Quiero comenzar agradeciendo a todos y a todas por
acompañarnos en un día tan importante para nosotros. En lo personal, también
quiero agradecer a la vida porque ha sido muy generosa conmigo, sobre todo en
estos últimos 21 años al lado de Julio.
Veo muchas caras conocidas, pero entre ellas quiero
destacar la presencia de José, de Else y de Pimpo, los padres de Julio; Alba, mi madre; Nancy, la madre
de Andrea; Cristina, la madre de Andrés; Anaides, la
madre de Juan Manuel; Edith, la madre de Gastón, y quiero tener un recuerdo muy
especial para Ruben, el padre de Fernando, y para
Alba, la mamá de Walter, que si bien no están físicamente con nosotros, sé que
nos acompañan desde el alma. Todos ellos se movieron para que esta ley se
hiciera realidad. Algunos no llegaron a verla, pero otros sí, y ahora es el
momento de agradecerles a todos quienes lucharon por el reconocimiento de
nuestros derechos como seres humanos en un acto tan hermoso como es la entrega
mutua, no a quien nos impongan sino a quien nosotros elijamos.
Por eso es que quiero que brindemos por los que están,
por los que no están y por el derecho de todos y todas a formar nuestras
familias del modo que lo sintamos.
Gracias, y salud…