ORACIÓN FINAL
Padre, míranos con amor y fortalece el compromiso de comunión entre todos,
para que guiados por la luz del Espíritu Santo, llenemos el mundo de amistad
y solidaridad, de alegría y esperanza, de fe y verdadero AMOR. Amén.
|
|
Terminamos
la Oración
cantando a
María
la Madre
del Amor.
|
Poner más
corazón en la vida. |
Ambientación
La cordialidad, el calor humano, la
amabilidad, la cercanía, la familiaridad, esas cualidades por todos
deseadas cuando nos sentimos particularmente vulnerables y necesitados
de ayuda, cuando están presentes, generan salud. Su ausencia, en cambio,
disminuye la felicidad y la eficacia de nuestros quehaceres.
En las relaciones entre las personas es importante la actitud interior,
pero normalmente el exterior de una persona manifiesta lo que hay en el
corazón. Al corazón se le conoce, entonces, indirectamente, por lo que
de él expresa el rostro, por lo que dicen los labios, por lo que revelan
los actos, aunque también es posible una doblez o falsedad que lleve a
expresar lo que no habita en el interior del corazón.
Ojala nuestra vida, que siempre tiene que crecer en sabiduría y en
humanidad, tanto individualmente como en nuestras familias y grupos,
fuera una creativa escuela del corazón. Que a la sombra de nuestro
testimonio, a la luz de nuestro rostro, al amparo de nuestros
quehaceres, muchas personas se preguntaran de qué estamos habitados, de
qué está hecho nuestro corazón para ser capaces de sorprender con tanta
blandura y misericordia. |
Canto al Espíritu:
Ilumíname, Señor, con tu Espíritu, transfórmame, Señor, con tu Espíritu.
Ilumíname, Señor, con tu Espíritu, ilumíname y transfórmame, Señor.
Y DÉJAME SENTIR, EL FUEGO DE TU AMOR, AQUI EN MI CORAZON, SEÑOR. (Bis)
Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu, consuélame, Señor, con tu Espíritu.
Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu, fortaléceme y consuélame, Señor.
|
|
¡VAMOS HACIA EL AMOR!
No nos quedemos con el deseo, oh corazón, ¡vamos hacia el Amor! No
nos muramos con la nostalgia, oh corazón, ¡vamos hacia el Amor!
Anda, corazón, vayamos mientras vivimos, antes de que llegue el fin del
tiempo, antes de que nadie se interponga, ¡vamos hacia el Amor!
Abandonemos nuestras moradas. Nuestras miradas son para el Amor,
llevemos lejos nuestra pasión; ven, corazón, ¡vamos hacia el Amor!
Señor, Señor, sé Tú mi guía, que Tu Amor voy anhelando. A ti te busco
noche y día. Vamos, corazón, ¡vamos hacia el Amor!
Seamos compañeros los dos, los dos juntos, corazón, y vayamos hacia el
Amor. Compartamos nuestra suerte los dos y vayamos hacia el Amor,
corazón.
Antes de que arriben malas nuevas, o el destino nos destroce, o el ángel
de la muerte se adelante, ¡vamos hacia el Amor, corazón!
Consigamos la verdadera dicha. Anda, corazón, por todas partes busquemos
al Señor. ¡Vamos hacia el Amor!
Resonancia. |
|
De la 1ª Carta
del Apóstol San Pedro.
Vivamos intensamente en el amor |
“Purificados ya internamente por la respuesta a la verdad, que lleva al
cariño sincero por los hermanos, amaos unos a otros de corazón e
intensamente. Porque habéis vuelto a nacer, y no de una semilla mortal,
sino de una inmortal, por medio de la Palabra de Dios viva y permanente
porque «todo mortal es hierba y toda su belleza es flor de hierba: se
agosta la hierba y cae la flor. En cambio, la palabra del Señor
permanece para siempre». Y ésa es la palabra que os anunciamos”. (Cap.
1, 22 –25) Silencio. |
Canto:
Gracias quiero darte por amarme,gracias quiero darte yo a tí, Señor.Hoy
soy feliz porque te conocí,garcias por amarme a mi también.
YO QUIERO SER, SEÑOR AMADO,COMO EL BARRO EN MANOS DEL ALFARERO, TOMA MI
VIDA, HAZLA DE NUEVO,
YO QUIERO SER UN VASO NUEVO.
Te conocí y te amé, te pedí perdóny me escuchaste, si te
ofendí.Perdóname Señor, pues te amo
y nunca te olvidaré |
|
|
Teresa
de Lisieux nos escribe:
La oración
abrasa con fuego de amor.
«Un alma abrasada en amor no puede estarse
inactiva... Así lo entendieron los santos, y más especialmente los que
han llenado el universo con la luz de la doctrina evangélica. ¿No fue en
la oración donde san Pablo, san Agustín, san Juan de la Cruz, santo
Tomás de Aquino, san Francisco, santo Domingo y tantos otros amigos
ilustres de Dios bebieron aquella ciencia divina que cautivaba a los más
grandes genios? Un sabio decía: "Dadme una palanca, un punto de apoyo y
levantaré el mundo". Lo que Arquímedes no pudo lograr, porque su
petición no se dirigía a Dios y porque la hacía desde un punto de vista
material, los santos lo lograron en toda su plenitud. El Todopoderoso
les dio un punto de apoyo: El mismo, El solo. Y una palanca: la oración,
que abrasa con fuego de amor. Y así levantaron el mundo. Y así lo siguen
levantando los santos que aún militan en la tierra. Y así lo seguirán
levantando hasta el fin del mundo los santos que vendrán».
Silencio. |
Canto:
En el corazón de la Iglesia mi Madre . Yo quiero ser el Amor. (Bis)
|
|
|
Isabel de la
Trinidad nos escribe:
Creed en el
gran amor que Dios nos tiene
“Nosotros hemos conocido y
creído en el amor que Dios nos tiene (1Jn 4, 16). Este es el acto más
grande de nuestra fe. Este es el medio de pagar a Dios amor con amor. Es
el misterio escondido en el corazón del Padre (CoI. 1, 26) de que habla
San Pablo y que logramos, al fin, comprender con el alma estremecida.
Cuando nuestra alma llega a creer en ese gran amor con que Dios la ama
(Ef. 2, 4), se puede afirmar de ella lo que se dijo de Moisés:
Permaneció inquebrantable en su fe como si hubiera visto al Invisible (Hb.
11, 27). Un alma así, no se preocupa de gustos, ni de sentimientos. Le
importa poco sentir o no sentir a Dios, recibir de Él gozos o
sufrimientos. Ella cree en su amor. Cuanto más sufre, mayor es su fe
porque supera, por decirlo así, todos los obstáculos para descansar en
el seno del Amor infinito que sólo puede realizar obras de amor”.
Silencio y compartir. |
Cantaremos: LA BONDAD Y EL AMOR DEL SEÑOR, DURAN
POR SIEMPRE.
PADRENUESTRO
ORACIÓN DE PABLO VI
Danos, Señor, un corazón nuevo, que
sepa escucharte a Ti sólo, comprenderte sólo a Ti, desearte sólo a Ti.
Danos un corazón limpio, purificado por el arrepentimiento y por la
mortificación, que sólo conozca del mal lo que basta para evitarlo; que
en cada cosa descubra rayos de tu sabiduría y de tu belleza.
Danos, Señor, un corazón fuerte, que te ame con sinceridad, con ardor,
con sacrificio, que te sea fiel en cada hora, que convierta cada
obstáculo en estímulo, para amarte en mayor medida, cada falta en
contrición, cada dolor en ofrenda, cada acción en amor, cada gracia en
gozo.
Danos, Señor, un corazón dulce y grande, como el de María Santísima,
como el de tus Santos; un corazón amoroso, que de tu caridad saque
fuentes de caridad hacia el prójimo, y de la piedad y el servicio a los
demás, servicio y piedad para contigo, ¡oh, Dios Padre, Dios Hijo, Dios
Espíritu Santo!
Amen. |
Canto a María:
MADRE DE LOS JÓVENES. |
|
¡ATENCION!
Y
también te invitamos al grupo de oración que todos los meses se reúne
con nosotras. Este mes de Febrero será el domingo 22 a las 5 de la tarde
|
Grupo de Oración |
|