan de Abarca y Alphonso ximenez Cano, Alcaldes ordinarios por ambos estados. Don franzisco xavier Abarca y franzisco Andrés Escamilla, Regidores por ambos Estados. Juan López Chacho, Juan Joseph Tórtola y Cano, franzisco del Cerro Tardío, Regidores perpetuos; y Joachin García Riesco escrivano público y del Ayuntamiento. Don Pedro Abarca, Don Juan Fernández del Amo, franzisco Sánchez Nieto y franzisco Martín, Ancianos, Peritos e ynteligentes de práctico Conocimiento tanto en las especies, Calidades y Cantidades de tierra que ay en el Término, sus frutos y Cultura, como en el número de Personas que Encierra la Población; sus Artes, Tráficos, Comercios, Grangerías, ocupaciones y Generalmente las Utilidades que a cada uno produce su industria.”

4.- Alcaldes, regidores, escribanos.

      Alcaldes y regidores eran en ciudades, villas y lugares, las personas encargadas del gobierno judicial (los alcaldes) y económico (los regi-dores). El rey había mandado que unos y otros fuesen “medio por medio de un estado y del otro”, es decir, del estado de la nobleza y del estado llano. En Castellar había al menos una familia que pertenecía a la baja nobleza (hijosdalgo o hidalgos): los Abarca. Los nobles estaban exentos de abonar los “pechos y derechos” que pagaban los villanos, llamados por esa razón “pecheros”. Por ello, había un Abarca alcalde y otro regidor. Los reyes, en épocas pasadas, concedieron a los hombres llanos la exención de pechos y cargas (y el privilegio de hidalgos) si tenían un elevado número de hijos varones para aumentar la población de España. Fueron llamados hijosdalgo de bragueta. Los Abarca Mexía eran muy numerosos en nuestro pueblo desde 1580, año a partir del que hay datos escritos en los archivos locales.

      Los escribanos estaban autorizados a dar fe de escrituras y actos públicos. En aquel Catastro debieron dar fe de todas las diligencias y declaraciones. La Junta de Única Contribución no autorizó más que a los escribanos reales, no a los de provincia ni de ayuntamiento. Sin embargo, hay una diligencia de 31 de julio de 1567, firmada por el “Señor Rey Don Felipe Segundo que santa Gloria haya para que de aquí adelante perpetuamente para siempre podáis nombrar y nombréis esscno. (escribano) del Consejo y número de la dicha Vª del Castellar...”, copiada “a la letra” por nuestro Juan Joachin García Riesco. Añade después en otra diligencia que por la anterior don Francisco Bernardo Varona y Calle faculta al escribano local para dar “fee y verdadero testimonio”. La fecha: 24 de febrero de 1753.

Se añade a continuación que también se hallaba con los congregados el

“Señor Lizenziado Don Pedro Morales Crespo, Presvítero, Cura propio de la Villa, conbocado  a este fin mediante recado de urbanidad...”;

es decir, que se le convocó por cortesía debida a su cargo y a los casi cuarenta años que llevaba desempeñando su ministerio en la localidad.

5.- Memorial de la Cofradía de Jesús Nazareno.

          “Pero la muestra más impresionante de religiosidad

callejera la dan las solemnes procesiones de los días señalados...”

                Fernando Díaz-Plaja. La vida cotidiana en la España de la Ilustración.

Entre los numerosos documentos que se hallan en el Archivo Provincial sobre el Catastro de aquel año en nuestro pueblo, figuran los memoriales de cofradías, hermandades, capellanías... Con el número 8 de éstos encontra-mos, en dos folios, el de la “Cofradía de Jesús Nazareno. Castellar”, que pasamos a transcribir:

“Memorial que io Luis de morales vezino de la Vª del Castellar de santiago y como piostre que soi, hago de los Vienes Raizes y demas rentas que tiene propias en este termino y Jurisdizion, a cunplito y obsebanzia del bando mandado Publicar por el Sr. Lizdo. Dn. franco. Barona y Calle Abogado de los rs. Concejos Juez sudelegado en ella Por el Sr. Intendente desta provinzia de la mancha para efecto destablezer La Unica Contrivucion que con distinzion son a su saber=

heredades de secano y de 3 calidad

Una pieza de una fanega de tierra de senbradura secano y de terzera calidad inmediato al lugar en el sitio de los villares linde por lebante con tierra de Don Joseph Bordallo vezino de la Villa de la torre, por poniente otra tierra de Martin ordoñez y por el norte con tierra de Graviel Abarca y por el Sur Con tierra de Pedro Galan.

Otra pieza de dos fs. y ma, para senbradura secano y terzera calidad inmediata al lugar en el sitio que llaman Los terreros, Linda por lebante con tierra de Juana maria de bustos por poniente con Lido, Dn. Pedro Morales y por el Norte con Camino que va a saviote por el sur con Graviel Abarca.

Y en la forma referida concluio este memorial y relazion de los vienes que tiene y pose en este termino y Jurisdizion que va bien fielmente fecho de mi leal saber y entender. Y por ser verdad baxo la protesta de añadir algunos me se ubiesen quedado por olvido y lo firme en la dha villa del Castellar de Santiago en 13 de octubre de 1752=”

Aparece al lado la palabra “Sentado”, y lo firma Luis demorales Crespo.

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (II).

1.- Tierras de sementera.

 

“Para el trigo hai más maneras que troxes”

  Gabriel Alonso de Herrera. Agricultura general (1513),libro I, cap II.

En la pregunta 9 del interrogatorio de aquel año se pide que declaren qué medidas de tierra se usan en el pueblo: “de quantos passos o varas cas-tellanas se compone”, y la cantidad de cada especie de granos (“de los que se cogen en el término”) que se siembran en esas superficies.

Los responsables de las respuestas (véanse en el número anterior de La Espadaña) dijeron que la medida común en el pueblo es

 “a fanegas de trigo de sembradura que coje más o menos tierras según es de buena, mediana o inferior calidad, pero que haciendo consideración en cuenta y punto fixo por el Marco de cuerda de ochenta y nueve varas y cua-tro nobenos de otra... havida razón por esperienzia... entre labradores les pareze que una cuerda de tierra de primera calidad se siembra con quinze celemines de trigo o dos fanegas de cevada. La de segunda calidad se siembra con onze celemines de trigo o diez y seis de cevada. La de tercera calidad se siembra con siete celemines de trigo, diez de cevada o cuatro de centeno”.

Añaden en la respuesta a esta pregunta (sin embargo, no se pedía que declararan en cuanto a número de olivas):

“La cuerda de tierra poblada de olivos es con regularidad su número ascendiente de cuarenta a ochenta, aunque el más común es de cuarenta”.

Lo de “número ascendiente” quiere decir que a mejor calidad de tierra corresponde mayor cantidad de olivos. En respuesta a otra pregunta anterior dan más datos y precisiones. Manifestaron que

 “las olivas están plantadas a cuerda en hilera y sin orden en toda la tierra, pero lo que con regularidad cojerán en cada cuerda, cincuenta olivos, aunque en algunas ay más y menos número, según la variedad de sus marcos y desorden”.

Obsérvese que hace 250 años alternaban las palabras olivos y olivas para referirse al árbol; hoy predomina olivas.

¿Y qué era una cuerda de tierra? ¿Qué relación tenía con la fanega? Lo que hemos podido averiguar es lo siguiente. Hay que tener en cuenta que es casi imposible saber con exactitud esas medidas. Ya los reyes Enrique II en 1369, Juan II en 1436, Enrique IV en 1462 y los Reyes Católicos en 1496, promulgan diversas pragmáticas para unificarlas por

“quánta desorden hay en estos nuestros Reynos por la diversidad y diferencia que hay entre unas tierras y otras...”;

incluso “en un mesmo lugar hay una medida para comprar y otra para vender”. Después de los Austrias fue la administración borbónica la que realizó di-versos intentos de unificación, hasta que Carlos IV, en 1801, ordenó “la igualación para todo el Reyno”, adoptando el Sistema Métrico Decimal que había aparecido tras la Revolución Francesa de 1789. Pero el año que nos ocupa es anterior y no existía el metro. La unidad principal era la vara que equivalía a tres pies (“un passo”), y dependía, claro está, de la

longitud de éstos. Si andando el tiempo se consideró que una vara de Castilla debía de equivaler a 0’789 metros, y si tenemos en cuenta que una fanega era un cuadro de 96 varas de lado, aquella fanega tendría hoy unos 5.737 m2. Y si una cuerda cuadrada (marco de cuerda era eso, un cuadro, como un marco) tenía de lado 89 varas y 4/9 de otra, hoy sería un cuadrado de 70’6 metros de lado, lo que da una superficie aproximada de 4.984 m2. Conclusión: un “marco de cuerda” (llamado simplemente “cuerda de tierra”) era algo menor que una fanega. Cotéjense, pues, las cantidades de granos que se echaban entonces con las

3.- La cofradía del Santísimo Sacramento.

“Entre todos concertaron que se traxesse de una Parrochia el Santíssimo Sacramento con mucha

 solemnidad: y mandó el Arzobispo se juntassen los Clérigos y algunas Cofradías, y se aderezassen las calles”.

                                Santa Teresa de Jesús.- Fundaciones (h. 1580), cap. 25.

Una cofradía era, como hoy, una hermandad que formaban algunos fieles devotos para ejercitarse en obras de piedad y caridad. Sus ingresos provenían de los bienes rústicos y urbanos que poseían y de sus censos (esto es, ingresos por arrendamientos de capitales). Con este dinero sufragaban los gastos (cargas) que conllevaban tales devociones.

Esas prácticas solían ser novenarios, rogativas, misas, procesiones, atenciones a pobres, etc., y en diversas ocasiones, el encargo de misas por el alma de quien las había fundado, que se pagarían con las rentas de aque-llos bienes. Se encargaba de la administración una persona sensata.

Aunque a fines del siglo XVIII los gobernantes “ilustrados” españoles intentaron confiscar dichos bienes para venderlos al pueblo llano, no fue hasta la desamortización eclesiástica del XIX cuando esas cofradías, hermandades, obras pías, capellanías... fueron desposeídas de sus, en mu-chos casos, numerosas riquezas. A partir de entonces algunas desapa-recieron; otras, en cambio, siguieron practicando sus cultos con las cuotas voluntarias de sus cofrades o hermanos; hasta hoy. Es el caso de la Cofradía (también llamada hoy Hermandad) del Santísimo Sacramento.

Era prioste (“piostre de la Esclavitud del Santísimo Sacramento”) Juan Andrés Novillo, que como tal hace el memorial de bienes de la cofradía. Declara una pieza de tierra de sembradura, de cinco fanegas, y trece “zensos consignativos”. En el Registro de bienes eclesiásticos de la localidad esa pieza tiene cinco cuerdas, no fanegas, de tierra de sembradura, y coincide en el sitio (la Rambla), en los linderos y en el arrendatario; también figuran los trece censos, a cuánto asciende el ca-pital principal, el importe del tres por ciento y quiénes lo pagan.

En las “cargas contra estos vienes”, el prioste escribe: “una misa rezada cada año y cuatrocientos y dos rs de vellón por las funzs y fiestas de la iglesia parroql en que se incluie la zera”. “Lo firma en la dicha Vª en diez días del mes de Novre de 1752. Sentado. Juan Andrés Novillo”.

No se aclara en qué consistían esas “funzs y fiestas”; sólo se pre-tendía hacer, por mandato estatal, el inventario o memorial de bienes.

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (III).

1.- La distribución de tierras y sus cultivos.

     Hai muchos olivares, del fructo de los quales se hace azeite en mucha quantidad”.

     Hernán Núñez, el Comendador Griego.- Sobre las Trescientas, de Juan de Mena (1499), notas a la copla 53.

Siguiendo con la descripción de las tierras de aquel año, hay en el Catastro de Ensenada una pregunta, la número 10, en la que se pide que declaren el total de medidas que tiene el pueblo “distinguiendo las de cada especie, y calidad, por exemplo: Tantas fanegas, o del nombre que tuviesse la medida...”  Ya vimos que el nombre era el de cuerda o marco de cuerda.

Cuadro de texto: A esta pregunta res-pondieron que “el término de la Villa, sobre el poco más o menos, tiene diez y nuebe mill cuerdas y de ellas, distri-buydas por sus especies y calidades son a saber con distinción”:

(Según los cálculos hechos en el número anterior de esta revista sobre la equiparación de cuerdas con fanegas, sacamos unas 12.600 fa-negas de tierra en todo el término; no obstante, las fanegas de entonces no se correspondían con las de nuestros días, por lo que no es posible tener una idea exacta de aquellas medidas, aun-que sí podemos asegurar que no ha variado sus-tancialmente con respecto a hoy. En otra pregun-ta anterior sobre límites y figura, leemos que “tiene de largo, de Levante a Poniente, dos leguas. Lo mismo del Norte al Sur, y de circunferencia, siete leguas de a una hora de camino; y confronta a Levante, Poniente y Norte con el término de la villa de la Torre de Juan Abad y al Sur con el término de la villa de Santiesteban del Puerto...”)

*Cinco de regadío por “pozo de anoria para ortaliza de primera calidad”.

*Cinco de regadío por “pozo de anoria para sembradura de primera calidad”.

(Anoria es lo mismo que noria, que en aquel tiempo ya era palabra anticuada; también hoy sería correcto decir anoria, según la Real Academia; sin embargo, se ha generalizado noria.)

  *Ocho mil trescientas cuerdas de secano, que dividen en tres calidades, primera, segunda y tercera, con las cantidades exactas de cada una.

*De baldío para pasto había ocho mil doscientas cuarenta cuerdas, de las que seis mil eran de tercera calidad; de las dos mil doscientas cuarenta restantes especifican que son “yncultas por naturaleza y quasi sin pasto”, ya que se encuentran en “riscos y morras de sierras”.

*Las cuatrocientas cincuenta cuerdas que faltan estaban pobladas de olivas “en las quales abrá diez y ocho mill olivos”, que dividen en tres calidades de aproximadadamente el mismo número de árboles, excepto dos mil que son “infructíferas por recién cortadas y que en el discurso de ocho años por esperienzia no pueden fructificar”. Se deduce que se habían helado y, cortadas por las cruces, habría que esperar a que los retallos crecieran lo suficiente en ese período de tiempo.

*Se dice a continuación que había en el término cuarenta álamos negros “de guía para arriva, de una sola calidad”. Luego, para finalizar su respuesta, hablan los interrogados de “monte pardo, hueco y matorral en la dehesa boyal... que produze algún fruto de bellota”  que los vecinos suelen coger a mano sin coste alguno.

(Es curioso que en ese tiempo Castellar no tuviera viñedo, cuando unos 175 años antes era un importante centro vinícola, el cuarto de la provincia, según las Relaciones topográficas, mandadas hacer por Felipe II, como ya vimos en La Espadaña nº 43, mayo-junio de 2000.)

En el próximo número continuaremos con más datos sobre este interesante tema.

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (IV).

1.- La producción de las tierras.

“Condenen a las personas, concejos o comunidades... en mil maravedís de pena por cada fanega de sembradura que assí huvieren rompido o labrado... creciendo o moderando la dicha condenación, al respecto de las fanegas que se probare haver rompido o labrado”.

 La nueva Recopilación de Leyes del Reino, libro 3, titulo 14, ley 4, cap 27.

Son interesantes los datos que vamos a exponer sobre las producciones de las tierras (de regadío, secano u olivares), que aparecieron en el número anterior de La Espadaña. Hemos de aclarar que algunos detalles quedan un poco confusos, o bien por la manera de explicarlos en los me-moriales, o bien porque los usos actuales son tan diferentes que aquéllos nos parecen equivocados. De modo que en muchos casos transcribiremos, con el fin de que la interpretación corra a cargo del agudo lector...

Cuadro de texto: “Y pasando a declarar distinto el modo de producir de cada una es a saber con distinción”:*La tierra de regadío por pozo de noria para hortaliza de cualquier calidad fructifica todos los años. Una cuerda produce, a maravedíes, cuatrocientos cincuenta reales.

*La de regadío, “así mismo por pozo de anoria para sembradura, en pequeña porción”, de primera calidad y también la de secano, “produze con año de intermedio de barvechera”. Una cuerda da un fruto (año) de trigo, y en él ocho fanegas y media, otro de cebada, y en él veinte y dos fanegas (“en el ruedo de cuatro años”).

*La de secano para sembradura de segunda calidad produce, con año y vez, “seis frutos y descansando tres años buelbe a fructificar con el mismo orden”. Una cuerda produce cuatro frutos o años de trigo y en cada uno seis fanegas y media, dos de cebada y en cada uno doce fanegas,  “en el ruedo de quinze años, con su yntermedio de barvechera y descanso de tres años”.

*La de secano para sembradura de tercera calidad produce, con año y vez, tres frutos, “un resiembro o rastrojera y descansando siete años buelve a fructificar por el mismo orden”. Una cuerda produce tres frutos de trigo y en cada uno tres fanegas y media, un resiembro o rastrojera de centeno y en ella tres fanegas y media, “en el ruedo de catorce años, con su yntermedio de barvechera y descanso de siete años”.

(Como se sabe, año y vez es un sistema de cultivo en que la tierra se siembra normalmente primero de cereal y a la siguiente temporada se hace barbecho. En aquella época, la rotación más común era sembrar el primer año trigo, el segundo barbecho, el tercero cebada y finalmente otro de descanso. Había también el medio barbecho, que consistía en cultivar leguminosas --garbanzos o guijas-- durante unos meses en la campaña de recuperación. Los pueblos no aceptaban la obligación de declarar los frutos de los medios barbechos --por eso no hay datos--, porque decían que para la cosecha posterior la tierra perdía sustancia y producía menos.)

*La de secano para “pasto de yerva, oja, o bellota”, produce todos los años, y lo mismo las de álamos (según especificarán en otra pregunta).

Cuadro de texto: les falta a estos árboles robustez para resistir la intemperie de los fríos aires solanos, por lo que, “a la sazón de la quaja”, el fruto sufre muchos daños;*En cuanto a las olivas (“assi mismo de secano por lo árido del clima, cortedad de la tierra, no participa como otras de abundantes rocíos”), aclaran que por esa razón, y según la observación “por expereincia”, en un quinquenio producen “dos frutos de regular abundanzia, uno mediano y dos escasos o nada”.

2.- Olivas y álamos.

 Sobre las olivas y álamos, por cada cincuenta olivos (que era el número más común que cabía en una cuerda de tierra), teniendo “en quenta los años buenos con malos y medianos”, fijan la producción de la manera siguiente:

Cuadro de texto: *Cada cincuenta olivos de primera calidad producen “según que es dicho para cada un año, doze fanegas y media de azeytuna y por ellas, veneficiadas en azeyte, siete arrovas y tres quartos de otra”.

*...de segunda calidad, cinco fanegas y cuatro celemines de aceituna; en aceite, cuatro arrobas.

*...de tercera calidad, dos fanegas y ocho celemines de aceituna; en aceite, dos arrobas.

(Una fanega: 72 kg. de aceituna; una arroba: 11’5 kg. de aceite. Háganse las cuentas y se observará el porcentaje de aceite tan escaso que daba el fruto. A mejor calidad de tierras, más kilos y menos rendimiento. Pero  éste lo declaraban por lo bajo, puesto que la finalidad del Catas-tro de Ensenada era

*Un álamo negro, “computado el número que hay de guía para arriva por de una sola calidad”, reducido a madera, “necesitando para esta razón sesenta años en ella”, produce un valor de sesenta reales.

4.- El Santísimo Cristo de la Misericordia y la Fuente de Pradillo.

   “Encomendóles de nuevo la Iglesia, el cuidado de los pobres, viudas, huérphanos y obras pías”.

  Padre Bartolomé Alcázar.- Vida de San Julián, Obispo de Cuenca, libro 3, cap. I.

Cuadro de texto: Fábrica del SS mo X to de la miseri Cordia,No existía en aquel tiempo la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia; se formó años después de aquella fecha. Pero la imagen de nuestro patrón se veneraba desde antiguo (hacia 1620) en nuestro pueblo. Por eso, en los Memoriales eclesiásticos figura la de cuyas posesiones  el sacristán mayor Francisco López Mena y de Fuentes hace relación: “...Caudal del SS mo X to de la miseri Cordia que se benera en esta parroq l de los vienes raízes...”; declara “una pieza de quarenta y zinco olibas... sitio que llaman de la fuente pradillo”, y un “zenso consignativo  de setecientos reales contra Juan López Lucas y sus bienes”, que le producen “veinte y un r s”.

Sin embargo, en el Registro de bienes eclesiásticos el nombre que se le da es el de

Cuadro de texto: A la pía devozn del SS mo X to de la Misericordia.

Coincide con el anterior en todo, tierra y censo, pero aclara que la pieza es una cuerda de tercera calidad con quince olivas de primera calidad y treinta de segunda “en su especie”.  (En margen: “3ª cal. con ol s de 1ª y 2ª”). No dice quién la cultivaba en arrendamiento.

(Fábrica y Obras pías. ¿Cuál es la diferencia? “Fábrica ú derecho de fábrica: Llaman en las Iglesias  Cathedrales, Colegiales y Parrochiales (como la nuestra) aquella renta ú derecho que se cobra y sirve para su reparo, y para los gastos propios de la Iglesia y del culto Divino”. “Obras Pías: Aquellas que se hacen ú disponen para el culto de Dios, o beneficio del próximo necessitado: como missas, aniversarios, ornamentos, dotaciones de huérfanos, crianza de niños, &c.”)

Así, pues, el producto de esos bienes se destinaba a los gastos de la iglesia (el sacristán administraba) y también para el culto del Cristo.

Cuadro de texto: ¿Cuál era el quinto denominado entonces El Pradillo, que hoy no se conoce con ese nombre? ¿Y la “fuente pradillo”? El paraje entre el pueblo hasta más allá del nacimiento de la Veguilla se llamaba El Pradillo, y la Fuente de Pradillo era la Fontona.El nombre se debe al propietario de muchas parcelas en esa zona, Bartolomé Sánchez Pradillo, hijodalgo y terrateniente, casado en 1593 con Catalina Ruiz de Brizuela, cuyas otras tres hermanas, Elvira, María y Juana, contrajeron matrimonio con los hermanos Martín, Juan y Antón Abarca Mexía, respectivamente, hermanos a su vez del “cura propio” don Pedro Abarca Mejía, que contrató la imagen del Cristo a Giraldo de Merlo en 1618. Juan y María fueron los padres de Juan Abarca Brizuela, tenien-te de cura entre 1627 y 1673 en la parroquial de la villa.

 

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (V).

“La estimación de los caballos en España se va perdiendo con la comodidad de los coches,

permitidos por los romanos solamente a los Senadores y Matronas.”

Diego de Saavedra Fajardo.- Empresas políticas (1640). Empresa 82.

1.- Ganados (1ª parte).

Para seguir viendo, o a veces intuyendo con bastante exactitud (aunque se “cuelen” algunas lagunas), la vida de Castellar en ese año (hay argumentos para muchos números de La Espadaña), vamos a transcribir la pregunta 20 del interrogatorio del Catastro de Ensenada, que ya es por sí misma todo un testimonio importante.

Cuadro de texto: 20. De què especies de Ganado hay en el Pueblo, y Termino, excluyendo las Mulas de Coche, y Cavallos de Regalo; y si algun Vecino tiene Cabaña, o Yeguada, que pasta fuera del Termino, donde y de què numero de Cabezas, explicando el nombre del Dueño.Con la redacción de la pregunta nos que-damos sin saber quiénes tenían coche de mulas (se deduce que  para pa-seo o lujo, como señal de señorío) o caballos de regalo. Si estaban excluidos de declararse era sin duda como concesión a las clases más privilegiadas, que no habían de pagar impuesto por este concepto.

            (Caballo de regalo --de equus delectus--. ‘El que se tiene reservado para el lucimiento : y se llama assi porque se cuida mejor que el destinado a todo trabajo’. Es decir, el regalo era para el caballo, no para el dueño. ‘De caballo de regalo a rocín de molinero. Refrán que aconseja al que está en alta fortuna tema la caída’).

          “ A esta pregunta respondieron que en el Término y su Población hay veinte Pares de Mulas  y veinte y cinco de Bueyes para el oficio de la Labor”; a continuación van enumerando las caballerías mayores, de seis a ocho, domadas para el servicio doméstico, y ochenta a noventa menores para el mismo oficio “y otros Haveríos”, cuarenta cerriles menores de tres años, unas cincuenta “yeguas de bientre”, dos “Grañones” (garañones) y un “caballo padre”, cuarenta entre mulares y caballares cerriles menores de tres años, cien cabezas de vacuno cerril de todas especies y edades, ciento cincuenta de cabrío, asimismo de todas especies y edades, cien cabezas de “ganado Moreno”, que todas “assi declaradas sobre el poco más o menos, pastan en el Término y pertenezen a diferentes vecinos de la Población”. Nada dice de ganado lanar, que después sí especifica para cada dueño.

(Caballería: ‘La bestia  en que se anda a caballo, que si es mula o caballo se llama mayor : y si borrico se llama menor’. Cerril: ‘Lo que está por sujetar y domar : que con más propiedad se aplica al ganado mular, caballar y vacuno’. Garañón: ‘El asno grande que se echa à las yeguas ò à las burras, para la procreación de machos ò mulas’. Caballo padre: El destinado en el ganado para ‘la generación y procreación : y assi se dice Padre de yeguas, Padre de vacas, &c’. Esto es, caballo semental. Hoy está en desuso llamar garañón al caballo semental. Yegua de vientre: Se llaman reses de vientre las que ‘son parideras en los rebaños, vacadas, &c’. Haberío: ’Las bestias y demás cosas de que se sirven los Pastores, Labradores y gente del campo para su oficio y ministerio, y también para la provisión y mantenimiento necessarios’. Ganado moreno: El ganado porcino).

 

1.- Ganados (2ª parte).

           

            Después pasan a responder sobre las “respectivas utilidades y frutos, salvo Contingencias de las Cavezas que, de día en día perezen, por enfermedades, malos temporales y Lovos, entre años abundantes, estériles y medianos de bueno y mal temperamento uno con otro, con costa y sin ella”, de cada uno de los animales que hay en el pueblo; y para ello echan mano de la experiencia y de la consideración de las personas “de la Mayor Inteligencia en el tráfico de la Lavor, Traginería y grangerías de Ganados”. Y así especifican:

Cuadro de texto:           *Una mula macho o cavallar, entretenido al tráfico de la Lavor, utiliza a su dueño, por un año, con Costa de mantenimiento, herraduras y otras cosas, trecientos Cinquenta Reales y sin esta Costa, Ciento y se-tenta, y lo mismo en qualquiera otro servicio, a que la destina.

      *Un buey para la labor, doscientos reales anuales con costa, y ciento treinta, sin ella.

      *Un pollino “domado y entretenido para el servicio de la Lavor...” doscientos veinte reales, y ciento veinte, respec-tivamente.

          *Un pollino para la ganadería utiliza ocho ducados “sin costa, por no tenerla” . (Un ducado = once reales).

Utilizar:   En  aquel  tiempo, ‘dar  util, ò provecho’ --de utilitatem reddere--; es decir, rendir una ganancia. Este significado ya no existe. Costa: Además del precio de cualquier objeto, lo que vale y se ha pagado por ella, era ‘el gasto o expensas que se hacen en alguna cosa’; por tanto, con costa significa la utilidad bruta, de la que hay que deducir esos gastos, lo cual da la utilidad sin ella, es decir, la ganancia neta.)

  *Una “Yegua de Bientre, haciendo la quenta de bacantes y malos partos en el supuesto de cubrirse al tercio”  (hasta eso estaba regulado en España porque una orden de la Real Junta de Caba-llería del Reino así lo establecía), produce durante seis años “dos muletos y un potro macho con embra”  que daban: cada muleto, cuatrocientos cincuenta reales y el potro ciento cincuenta; en total, “mill y quinquenta reales”. Especifican, bien hecha la división, que al dueño le produce la yegua en los seis años, ciento setenta y cinco reales anuales con “costa y mantenimiento de pasto, sal y cavallaje”, y sin ella setenta y cinco (de rendimiento neto).

(Muleto: El mulo pequeño y cerril --todavía no domado--. Potro: El caballo nuevo que no pasa de cuatro años. Potro macho con hembra  quiere decir que era igual para la utilidad o provecho que el animal parido fuera macho o hembra, como más adelante se verá.)

*Un “garañón corriente en el uso de la monta” le produce a su dueño con costas ochocientos reales, y quinientos netos. Y el caballo padre “en su uso”, seiscientos reales y trescientos cincuenta, res-pectivamente.

Transcribimos ahora tal como respondieron “las personas de edad” para saborear las moda-lidades y giros propios de la lengua que, por otra parte, no están tan alejados de nuestros días:

“Un muleto, supuesto su valor de quatrocientos y cinquenta reales en el desteto y cumplimiento de quatro meses hasta un año, aumentta su valor ciento cinquenta reales con costa de mantenimiento, pasto y guarda, y sin ella setenta; de un año hasta dos, aumenta su valor con costa de sal, pasto y guarda, ciento cinquenta reales, y sin ella ciento. Y lo mismo de dos hasta tres años en cuia edad tienen sazón para la venta y aplicación del travajo y es todo su valor trescientos cinquenta reales”.

(Sazón: Cuando escriben que los muletos tienen sazón  para la venta... quieren decir que están en el tiempo oportuno para ello. “Se toma también por lo mismo que ocasión, tiempo oportuno ù co-yuntura”, aclara el Dic. de Autoridades. En el de la RAE se mantiene esa misma acepción, la segunda, poco usada hoy en contextos parecidos.)

*Un potro, supuesto su valor de ciento y cinquenta reales al desteto y cumplimiento de un año hasta dos, le aumenta cien reales con costa de sal, pasto y guarda, y sin ella, cinquenta, y lo mismo de dos hasta tres, y en esa edad, siendo todo su valor trescientos cinquenta reales, tiene sazón y aplicación, macho y embra para la paridera y venta y aplicación al trabajo”.   

 

1.- Ganados (y 3ª parte).

“Eral lozano assí, novillo tierno, / de bien nacido cuerno, / mal lunada la frente,  /

retrógrado cedió en desigual lucha / a duro toro, ...”

Luis de Góngora. Soledades  (1613), Soledad segunda.

La vida de nuestro pueblo dependía en gran medida de la ganadería, y por eso, además de lo descrito en los dos números anteriores de La Espadaña sobre utilidades o ganancias, costas, etc., los declarantes del Catastro de Ensenada se extienden en este apartado, y siguen así:

*Una “Baca Cerril, en la quenta de un parto en dos años”  treinta y cinco reales, con costa de pasto y guarda, y sin ella, veinte.

*Un “Heral, supuesto su valor de setenta Reales”, de un año hasta dos, cien reales con costa y sin ella, ochenta; lo mismo de dos hasta tres años. Toda su utilidad o ganancia es de doscientos setenta reales. En esa edad “tiene sazón para la paridera y qualquiera otra aplicación”.

 (Eral: ‘El becerro ò buey de un año, que por otro nombre se suele llamar añojo ù novillo’. Hoy, según edades, las denominaciones son: añojo, becerro o cordero de un año cumplido; eral, res vacuna de un año y que no pasa de dos; utrero, de dos a tres años. En la respuesta se mezcla todo.)

*Un pollino cerril, “supuesto su valor de sesenta Reales en el desteto y cumplimto de un año hasta dos”, aumenta en otros sesenta con costa, y netos treinta y cinco, y lo mismo de dos hasta tres, por lo que todo su valor es, responden, ciento ochenta reales; entonces tiene sazón para la “paridera, benta y aplicazión al travajo”.

(Pollino: ‘En su riguroso sentido significa el asno nuevo y cerril; pero oy regularmente se entiende por cualquier borrico’. Ya tenemos ahí sinónimos de burro: asno, borrico y pollino; también jumento.)

Cuadro de texto: *Transcrito literalmente: ”Un borrego o borrega: sentado su valor de quinze Rs en el estremo y separación de la Madre aumenta su valor a la sazón de Primal diez Rs inclusa la lana con costa de sal pasto y guarda y sin ella quatro y en esta edad la embra tiene sazón en destino a la paridera; y continuando el Primal a la sazón de Andosco aumenta su valor con la lana diez Rs con la misma costa, y sin ella seis: de Andosco a trasandosco aumenta su valor con la Lana nuebe Rs con la misma Costa, y sin ella cinco; y lo mismo un Carnero Padre”.

*Una “obeja de parir, haciendo la quenta de una cría en dos años”, cada año siete reales y medio, acrecidos en cuatro más por lana y queso, en total once y medio, dicen, con costa de sal, pasto y guarda, y sin ella cinco. La cría se evalúa en “quinze” reales.

(Primal: ‘Se aplica a la res de la oveja o cabra que tiene un año’. Andosco: ’Res de ganado menor que tiene más de uno hasta dos años’. Trasandosco: ‘Si tiene más de dos años’. También se llamaba este último trasañejo y tresañejo.)

*Una cabra, ocho reales y medio y “acrecidos por la leche”, dos, total diez y medio con costa de sal, pasto y guarda, y sin ella seis.

*Un cabrito macho y hembra (que se describen de manera similar  que el borrego, con sus fases de primal, andosco y trasandosco), trece reales y nueve, respectivamente, cada uno.

*Una “puerca de cría da quatro lechones” (cada uno se valora en quince reales) y utiliza sesenta reales brutos, y netos, veintidós.

(Lechón: ‘Propiamente es el puerco mientras mama ... el uso ha introducido que indistintamente se llamen lechones todos los puercos, de qualquier  tamaño o edad que sean’).

NOTA: Conviene advertir una vez más que los responsables de las declaraciones sabían que el Catastro se hacía para imponer una contribución única (en lugar de las diversas Rentas Provinciales) sobre bienes de todo tipo. Por ello, “tiraban” por lo bajo, pero dentro de unos límites prudenciales.

 

2.- Colmenas.

“Assi como los vi, entréme en el colmenar, derribando más de veinte colmenas”.

Vicente Espinel.- Vida del Escudero Marcos de Obregón (1618).         

 

  En el término, “sin conocido asiento ni posesión”, hay sobre ciento cincuenta colmenas que pertenecen a diferentes dueños, responden a otra breve pregunta:

Cuadro de texto: “19. Si hay Colmenas en el Termino, quantas, y à quien pertenecen”.        Su producción (“el fruto de cada una consi-derada en un quinquenio, salvo contingencias de malos temporales, Ayres y sequedades”) es: cada dos colmenas (cajas, “ ò cuébano de corcho ù de madera hueca”), un enjambre, tercera parte de una libra de cera y dos libras de miel. “Todo Diez reales.”  (Una libra en aquel tiempo =  460 gramos de ahora).

 

4.- El hospital de la villa y los pobres.

“Al pobre, el sol se lo come”. Refrán.

            En otra pregunta, se pide información sobre

Cuadro de texto: “30. Si hay Hospitales, de què calidad, què Renta tienen y de què se mantienen”.

            La respuesta es que en la población existe un “pequeño Albergue que sirve de Hospital” para que allí se recojan en su “tránsito vago” los pobres que llegan a la villa. Y añade el documento que no tiene rédito ni renta. No aclara, pues, la respuesta cómo sufragaba los gastos propios de su cometido, ni quiénes estaban a su cargo; desde luego no era edificio municipal. Sin embargo, investigando y rastreando en los escritos de aquella época, aparecen cargas en dinero, todas voluntarias, de algunos particulares para esa institución; sirva como muestra la del propietario de la última casa del epígrafe anterior: “...una carga y pensión al hospital de la villa de veinte reales”, de donde deducimos que se mantenía de esas donaciones.

¿Dónde se hallaba ese hospital? En la calle Peñas, hoy Piedras. La primera casa, acera derecha, hacía esquina con la “calle Hermita” : 13 varas a esta calle, donde estaba la puerta, y 32 de facahada a la calle Peñas; luego, en dirección a la Rambla, venía el albergue u hospital (no se espe-cifican sus dimensiones, sólo la palabra “pequeño”), a continuación otra casa, y así sucesivamente. Allí se acogían los pobres de tránsito; pero en el pueblo había de “quinze a veinte Pobres de solennidad que libran el sustento diario en la Caridad del Próximo” (prójimo). Estos debían ser los que solicitaban limosna de casa en casa, no los asistidos en el hospital; puesto que, efectivamente, un hospital era, en aquellos tiempos, “la casa donde se reciben los pobres enfermos, passageros y peregrinos, asis-tiéndolos a expensas de la rentas que tiene  el hospital, ù de las limosnas que recogen”. También se recogían allí solamente de noche los pobres del pueblo que no tenían casa.                                    O 

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (VI).

“Pues, como a su tiempo la yegüezuela pariese un muleto, quisiera el mesonero aprovechallo y que se criara”.

Mateo Alemán: Guzmán de Alfarache (1599).

 

3.- Los propios del común y sus ingresos.

“...por dar la ganancia a él, y a sí mismo provecho, quales son comúnmente los corredores”.

Doctor Martín Navarro de Azpilcueta: Manual de Confessores, cap. 17.

Para conocer los ingresos municipales en las diligencias practicadas durante el interrogatorio del Catastro de Ensenada, hay una pregunta que dice así:

Cuadro de texto: 23.- Què Propios tiene el Co-mún y a què asciende su pro-ducto al año, de que se debe-rá pedir justificación.

            La villa tenía, en calidad de propios, según la respuesta, los pastos de agostadero “en las siete semanas que se entienden de San Juan de Junio hasta Santa María de Agosto”  en los quintos llamados Rambla y Pilón, Hoya de Diego Vela, Hoya de Arjona, Piedras y Aza-franales. Y todo ello, junto con el derecho de “Correduría y fiel Almo-tazén” , computado y regulado durante un quinquenio “que mejor y más puntualmente acreditará el tes-timonio relativo con remisión a las quentas”, producía anualmente dos mil reales de vellón más o menos.

            (Almotazén: Era la persona que en cualquier pueblo tenía la obligación de cuidar de la igualdad y ajuste de los pesos y medidas en las compraventas. Correduría: La diligencia que pone el corredor “para poner de acuerdo y concertar a dos” en los tratos. Corredor: El que intervenía en las almonedas --ventas públicas “a voz de pregonero” que indica el precio para que vayan pujando..., es decir, subastas--, y fuera de ellas en ajustar compras y ventas y otras negociaciones. Y porque andaba casi corriendo de una parte a otra para mostrar o tratar lo que se vendía o negociaba, se le dio ese nombre. Propios: Eran las heredades, dehesas, casas o cualquier otro tipo de hacienda que poseían las ciudades, villas o lugares para sufragar los gastos públicos. Quinto: Las divisiones de las dehesas o tierras, aunque no tuvieran la quinta parte.)                                                                     O

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (VII).

 

3.- Las eras de Castellar.

Tomó el cayado que trahía, con su ganado, è su fardel peloso de cuero è  lana, y en él cinco piedras guijeñas de  arroyo, de aquéllas que el vulgar dice Pelados. Juan de Mena. Coronación del Marqués de Santillana o Calamicleos (1438), comentario a la copla 36.

Cuando los vecinos hacen sus declaraciones de bienes personales, algunos se refieren a “una era para emparvar mieses” y citan los sitios de “heras de Arriba, heras de Avaxo y de la Vera Cruz”, si exceptuamos una sola que se halla en el sitio del Calvario y que linda a levante con otra de Veracruz. En el Libro de Calles y Eras siempre se describen igual: “era para emparvar empedrada con canto guigeño en el sitio de... (“eras Altas”, 20 eras, “eras Vajas”, 10 eras, “Vera Cruz”, 23 eras) ...inmediato a la villa...”. Total: 54 eras. Luego, su extensión en varas, propietario y linderos.

Para ubicarlas en un mapa imaginario según límite con los caminos, vamos desde la situada a levante con el “camino del Visso” y al sur camino de Santa Cruz, hasta las que dan al carril del Prado y al camino de los Terreros (eras “Altas” y “Vajas”; éstas, intercaladas, debían ser las más aledañas a la Veguilla). Después, las de Veracruz comienzan por el camino del Toledillo, actual calle del Calvario, siguen por las de los caminos de Villamanrique, la Torre y Pozo de las Mulas, para terminar con la que “linda a poniente con la Hermita de la Veracruz”. Hoy, éstas son pueblo; de aquéllas, algunas quedan.

(Guijeño: ‘Lo que pertenece à guija, o tiene su naturaleza’. Guija: ‘La piedra pelada, que se cría ordinariamente en las riberas de los ríos o arroyos’. Véase en este mismo número de La Espadaña lo escrito sobre guijas, en Curiosidades. De terruñerías...Pero los cantos guijeños a que se refieren debían ser las piedras de nuestros campos, con sus aristas agudas como aguijones.)                                                                                                            

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (VIII).

 

1.- La procedencia de los datos.

“Sacó de ellos dos legajos, en forma de quadernos, y puestos en mis manos con alegre semblante, dixo:

Essos fragmentos son progressos de mi vida, y el mejor desempeño de mi palabra”.

Gonzalo de Céspedes y Meneses: El soldado Píndaro (siglo XVII), libro I, Introducción.

En el Archivo Provincial de Ciudad Real hay dos legajos, referidos a nuestro pueblo, atados con una cinta de tela, de cerca de mil folios cada uno, con las declaraciones de los cabezas de familia. En ellos especifican sus datos personales y de sus moradores (profesión y edad, años de su esposa e  hijos  --pocas veces el nombre--, criados si conviven en el domicilio, ascendientes y otros familiares en su caso...), sus bienes (tierras, ganados, censos a favor o en contra), y la descripción exterior de sus casas, con sus características, linderos, y en escasísimas ocasiones, unos breves detalles interiores. Las firman los pocos que saben. “Por no saber firmar, lo hace un testigo a mi ruego ”, que casi siempre es el mismo: el secretario del Ayuntamiento o el del Pósito, cuatro o cinco particulares más, o algún familiar.

De esas declaraciones, los responsables del Catastro de Ensenada confeccionan varios libros separados: el Libro de Personal, el de Bienes Seculares (tierras, ganados y censos) y el de Calles y Eras. El Libro de Calles es el que más difiere, porque los propietarios indican linderos a un lado y otro de la calle y a veces también por la parte de atrás, por los “bardales”; además especifican si hay algún solar no construido entre una casa y otra, o el nombre antiguo de la vía; incluso el nombre del propietario de la casa aledaña es diferente aun siendo la misma persona o personas. Pues bien:  el libro sólo indica los lin-deros de derecha e izquierda (como se ve en los recuadros ilustrativos de las casas) y su extensión de frente y fondo, no están los solares intermedios “por no ser redituables ”, y el vecino de la casa es, en algunas ocasiones, el del otro lado saltando el solar o incluso la calle que cruza.

Por otra parte, formulan diversas declaraciones escritas los mayordomos o administradores de cofra-días, hermandades, obras pías (de donde hacen otro libro de Bienes Eclesiásticos), legados o posesiones de “menores en tutela ”, etc., que figuran intercalados con los anteriores. En fin, hay que expurgar mu-cho, leer atentamente, comparar con el Archivo Parroquial y deducir procurando no errar, cosa no siem-pre fácil de conseguir.

Hay otros documentos en forma de legajos: estadísticas, mapas, escrituras, actas..., y el más impor-tante y que más consulto para confeccionar estos reportajes sobre historia local: las respuestas a las pre-guntas de tipo general sobre el pueblo, que hacen (véase La Espadaña nº 53) “Alcaldes, Regidores y escrivano ... Peritos y Ancianos Prácticos e ynteligentes...”

(Legajo: ‘El atado y conjunto de papeles sueltos. Díxose así del verbo Ligar, por la cuerda o cinta con que se atan’. Antiguamente, legar, en su segunda acepción, era ligar o atar. Redituable: ‘Se aplica a lo que rinde utilidad o beneficio’).

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (IX).

Por Restituto Núñez Cobos.

1.- Sobre ocupaciones, oficios y su utilidad (1ª parte).

“Nos tienen ya en cueros, y en la quinta essencia de la necessidad, Solicitadores, Procuradores y Escribanos, de quien Dios Nuestro Señor  nos libre”. Miguel de Carvantes.  Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617), Libro 4, cap. 5.

¿Cómo era la situación económica de las distintas familias de nuestro pueblo en aquella época del siglo XVIII? ¿Qué profesiones eran las más favorecidas? ¿Qué ocupaciones obtenían mayores beneficios? ¿Cuál era el abanico de posibilidades y las diferencias pecuniarias entre unos y otros?

Nos podemos hacer una idea bastante clara si pasamos a ver las respuestas  a tres preguntas  del Catastro de Ensenada de este 1752. Las iré desgranando y comentando en este número y siguientes de La Espadaña. Al mismo tiempo, sabremos todos un poco más sobre profesiones y oficios, algunos ya obsoletos. Conviene advertir, sin embargo, una vez más, que la única moneda que circulaba era el real de vellón. Se acuñaba en plata de a 1, 2, 4 y 8 reales. El ducado no existía como moneda efectiva, pero servía su nombre para los contratros y comercio y se satisfacía su valor en reales. Y el maravedí, que en otros siglos fue de oro y plata, en ese tiempo era de cobre; pero su escaso valor lo convertía en unidad de cuenta y no corría de mano en mano, como ha sucedido al final de las desaparecidas pesetas, cuando la moneda de un duro era la más pequeña que se intercambiaba, y la de una peseta se despreciaba.

Cuadro de texto: Un real de vellón equivalía a 34 maravedíes y el valor de un ducado era de 11 reales más un maravedí, es decir, 375 maravedíes. Un ducado: 11 reales x 34 maravedíes + 1 maravedí = 375 maravedíes.

Cuadro de texto: 32.- “Si en el Pueblo hay algún Tendero de Paños, Ropas de Oro, Plata, y Seda, Lienzos, Especería, ù otras Mercadurías, Médicos, Cirujanos, Boticarios, Escrivanos, Arrieros, &c. Y qué ganancia se regula puede tener cada uno al año”.Pero pasemos a los datos concretos. La pregunta número 32 del interrogatorio dice así:

Coloco las respuestas por orden de mayor a menor. Lo literal en cursiva. Respondieron que ‘ganan y gozan salarios y utilidades anuales, no regulables por la tassa de Jornal diario ’, las siguientes personas:

*El Lizdo Dn Pedro Morales Crespo presvítero Cura propio de la villa Quatrocientos Ducados.

*Dn Jayme Llázer Médico titular Doscientos Ducados.

*Juan Joachín García Riesco esvno de Ayuntamiento y número inclusa la pensión qe paga por Arrendamiento de las Escrivanías Doscientos.

*Dn Joseph Acosta Administrador de las rentas de Tavaco y Generales: cien Ducados.

*Francisco Mena sachristán mayor ochenta Ducados.

*Juan Sánchez de Molina por escrivano del Pósito y notario Appco (apostólico) setenta Ducados.

*Juan de Campos Sachristán menor: sesenta Ducados.

*Juan Franco Arriero su ganancia y utilidad por año Quinientos Rs. (45’45 ducados / año).

*Bernavé García Colomino por tendero de Especierías Arrendador de las Alcavalas del Viento con el Abasto de vino Quarenta Ducs.

(Alcabala: ‘Tributo, ù derecho real, que se cobra de todo lo que se vende, pagando el vendedor un tanto por ciento de toda la cantidad que importó  la cosa vendida’. Alcabala del Viento: ‘Impuesto que se paga de todas las cosas vendidas que entran de fuera en el lugar donde se cobra’. Escribano: ‘...el que por Oficio público hace escrituras y tiene exercicio de pluma ... de que hai distintas classes: como Escribano Real, de Número, de Ayuntamiento, de Cámara, de Provincia, de fechos, &c.’ Notario: ‘Escribano público. Oy se distinguen de los escribanos en que estos entienden en los negocios seglares y los Notarios en los de los Eclesiásticos’. Éstos eran los notarios apostólicos. Los escribanos hacían los testamentos y escrituras, como los notarios de hoy, y daban fe; los notarios apostólicos certificaban actos eclesiásticos: rehacer una partida de bautismo perdida, aceptación del testimonio de que una pareja se había desposado, etc. Pósito: ‘La casa en que se guarda la cantidad de trigo, que ... se tiene para repuesto y prevención, para usar dél en tiempo de necesidad y carestía’. Tenía su escribano que llevaba las cuentas. Renta General: ‘La que se cobra y percibe en todo el Reino: como el tabaco, la sal, las Aduanas, &c.’ Tomar el abasto: ‘Hacer obligación, y encargarse de la provisión de los mantenimientos: como carnes y otras cosas necesarias para el sustento común del pueblo’. Especiero: ‘El que vende especias y drogas, y trata en ellas’. ‘Solamente se entienda a las personas que tienen tiendas, y venden en ellas por menudo’. Antiguamente, el especiero era llamado boticario.)

 

NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (X).

Por Restituto Núñez Cobos.

1.- Sobre ocupaciones, oficios y su utilidad (2ª parte - a).

“Comúnmente los Indios tienen grandíssimo miedo a los caballos..., ya ahora por la mucha

comunicación es menos el miedo; pero no tanto que Indio alguno se haya atrevido a ser Herrador”.

El Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios reales de los Incas (1609), parte I, libro 9, cap. 16.

Cuadro de texto: 33.- “Qué ocupaciones de Artes mecánicos hay en el pueblo, con distinción, como Albañiles, Canteros, Albeytares, Herreros, Sogueros, Zapateros, Sastres, Perayres, Texedores, Sombrereros, Manguiteros y Guanteros, &c., explicando en cada oficio de los que huviere el número que haya de Maestros, Oficiales y Aprendices, y què utilidad le puede resultar, trabajando meramente de su oficio, al día a cada uno”.

La pregunta 33 constituye, en su formulación, toda una completa explicación de la actividad laboral urbana, no sólo de este pueblo, sino que puede valer para hacernos una idea de la sociedad burguesa o medio burguesa de aquellos tiempos. La pregunta dice así:

Cuadro de texto: “A esta pregunta respondieron que en la Población ganan y gozan utilidades por la tassa de Jornal diario los Artistas a quie-nes haciéndoles la quenta de ciento y ochenta días de trabajo útil en cada un año ganan Jornales a saber con distinción”:En la respuesta, los responsables los llaman artistas, parece que en su sentido recto; en la actualidad a estos trabajadores se les califica de lo mismo, si bien en un sentido irónico con una pequeña carga de afectividad. Así dicen (los resaltes son míos):

Los ordeno de mayor a menor, desde los que ganan cinco reales y medio al día hasta los de tres reales. Los de cinco reales y medio (5’5 r x 180 días = 990 reales/año; es decir, 90 ducados anuales, para compararlos con los del número anterior de La Espadaña) son los siguientes:

*‘Barvero Sangrador: Alphonso de Bustos Araque ’. Se trata de Alfonso de Araque y López, según los archivos parroquiales. Él se declara ‘flebotomiano de esta villa ’. Bustos era el apellido materno (López Bustos), procedente de Viso del Marqués. Firma como Alphonso de Vustos Araque.

(Barbero: ‘El que tiene por oficio raer las barbas y afeitar’. Sangrador: ‘El que tiene el oficio de sangrar’. Sangrar: ‘Abrir la vena y dexar salir la sangre, que conviene a la necessidad, para lo que se aplica este medicamento’. Flebotomiano: Adj. que se aplica al barbero, que después de examinado exerce el oficio de sangrador, y hace otras cosas: como sajar, echar sanguijuelas, ventosas, &c.’ La flebitis es la inflamación de las venas.)

*‘Herrador, Juan Andrés Novillo ’. Eso contestan, pero en su memorial personal y en otros docu-mentos figura como ‘maestro de albeytar y herrador ’. Era persona muy influyente en el pueblo.

(Herrador: ‘El que tiene por oficio herrar las caballerías’. ‘Suceden los herradores o albéitares, a quienes Juan de Platea llama Médicos de caballos’. Albéitar: ‘El que cura las enfermedades de las bestias conforme a arte’.)

*‘Cerrajero, Andrés de Lebrancón ’. Él se declara en su memorial personal ‘maestro de escopetas ’, y en margen ‘maestro armero y cerrajero ’. De 64 años, a un hijo de 18  le estoy enseñando mi oficio ’.

(Cerrajero: ‘El Maestro, ù oficial, que hace y trabaja las cerraduras, llaves, candados, cerrojos, y todas las demás cosas que se usan de hierro’. Armero: ‘El que tiene a su cargo la custodia de las armas , y cuida de su aseo y limpieza’. )

*‘Alvañiles, Juan de Espinosa su Jornal cinco reales y medio. Juan de Espinosa oficial su Jornal tres reales ’. El mayor, 58 años, y el menor, 33, padre e hijo; el primero se declara ‘maestro alarife’. No hablan de Francisco Martínez Silencio, también maestro alarife.

(Albañil: ‘El artífice que labra o edifica casas, sirviéndose solamente de materiales menudos, como son cal, hyeso, barro, ladrillo, teja, ripio, &c., a diferencia del cantero, que usa, y se sirve de piedra, y labra y ajusta’. Véase la diferencia con alarife. Alarife:’ El Maestro que públicamente está señalado y aprobado para reconocer, apreciar, ù dirigir, las obras que pertenecen a la Architectura; aunque ya generalmente se toma solo por el Maestro de Albañilería’.)

*Mesonero, Fernando González  su Jornal  cinco reales y medio;  y por Ministro ordinario  tres  rea-les ’. En su memorial personal y en otros documentos se le nombra como Fernando Ximénez o Fernando Gómez. También se ocupaba –y por ello era llamado maestro de escuela– en enseñar a los niños a leer y escribir, y a algunos a contar. El mesón, propiedad de Don Pedro Abarca Tórtola y Brizuela, estaba en calle Santa Ana, esquina a la plaza, frente a la iglesia.

(Mesonero: ‘El que tiene por oficio hospedar a los forasteros, dándoles por su dinero lo que necessitan para sí y sus caballerías’. Mesón: ‘La casa donde concurren los forasteros, y pagándolo se les da albergue para sí y sus cabalgaduras’. Ministro: ‘El que sirve y ministra a otro alguna cosa’. (...) ‘Se llaman también los Alguaciles, Corchetes y demás Oficiales inferiores, que executan los mandatos y autos del Juez’.)

Oficios por los que calculaban cinco reales diarios de beneficio (900 reales/año = 81’81 ducados):

*‘Carpintero Pedro de Serna ’. Era soltero y tenía 70 años.

(Carpintero: ‘El que trabaja y labra madera para edificios, y otras obras caseras’.)

*‘Maestro de Obra prima Diego Barvina ’. De él y de su oficio (maestro zapatero de nuevo = maestro de obra prima) hice una reseña completa en La Espadaña nº 55, mayo-junio de 2002.

 

 NUESTRO PUEBLO, HACE UN CUARTO DE MILENIO (XI).

Por Restituto Núñez Cobos.

1.- Sobre ocupaciones, oficios y su utilidad (2ª parte - b).

“No dexa el Alfaharero correr tan libre la rueda, ni lleva tan inconsiderada la mano, que empiece un vaso y saque otro diferente”.

Diego de Saavedra Fajardo, Idea de un príncipe político cristiano  representada en cien empressas (1640), empresa 63.

Quedamos en el número anterior con los “artistas” que ganaban cinco reales diarios (5 x 180 días = 900 reales anuales = 81’81 ducados), que, además del carpintero y del maestro de obra prima, eran los siguientes (al principio, en cursiva, tal como aparecen en las respuestas; cuando se indica derecha, hoy números pares, o izquierda, impares, es mirando desde la plaza):

            *Carreteros, Francisco Gómez Rubio, Cristóbal Gómez Rubio y Juan Flor Delgado (hijo de Juan Delgado Flores). Los tres tenían sus talleres en calle Ermita.

            (Carretero: ‘El que hace carros y carretas, y las compone: y también el que guía y gobierna las mulas y bueyes que los tiran’. Sin duda, los carreteros del pueblo los hacían y componían).

            *Herreros, Andrés Martín(ez) Castaño y Diego Ruiz de León. Andrés Martín tenía su vivienda y fragua en calle Empedrada; Diego de León, viudo, en calle de la Plaza, hoy del Cristo, esquina a Granada.

            (Herrero: ‘El Artífice que labra y pule el hierro’).

Oficios cuyo jornal diario  era de cuatro reales y medio (810 reales = 73’6 ducados/año):

*Alfareros, Esteban y Lorenzo Gallego Gormaz, Fernando y Juan Gormaz Gallego, Miguel Gallego Almodóvar, Francisco de Serna, Pedro Vicente Becerra, Joseph García de Quero, Matheo García Zorita y Juan y Miguel de Peralta. Estos son solamente los que indican los responsables de las respuestas; pero Tomasa Núñez, de 57 años, viuda de Gerónimo de Tera, se declara alfarera como su marido fallecido y labradora peujarera, y comparte la casa en calle San Roque con cuatro hijos solteros, los varones jornaleros; otro hijo  casado era jornalero en la labraduría de su madre y vivía en otro domicilio, en calle Granada. Los Gallego Gormaz o Gormaz Gallego pertenecían a la misma familia, todos Gormaz de apellido paterno: Lorenzo Gormaz, 66 años, y Fernando Gormaz, 53, hermanos y casados con las hermanas Juana y Catalina Colominos. Esteban y Juan, hijos de Lorenzo; Miguel Gormaz (Gallego Almodóvar llamado) era hijo de Pablo Gormaz, hermano de Lorenzo y Fernando... Esteban Gallego y Juan de Peralta, cuñados, tenían la alfarería al final de calle Ermita, junto al molino de aceite; Juan Gormaz, en calle Duende; Miguel Gallego, en calle Eras, esquina a Empedrada; Lorenzo Gallego, en calle San Roque; Fernando Gormaz, en calle Peñas, hoy Piedras; Miguel de Peralta y Joseph García Quero, en calle Ermita, callejón al norte, acera izquierda, junto a la iglesia; Pedro Vicente, en calle Villaverde, hoy Valverde, alquilada a Miguel Gallego; Francisco de Serna, en calle Eras, esquina a Duende; asimismo en calle Eras, frente al anterior, tenían su taller Diego, fallecido años antes, y Mateo García Zorita (su padre, Manuel García, vino al pueblo procedente de Albalate de Zorita, Guadalajara, de ahí el apellido). Un hijo de Diego, de 19 años, ‘se está enseñando en el oficio’. La mayoría estaban emparentados por vínculos matrimoniales.      

(Alfaharero: ‘El que fabrica cosas de barro. Es voz Arábiga’).

*Molineros de Arina, Antonio Carrillo y Esteban Fernández el menor. Antón Carrillo, ‘oficial de molinero ’, y Esteban Fernández Simón Sacristán, éste con un criado de veinticuatro años llamado Eugenio Ferrón ‘que me sirve en dicho oficio ’, debían sacar la harina en el ‘caz del molinillo ’ (ver al final). También Cristóbal Fernández Simón, hermano de Esteban, era ‘molinero de harina ’ (no se dice en las respuestas).

(Molinero: ‘El que tiene a su cargo algún molino, y trabaja en él’).

*Panadero, Juan García Arze. Era copropietario (con los carreteros Juan Flor, Cristóbal Gómez y otros) de una tahona  en calle Ermita, acera derecha, casi al final, diez varas de frente y fondo.

 (Panadero: ‘El que tiene por oficio hacer y vender pan’. Atahona o tahona: ‘Es un molino seco, de que se usa donde no hai agua, cuya rueda mueve una bestia’. En el pueblo había al menos otra panadería, en calle Oro, de una viuda panadera).

*Rastrilladores de cáñamo, Pedro de Campos e Isidro de Campos. Padre e hijo, de 53 y 24 años. Pero también figuran, en el Libro de Personal, dos ‘oficial de peraile ’, Francisco Ignacio del Castillo, y Alfonso López Ximeno, que no indican en las respuestas.

(Rastrillador: ‘El que rastrilla’. Rastrillar: ‘Limpiar el lino ù cáñamo de la arista y estopa’. Pelaire o peraile: ‘Oficial de la fábrica de los paños, cuya ocupación es cardarlos a la percha, colgarlos al aire: lo que executan varias veces, llevando el paño al batán y volviéndole a la percha, hasta que les parece estar bastantemente suave. Es voz tomada de los nombres Pelo y Aire y después corrompiendo la voz se dice también Peraile, y con uso más freqüente’. Carda: ‘...tabla de una cuarta de ancho, y media vara de largo, con unas púas de hierro largas y derechas, que sirve, y de que usan los Pelaires para suavizar la lana’. Cardar: ‘Limpiar la lana, y rastrillarla’).

Oficios de cuatro reales diarios de beneficio (720 reales = 65’4 ducados/año):

*Sastres, Bernardo de Bustos, Pedro Vicente Martín y Andrés Vicente Martín. Bernardo de Bustos, natural del Viso, tenía su sastrería en calle Ermita, acera derecha, tercera casa; Pedro Vicente, en Santa Ana, izquierda, y su hermano Andrés en la de San Roque, esquina a Leonarda.

(Sastre: ‘La persona que tiene el oficio de cortar vestidos, y coserlos’).

*Hortelanos, Gabriel Martín(ez) Orejón, Gabriel García Lozano, Juan Pedro Colominos, Thomás Nieto y Miguel Velázquez. Gabriel Gª Lozano tenía huerta en un solar en calle Ermita ‘arrimado a la iglesia y Pósito ’, en el callejón a mano derecha; Juan Pedro Colominos vivía en calle Oro, acera derecha, con un quiñón aledaño que le servía de huerta; los otros tres eran hortelanos a sueldo con diferentes amos.

(Hortelano: ‘El que tiene el exercicio de cultivar las huertas’).

*Batanero, Martín de Torres Hontanilla. De 57 años, era cuñado del molinero Antón Carrillo. No he encontrado en ningún escrito la ubicación del batán. ¿Se aprovechaba alguna corriente fuerte de agua a unas leguas del pueblo, o acaso era una máquina pequeña accionada por animales?

(Batanero: ‘Persona que trabaja en el batán, o tiene por oficio batanar’. Batanar: ‘Golpear con los mazos del batán los paños, ù otros géneros para que se limpien del azeite, y se incorporen y cierren’. Batán: ‘Máchina que consta de unos mazos de madera mui gruessos, que mueve una rueda con la violencia y corriente del agua, los quales suben y baxan alternadamente, y con los golpes que dan al tiempo de caer, aprietan los paños, ablandan las pieles, y hacen el efecto que se necessita para semejantes obrages. Díxose batán del verbo batir...’).

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