Euphorbia balsamífera y portulacaria, su cultivo no da prácticamente ningún problema. Son especies resistentes, acostumbradas a climas muy secos y calurosos aguantando largos periodos de sequía. Son ideales para cultivar en aquellas zonas donde las condiciones climáticas extremas dificultan el mantenimiento de otras especies menos resistentes.

Situación: en un lugar soleado; en verano también en el exterior.

Riego: Poco exigente en cuanto a riego. Puede pasar periodos más o menos largos sin regarse.

Abonado: Con un abono sólido, orgánico de liberación lenta una vez al mes. Se puede abonar durante todo el año.

Trasplante: Cada dos años.

Tierra: 2 partes de picón (arena volcánica) y 1 parte de turba. Podemos añadir algo de tierra de jardín. Importante que la mezcla drene bien.

Poda: Se pueden realizar podas de mantenimiento. Atención a la tabaiba dulce, podar en exterior o con precaución, contiene una savia lechosa que puede irritar la piel y gotea abundantemente.

Pinzado: El pinzado se realizará durante la época de crecimiento. Eliminaremos los brotes que no nos interesen.

Alambre: Se puede alambrar, aunque con precaución porque rompe con facilidad.

Obtención: Se puede obtener por esqueje muy fácilmente. Tomar un esqueje del grosor que se quiera y dejarlo secar al sol durante unas semanas. Después plantar y regar abundantemente y mantener húmeda. Sin encharcar. A los pocos días comenzará a brotar. Personalmente disuadiría a los aficionados canarios de recuperar cualquier árbol de la naturaleza, a veces, si realmente amamos los árboles, debemos dejar de lado nuestras ambiciones.

Enfermedades: Muy resistente a las plagas. Puede afectarle la podredumbre gris por un exceso de humedad

 El Bonsái (portulacaria afra)

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