ORGULLO AYMARA
Soy un indio fornido de treinta años de acero
forjado sobre el yunque de la meseta andina
con los martillos fúlgidos del relámpago herrero
y en la del sol, entraña de su fragua divina.
El lago Titikaka templó mi cuerpo fiero
en los pañales tibios de su agua cristalina,
me amamantó la ubre de un torvo ventisquero
y fue mi cuna blanda la más pétrea colina.
Las montañas membrudas educaron mis músculos,
me dio la tierra mía su roqueña cultura,
alegría las albas y murria los crepúsculos.
Cuando surja mi raza que es la raza más rara,
nacerá el superhombre de progenie más pura,
para que sepa el mundo lo que vale el Aymara.
DANTE NAVA
(1898-1958)