• SUSTRATOS
  • MEZCLAS DE SUSTRATO
  • PREPARAR LA TIERRA
  • CUANDO TRANSPLANTAR
  • PROCEDIMIENTO
  • A TENER EN CUENTA
  •  

     

    Importancia del sustrato.

    A la hora de transplantar lo primero que debemos considerar es en que sustrato va a vivir nuestro bonsai. Tengamos en cuenta que de usar una mezcla apropiada va a depender el correcto crecimiento y salud de nuestro árbol. Las características que debe reunir serán las siguientes:

    Buen drenaje.

    Capacidad de retención de agua.

    Capacidad de retención de nutrientes.

    Que permita al bonsai fijarse al suelo.

    El drenaje nos asegura que en el medio donde crecen las raíces no permanezca encharcado y posibilite renovar el aire. El elemento que en la mezcla de tierra proporciona este drenaje será picón (arena volcánica), arena de río o gravilla (2 a 6 mm. o mayor si la empleamos en prebonsai o bonsai de grandes dimensiones).

    La capacidad de retención de agua y nutrientes es responsabilidad de otro porcentaje importante compuesto por turba, akadama, tierra de jardín, arcilla... También cribaremos estos elementos y usaremos para nuestros bonsai la tierra de calibre similar a la usada para el drenaje.

    Aunque no hay una mezcla estandar, la que recomiendo es la siguiente, aunque cada uno en función de sus posibilidades, características de su árbol, lugar de residencia y ubicación del árbol, etc. Puede y debería variarla añadiendo o eliminando elementos y aumentando o disminuyendo las proporciones propuestas.

    2 partes de picón (arena de río, grava,...).

    1 parte de turba y tierra de jardín.

    1 de akadama (opcional).

    Además a mis mezclas suelo añadirle carbón, harina de soja, un poco de borra de café y cáscara de manices. La función de estos complementos es regular la acidez del sustrato y enriquecerlo con un aporte extra de nitrógeno y potasio.

     

    Cuando transplantar. El periodo de tiempo más apropiado para transplantar, en la mayoría de las especies, es el comprendido entre los meses de febrero y abril, o sea fnales de invierno y principios de primavera. Será el propio árbol el que nos de la señal para comenzar a transplantar. Y esta señal será en la mayoría de los casos el hinchamiento de las yemas que prepara al árbol para la brotación. En este momento procederemos a iniciar las tareas previas al transplante:

    Limpieza de herramientas, preparación de macetas y rejillas, preparación de la tierra, hormonas de enraizamiento, lugar donde se recuperará el bonsai del transplante, etc.

    Antes de transplantar será conveniente podar y limpiar de hojas y agujas secas resultantes del invierno. En canarias como la mayoría de las especies caducas no han perdido la hoja, realizaremos una ligera poda de aclareo e incluso defoliaremos las especies y árboles que lo permitan. Con el transplante reduciremos el cepellón cortando raíces. Al podar facilitaremos al bonsai su restablecimiento y evitaremos que seque ramas. Con menos raíces no puede alimentar el mismo número de ramas y hojas.

    Extraeremos el árbol de la maceta y con ayuda de unos palillos de madera limpiaremos de tierra las raíces (en coníferas respetaremos al menos 1/3 del cepellón, generalmente). En otras especies (ficus, olmos, olivos, acebuches, arces) podremos eliminar toda la tierra.

    A continuación peinaremos las raíces y recortaremos las más largas, aquellas que crezcan hacia arriba y las que crezcan en lugares no deseados. Obviamente, también eliminaremos las raíces secas y/o podridas. El momento del transplante es el ideal para observar la existencia de parásitos como nemátodos, cochinilla de raíz y otros.

    Una vez recortadas las raíces las espolvorearemos ligeramente con hormonas de enraizamiento y procederemos a colocarlo en la maceta en la posición y con el frente planeado. A partir de este momento toda nuestra atención se centrará en llenar la maceta del sustrato preparado y asegurarnos de que éste llena todo el interior de la maceta sin dejar huecos bajo las raices. Cuando hallamos acabado el transplante regaremos inmediatamente y si tenemos posibilidad sumergiremos unos minutos la maceta en una palangana de agua con super-thrive o vitamina B-1.

    A partir de este momento solo nos queda resguardarlo del viento y del sol fuerte y directo y esperar la nueva brotación.

     

    A tener el cuenta.

    Eliminar el exceso de hormonas de enraizamiento

    Fijarnos en la posición de plantado y si son macetas redondas o hexagonales en el frente de la maceta.

    Poner las rejillas a los agujeros de drenaje.

    Abrir agujeros nuevos si vemos que en las esquinas del interior de la maceta se acumula agua.

    Colocar una capa de tierra en el fondo de la maceta antes de colocar el árbol.

    Podar ligeramente el árbol y con mayor atención si transplantamos en una época fuera de la ya recomendada.

     

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