Expedición San José / Marmolejo.
Con los pantalones cada vez mas largos.
Texto : Carlos Anabalón.
Fotos : Gentileza portal AndesOutdoors.
Galería de fotos.

Integrantes :
Daniel Pereira (Jefe expedición)
Milton Saldivia
Claudio Lois
Pablo Arrué
Eduardo Espinoza
Carlos Anabalón

Para mi, esto comenzó cuando me inscribí en el curso básico en Marzo o Abril, escuché varias veces sobre este proyecto y siempre me preguntaba, por mi ignorancia en montaña, cual sería el "perfil" de los interesados. Estuve harto tiempo pensando en eso y siempre que alguien conversaba al respecto me ponía a escuchar. Hasta que pasó el tiempo y me dijeron "¿vai o no vai?", "voy poh" dije...

Viernes 10. En Baños Morales.
Eran como las 20:00 y estaba esperando a Pablo y Wally en el supermercado de la Escuela Militar. Nos juntamos, mas adelante, con Daniel y seguimos camino hacia Baños Morales. En la comisaría de San Gabriel dejamos la constancia de la expedición y seguimos rumbo al refugio. Llegamos en grupos separados (Pablo, Daniel, Wally y yo; Gualo con Valeria; Milton y Claudio que además traían el equipo de ski randonee y las raquetas que nos prestó la Escuela de Alta Montaña del Ejercito), además, estaban Moncho, Julio y Lidia, y otras personas que no conozco.
Comimos algo y nos fuimos a acostar porque ya era algo tarde...

Sábado 11. Empieza la caminata.
Nos levantamos como a las 07:00, tomamos desayuno y repartimos la tonelada de comida que llevábamos. Salimos del refugio como a las 10:15 luego de las fotos de rigor y nos fuimos en la camioneta de Julio, de Pablo y de Claudio hacia el puente colina.
Al final nos decidimos por las raquetas por sobre los ski ya que la diferencia de peso entre ambas era considerable, pero no así Claudio que eligió los ski.
Empezamos a caminar como a las 11:15 hacia el Valle de la Engorda. Wally, Lidia y Valeria tomaron un par de raquetas y nos acompañaron.
Después de un rato caminando empezaron a fallar algunas raquetas... eran livianitas, útiles pero muy básicas (ya había cotizado algunas pensando en comprar y la diferencia con estas era abismante). Las argollas de las taloneras se empezaron a abrir desarmándose, tuvimos que parar un par de veces a repararlas.
Al llegar al final del valle, justo en el inicio de la subida, descansamos un rato, comimos algo y tomamos un poco de jugo (unos ricos GO!), revisamos y arreglamos las argollas de las raquetas y nos preparamos para subir. Nos despedimos de las chiquillas quienes nos deseaban exito y nos sacaban hartas fotos.
Después de un rato subiendo por la nieve, nos pasamos al acarreo y nos sacamos las raquetas, Claudio dejó los ski "escondidos" entre las piedras y seguimos subiendo. Nos volvimos a meter en la nieve y seguimos caminando. Claudio, que andaba sin raquetas, se adelantó y llegó primero a Plantat. Como él tenía solo una parte de la pala, empezó a palear la nieve como pudo para despejar la entrada, al llegar yo lo ayude con el piolet esperando que llegaran las otras palas (ya era cerca de las 19:00). Del refugio solo se veía el techo, incluso dejamos algunas cosas apoyadas en él.
Ya dentro del refugio, elegimos los catres y flojeamos un rato, con Pablo comimos ravioles con queso rallado y atún (o choritos, ya no me acuerdo...).
Vimos que aún estaba la linterna que se le había quedado al "corresponsal" Fernando y toda la comida que habíamos dejado de la salida del 26/06 pasado (las nunca bien ponderadas Pastas 3 Minutos). Conversamos un buen rato, escuchamos los chistes horribles (y prohibidos en Canadá) de Claudio y nos reímos de muchas cosas (excepto de los chistes de Claudio). Al rato, Claudio prendió algo parecido a un soplete (su vieja cocina que parecía ser rescatada del Titanic) y dejó el refugio lleno de humo, pero la verdad es que se dedicó a fundir nieve para que el resto tuvieramos agua suficiente para hidratarnos (al parecer yo era el único que soportaba los jugos GO!.., ricos, muy ricos).
En ese momento Gualo ya no era mas Gualo, ahora era Gualdo o Gualdorf, daba lo mismo...
Conversamos harto rato pero ya estabamos cansados así que nos fuimos a acostar.

Domingo 12. Hacia nuestro primer campamento.
Nos levantamos, no muy temprano, tomamos un rico desayuno (leche con Milo, barritas de cereales, algo de pan y esas cosas), preparamos nuestro equipo y partimos. Eran las 10:00 e íbamos hacia el campamento de los 4.200 mts., Plantat está como a 3.100 mts.
La caminata estuvo pesada desde el inicio. Claudio andaba sin ski y no tenía raquetas así que iba caminando último.
Hicimos varias paradas cortas para tomar jugo y comer algo. El día estaba espectacular, hasta el momento era puro sol y muy poco viento.
Habíamos planificado caminar hasta las 18:00 pensando en llegar a nuestro destino, pero íbamos algo lentos así que como a las 17:30 paramos y buscamos el lugar menos expuesto al viento, ahí estábamos como a 3.900 mts., temprano ese día habíamos superado nuestro primer momento de intolerancia, ya vendría un par mas...
Armamos unas terrazas, levantamos unas murallitas de nieve y pusimos las carpas, nos encerramos a cocinar (con Pablo nos tomamos unas sopas para uno y comimos puré con atún, creo), fundir nieve (para el desayuno y los ricos GO!), conversar y acostarnos porque hacía harto frío.
A mi ya se me habían desarmado las raquetas nuevamente, pero iba a arreglarlas al día siguiente con un cordel salvador que siempre llevo en la mochila.
Gualo venía mas cansado que el resto y estaba algo resfríado, así que veríamos en la mañana como amanecería, ya que se sentía mal.

Lunes 13. Comienza una fuerte ascensión.
Al despertarnos, Daniel nos dice que Gualo no se siente bien y que prefiere no seguir subiendo. Luego de una acalorada conversación, decidimos que Él se quedaría en ese campamento a esperarnos hasta que bajáramos.
Salimos con nuestras nuevamente reparadas raquetas preparados para seguir subiendo (Claudio ahora iba con las raquetas de Gualdorf), ahora nos tocaba una inclinación mucho mayor al día anterior, por lo que la jornada se veía un poco mas pesada.
Luego de un rato en nieve decidimos subir por el acarreo, que eran 2 ó 3 aristas por las cuales subir (estabamos como a 4.200 mts y ya habíamos superado otro amague de acalorada discusión), parecía buena idea, pero al empezar a caminar por él mi mochila aumentó considerablemente de peso. Yo iba muy cansado y en una de las paradas pensé que no me iba a poder levantar.
Pero yo soy indestructible, así que superado el cansancio, gracias a la sobredosis de risa que ingeríamos en cada descanso, seguimos subiendo por un acarreo interminable. Ibamos con casco ya que por la inclinación una piedra que cayera y diera un par de botas podría causarnos grandes problemas.
Después de un rato caminando, Milton y Claudio iban en la delantera (había algo en esa dupla que no podíamos entender, amor y odio) y el resto un poco mas retrasados. Luego de un rato subiendo, paramos a descansar con una vista espectacular de todas las cadenas de cerros que teníamos en frente y que era donde estábamos metidos, era impresionante (Milton se comió mi maní que juró iba a devolverme y que aún estoy esperando).
Seguimos unos minutos mas, Claudio andaba mas arriba, y llegamos a una terraza bien grande, donde estaba Claudio. Ahí conversamos sobre que hacer, decidimos parar y armar campamento para descansar y no quedar fundidos en el acarreo siguiente que era el que daba a la cumbre. Estábamos a, mas o menos, 4.800 mts. y ya el viento, con su inseparable amigo frío, se estaba haciendo sentir a esa altitud.
Daniel se había pasado a nuestra carpa (o sea la de Pablo) y Milton y Claudio seguían en su nidito...
Comimos un rico arroz 5 minutos (por fin inventaron un arroz rápido, ya estaba aburrido de cocinar mas de 20 minutos para comer arroz en mis anteriores salidas de verano mochileando) con atún y choritos, abrimos los tarros con el abrelatas de Daniel, que fue recuperado del Titanic junto a la cocina de Claudio.
Mas temprano, Daniel había "amenazado" con picar su cebolla con atún y mayonesa pero se lo "prohibimos", sobretodo el "doctor" Arrué, que parece tener la nariz mas sensible que yo. La cebolla como que nos llamó la atención un poco, no así la mayonesa, porque ya sabíamos que se la pone hasta al confort. Después, sacó un cassette y empezó a retrocederlo con el infaltable lápiz Bic, le pregunté para que andaba con cassette y me dijo que andaba con un personal, "y que cassettes tienes?" dije yo, "Alberto Plaza y otro de marchas militares..." ¿¿¿???? será poh.
Bueno, Daniel no venía solo, incluía un set de plumas... así como Barbie y Kent, pero Daniel y plumas...
Esa noche dormí a saltos (había tenido un leve dolor de cabeza durante la subida que fue atacado a tiempo) pero sin problemas por la falta de oxigeno, como a las 03:00 a.m. desperté y también lo estaban Daniel y Pablo... mientras, al lado, se escuchaban los ronquidos que parecían ser de Milton...

Martes 14. Hacia el portezuelo.
Otra vez el ritual del desayuno y de la fundición de nieve... teníamos como meta llegar al portezuelo para hacer la cumbre del San José, así que partimos, Milton y Claudio primeros y nosotros un poco mas atrás... y otro acarreo mas por sufrir...
Luego de un rato subiendo y cuando tuvimos una mejor visión del "camino" vimos a Claudio un poco mas separado de nosotros caminando rápidamente. La jornada era larga y el portezuelo se veía bastante lejos.
Harta caminata, varias paradas para comer y tomar algo (otra vez los GO!), nos ibamos juntando y separando durante el trayecto, menos Claudio...
Un poco mas adelante, 2 ó 3 horas mas (por suerte el acarreo había terminado y ya íbamos sobre un sendero, matador pero sendero al fin y al cabo), Claudio ni se veía y Milton ya iba mas adelante, así que seguimos los 3 caminando pausadamente y casi con toda la ropa puesta ya que era mucho el frío.
Luego de un rato mas, llegamos a una lengua de hielo del glaciar, Daniel decidió que pasáramos encordados por mayor seguridad ya que estábamos muy cansados (en mi caso era primera vez que usaba crampones).
Empecé a mirar hacia el otro lado del glaciar y veo a Claudio que se devuelve a tomar la mochila de Milton y sigue caminando (después supe que le decían "mutante"). Milton se quedó esperándonos un rato hasta que se aburrió y siguió caminando, ya estaban al lado del campamento.
Cruzamos el glaciar (con un par de fotos incluidas) y seguimos caminando luego por el sendero, por lo menos se veía la carpa así que estábamos muy cerca. Al llegar nos ayudaron a armar la carpa porque estabamos cansados y había mucho viento y por ende frío. Esa jornada fue la mas agotadora hasta el momento, había durado como 8 horas (para Claudio fueron como 6 horas), al llegar no estaba Claudio, Milton me dice que había ido a la cumbre (el mutante). Pablo venía mas cansado que nosotros y parece que algo hipotérmico, así que nos refugiamos en las carpas para, de nuevo, el ritual de la cocina y la fundición de nieve (mas GO!).
Casi no comimos nada, teníamos muy poca hambre, tal vez por la altitud (5.450 aproximadamente). Intentamos comunicarnos por radio con Gualdo y no teníamos respuesta, pero si con el refugio en Baños Morales donde estaba Valeria.
Otra vez a dormir poco, esa noche dormí menos que la anterior y parece que Daniel y Pablo también durmieron poco... y al otro lado puros ronquidos... otra vez Milton...
De nuevo desperté como a las 03:00 y Daniel y Pablo también lo estaban. Cada vez que despertaba esperaba que fuera de día, porque cada momento despierto era interminable esperando dormir otro poco mas.

Miércoles 15. La primera cumbre.
Mucho frío por la mañana al levantarnos, la carpa estaba escarchada y los cierres tenían nieve. Dormimos con casi toda la ropa que teníamos, muchísimo frío por la noche. Los jugos estaban congelados.
Hoy era día de cumbre así que no había mucho apuro por salir. Casi no tomamos desayuno porque nadie tenía hambre y sueño tampoco, rara la cosa... así que un par de barritas de cereales y un galletón (que por esos días era migatón)... y mas GO! para el camino (Pablo ya estaba aburrido de tanto GO! y pagaba por otra marca de jugo, por suerte llevamos unos Hikory).
Empezamos a caminar como a las 12:00 por el sendero, la primera parte era una subida bastante expuesta al viento (que era mucho y muy frío), así que la hicimos con bastante calma (como era de esperar Claudio partió último y llegó primero). Cuando llegué arriba el viento era fuertísimo y heladísimo, Claudio estaba recostado en el suelo para poder evitarlo (por suerte él estaba abrigado con su chaqueta de ultra montaña), yo lo imité y esperamos al resto para seguir subiendo juntos (ya casi no teníamos pendiente que subir, era casí todo plano).
Llegamos hasta el cráter y se veían ambas cumbres (la argentina y la nuestra, la interesante). Yo esperaba ver una fumarola bastante notoria pero solo se veía una pequeña humareda a un costado al interior del cráter.
Pablo estaba bien cansado y se quedó con Milton protegidos del viento tras unas piedras. La vista era espectacular, yo no lo podía creer. Al noreste se divisaba el Marmolejo que esperaba impaciente al día siguiente para ser subido, y mas al noroeste y mas lejos, El Plomo que aún no he subido y que todavía me quita el sueño, pero eso es otro cuento.
Con Claudio y Daniel subimos los pocos metros que nos separaban de la cumbre (un poco hediondo a azufre el lugar). Claudio llegó primero, luego yo y después Daniel. Nos refugiamos tras las piedras de la cumbre (que es pequeña) debido al fuerte viento observando el cráter y la otra cumbre, la menos interesante...
Llegamos como a las 15:40 y nos felicitamos y nos pusimos a conversar de nuestras experiencias... en montaña.
Ya conocía un poco de la experiencia de Daniel así que hablé un poco mas con Claudio. Ahí me enteré que tiene como 18 años de experiencia, y yo ahí, que mi primer cerro fue el sobreexplotado Pochoco recién en Octubre o Noviembre del año pasado, ahí estaba yo a 5.840 mts de altitud luego de varios días de intensa caminata con una fuerte carga física y emocional pero con una satisfacción inigualable e impagable, no se que tan emocional fue para el resto, pero para mi fue increible, pensé en tantas cosas y en un par de personas que ojalá hubiesen estado conmigo en ese momento. De verdad que viví un sueño que tenía desde que subí el Pochoco por primera vez...
Después de unos pocos minutos, que parecieron eternos para mi, luego de una breve sesión de fotos con nuestra querida bandera chilena, decidimos bajar por el excesivo frío. Dejamos un par de testimonios y el banderín del club. Claudio tenía ganas de caminar así que se devolvió rodeando el cráter. Al bajar se veía una gran fumarola por el costado oeste del volcán, bastante lejos del cráter y otra mas pequeña al costado.
Luego nos juntamos cerca del cráter, solo faltaba Gualo, y nos dimos un gran abrazo cumbrero. Nos sacamos 2 fotos (ambas con la bandera del club y la bandera chilena), una con el cráter de fondo y otra con la siguiente víctima a nuestras espaldas, el Marmolejo...
Como el viento y el frío eran muy intensos y con el sentimiento de misión cumplida empezamos a bajar hacia el campamento.
Una vez que llegamos al campamento, nos metimos todos a la carpa de Pablo, creo que ya eran como las 19:00, y conversamos sobre que hacer al día siguiente. No teníamos comunicación con Gualo a través de los intercom ni del handy, pero si con Moncho y con Conaf, quienes tampoco sabían nada de Gualo. Barajamos varias alternativas, incluso que nadie subiera el Marmolejo. Al final nos decidimos por que Pablo y yo bajariamos donde Gualo, Daniel se quedaría en el campamento para servir de apoyo a Claudio y Milton que harían la siguiente cumbre bien temprano por la mañana.
Al rato llamamos a la reunión en la sede del club, Milton habló con Valeria contándole lo hecho hasta el momento y se escuchó un escándalo que parecían gritos y aplausos, parecía alegría...
Mientras descansábamos en la carpa (Milton ya se había ido a acostar), Claudio comenzó a conversar conmigo sobre trabajo (el stress informático que ya dejé de lado), pero consumió casi todo el oxigeno que había, hasta que se aburrió y se fue a acostar...
No teníamos hambre, solo nos limitamos a tomar ricos jugos y comernos una jalea (le teníamos ganas hace varios días).
Nos acostamos en el ambiente emplumado que había "diseñado" Daniel, y vuelta a lo mismo, dormir muy abrigados y despertando a cada rato.

Jueves 16. Gualo y la siguiente cumbre.
Esa noche dormí mejor, tal vez por la cumbre del día anterior. Me desperté bien temprano, estaba oscuro, y Milton y Claudio ya iban saliendo al Marmolejo. Milton se quejaba del frío en los pies pero yo seguí durmiendo, estaba calentito.
Nos levantamos y desarmamos la carpa, estaba escarchada nuevamente. Debíamos pasar a buscar a Gualo y llegar hasta Plantat si era posible. Daniel nos acompaño nuevamente hacia la lengua de hielo del glaciar. Nos volvimos a poner crampones para cruzar y cuando estaba listo me paré y me enganche un crampón con la polaina y la rompí, obviamente aproveche de caerme.
Cruzamos y nos despedimos de Daniel fijando las horas en que nos comunicaríamos. A los pocos minutos miro hacia el valle y veo la carpa de Gualo y alguien alrededor, por lo menos sabíamos que Gualo estaba ahí y aparentemente bien.
Bajamos bastante lentos e íbamos descansando cada cierto rato, se veía difícil llegar hasta Plantat con ese ritmo, pero era lo que había.
Cuando tratamos de comunicarnos con Daniel no pudimos, había interferencia, yo lo escuchaba pero no él a mi. Ahora si estabamos todos incomunicados entre si...
Bajamos hasta la terraza donde pusimos el campamento anterior (4.800 mts aprox.) y descansamos un rato. En el descenso siguiente bajaríamos hasta los 4.100 mts mas o menos, pero no bajaríamos por donde subimos el día Domingo, preferimos descender por el segundo canalón que mezclaba acarreo y nieve.
Mientras tanto, seguíamos intentado comunicación con Daniel o Gualo, pero nada de nada.
Yo iba bajando por la nieve un poco mas rápido que Pablo (en un momento lo veo bajando por el canalón a un costado algunos metros por sobre mi, luego de unos cuantos pasos siento un ruido y me dice que está bien y a los pocos minutos me grita desde abajo, se había deslizado sentado, tal vez por unos 40 ó 50 metros). Cuando llegamos abajo nos juntamos nuevamente. Ya estabamos en pura nieve así que nos pusimos las raquetas y empezamos la última bajada hacia el campamento donde estaba Gualo. La nieve estaba algo dura así que me saqué las raquetas y caminé sin ellas aunque hubiese nieve blanda, ya estaba cerca así que no me importaba enterrarme un poco en la nieve.
Al llegar veo que Gualo se había entretenido levantando una muralla de nieve, había hecho un baño y una entrada con antejardín (eran las 3 terrazas que habíamos ocupado en la subida). Además, estaba como Tom Hanks en la película "El naufrago", ahí tenía una pelota como amigo a la cual le había dibujado cara y la había nombrado "Wilson", la diferencia era que Gualo había hecho de la bolsa del supermercado su amigo y lo había apodado "Jumbo".
El abrazo, las felicitaciones y todo eso, además del Té calentito ya que Gualo tenía un termo lleno y un poco de jugo. Armamos la carpa ya que eran como las 18:00 y no seguiríamos hacia Plantat sino hasta el día siguiente. Conversamos como una tonelada, nos hicimos un coctel con unas galletas y el queso en láminas que me quedaba. Luego unas pastas 3 minutos mas otro poco de conversación y a acostarse porque había un viento muy helado.

Viernes 17. Expedición exitosa.
Ahora dormir era distinto, se podía hacer mas continuado que los días anteriores. Al despertarme veo que había nieve en el interior de la carpa e incluso dentro de las botas se había formado escarcha. El viento en la noche fue muy fuerte y había hecho entrar la nieve por el respiradero superior.
El clima se veía mal, al parecer estaba entrando un frente de mal tiempo y hacia la cumbre se veían viento y remolinos blancos muy grandes. No sabíamos nada del campamento superior pero era lógico que el viento allá arriba era mucho mayor al que teníamos nosotros.
Desarmamos todo, apenas comimos unas galletas y empezamos a bajar a Plantat. Al llegar vemos que estaban un par de caballeros de edad con raquetas modernas bastante distintas a las nuestras (les pedimos a ellos que avisaran en el refugio del club que estábamos bien), un austríaco y un chileno de guía, con muchísimo equipo y al parecer bastante caro, incluso tenían empotradores para afirmar el trípode de una cámara...
Como era de esperar, Gualo les puso sobrenombre a ambos, "chirigua" y "cepillín", y ambos eran "los beverly ricos", en lo único que se parecían a nosotros era en la linterna Doite...
Preparamos unas pastas 3 minutos y nos sentamos a comer, ya se habían ido los "viejitos" y los beverly ricos habían salido a skiar. Preparamos una jalea con duraznos (que habíamos dejado el Sábado) y las pusimos en la nieve a helarse. En eso llegan 4 personas del Wechupun (andaban en randonee) que querían ir a la cumbre y bajar el Domingo (difícil, muy difícil). Gualo los conocía e incluso aprovechó de ponerle sobrenombre a otro mas. Ellos almorzaron, volvieron los beverly ricos y en esos momentos vemos que, como a las 17:00, aparece Claudio por la nieve, luego Milton y Daniel mas atrás, venían con la excelente noticia de haber realizado la cumbre del Marmolejo, abrazos, felicitaciones y algo para tomar y comer porque andaban sedientos y hambrientos, así que jugos, mas pastas 3 minutos y la jalea con duraznos que habíamos preparado. Ellos prefieren seguir hasta Baño Morales así que preparamos nuestras mochilas y otra vez a caminar, empezamos rápido ya que la bajada queríamos hacerla con luz natural. Ya al llegar a la bajada estabamos juntos y mas relajados. Claudio recogió los ski que estaban "escondidos" (los vieron todos los que fueron a Plantat ese fin de semana) y seguímos hasta el Valle de la Engorda. Nos pusimos las raquetas, yo además la frontal, y seguimos caminando algo dispersos. Pablo y Claudio llegaron hasta el final del valle y me esperaron, mas atrás venía el resto. Ya estaba oscuro, al llegar Daniel nos dice que él esperaría ahí a Gualo y Milton y nosotros seguiríamos hasta las camionetas. Claudio venía cansado arrastrando los ski así que yo lo ayudé llevando uno.
Había empezado la parte mas corta pero la mas difícil, con ansiedad y mucho cansancio acumulado. Probablemente nos metimos a la mayor cantidad de hoyos durante toda esa semana y era difícil salir de cada uno de ellos, nos quedaba tan poco que nos tomabamos un tiempo en hacerlo. Ya en la última parte nos juntamos (expedición que sale unida vuelve unida), pasamos a la ùltima parte del camino y divisamos las camionetas con las luces encendidas y gente alrededor festejando, gritando y sacando fotos, muy emocionante. Recién en ese momento empecé a darme cuenta de lo importante que había sido para mi.
Estaba terminando una semana bien dura emocional y física pero llena de satisfacciones personales y grupales, ya que este era un logro de todo el club, que sin duda ahora está con los pantalones cada vez mas largos.

Con respecto al vestuario y equipo utilizado por mi, este fue de :
Botas de alta montaña
Polainas
Ropa interior (una tenida) de polipropileno
Pantalón de polar
2 Chaqueta de polar (ThermaFit y Windstopper)
Pantalón cortaviento e impermeable (Ultrex)
Chaqueta cortaviento e impermeable (Gore-Tex)
Poleras de poliester
Gorro de Polartec y otro para el sol
Pasamontaña de Polartec
Guantes de lana, polar e impermeables (3 pares)
Piolet de marcha
Casco
Crampones
Lentes de alta montaña (categoría 4)

Y como último dato, de comida llevamos :
Pastas 3 minutos y ravioles
Puré
Arroz 5 minutos
Queso Rallado
Sopas para uno
Jugos (muchos GO!)
Leche en polvo
Milo
Granola
Barras de cereales
Galletones y Brownies
Chocolates
Jaleas
Mayonesa (casi toda para Daniel)
Atún y choritos
Maní con pasas
Una incomprendida cebolla
Y otros que no recuerdo...

Si llegaron hasta acá, significa que el relato valió la pena leerlo, gracias y será hasta la próxima expedición...


Galería de fotos.

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