música y textos
reconocer
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Canciones escritas y compuestas en España y Luxemburgo entre 2002 y 2004. (amo los palíndromos) |
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1 | reconocer |
2 | quetzal |
3 | kitsune |
4 | sempre più rotondo e
splendente |
5 | sottovoce |
6 | nadie tiene un reloj
tan grande |
7 | alma nueva |
8 | gare centrale |
9 | wakan tanka |
10 | lugar |
Todos los temas, letra y música: Carlos Arboleda, © 2004 Carlos Arboleda López (SGAE).
reconocer
lanzas flechas hacia el sol
lo quieres derribar
cielo y tierra se encontrarán
me tienes que buscar
el invierno te atrapará
en la sala de estar
si estas ascuas se apagarán
yo debo continuar
tú que me has conocido:
qué ha devenido
esta piel circunscrita en mil
los senderos distintos
pactos secretos
la vida que no tiene fin
otra vez el rey carmesí
te viene a visitar
quiere tus cuentas ajustar
no vayas a flaquear
su dinero, sexo y poder
te intentan doblegar
de grilletes heridas son
lo tendrás que pensar
cada poro de ti hablará
tatuaje hecho de voz
las teselas encajarán
las tengo que ordenar.
quetzal
l’hypnose
du phénix convoite ta jeunesse.
rené
char. seuls demeurent.
(instrumental)
kitsune
buscando tanto tiempo una señal
buceando tan profundo siendo el mar
alzando el vuelo, alas de cormorán
clavando cada
pluma en cada vendaval
y al final, kitsune
dónde estás
bijou
mutante forma, espléndido animal,
la savia en un segundo, un tiempo
mineral
la magia del poeta, su reino de
clochard
el circo de las sábanas, una estatua
de sal
y al final, kitsune
derramar
tu luz
las dunas del desierto cambian de
lugar
escucho el mismo pulso, un barco sin
sonar
las marcas en las manos, de jano el
vigilar
rasgando las cortinas, las máscaras
de gas
y al final, kitsune
descubrir
tu faz.
sempre più rotondo e splendente
poi sempre più rotondo e splendente,
salire su da Monte Macco e riscaldare tutto.
La neve si sciolse e ogni cosa tornò normale, meno noi.
STEFANO BENNI. Il bar sotto il mare.
automáticamente
la vigilia me encuentra, es un
drumbox
paralíticamente
la rutina repite su
drumbox
los días de las aguas revueltas se irán
las noches de los vientos helados caerán
sobre la piel del tiempo
bajo el rostro del cielo
es un pulso que brilla
en mitad de la noche
piel arriba y abajo,
en el medio renace este
drumbox
sempre più rotondo e
splendente
voz sintáctica y mente
faz vacía y demente, es un
sottovoce
confieso que todo lo que confieso
lo confieso por tortura
que si callo algunas cosas es que
habitan
más allá de la locura
soy culpable de escanciar y de palpar
el sabor del desapego
ya perdí todos los trenes con sus
rieles
ya no voy, tampoco llego
reconozco que rompí los ligamentos
las caretas, las posturas
que nos atan a las tristes, negras
redes
del terror y la amargura
ceremonias sin inicio me iniciaron
ya no afirmo, ya no niego
mis pellejos disecados, los postigos
bien abiertos,
no es adiós, no es hasta luego.
nadie tiene un reloj tan grande
- Non era ancora la mia ora?
- Chi lo sa -dice il diavolo- nessuno ha un orologio così grande.
STEFANO BENNI. Il bar sotto il mare.
con tantas voces
no me puedo concentrar
en los signos que me guiarán
hasta entender
ese cambio de fase
el sentido que te puede hallar
interferencia
en la frecuencia de emisión
sigo las huellas de tu caminar
indiferencia
en cada campo de acción
mucho más no podré tolerar
una maleta
un mapamundi, un autocar
estoy cansado de peregrinar
una escopeta
sobre un plato va a estallar
por mucho tiempo ya no voy a dudar
era el futuro
era una fiesta en que bailar
los pisotones no se pueden evitar
una promesa
eran amigos, la paz
si no salían por la puerta de atrás
dando vueltas, dando y dando vueltas
de cabeza, la izquierda es derecha
dando tumbos, dando y dando tumbos
no sé a qué esperas para dejar de
escapar
ya nadie tiene un reloj tan grande
resistirás.
alma nueva
hoy vuelvo a empezar
tengo que encontrar
un verdadero modo de amar
recojo mis jirones para amasar
un alma nueva, resucitar
es duro aceptar
los pasos atrás
el daño que se hizo sin pensar
las consecuencias de no estar
la inmadurez en cada edad
es tiempo de hablar
para conectar
sobrevivientes del naufragio entrar
en nuestra propia humanidad
tiempo de volver a empezar.
gare centrale
ella lleva un traje de marfil
gafas negras, los guantes, el fular
los zapatos de bajo tacón
desesperan un morse circular
siembra de colillas
siembra de latidos
los andenes bajo un cartel
siempre espera un ángel
siempre un paralaje
siempre espera la salvación
la iconografía de ultramar
las funciones de resta y división
vuelve a la banqueta de estación
la revista, en espejos observar
mata el tiempo con una canción
las maletas, rezando en su lugar
siembra de hojas secas
lluvia de alas muertas
los horarios de la estación
siempre espera un guía
siempre espera el día
que regrese su corazón
sabe de memoria una lección:
reajustar siempre el campo de visión.
wakan tanka
(instrumental)
lugar
pasar un tiempo calmo, frugal
entre los flancos de una justa campal
ya la hoja seca hizo su carnaval
los intersticios se abren y en tu
lugar
qué hay
ocaso, viento, cañaveral
el horizonte que divide al mar
frontera tibia entre el ayer y el hoy
cae la coraza, empiezo a respirar
no sé entregar
siempre el viento sopló diferente
cada sitio habló siempre de ti
todo el tiempo estaba preparando
la vuelta hacia ti,
remanso, fuente,
lugar.
© 2009 Carlos Arboleda. Derechos reservados.