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investigador de el aura humana ,incansable buscador de las claves universales.
Con mucha frecuencia algunos detractores de todo aquello que no llegan a comprender, o no han tenido la oportunidad de vivir, resuelven el tema de un modo dr�stico "esto no es cient�fico", y nombrada la tan tristemente citada frase se da por inv�lido todo aquello que no pertenece al canon de un pensamiento establecido o una experimentaci�n que no se logra generalizable. Sin embargo el m�s hermoso esp�ritu cient�fico lo he podido observar en los ni�os, cuando viven y juegan, cuando aprenden sin barreras y con la mente y el coraz�n abiertos; cuando adem�s experimentan y disfrutan con lo que est�n haciendo. El verdadero esp�ritu cient�fico no est� separado en lo m�s m�nimo de la vida, ni de la religi�n, ni de lo sutil; tiene que ver con una actitud ante la vida, una actitud que implique saber, saber de la verdad en un encuentro con lo que la naturaleza nos muestra, en un encuentro verdadero con los hechos y no con lo que opinamos sobre los hechos.
Yo le pedir�a a todos a los que la vida ha colocado en posiciones de investigaci�n y de responsabilidad en "lugares en torno a la ciencia", a los verdaderos buscadores y no a los que se esconden en sus propios sistemas de encasillamiento y de creencias que se abran a la clarificaci�n de los sucesos que la Geobiolog�a nos aporta. Que donde est� el error lo podamos desechar, y que todo lo aprovechable y lo por venir en estos dominios sean para el mayor crecimiento y desarrollo del colectivo del "hombre".
No pretendo con estas reflexiones hacer un planteamiento de los conceptos claves de la bionergia, o geobiologia que ya est�n bien desarrollados en distintas publicaciones, revistas y traducciones que tratan del tema para aquellos que quieran conocer a fondo y con claridad las distintas �reas de las que esta disciplina trata, a saber las energ�as que se encuentran en interacci�n con cada uno de nosotros en los lugares que habitamos; bien sean naturales de tipo cosmotel�rico, radiactividad, bien sean artificiales como la contaminaci�n electromagn�tica, materiales de construcci�n, bien sean sutiles como las emisiones de formas, bien las propias energ�as del ser humano en todo su potencial.
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