Lo cierto es que desde su candidatura, Madrid ha estado compitiendo con algunas de las grandes capitales del mundo como, París, Londres, Nueva York o Moscú; después de haber superado una primera fase de selección en la que se anticipó y, por tanto, dejó fuera de la competición, a ciudades como Roma o Río de Janeiro, entre otras.

Puede decirse que hemos asistido (y todavía estamos asistiendo) a una auténtica competición en toda regla para conseguir los tan deseados Juegos Olímpicos.

Desde que se hicieron oficiales las ciudades candidatas, todas ellas se afanaron en ofrecer sus más valiosos aspectos y mostrar al mundo entero su imagen más bella y encantadora. Pero, de hecho, estas ciudades se han convertido durante un tiempo en grandes superficies prácticamente intransitables para sus habitantes. Las numerosas obras que se han iniciado para dotarlas de aquellas infraestructuras necesarias para albergar a estos juegos, las han convertido en un lugar inhabitable. Infraestructuras deportivas, de alojamiento, de seguridad o de medio ambiente son algunas de las que requieren una mayor atención.