El Vikingo, un personaje singular

Continuan las aventuras de nuestro emblematico personaje, el Vikingo.
Una vez, cruzando por las calles de Barrio Parke con su barcaza, decide que era hora de llenar su amplia buzarda, asi que elije una casa, la cual saquea, rapta a las mujeres de la vivienda y luego la prende fuego. Mientras iba comiendo en su barcaza los frutos de su saqueo y enterraba su larga espada bastarda en las profundidades de las cavernosas partes de las mujeres que llevaba, decidio cobrar su tributo diario de bebida de la cerveceria Quilmes para bajar su comida.
Al llegar, un simpatico y atemorizado pueblerino le dice:
-Oh gran Vikingo, incinerador de pueblos, gran bebedor de cerveza, cooliador de los mejores coolos de estos parajes, por favor, le ruego, tome estos 10 litros de cerveza y no nos prenda fuego el rancho o sodomize a nuestras mujeres!
-HAR! -Fue la elocuente respuesta de nuestro heroe- Pero si es de mala calidad, boludo a cuerda, te va a pasar esto!
Y con toda su habilidad, eligio una mosca de las que rondaban su cuerpo, y le escupio un ojo. La mosca estallo en el aire en una bola incandescente y cuando cayo al piso solo quedaban sus cenizas.
El atemorizado pueblerino no pudo contener su vejiga y la vacio en sus pantalones del miedo.
Un niño vio todo esto, y feliz y contento corrio hacia el Vikingo y le dijo:
-Sos un idolo chavon! Dame tu autografo!
-HAR HAR HAR!!! Hare algo mejor por ti, pequeño.
Y le dio su figura de accion autografiada.