La historia de Carminati y Fleco 4

Cambio de habito

Miré hacia arriba: las ventanas del edificio estaban rotas y quizas se habian mudado allí todos los murcielagos del mundo. Sin embargo no quise entrar porque pensé “¿Quien sabe que me haran esos murcielagos?”. Asi que seguí caminando promocionando mis productos del campo. Esta vez la cosecha de MariaJuana había estado muy buena, estaba virtualizante como la ultima vez. Caminé, caminé hasta que encontré una casa donde seguramente me iban a comprar, ¡la casa de Matienzo!. Toque timbre y enseguida Matienzo con su olfato para productos extra-combulcionistas me atendió. Me dijo que me iba a comprar todo. Carminati estaba sentado ahí tomando unos mates de MariaJuana. Me dijo que justo se estaba acabando la hierba MariaJuana y MariaJuana estaba en la cocina cebando mates. Matienzo me contó que extrañaba el polvo blanco, porque siempre le salian las peores tortas con esa harina con mescla de azucar, hileret, tiza y chocolate en rama blanco molido, pero que sus combulciones se multiplicaron con esa hierba maravillosa. MariaJuana llegó con una bandeja con ese polvo amigoso y unos mates de MariaJuana. Los mates estaban tan horribles porque MariaJuana se equivocó y en vez de de la hierba MariaJuana (si, la hierba es yerba y la cosecha MariaJuana Gonzales) le puso oregano, lechuga, radicheta y libustrin que tire el mate hacia el techo y el yeso del techo se desplomo desmayandome.

Cuando desperté, mi cabeza era un lugar donde se amontonaban latidos, luces brillantes, martillazos y un poco de niebla.

FIN