Iª PARTE

Hechos y testimonios

Nos parece interesante, antes de pasar más adelante, presentar algunos hechos y testimonios que justifican por sí mismos el interés al estudio profundizado que vamos a desarrollar después:
tres testimonios de pilotos civiles y militares franceses, confrontado su vuelo con el de los OVNIS,
- cinco casos aeronáuticos importantes en el mundo,
- tres casos de observación desde tierra,
- cuatro casos de encuentros cercanos en Francia.
Estos ejemplos forman parte de algunos casos notables, es decir creíbles y bien documentados, observados en las últimas décadas a través del mundo. Ninguno de estos casos se ha clarificado aún cuando generalmente las investigaciones permiten determinar el origen de fenómenos observados por los testigos; damos dos ejemplos significativos.

 

CAPITULO 1

Testimonios de pilotos franceses

Tres pilotos franceses que se enfrentaron en pleno vuelo con OVNIS, testificaron ante el comité.
Sus testimonios son mucho más interesantes al pertenecer al campo de la aeronáutica, pues ellos saben identificar mejor que otros los fenómenos aéreos.

1.1 Sr. Giraud, piloto de Mirage IV (7 marzo 1997)

El desarrollo de ese incidente ha sido reconstruido a partir de los intercambios radiofónicos entre el piloto y el controlador que, según el procedimiento en vigor en todos los centros de control, se graba sistemáticamente y se conserva durante cierto tiempo. El incidente se produjo el 7 de marzo de 1977 como a las 21 horas locales, en los límites de Dijon, cuando el Mirage IV estaba de regreso, con el piloto automático encendido hacia Luxeuil, después de una misión nocturna. A 9,600 m de altura, avanzando a velocidad "Mach 0,9", las condiciones de vuelo son muy buenas. El piloto (P), Hervé Giraud, y su navegante (N) observan a las "3 horas" (código horario) de su avión un resplandor muy brillante, a la misma altitud, en ruta de colisión hacia ellos y acercándose muy rápidamente. Lo designaremos "asaltante" (A1) en el resto de la explicación. P interroga a la estación de radar militar de Contrexéville, que es la que los guía, para preguntar si ellos tienen contacto de radar del avión que viene hacia ellos. De hecho, P y N piensan que es un interceptor de la defensa aérea que, como es práctica común, busca interceptar su avión para de inmediato reconocerlo por medio de su faro de identificación.

El controlador de radar (C), quien no tiene ningún contacto de radar que se corresponda en su monitor, responde negativamente y demanda a los pilotos verificar su oxígeno. Esta orden de parte del director es un procedimiento de ayuda corriente: demuestra que está tan sorprendido por la pregunta de la tripulación que piensa que es un problema de oxígeno susceptible de generar una "alucinación".

El "asaltante Al" mantiene su rumbo hacia el Mirage IV, y P inicia un giro a la derecha hacia Al, maniobra que se ve obligado a forzar cada vez más (3 a 4 g) para intentar guardar el contacto visual sobre Al e impedirle que se desplace hacia atrás. A pesar de esa maniobra, Al se instala detrás del Mirage IV a una distancia estimada de 1,500 m; en ese momento P invierte su giro para recuperar contacto visual sobre Al, y ve el destello alejándose muy rápidamente a las "11 horas"; él retoma el rumbo sobre Luxeuil. Pero 45 segundos después de retomar el rumbo hacia Luxeuil, se siente "observado", y según sus propias palabras, P le dice a N, "vas a ver, eso va a regresar". En efecto, un destello idéntico, que nosotros llamaremos A2, aparece a las "3 horas".

P arriesga entonces un giro muy cerrado (6.5 g) para liberar su aparato de lo que él considera desde ahora como una amenaza real. El destello sigue la evolución del Mirage IV para colocarse un sector atrás a una distancia estimada de 2000 m; P revira siguiendo el procedimiento, y ve de nuevo el destello desaparecer en las mismas condiciones. C todavía no tiene contacto de radar de "asaltante A2". P y N siguen su vuelo y llegan sin novedad a la base de Luxeuil.

Hasta ahí los hechos. Dos puntos merecen ser subrayados:

- sólo un avión de combate podría haber tenido una conducta comparable a la de A1 y A2, (velocidad, maniobrabilidad). En ese caso, C habría tenido un contacto de radar sobre este avión, sobre todo a esa altitud, contacto que él tendría tanto mejor visualizado pues no tenía ningún tráfico alrededor del Mirage IV,
- considerando que las evoluciones observadas de Al y A2, sean de un mismo artefacto o no, su velocidad no pudo ser la supersónica, ya que, como en el caso de los aviones de combate, se habría escuchado en tierra un "bang" sonoro, situación muy importante para localizar la onda de choque generado por el giro. Esto habría sido mucho más notorio en los alrededores siendo de noche. Sin embargo, ningún ruido fue percibido en la región.

1.2 Testimonio de un piloto de caza (3 marzo 1976)

Este piloto (P) busca guardar el anonimato; las líneas que siguen fueron extraídas de la declaración escrita que de buena voluntad nos dirigió (más tarde, hizo saber su nombre; se trataba del coronel Claude Bosc). El 3 de marzo de 1976, P, entonces piloto estudiante de la Escuela de aviación de caza en Tours, hace un vuelo solitario de noche en un avión de entrenamiento T-33. La misión consiste en una navegación a 6,000 m de altitud, siguiendo el itinerario Rennes-Nantes-Poitiers, seguido de un aterrizaje en Tours. Varios aviones siguen el mismo itinerario a 5 minutos de intervalo. La noche es oscura pero sin nubes, y las ciudades se destacan muy claramente, considerando la altura de vuelo; la visibilidad es superior a 100 km. Cuando el vuelo está estabilizado a 6,000 m de altitud, a una velocidad de 460 km por hora, P percibe adelante y muy alejado (en el límite de detección de luces en tierra) lo que parece ser, en un primer momento, la salida de una bengala de señalización de color verde.

En 1 ó 2 segundos, esta bengala rebasa la altitud de su avión a 1,500 m y parece detenerse en el aire antes de descender en su dirección. Se acerca a una velocidad vertiginosa en ruta de colisión con el avión y llena de hielo todo el frente de la cabina. Pensando que el impacto es inevitable, P suelta el timón y cruza los brazos frente a su cara en un gesto reflejo de protección. El avión está completamente envuelto por una luz verde muy viva y fosforescente. P percibe una esfera (E) que evita su avión en el último momento y pasa sobre la ala derecha rozándola, todo en una fracción de segundo. P guarda de este incidente el siguiente recuerdo:

- E no es muy voluminoso (1 a 2 m de diámetro),
- E se prolongaba en una cola, comparable a la de un cometa, igualmente de color verde fluorescente,
- el centro de E está constituido por una luz blanca muy viva (fuego del tipo del magnesio),
- en total, la observación duró menos de 5 segundos.

P, muy asustado por este fenómeno, informó al controlador de radar, asegurando en tierra el control de la misión que no detectó nada sobre su monitor de radar. Al regreso otros dos pilotos que siguieron el mismo itinerario que P, declararon haber visto el fenómeno, pero de lejos.

1.3 Vuelo Air France AF-3532 (28 enero1994)

Jean-Charles Duboc (P), comandante a bordo del vuelo Air France AF-3532, realizando la ruta Niza-Londres el 28 enero 1994, es asistido por Valérie Chauffour, copiloto (CP). A las 13 h 14, considerando que ellos están en vuelo de crucero a una altitud de 11,900 mts, alrededor de Coudommiers en Seineet-Marne, con condiciones meteorológicas excelentes, el jefe de sobrecargos, entonces presente en la cabina del piloto, señala un fenómeno que (en su criterio) parece ser un globo meteorológico. Su observación es enseguida confirmada por el copiloto P, que lo ve en su turno, y piensa en principio que se trata de un avión en curva a 45º de inclinación. Muy rápidamente, sin embargo, los tres están de acuerdo en constatar que lo que ellos ven no se parece en nada a lo que conocen. La excelente visibilidad y la presencia de altocumulus le permiten a P estimar que el fenómeno se encuentra a una altitud de 10,500 mts y a una distancia aproximada de 50 km. Considerando su diámetro obvio, ellos deducen que el artefacto es de gran tamaño. Ellos son impactados por los cambios de forma del artefacto, que aparece en primer lugar bajo el aspecto de una campanilla de color bronce, antes de transformarse en una lenteja de color castaño, para luego desaparecer a la izquierda del aparato de una manera casi instantánea, como si se hubiera vuelto repentinamente invisible. P da cuenta al centro de mando para la navegación aérea de Reims, que no tiene ninguna información sobre alguna presencia del móvil aéreo en la zona. Sin embargo, aplicando los procedimientos existentes, Reims informa al Centro de Operaciones de la Defensa Aérea (CODA) de Taverny sobre la observación hecha por la tripulación, y pide a P aplicar desde el aterrizaje el procedimiento de "Airmiss".

CODA ha efectivamente registrado al mismo tiempo una señal de radar iniciada en el centro de control de Cinq-Mars-la Pile, que corresponde en lugar y en hora al fenómeno observado. Esta señal del radar, que fue registrada durante 50 segundos, cruza la trayectoria del vuelo AF-3532, y no corresponde a ningún plan de vuelo notificado. Es necesario hacer notar que el fenómeno desapareció al mismo instante de la vista de la tripulación y de las pantallas del radar. Las investigaciones realizadas por CODA permiten a su vez excluir la hipótesis del globo meteorológico, así como conocer la distancia precisa del cruce de las dos trayectorias, y por consecuencia, de calcular en 250 mts de largo el tamaño aproximado del artefacto. Es necesario hacer notar que el Centro Regional de la Navegación Aérea (CRNA) Norte, que maneja 3,000 operaciones por día, no reportó más que tres casos (de este tipo), siendo uno de ellos el del vuelo AF-3532, en los últimos siete años.

CAPÍTULO 2

Casos aeronáuticos en el mundo

Conviene precisar que son considerados como casos aeronáuticos aquéllos que han sido observados desde aeronaves. Este capítulo describe cinco casos significativos procedentes de diferentes partes del mundo y que fueron objeto de una investigación por parte de las autoridades de los países involucrados. En cuatro casos los objetos se han detectado al mismo tiempo visualmente y por radar. En el quinto fueron observados por muchos testigos independientes.

2.1 Lakenheath (Reino Unido) (13-14 agosto 1956)

Las bases militares conjuntas de la Fuerza Aérea americana y la RAF en Lakenheath y Bentwaters se sitúan, la primera a unos 30 km al noreste de Cambridge, la segunda cerca de la costa Este de esta ciudad. Los objetos aéreos desconocidos, seguidos por sus radares en la noche del 13 al 14 de agosto de 1956, han sido juzgados como «no identificados» en el informe publicado en 1969 por la comisión Condon, encargada de evaluar los trabajos del ejército aéreo americano sobre los OVNIS (cf. capítulo 9). La revista "Astronautics and Aeronautics" publicó en septiembre de 1971 un estudio del caso Thayer, experto en radar de la comisión Condon, que se apoyó en parte sobre un estudio presentado en 1969 por el profesor Mac Donald, físico atmosférico. Para recordar, señalaremos que en muchas ocasiones, y de forma notable en 1976, Philippe Klass, editor de la revista "Aviation Week and Space Technology", intentó desvirtuar estos trabajos y encasillar el caso a una serie de eventos ordinarios (meteoritos, anomalías de propagación de radar, etc.). Los incidentes iniciaron en la base de Bentwaters, precedidos, entre 21 y 22 horas, por observaciones inusuales en el radar de control de aproximación, que no detallaremos aquí. Estos tuvieron lugar como sigue:

- A las 22 h 55 el radar detectó un objeto no identificado desplazándose de Este a Oeste por encima de la base, casi siempre a contra viento a una velocidad aparente de 2,000 a 4,000 millas por hora (mph) o 3,200 a 6,400 km/h. Ninguna explosión sónica se menciona. El personal de la torre de control de Bentwaters dice haber visto una luz brillante sobrevolando el terreno de Este a Oeste "a una velocidad formidable", aproximadamente a 1,200 m de altura. Al mismo tiempo, el piloto de un avión de transporte militar, sobrevolando Bentwaters a 1,200 m de altitud, declara que una luz brillante pasó bajo su avión volando "a una velocidad formidable".

Las dos observaciones visuales refuerzan la detección del radar.

- El operador de radar de Bentwaters señaló estas observaciones concordantes, las de radar y las visuales, al jefe de cuarto del centro de control de tráfico de Lakenheath, un suboficial americano a quien nosotros debemos un informe bastante detallado de estos avistamientos y los que siguen. El informe rendido, enviado en 1968 a la comisión Condon por el soldado ya retirado, es coherente, y no contradice, excepto en algunos puntos menores, los documentos del informe Blue Book (Libro Azul) de la Fuerza Aérea Americana; entre ellos, el télex autorizado, enviado al equipo de Libro Azul el día del incidente desde Lakenheath, y el informe dirigido dos semanas después a este mismo equipo por el capitán americano Holt, oficial de información de Bentwaters.
- El jefe de cuarto de la base de Lakenheath alertó a sus operadores de radar. Uno entre ellos detectó un objeto estacionario aproximadamente a 40 km al suroeste de la base, casi en el eje de la trayectoria del objeto supersónico visto a las 22 h 55. El jefe de cuarto solicita al radar de aproximación de Lakenheath, que confirme la observación. Los operadores de radar del centro de control de tráfico aéreo ven súbitamente al objeto inmóvil acelerar a una velocidad de entre 600 a 950 km/h. El jefe de cuarto previene al mando de la base. El objeto cambia muchas veces de dirección, describiendo segmentos rectos, de entre 13 y 30 km, separados por paradas bruscas de 3 a 6 minutos; su velocidad pasaba sin ninguna transición de cero a aproximadamente unos 950 km/h.

Las observaciones visuales hechas desde tierra confirman la gran velocidad y las sorprendentes aceleraciones. El télex reglamentario enviado por Lakenheath concluye: «El hecho de que las aceleraciones rápidas y las paradas bruscas del objeto hayan sido detectadas por el radar y observadas desde tierra dan una cierta credibilidad al reporte. Uno no cree que estas observaciones puedan tener cualquier origen meteorológico o astronómico».

- Al cabo de 30 a 45 minutos, la RAF mandó un caza nocturno Venom biplaza, a la persecución del objeto. El centro de control de tráfico aéreo de Lakenheath lo guió en dirección al objeto, a 10 km al Este del centro. El piloto detecta al objetivo visualmente y en radar, pero lo pierde más tarde. El centro lo dirige entonces a 16 km al este de Lakenheath; el piloto obtiene de nuevo un blanco y dice «mis ametralladoras están apuntadas al objetivo». Poco después pierde nuevamente el blanco, pero los operadores de radar aún lo siguen, informando al piloto que el objeto hizo un movimiento rápido para colocarse detrás de él, y que lo sigue a corta distancia. El piloto lo confirma. Observado por los operadores de radar, el piloto intenta durante aproximadamente 10 minutos todas las maniobras para colocarse de nuevo detrás del objeto (elevaciones en vela, picadas, giros continuos) sin lograrlo: en efecto, el OVNI lo sigue, a una distancia constante según los radares de tierra. Finalmente, por falta de combustible, regresa a su base, solicitando que le digan si el objeto persiste en seguirlo. El OVNI lo sigue, en efecto, a corta distancia, y luego se inmoviliza. Los operadores de radar verán enseguida al objeto efectuar algunos cortos desplazamientos, para partir después en dirección Norte a unos 950 km/h y desaparecer a las 3 h 30 fuera del alcance de los radares.

- Un Venom que fue enviado en reemplazo del primero debió regresar rápidamente a su base por problemas mecánicos, antes de haber podido establecer contacto con el objetivo. Thayer concluyó así su articulo en la revista "Astronautics and Aeronautics": "Si consideramos la alta credibilidad de la información y la coherencia y la concordancia de los datos aportados, así como su alto grado «de rareza», este caso OVNI es ciertamente uno de los más sorprendentes conocidos hasta hoy".

2.2 Un avión RB-47 en Estados Unidos (17 julio 1957)

Este caso, que figura en el reporte Condon como "no identificado", ha sido muy citado y estudiado desde hace 40 años. El físico James Mac Donald publicó los resultados de su investigación en 1971 en la revista "Astronautics and Aeronautics". Philippe Klass, el periodista mencionado, se esforzó para dar entonces, en 1976, una interpretación trivial de los hechos, cuestionándolo fuertemente desde el principio. Esta interpretación fue refutada en lo esencial a fines de 1997, al término de una investigación profunda, contenida en una memoria del investigador en técnicas aeroespaciales Brad Sparks.

Nosotros resumimos aquí los hechos importantes del caso, que trata de un objeto volador luminoso no identificado descubierto de noche, no solamente visualmente y por radar, sino también por emisiones de microondas emitidas desde su dirección:

El RB-47 era un bombardero en el que su compartimento de bombas había sido modificado para acoger a tres oficiales dispuestos con medios para detectar transmisiones de radar desde tierra, y de precisar su dirección en azimut, mas no su distancia ni la naturaleza de sus señales.
En la zona Centro Sur de los Estados Unidos, donde el avión efectuó ese día un vuelo de práctica, numerosas estaciones de radar emitieron señales cuyas frecuencias eran cercanas a los 3,000 MHz y las pulsaciones tenían una duración de 1 micro segundo continuas cada 600 micro segundos. Estos radares barrían el horizonte cuatro veces por minuto.

Otros tres oficiales (piloto, copiloto y navegante) viajaban en la cabina y de esta manera, podían ver al exterior del avión. Los seis oficiales fueron interrogados por Mac Donald en 1969. Ellos relataron que:

- El primer incidente se produjo, probablemente hacia las 9 h 30 TU (3 h 30 hora local), en el momento que el avión, remontando el golfo de México hacia el Norte, alcanzaba la costa un poco al Este del delta del Mississipi, volando a Mach 0.75. El capitán Mac Clure detectó sobre su pantalla una señal correspondiente a una fuente de microondas situada atrás y a la derecha del RB-47 (en dirección "5 horas"), que rebasó rápidamente al avión y giró alrededor de él para volverse sobre su izquierda en dirección opuesta (dirección entre "6 y 9 horas"). La fuente era por consiguiente aerotransportada y supersónica. Mac Clure describió las características de las señales: eran iguales a las de los radares de tierra mencionados, a excepción de la duración de sus impulsos, con valor de 2 micro segundos. Él no reportó este incidente inmediatamente, pensando que se trataba quizá de un defecto de electrónica. Como lo escribió Klass, no existía en ese tiempo, ni en los Estados Unidos ni en URSS, un avión supersónico bastante grande para transportar un radar cuya señal tuviera los rasgos observados.
- El siguiente incidente se produjo a las 10 h 10 TU, en Louisiane, cuando el comandante Chase, piloto, y el capitán Mac Coyd, copiloto, vieron una intensa luz blanca azulada dirigirse hacia el avión en dirección "11 horas", tras brincar de su izquierda a su derecha y desaparecer cuando se localizaba en dirección "2 horas". Klass argumentó que este objeto era quizás un meteorito cuya trayectoria provocó una ilusión óptica, pero, en aquel momento, Chase y Mac Coyd preguntaron si no se trataba de un OVNI. Mac Clure, oyéndolos, recordó su detección anterior, y buscó una señal de la misma naturaleza.
- Encontró esta señal a las 10 h 30 TU, idéntica a la anterior, y, por casualidad quizá, procedente de la dirección "2 horas". Esta señal fue confirmada por el capitán Provenzano, cuyo detector era también capaz de operar alrededor de los 3,000 MHz. No podría ser la señal de un radar fijo, porque su ubicación a las "2 horas" permanecía invariable a pesar de que el avión siguió su camino varios minutos hacia el Oeste. El avión penetró en Texas, quedando entonces al alcance del radar de Utah, situado cerca de Dallas. La tripulación informó a Utah que detectó a la vez al avión y a un objeto que lo seguía a una distancia constante de 18 km.
-A las 10 h 39, todavía en Texas, el comandante Chase percibe una luz roja de gran tamaño que calcula se mueve a 1,500 m más abajo que el avión, visiblemente en la dirección "2 horas". El avión volaba a 10,500 m de altitud y el tiempo estaba perfectamente claro. Aunque el comandante no pudo determinar la forma ni el tamaño del objeto, él tuvo la clara impresión de que la luz emanaba de arriba del mismo.
- A las 10 h 40, recibe la autorización de perseguir a este objeto y advertir a Utah. El objeto redujo la velocidad para enseguida acelerar; Utah informa (al avión) que el objeto copia todos sus movimientos manteniendo una distancia constante de 18 km.
- A las 10 h 42, Chase acelera y ve al objeto rojo girar a la derecha en dirección de Dallas; esto fue confirmado por Mac Clure.
- Hacia las 10 h 50, un poco al oeste de Dallas, el objeto se detuvo, y desapareció simultáneamente de la detección de los radares (Utah y el radar de abordo que venía detectando al objeto desde que el RB-47 se le había acercado) y de la pantalla de Mac Clure (la desaparición del objeto sobre la pantalla del radar es menos asombrosa en nuestros días; sugiere las técnicas de sigilo activo actualmente en desarrollo, vistas en servicio). El avión gira entonces a la izquierda. Mac Clure recuperó una señal que quizá fue la de Utah. El contacto visual fue recuperado, así como el contacto radar.
- A las 10 h 52, Chase vio al objeto desplomarse aproximadamente 4,500 m. Chase efectuó en el RB-47 un picado de 10,500 m a 6,000 m. El objeto desapareció entonces simultáneamente de su vista, del radar Utah y de la pantalla de Mac Clure.
- A las 10 h 57, todavía cerca de Dallas, el objeto reapareció sobre la pantalla de Mac Clure, y Utah indicó que había hecho un informe CIRVIS (Instrucciones para Comunicaciones de Inteligencia para Reportar Avistamientos Vitales), reporte de radio urgente y secreto, destinado a la comandancia de Defensa Aérea, obligatorio en caso de observación de un objeto aéreo no identificado por el Ejército del Aire. A 10 h 58, el piloto recuperó un contacto visual a las "2 horas". Algunos minutos más tarde, viendo bajas sus reservas de combustible, decidió regresar dirigiéndose apreciablemente hacia el Norte, a la ciudad de Oklahoma. El objeto se colocó entonces detrás del avión, a 18 km de distancia como lo especificó Utah, que intentó enviar aviones caza a la persecución del objeto desconocido. Éste, volando más abajo que el RB-47 y detrás de él, no podía verse desde la cabina del piloto, pero se detectó en la pantalla de Mac Clure hasta el espacio aéreo de la ciudad de Oklahoma, más allá del alcance del radar de Utah. Repentinamente desapareció de la pantalla a las 11 h 40.

2.3 Teherán (18 al 19 de septiembre de 1976)

Este incidente se produjo durante la noche del 18 al 19 de septiembre de 1976. Diferentes periódicos del mundo lo redactaron más o menos fielmente, por ejemplo France-Soir en su número del 21 de septiembre. Un ciudadano americano gestionó laboriosos trámites ante las autoridades americanas para obtener un informe, invocando la Ley sobre la Libertad de Información. Finalmente, lo obtuvo a través de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA).

Como éste, otros documentos americanos fueron obtenidos posteriormente.

Las entrevistas con los generales y el controlador aéreo Iraní implicados en este caso, y principalmente gracias a la mención esmerada de nombres, permiten apoyar y completar el informe de la DIA. Su lectura en conjunto se resume de la siguiente manera:

- Alrededor de las 11 horas de la noche del 18 de septiembre, la torre de control del aeropuerto de Teherán recibió varias llamadas reportando un extraño objeto luminoso inmóvil en el cielo, sobre la zona residencial de Shemiran, en la parte norte de la capital. El responsable del equipo nocturno, Hossain Perouzi, salió a observar el objeto con binoculares. Testificó haber visto un rectángulo, correspondiente probablemente a un objeto cilíndrico, con luces pulsantes de color blanco azuloso en los extremos. En medio del objeto, una pequeña luz roja describía un círculo. Perouzi dió cuenta de esta extraña observación al comandante del Ejército Imperial del Aire, quien alertó al general Youssefi, tercero al mando de este ejército. Éste salió a su balcón y vio un objeto parecido a una estrella, pero mucho más grande y más brillante; él ordenó el envío de un avión de reacción Phantom F-4 dirigiendo la misión por medio de Perouzi.
- Cuando el F-4 se ubicó a 45 km del objeto, sus instrumentos de vuelo y todos sus medios de comunicación (radio e intercomunicador) dejaron bruscamente de funcionar. El piloto detuvo la intercepción y se dirigió de nuevo a su base. La tripulación recuperó entonces el uso de sus instrumentos y de sus comunicaciones.
- Un segundo F-4 es enviado por el general Youssefi. El eco del OVNI sobre su pantalla es similar al de un Boeing 707. El F-4 se acercó al OVNI a una velocidad aproximada de 280 km/h. Cuando se ubicó a 45 km de éste, el OVNI aceleró y se detuvo a la misma distancia de 45 km del F-4. La tripulación no pudo distinguir la altura del objeto visualmente, porque brillaba intensamente. Su emisión de luces venía dispuesta en forma de rectángulo, pasando rápidamente del azul al verde, al rojo y al naranja.
- De repente, un objeto brillante, con un diámetro aparentemente de la mitad o la tercera parte de la Luna, salió del OVNI y se dirigió rápidamente hacia el F-4. El piloto intentó lanzar un proyectil Sidewinder hacia el objeto, pero en ese mismo momento su tablero de control de tiro y sus medios de comunicación (radio e intercomunicador) se inutilizaron. Entonces efectuó un giro repentino y en picada, pero el objeto cambió de dirección y siguió al avión a una distancia aproximada de 6 km. Finalmente, el objeto rebasó por dentro del giro al F-4 y regresó para reintegrarse al OVNI del que había salido.
- Poco después, un nuevo objeto salió del OVNI y se dirigió rápidamente hacia tierra, en forma vertical. La tripulación del F-4 esperó verlo explotar, pero el objeto parece haberse detenido muy suavemente y despidió una luz muy viva de 2 a 3 km de diámetro hacia el aire. La tripulación, momentáneamente deslumbrada, sobrevoló durante el tiempo necesario para recuperar su visión nocturna antes de regresar al aeródromo de Teherán. Notaron la pérdida de sus comunicaciones (radio e intercomunicador) cada vez que su avión cruzaba cierta zona. Coincidieron al precisar que un avión civil también perdió sus comunicaciones cuando cruzó la misma zona. En el día, la tripulación fue conducida en helicóptero al lugar donde aparentemente había aterrizado el objeto: un lago seco, pero al parecer no se encontró ningún rastro.

Una nota anexa de la DIA es tan asombrosa como el informe mismo; ésta especifica que la información fue confirmada a través de otras fuentes, y terminaba con esta apreciación: «Un informe notable. Éste es un caso clásico que reúne todas las condiciones requeridas para un estudio válido del fenómeno OVNI:
a. el objeto fue visto por múltiples testigos situados en diferentes lugares...,
b. la credibilidad de muchos de los testigos es grande (un general del aire, tripulaciones calificadas y controladores aéreos experimentados),
c. las observaciones visuales fueron confirmadas por radar,
d. efectos electromagnéticos similares fueron reportados por tres tripulaciones distintas,
e. hubo efectos fisiológicos en ciertos miembros de la tripulación (pérdida de la visión nocturna debido al brillo del objeto),
f. los OVNIS mostraron un extraordinario grado de maniobrabilidad».

El intento de Klass por trivializar este caso demuestra su consistencia.

2.4 Rusia (21 de marzo de 1990)

Este caso sucedió durante la noche en la región de Pereslavl-Zalesski, al Este de Moscú. Fue reportado por un artículo del general de aviación Igor Maltsev, comandante de las Fuerzas de Defensa Aérea, aparecido en el periódico "Rabochaya Tribuna" (Tribuna de los Trabajadores) el 19 de abril de 1990: "OVNIS en los radares de defensa aérea" (cf. el libro de Marie Galbraith citado en el capítulo 9. l).

En él se menciona el envío de aviones de combate en misión de intercepción de OVNIS detectados. El general Maltsev, quien hizo la síntesis de más de cien observaciones visuales recopiladas por los comandantes de unidad, declaró:

''Yo no soy un especialista de los OVNIS, y por consiguiente sólo puedo relacionar los datos y expresar mi propia hipótesis. Según los datos recogidos por estos testigos, el OVNI era un disco con un diámetro de 100 a 200 metros. Dos luces parpadeaban sobre sus costados... además, e1 objeto giraba alrededor de su eje y efectuaba un movimiento en forma de S a la vez que planeaba vertical y horizontalmente. Después el OVNI permanecía estacionario sobre el terreno, para enseguida levantar el vuelo a un velocidad de dos a tres veces superior a la de los aviones de guerra modernos... Los objetos volaban a altitudes superiores de 100 a 7,000 mts. El movimiento de los OVNIS no era acompañado por ninguna especie de ruido y se caracterizaba por una sorprendente maniobrabilidad. Los OVNIS parecían completamente desprovistos de inercia. En otras palabras, ellos tenían de una manera u otra dominada la gravedad. Actualmente, algunas máquinas terrestres no podrían apenas presentar tales características».

2.5 San Carlos de Bariloche (31 de julio de1995)

Fuente SEPRA
El vuelo de Aerolíneas Argentinas AR-674, un Boeing 727 proveniente de Buenos Aires, se halla a 140 km de San Carlos de Bariloche, estación turística de los Andes central donde se prepara para aterrizar. En ese preciso momento, una avería eléctrica sumió a la ciudad en la oscuridad y el piloto recibió la orden de mantenerse en espera por algunos minutos antes de hacer su aproximación final. Al iniciar la maniobra, el piloto observa una estrella rara. En ese momento el centro de control pone en espera a un segundo avión que arribaba al sector. El vuelo AR-674 prosigue su acercamiento, pero cuando estaba acabando de virar en el eje de la pista, un objeto semejante a un voluminoso avión aparece sobre su lado derecho y vuela paralelamente a él. Este objeto posee tres luces, una roja en medio. Las luces del aeropuerto se averían de nuevo, y también la señalización de la pista y de la barandilla de aproximación se apagan; el avión en espera observa este fenómeno desde su posición.

El piloto, sin poder efectuar su aterrizaje, acelera de nuevo y efectúa un nuevo giro para presentarse al eje de la pista. En ese instante, el objeto se vuelve luminoso, pasa detrás del avión, se detiene, y sube en vertical para detenerse de nuevo. Vuelve a pasar delante del avión antes de desaparecer definitivamente hacia la Cordillera de los Andes. La tripulación, los pasajeros del vuelo AR-674, los del otro avión, así como los controladores del aeropuerto y un grupo de habitantes de San Carlos presenciaron, asombrados, esta insólita danza aérea.

Este caso es interesante por más de un motivo:
- la observación corroborada de múltiples observadores independientes, en vuelo y en tierra,
- la duración de varios minutos del fenómeno,
- trayectorias diferentes a las adoptadas por los aviones,
- la observación de un fenómeno electromagnético (extinción de las luces de la ciudad y del aeropuerto) en relación directa con la presencia del objeto.

CAPÍTULO 3

Casos de avistamiento desde tierra

Este capítulo trata casos de avistamiento desde tierra, dos de ellos reportados al comité por los testigos directos de los fenómenos observados. De nuevo, sus testimonios son mucho más interesantes al pertenecer al campo de la aeronáutica y porque los fenómenos fueron observados de día.

3.1 Fenómeno observado por numerosos testigos en Antananarivo (16 de agosto de 1954).

Testimonio ante el comité
Edmond Campagnac (C), antiguo oficial de artillería y ex-jefe de servicios técnicos de Air France en Madagascar, hoy jubilado, vino a testificar ante el comité. El fenómeno descrito a continuación se produjo el 16 de agosto de 1954 en Antananarivo. Fue observado por centenares de testigos.

A las 17 h 00, cuando el personal de la agencia Air France esperaba la llegada del correo, alguien vio en el cielo una "gruesa bola" verde desplazándose a gran velocidad. Lo primero que pensaron los testigos fue que se trataba de un meteorito. El fenómeno desapareció detrás de una colina, pensando ellos que iría a golpear tierra y que escucharían la colisión.

Sin embargo ésta reapareció un minuto después. Pasó a través de los observadores, mostrándose como "un tipo de pelota de rugby metálica precedida por un objeto lenticular verde que claramente despedía flamas por detrás". Según estiman los testigos, la esfera tenía la longitud de un avión DC-4, o sea unos cuarenta metros. El objeto lenticular verde la aventajaba por poco menos de 40 m, con flamas por detrás suficientemente largas. El artefacto sobrevoló Antananarivo a una altura calculada entre 50 y 100 m, cálculo posible comparándolo con la altura de una colina vecina. En la medida que el artefacto se desplazaba, las luces de los campamentos se apagaron, y los animales se mostraron muy inquietos.

Tras haber sobrevolado Antananarivo, el artefacto partió hacia el Oeste. Mientras pasaba sobre el parque de cebras de la ciudad, el artefacto provocó en ellos una violenta reacción de miedo. Detalle sorprendente, puesto que normalmente estos animales no muestran ninguna agitación al paso de los aviones de Air France. Dos o tres minutos después, un artefacto idéntico fue observado a 150 km de allí sobre una granja-escuela. Ahí también, los animales entraron en pánico. Si el artefacto observado era el mismo que el de Antananarivo, su velocidad debió ser del orden de los 3,000 Km/h. A decir de C, el general Fleurquin, comandante en jefe de Madagascar, reunió una "comisión científica" para conducir una investigación sobre estos fenómenos. Ningún rastro de esta investigación pudo ser recuperado de los archivos del ejército aéreo; sin embargo, el boletín no. 6 del GEPA (Grupo de Estudio de Fenómenos Aerospaciales) del 2º semestre de 1964 describió ese avistamiento.

3.2 Observación de un platillo en tierra por un piloto (9 de diciembre de 1979)

Investigación del GEPAN/SEPRA y testimonio ante el comité.
El veterano teniente coronel del ejército del Aire, Jean-Pierre Fartek (F) es, en el momento de los hechos, piloto de un Mirage III en el 2º escuadrón de cazas de Dijon. Actualmente F es piloto en una compañía privada. F vive aún en el mismo pueblo cerca de Dijon. La casa se sitúa al final de una parcela donada en los campos. Aproximadamente a 250 m se encuentra un grupo de árboles de una altura media de 15 m como máximo. El 9 de diciembre de 1979 alrededor de las 9 h 15 de la mañana, F y su esposa observaron un objeto raro (desde ahora M) en el campo vecino a su casa; el clima y la visibilidad eran excelentes. Desde donde están, le calculan 20 m de diámetro y 7 m de ancho, en vuelo estacionario a 3 m de altura aproximadamente, delante del grupo de árboles que éste oculta en parte. En perfecta concordancia con su esposa, el testigo F lo describió así:

- tenía la forma de dos platillos sobrepuestos con contornos muy claros, invertidos el uno sobre el otro, no presentando ni ventanas ni luces,
- era de color gris metálico en la parte superior, y más oscura (azulado) en la parte inferior, con una separación perfectamente delimitada entre la parte de arriba y la de abajo. Esta diferencia de color no se debía a una diferencia de iluminación, considerando la posición del sol,
- siempre se movió en oscilaciones muy ligeras cuya frecuencia no era muy rápida, como algo buscando equilibrio,
- no hacía ningún ruido,
- no causaba ninguna turbulencia en la tierra ni en el momento del vuelo estacionario, ni en el momento de partida,
- no dejaba ningún rastro en tierra.

Después de observarlo por un tiempo que difícilmente calcula, F vio a M oscilar más intensamente, teniendo la impresión de que M se inclinaba un poco hacia adelante (como lo hace un helicóptero después del despegue al principio de su traslación horizontal). F ve a M partir en forma horizontal, a muy baja altitud, sin ruido, sin dejar estela, a gran velocidad y desapareciendo en el horizonte en pocos segundos. F declaró ante la policía de la base aérea de Dijon. Cree que otras personas han observado el fenómeno sin atreverse a ir a testificar, especialmente sus vecinos y sus hijos.

Este avistamiento de un piloto profesional experimentado en los fenómenos aeronáuticos, nunca recibió una explicación.

3.3 Un caso con múltiples testigos en una base de proyectiles rusos (28-29 de julio de 1989)

A la cabeza de los informes OVNI desclasificados por la KGB en 1991, figura un archivo relativo a una base de proyectiles del ejército, cerca de Kapustin Yar, en la región de Astrakhan donde está el campo de trabajo de Marie Galbraith (cf. capítulo 9. l). El público angloparlante tenía conocimiento de él por la revista Moscovita AURA-Z de marzo de 1993. Los militares, que pertenecían a dos centrales de la base, han hecho declaraciones manuscritas sobre sus observaciones visuales, realizadas en buenas condiciones de visibilidad. El archivo, incompleto, no refiere eventuales detecciones de radar. Comienza con un resumen breve del caso cuyo autor fue un oficial anónimo de la KGB, seguido de la relación de siete testimonios escritos a mano:

- Cinco testimonios, provinientes de la primera central, son del teniente Klimenko, de dos cabos y de dos soldados. Durante la noche del 28 al 29 de julio, estos militares estuvieron observando OVNIS, entre las 22 h 15 y 23 h 55, a una distancia de 3 a 5 km. Hasta tres objetos fueron avistados simultáneamente. Un objeto realizó, en silencio, movimientos desordenados, acompañados de salidas y paradas muy abruptas, con períodos de inmovilidad. Todos los testigos vieron un avión caza intentar acercarse a uno de los OVNIS, escapando éste a una velocidad relámpago, "dando la impresión de que el avión se quedaba inmóvil". Solo el avión se escuchó, a pesar que el OVNI debió haber alcanzado una velocidad supersónica.
- Otros dos testimonios, surgidos de una central cercana, refieren la observación de un OVNI, de las 23 h 30 a la 1 h 30, a una distancia que varía de algunos kilómetros a 300 m. Fue descrito por el subteniente Volochine como un disco de 4 a 5 m de diámetro, rematado con una cúpula semiesférica brillantemente iluminada. El subteniente adjuntó a su declaración un boceto del platillo. Éste se desplazaba a veces bruscamente, pero sin ruido, y a veces permanecía inmóvil a 20 o 60 m sobre tierra. En compañía del soldado Tichaev, Volochine lo vio emitir una luz verde fosforescente, inmóvil a 300 m de ellos y a unos 20 m sobre un depósito de proyectiles; éste iluminó el depósito con un haz de luz móvil durante algunos segundos.

En su reporte, coherente con el de su superior, el soldado Tichaev insistió sobre la ausencia de ruido provocada por el objeto, incluso a corta distancia, lo que le impidió confundirlo con un helicóptero. Los dos testigos, reunidos después de un tiempo por el equipo de guardia, habían avistado, durante dos horas, los movimientos del objeto encima de la central y de sus accesos.

CAPÍTULO 4

Encuentros cercanos en Francia

4.1 Valensole, Alpes-de-Haute Provance (1 de julio de 1965)

Investigación ampliada de la Policía Estatal de la Nación
El 1º de julio de 1965, en Valensole, Maurice Masse abandona su domicilio a las 5 de la mañana, y se dirige hacia su campo de lavanda situado sobre la meseta cerca del pueblo. Hacia las 6, antes de poner en marcha su tractor, enciende un cigarrillo, escuchando en ese momento un silbido que llamó su atención. Surgiendo detrás de un pedregal, vio a unos 90 m de él un objeto posado en su campo. Su forma le recuerda la de un automóvil "Dauphine" colocado sobre seis patas que surgían de un pivote central. Se acercó con cuidado, a una distancia de unos diez metros, pensando que quizás sorprendería a alguien intentando robar sus lavandas. Vio entonces a dos pequeños seres, de los cuales uno giró en su dirección, apuntándole con un tubo sacado de una especie de maleta colgada en su costado izquierdo. Maurice Masse precisó que estuvo completamente inmovilizado en ese lugar, entorpecido y paralizado, pero absolutamente consciente de los eventos que ocurrieron ante sus ojos. Los dos seres subieron de nuevo a su aparato. Él los observó, mientras estaban detrás de una clase de domo, y escuchó un ruido sordo en el momento que el objeto se levantó del suelo. De la misma manera, notó que el tubo que estaba debajo del objeto, al contacto con la tierra, empezó a girar, así como que las seis patas se plegaron bajo el aparato. El objeto ascendió verticalmente antes de inclinarse en línea oblicua y desaparecer más rápidamente que un avión a reacción. Maurice Masse permaneció paralizado durante unos quince minutos antes de recuperar su movilidad, después retomó su trabajo, y partió al pueblo a contar su historia a la policía, quienes tras haber tenido conocimiento del caso, lo cuestionaron acerca del suceso.

La brigada de policía de Valensole y la brigada de investigación de Digne, indagaron sobre este caso durante varios días. Las investigaciones de la policía establecieron la existencia, en el lugar indicado por Maurice Masse, de un agujero impreso en la tierra que penetró ese lugar. En su centro se encontró un agujero cilíndrico con una pared lisa de 18 cm de diámetro y 40 cm de profundidad. Al fondo de éste se encontraron otros tres agujeros angulosos de 6 cm de diámetro. A lo largo de la ruta de fuga del objeto, sobre una superficie de un centenar de metros, las plantas de lavanda estaban secas. Este fenómeno duró varios años, en el curso de los cuales el testigo probó inútilmente repoblar de plantas un área de varios metros alrededor de la marca.

A pesar de algunos elementos contradictorios en la narración de Maurice Masse, los elementos recolectados por las dos brigadas de policía confirmaron la veracidad de los hechos, en particular los efectos sobre el ambiente y sobre el testigo mismo, que, durante varios meses, durmió doce a quince horas por noche, tras la parálisis de la que había sido víctima. La investigación sobre la moralidad del testigo no reveló elementos particulares que permitieran sospechar un comportamiento mitómano o el montaje de una broma.

4.2 Cussac, Cantal (29 de agosto de 1967)

Investigación del GEPAN/SEPRA
Entre los casos OVNI, el caso de Cussac ocupa un lugar particular, ya que en 1978 una nueva investigación fue llevada, a título de ejemplo, a petición del consejo científico del GEPAN. El 29 de agosto de 1967, alrededor de las 10 h 30, en una bella mañana soleada en las altiplanicies del centro de Francia, dos jóvenes niños cuidan el rebaño familiar. Su perro les advierte que una vaca esta a punto de escapar del cercado. El muchacho, de trece años de edad en ese tiempo, sube para hacer regresar a la vaca, cuando distingue del otro lado del camino a cuatro niños que no reconoce. Sorprendido por lo que observa, llama a su hermana cuando distingue, detrás de los desconocidos, una esfera extremadamente brillante. Ellos comprenden entonces que no se trata de niños sino de pequeños seres negros cuyo tamaño no debía rebasar los 1.20 m. Dos de ellos están de pie al lado de la esfera, otro se arrodilló delante de ella y el cuarto, estando de pie, sostiene en la mano una especie de espejo que ciega a los niños. El muchacho intenta desafiarlos, pero los pequeños seres regresaron entonces precipitadamente a la esfera. Los niños los ven elevarse de la tierra y penetrar en la esfera por arriba, agachando la cabeza primero. La esfera parte con un siseo, y se eleva en el cielo describiendo un movimiento helicoidal continuo a una gran velocidad. El perro ladró, las vacas se pusieron a mugir y un olor muy fuerte llenó el aire. La investigación empezó en 1978 con un equipo de investigadores del GEPAN y de miembros asesores externos calificados, incluyendo a un antiguo juez de instrucción.

Los hechos importantes de esta nueva investigación no tratan ni los hechos, ni la narración, sino elementos nuevos, tales como testimonios secundarios recuperados en esos lugares, que aportaron algunas indicios suplementarios y reforzaron la credibilidad del caso. En particular, un policía que se encontró en el lugar inmediatamente después del incidente, había encontrado rastros en la tierra en el sitio indicado por los niños y notado el olor muy fuerte de azufre. De la misma manera, otro testigo se manifestó, reconociendo haber estado en un granero cercano al lugar, y recordando perfectamente el ruido de siseo muy diferente al de un helicóptero de la época.

Las reconstrucciones sobre el terreno, en presencia de los dos testigos principales, confirman tanto los relatos descriptivos como las circunstancias que siguieron a la observación. Los niños, en ese tiempo, hablaron de un fuerte olor a azufre, pero sufrían aparte de padecimientos de naturaleza fisiológica: sus ojos lloraban durante varios días. Estos hechos fueron constatados por el médico de familia y confirmados por su padre, entonces alcalde del pueblo. El magistrado, en la conclusión de esta investigación, dio su opinión sobre los testigos y sus testimonios: "No existe en estos diversos elementos ninguna falla, ningún conflicto que permita dudar de la sinceridad de los testimonios ni de considerar razonablemente una invención, una estafa, o una alucinación. En estas condiciones, a pesar de la edad de los testigos principales, así como lo extraordinario que parecen ser los hechos que ellos relataron, pienso que ellos realmente los observaron."

4.3 Trans-en-Provence, Var (8 de enero de 198l)

Investigación del GEPAN/SEPRA
El 8 de enero de 1981 en Trans-en-Provence, hacia las 17 h, un hombre que construye un pequeño refugio para una bomba de agua en su jardín, va a ser testigo de lo que quizá es uno de los casos más insólitos jamás visto y estudiado en Francia. Un reflejo del sol sobre algo moviéndose en el cielo llama su atención, permitiéndole observar el descenso, luego el aterrizaje brusco, de un objeto metálico silencioso sobre la explanada situada más abajo de su casa. Es de forma ovoide, no presenta ninguna saliente obvia, ala, timón o motor, que permita compararlo a cualquier aeronave. Después de que este objeto permaneció unos breves instantes sobre la explanada, sin emitir ningún ruido, despegó y desapareció a una velocidad muy elevada en el cielo azul. Este relato pudo haber parado en esta simple constatación visual, si no hubiera rastros y marcas mecánicas visibles en forma de corona que trasladaran el caso al campo de lo inexplicable.

La Policía Estatal y el GEPAN condujeron una profunda investigación, incluyendo muchas entrevistas con el testigo y sus vecinos. Las investigaciones sobre el terreno -obteniendo muestras de tierra y de vegetación, seguidos de análisis- mostraron, sin lugar a dudas, que se trataba de un pesado objeto metálico no identificado lo que realmente se posó sobre el terreno. El análisis de la vegetación obtenida en el sitio indicó que no se trataba de ninguna aeronave, sea helicóptero o vehículo militar, hipótesis éstas que habían sido consideradas y analizadas. La vegetación en el sitio de aterrizaje -una clase de alfalfa salvaje- estaba profundamente marcada y afectada por un agente externo que modificó profusamente su proceso de fotosíntesis. En efecto, la clorofila, así como algunos ácidos procesados de las plantas, presentaban variaciones importantes de concentración, variaciones que disminuyen alejándose del centro del rastro mecánico. Dos años después, estos mismos efectos desaparecieron completamente, revelando un tipo específico y particular de traumatismo. Según el profesor Michel Bounias, del laboratorio de ecología y toxicología vegetal del INRA que efectuó los análisis, la causa de las profundas alteraciones registradas en la vegetación hallada en este ecosistema, podría ser probablemente una poderosa pulsación del campo electromagnético en la gama de altas frecuencias (microondas). Los estudios y las investigaciones aún continúan en este caso, en el que se han explorado numerosas pistas.

Ninguna de entre ellas pudo satisfacer las condiciones suficientes para poder identificar con certeza el objeto que se posó en Trans-en-Provence el 8 de enero de 1981 y todavía menos para determinar su origen.

4.4 Nancy, Meurthe-y-Moselle, caso llamado "del Amaranto" (21 de octubre de 1982)

Investigación del GEPAN/SEPRA
El caso "del Amaranto" trata del avistamiento diurno de un testigo, investigador en biología celular, de un objeto que durante 20 minutos, permaneció en vuelo estacionario sobre su jardín. El testimonio grabado por la policía estatal, menos de 5 horas después de la observación, se resume como sigue:

- El 21 de octubre de 1982, regresando del trabajo, el testigo se encontraba a las 12 h 35 en su jardín, enfrente de su casa, cuando vio venir desde el Suroeste un artefacto volador que interpretó primero como un avión. El veía un artefacto brillante. Precisó que no había ninguna nube, que él no tenía el sol enfrente y que la visibilidad era excelente. La velocidad de descenso del artefacto no era muy grande, y pensó que iba a pasar por arriba de su casa. En un momento dado, se da cuenta de que la trayectoria del artefacto se dirige hacia él, aún alejado a 3 o 4 m. Este artefacto, de forma ovalada, se detuvo a un metro del terreno aproximadamente, y permaneció en vuelo estacionario a esa altura durante cerca de 20 minutos.
- El testigo precisó que había visto su reloj, por lo que estaba absolutamente seguro de la duración del vuelo estacionario del artefacto, que él describe como sigue: forma ovoide, diámetro de aproximadamente 1 m, espesor de 80 cm; la mitad inferior de aspecto metalizado, parecido al berilio pulido; la mitad superior de color azul verdoso en su centro. El artefacto al parecer no emitía ningún sonido, destello o fulgor, ni calor ni frío, ni tampoco magnetismo o electromagnetismo. Al cabo de 20 minutos, el artefacto se elevó bruscamente en vertical constante, trayectoria que mantuvo hasta que se perdió de vista. La marcha del artefacto era muy rápida, como bajo el efecto de una fuerte aspiración. El testigo especifica, para finalizar, que no había ningún rastro o marca en el suelo; la hierba no estaba carbonizada ni aplastada, pero él precisó que en el momento de la partida, la hierba se enderezó para retomar enseguida su posición normal.

El interés de esta observación, además de su rareza, reside en los rastros visibles dejados sobre la vegetación, y notablemente sobre un arbusto de amaranto cuyas hojas se deshidrataron completamente en los extremos, permitiendo pensar que fueron sometidas a intensos campos eléctricos. Sin embargo, a pesar del breve tiempo transcurrido, y de las condiciones de recopilación y conservación de las muestras, no se pudo verificar definitivamente esta hipótesis. De un estudio anterior sobre el comportamiento de las plantas sometidas a campos eléctricos se destaca que:

- el campo eléctrico, origen probable del enderezamiento de la hierba, debe haber pasado de los 30 kV/m,
- los efectos observados en el amaranto fueron probablemente el resultado de un campo eléctrico que, al nivel de la planta, debió haber pasado los 200 kV/m.

CAPÍTULO 5

Ejemplos de fenómenos aclarados

Los casos reportados en los capítulos anteriores quedaron inexplicados, a pesar de la riqueza de sus evidencias. Tales casos son la minoría. Muchas de las observaciones de fenómenos aéreos hechas en Francia, que los testigos no se explican y denuncian a la policía estatal, son aclarados después de una corta investigación del GEPAN/SEPRA: las causas son la Luna, planetas, aeronaves, globos meteorológicos, reflejos de faros del automóvil sobre las nubes, etc., y muy raramente se trata de fraudes. La investigación a veces aporta explicaciones más raras. Nosotros damos dos ejemplos:

5.1 Un objeto extraño cruza una carretera (29 de septiembre de 1988)

Investigación del GEPAN/SEPRA
Un mecánico que circulaba sobre la autopista París-Lille vio una enorme esfera roja cruzar el pavimento a unas decenas de metros de él y girar más abajo. Lanzando algunas reflejos luminosos y envuelto en un humo denso, terminó por detenerse en un campo. Perturbado por esta inquietante observación, el mecánico fue a dar cuenta a la policía de la autopista. La policía estatal, tras la orden del prefecto, cerró la autopista y una zona de varios kilómetros alrededor del objeto. El testigo principal y su familia son llevados al hospital, donde fueron sometidos a una serie de exámenes. Agentes de Seguridad Civil y de la Seguridad Militar partieron al lugar del incidente, cargados notablemente de contadores Geiger. Se esperaba, en ese tiempo, la caída del satélite soviético Cosmos 1900, equipado con un generador electro nuclear, por lo que algunas órdenes precisas habían sido dadas. Consultado, el CNES precisó inmediatamente que a la misma hora el Cosmos 1900 sobrevolaba el Océano Índico. ¿La esfera roja venía del espacio?

Avanzando con precaución, atendiendo sus detectores de radiación nuclear, los especialistas de seguridad se acercaron a una esfera de aproximadamente 1.50 m de diámetro. Bajo la fuerte iluminación de proyectores, observan que no lleva ningún rastro de calentamiento ni los considerables efectos mecánicos que produce una entrada atmosférica. Aparece intacta, y pequeños espejos tapizan su superficie. No se descubrió cerca de ella ni humo, ni radioactividad.

Se sabrá más tarde que esta esfera, destinada a servir como accesorio en un concierto de Jean-Michel Jarre, había caído del camión que la llevaba a Londres. Los pequeños espejos pegados en su exterior en poliestireno serían usados para reflejar los efectos luminosos del espectáculo...

5.2 Un intenso destello en un pueblo de Dombes (10 de marzo de 1979)

Investigación del GEPAN/SEPRA
El 13 de marzo de 1979, la brigada local de una pequeña localidad de Dombes fue alertada por un vecino que declaró haber observado por la noche del 10 a 11 de marzo, un objeto volador no identificado sobre el poblado. Durante su investigación, la brigada recolectó en total cuatro testimonios, de los que tres son totalmente independientes el uno del otro. El primer testigo, restaurador en el pueblo, describe el fenómeno como una masa luminosa, de color azulado y morado, de forma ligeramente oval y más o menos de unos quince metros de largo. Su intensidad luminosa era como la de la plaza del pueblo iluminada en pleno día, a tal punto que la iluminación pública, cuyo encendido es automático, se apagó. Otros dos testigos, quienes se encuentran en un automóvil cerca del pueblo, informaron que esta masa luminosa se encontraba sobre la carretera delante de su vehículo como a 2 m de distancia. Ellos precisaron a la policía que esta luz se apagó bruscamente después de un fulgor color naranja, declarando que se encontraba a ambos lados del destello. Por último, un cuarto testigo piscicultor, dijo haber sido despertado esa noche por un ruido sordo, y haber observado un intenso destello azulado. Al día siguiente, todos los siluros de sus cubos de explotación, fueron encontrados muertos. La presencia de una línea eléctrica que colgaba por arriba del cubo permitió a la policía orientar su investigación hacia fenómenos de origen eléctrico.

El GEPAN/SEPRA hizo lo mismo durante la investigación que condujo algunos días después. Inmediatamente se constató que la línea eléctrica de 10 KV que colgaba arriba de la cubeta se fundió. Información proporcionada por EDF permitió demostrar que esta línea contaba con una treintena de años, por lo que probablemente la corrosión y oxidación de los cables de aluminio, provocaron un efecto de arco de fuerza en la línea, probablemente sumado a un efecto corona. Esto explica por una parte el destello azulado y el ruido escuchado por el testigo, y por otra parte la extinción de la iluminación pública. El destello era, en efecto, lo suficientemente intenso como para activar la célula fotoeléctrica de encendido, que se encuentra cerca de la línea fundida.

Por último, los pescados murieron envenenados por las gotas de aluminio que cayeron en la cubeta durante varios minutos.

 

 

 

Atras

Continua

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