Nº 20 (08/01/07): SOCIALISMO SOBRE RUEDAS
Cada “revolución” tiene sus notas curiosas, y en el caso de la llamada “revolución bolivariana”, resalta el hecho de que los fervorosos revolucionarios que son nombrados en cargos públicos, a los pocos días se hacen con un vehículo último modelo, preferentemente una camioneta 4x4. Se dirá que es propio de todo venezolano comprar un carro apenas logra reunir un dinerito, es verdad. Pero también es verdad que el automóvil es el mas genuino símbolo del modelo capitalista, no en el sentido técnico sino en el sentido de ser aquella mercancía cuya historia concentra la exacción de excedente económico a la clase trabajadora en una infinidad de ramas productivas, desde el caucho hasta la silicona, desde el aluminio al vidrio, desde la goma al cobre, el cuero, los textiles, etc. El carro es una mercancía donde se emplean una o mas centenas de mercancías de otras ramas o industrias, localizadas en variados paises del tercer mundo subdesarrollado. Si hay una mercancía a la que los proletarios unidos pudieran hacer un boicot mundial con gran impacto sobre los centros capitalistas, es el automóvil. Pero en la mente de los pseudorevolucionarios bolivarianos de Venezuela no cabe ese pensamiento. A diferencia de esas recientes tendencias de revolucionarios que plantean la franca necesidad de hacer la revolución sin tomar el poder, los venezolanos que siguen a Hugo Chávez prefieren tomar el poder aunque no hagan revolución alguna. Los autodenominados chavistas son el mejor ejemplo de lo que el anarquista Holloway escribe en su querida Chiapas acerca de que el capitalismo existirá mañana porque hay quienes con su conducta harán que exista mañana. El capitalismo subdesarrollado y mediocre de Venezuela se reproduce día tras día desde la mente de los funcionarios pseudorevolucionarios “bolivarianos” que hablan de socialismo pero se afanan y ufanan de vivir como capitalistas a expensas de los dineros públicos. Para muestra, el recién nombrado Vicepresidente de la República, el siquiatra Jorge Rodríguez Gómez, a quien Hugo Chávez premia con el elevado cargo luego de haber presidido el Poder Electoral que organizó varias elecciones de dudosa legitimidad. El siquiatra el año pasado fue hospitalizado tras un accidente de tránsito, pero la noticia fue que el automóvil de su propiedad que venia manejando era marca “AUDI”, un vehículo fabricado para personas de mucha capacidad económica. En general los altos funcionarios gozan del mismo mal, y son afectos a adquirir los costosos vehículos Humear, que les da una sensación de poder. Toda la revolución vehicular de los chavistas ha dado como resultado que por varios años la venta de carros lujosos en Venezuela ha roto sus records históricos. Esto es una nota muy curiosa para una revolución, con excepción de la “revolución” nazi, durante la cual se rompieron los records de ventas de los lujosos Mercedes-Benz. No se puede negar, entonces, que la revolución bolivariana va sobre ruedas, mientras su gran timonel de cartón, Hugo Chávez, para diferenciarse viaja en costosos aviones…
Hosted by www.Geocities.ws

1