Encuesta Fin de Primer Ciclo para Secundaria

¿Te atreves a aplicarla a tus alumnos?

Terminado el curso escolar, entregadas las notas a nuestros alumnos, una vez tomadas todas las decisiones importantes respecto a su promoción al siguiente Ciclo, y a lo largo de esos escasos días que suelen situarse desde los exámenes finales y su despedida, es un momento ideal por muchos motivos para encuestar a nuestros alumnos sobre temas relacionados con la calidad de nuestra docencia a lo largo del curso o del ciclo recién concluido. Todos los profesores nos hacemos en esos momentos innumerables preguntas sobre cómo se ha desarrollado el curso que acaba de terminar, si cumplimos con nuestras previsiones, programaciones y espectativas, si conseguimos que la mayoría de nuestros alumnos cumplieran los objetivos marcados para las diferentes áreas, si los porcentajes de éxito y fracaso se han establecido dentro de los márgenes normales,..., y también somos muchos los que nos preguntamos sobre nuestra propia actuación delante de los chicos y chicas que hemos atendido.

Sin embargo, por mucho que nos esforcemos en intentar responderlas, debido a ese pequeño orgullo profesional que todos tenemos (evidentemente, en general hemos hecho nuestro trabajo lo mejor que pudimos, pusimos nuestro mayor empeño en que todo rodara lo mejor posible, que para eso somos profesionales de la educación...) somos los menos indicados para juzgar de una forma imparcial nuestra propia actuación, sobre todo porque vemos las cosas desde dentro, desde nuestro propio entorno de trabajo.

Por este motivo preguntar directamente a nuestros alumnos sobre las innumerables cuestiones que rodean al mundo educativo, y en especial sobre nosotros mismos es un reto al que no todos los profesores están dispuestos. Os puedo asegurar que personalmente, y durante los cinco últimos años encuesté a mis alumnos de Secundaria sobre la actuación de sus profesores, en especial sobre mi propia actuación (que es realmente la que más me interesa, a pesar de que en ocasiones se me acusó de intentar fisgonear en el submundo docente) y me llevé numerosas sorpresas respecto a la opinión que mis alumnos tenían de mí, como persona y como profesor. Siempre procuré hacer atractivas mis clases, puse un empeño constante en conseguir que mis alumnos se lo pasaran bien aprendiendo, combiné la metodología tradicional y las modernas técnicas de aprendizaje convencido de hacerlo lo mejor posible, casi, casi "mejor que nadie", dado mi espíritu perfeccionista,...,y sin embargo en opinión de mis alumnos (esto lo subrayo, y no se trata de ningún enlace) mi actuación, aunque queda bastante bien parada no aparece entre los ideales del profesor, y mucho menos del profesor perfecto, del favorito. Evidentemente tú también te llevarás infinidad de sorpresas si te atreves a indagar con tus alumnos sobre tu propia forma de actuar.

Hay un aspecto importantísimo que debemos tener en cuenta cuando analicemos los resultados de estas indagaciones : Nuestros alumnos tienen una visión muy particular de la forma de hacer del buen profesor  que casi nunca coincide con los ideales de nosotros, los adultos. Tienen un sistema de valores escolares totalmente distinto, en general, al nuestro. Y esto significa por un lado que, vistos los resultados de las encuestas, nosotros, los profesores no tenemos por qué cambiar nuestras actitudes ni valores educativos con tal de contentar a la mayoría de nuestros alumnos. Debemos seguir actuando como siempre lo hemos hecho, ya que se supone que siempre actuamos lo mejor que sabemos, como fruto de la reflexión personal que llevamos a cabo permanentemente a lo largo de nuestra experiencia profesional. Y por otro lado, puesto que los alumnos valoran los aspectos educativos de esa forma tan particular (por ejemplo, seguro que valorarían más alto a un profesor que les regala con demasiada frecuencia un rato de descanso o recreo que a otro que cumple religiosamente sus horarios lectivos y no perdona un sólo minuto de clase) determinados aspectos reflejados en la opinión de los chavales son simplemente eso, su opinión personal, la visión del colegio y de los profesores atribuible a chicos y chicas de entre 12 y 14 años de edad, y que seguramente cambiará con el paso del tiempo. Es, por tanto un punto de vista provisional, aunque por ello nada despreciable.

Por último, y para que nuestra encuesta tenga un mínimo de fiabilidad, debemos procurar llevarla a cabo en un momento relajado (por ejemplo, en una de las últimas tutorías del curso), debe ser anónima a pesar de que algunos alumnos te pedirán incluir su nombre o seudónimo  en las mismas (que tampoco supone ningún inconveniente, pues al estar concluido el proceso de evaluación deben saber que en ningún caso existiría la más mínima  represalia por sus respuestas), disponer del tiempo necesario para contestarla (una sesión de 50 minutos o 1 hora será más que suficiente), y eso sí, habrá que insistir en la confidencialidad de los datos que aporten, que nunca sobrepasará el ámbito del propio tutor, que es la persona ideal para aplicarla. También es importantísimo pedir a nuestros alumnos absoluta veracidad ante respuestas comprometidas, y sobre todo destacarles la importancia de que argumenten sus respuestas con el "por qué" de las cosas. La mayoría de las veces ese por qué es más importante que la opción elegida en sí.

Por lo demás, si eres respetuoso como profesor de la opinión que tienen tus alumnos sobre ti, sabrás valorar los resultados que vas a obtener con nuestra encuesta. Analízalos con detenimiento, pues no te obliga a cambiar lo más mínimo tu catálogo de valores profesionales, y extrae de sus respuestas las oportunas conclusiones. Aprenderás que nadie somos perfectos y te ayudará a comprender cómo y qué piensan de nosotros nuestros propios alumnos, cómo nos ven desde su particular punto de vista...

Nuestra encuesta consta de 12 items o cuestiones redactadas de la forma más simple posible y todas ellas relacionadas con el entorno vivido en la escuela o el instituto, aunque al tratarse de un documento abierto, como siempre, podrás modificarlo a tu gusto según tus necesidades particulares. Si lo deseas puedes descargarla en tu ordenador  dando un simple clic sobre el botón que aparece justo debajo de ella, realizar  las modificaciones que estimes conveniente, y aplicarla a tus alumnos de Secundaria.

CRB 2000, Junio de 2001.

CRB 2000 -ESPAÑA- Editor : [email protected]

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