Tomado del libro:
“MAS ALLA DE LA SOBRIEDAD”
Del Padre Pfau
¿Qué es el resentimiento?
¿De donde proviene?
¿Qué vamos a hacer acerca de él
Resentimiento se deriva del latín re y sentire. “Sentire” quiere
decir sentir, y el “Re” nuevamente, el resentimiento nace
de volver a sentir una lesión al orgullo o una lesión al
propio ego. Un antibiótico positivo podrá curarla y eliminarla.
El único en el área del odio, hacia el que todo resentimiento
se dirige, es el amor. De este pequeño análisis resultan
tres verdades importantes.
-
Nosotros obtendremos resentimientos del orgullo.
Tendremos siempre esta tendencia, ya que lo llevaremos hasta la muerte,
pero podemos aminorarlo y eliminar mucho de él, por medio
de su antónimo:
La humildad, ya que es la ley de la carne peleando contra la ley
del espíritu.
-
Los resentimientos crecerán dentro de nosotros, si volvemos
a sentir las heridas. Por tanto, no se quedarán ni crecerán
si los dejamos ir y nos rehusamos a pensar y a volver a sentir la
irritación.
¿Pero cuantas veces es lo contrario? En lugar de olvidarlo, nos lo
guardamos, pensamos en él y volvemos a sentirlo una y otra vez.
-
Eliminaremos
los resentimientos que ya hemos adquirido no deseando solamente quitárnoslos,
sino practicando actos positivos de amor. Debemos hacer el bien a
aquellos que nos causan resentimientos, practicar actos positivos
de amor por ellos, y amor es la buena voluntad de hacerlo. Entre
mas consiente sea el hábito de amar en nuestro
diario vivir, menores oportunidades de resentimiento habrá
Espere la crítica. No importa quienes seamos,
no importa lo competentes e importantes, ni lo buenos que sean nuestros
motivos o nosotros mismos. Si hacemos algo en la vida, seremos criticados.
Pero cualquier crítico no es de ninguna manera una medida de valor,
sinceridad o moralidad de nuestros actos. Si nos enfrentamos diariamente
a la vida esperando la crítica, entonces cuando llegue, no nos
lastimará.
El autor aprendió este “truco” en sus primeros días
de escritor y orador, y aún cuando algunas críticas lo
irritaban, después los buscaba con el fin de acrecentar su fortaleza.
Siempre hay alguien. Existen en toda clase de grupos
de seres humanos, cuando menos uno que está en contra de todo
y de todos. Dios lo puso allí con el fin de dar a los demás
la oportunidad de practicar la tolerancia, paciencia, comprensión
amor, etc.
El tercer truco que puede ayudar a proteger a ese ego “tierno” nuestro
es:
“Hay que dejar que otro se enoje”. No podemos ser felices a menos
que permanezcamos sobrios, y no solo de alcohol, es decir que sobriedad a tener
una claridad mental, y no nos conservaremos sobrios a menos que seamos felices
El truco numero 4 es:
Las palabras nunca nos herirán ni nos cambiarán, a menos
que lo deseemos. No nos afectarán si estamos ocupados en ver lo
que estamos haciendo y como vamos, en vez de escuchar lo que la gente
habla de nosotros.
Solamente Dios podrá aprobar o reprobar, absolver o condenar.
Los golpes y las pedradas podrán rompernos los huesos, pero las
palabras no pueden hacerlo. Simplemente nosotros seguiremos nuestra ruta
hacia una vida mejor, feliz y sobria totalmente, convencidos de que las
municiones verbales no nos pueden dañar. Siempre y cuando no huyamos
de, o vayamos hacia el que las pronuncie.
Conócete a ti mismo. Un inventario honesto de
nuestros defectos será útil para eliminar la tendencia
de contestar a nuestros críticos, si somos honestos podremos aceptar
todas las cosas con mayor positivismo y conformidad.
Y por último: Si nos dan patadas por atrás,
quiere decir tan solo una cosa, SEGUIMOS ESTANDO ADELANTE
Alguien dijo: “La crítica es el tributo inconsciente que
el mediocre y el fracasado le paga al hombre de éxito”.
Siéntese tranquilamente y piense en todos los resentimientos
e irritaciones que ha tenido durante el último mes, la mayoría
de ellos fue por algo que desapareció al compararse con la importancia
general de vivir feliz, sobrio, justamente día a día. Así que,
practiquemos en todos nuestros actos:
-
Humildad para evitar irritaciones
-
El rehusarnos a volver a sentir irritación,
para evitar los resentimientos; y
-
Amor. Los actos de amor podrán eliminar los
resentimientos
En su vida social
Haga siempre lo mejor que pueda, sin esperar ni gratitud ni halago, lo
que dijo el Señor: “Yo compensaré”. Por lo
tanto no hay que esperar mucho de las personas (ellas también
esperan de nosotros).
Una buena conciencia y la aprobación de Dios es el resultado que
jamás falla cuando se mira hacia El, en vez de hacia la gente.
Sin embargo, al mejor de los hombres le gusta un poco de halago de vez
en cuando, pensar en no buscarlos es posible, pero pensar en que no nos
guste,
ES IMPOSIBLE.
¿Cuántas veces oímos?: “Y pensar que ni siquiera
me lo agradecieron” No hay que esperar nada de la gente, hay que practicar
el amor con actos positivos de amor.
En nuestros asuntos de negocios
Entre mas inflados estemos de la mente con mayor facilidad seremos el
blanco, adoptar la actitud de humildad nos dice que trabajemos con
los demás, sin sobrepasar a los otros o enfatizar que somos
los jefes o los mejores, este tipo de personas difícilmente
va adelante, y si es alcohólico no se ira adelante tampoco en
el mundo de la sobriedad.
¿Y si tenemos resentimientos con alguien en la oficina o negocio? Sólo
hay una respuesta: actos de amor – hacer algo por ellos
En nuestros asuntos económicos
¡Los
resentimientos son costosos! ¿Recuerdan cuando gastábamos
sólo por el hecho en sí de gastar?... “Yo les probare,
me desquitaré, me vengaré. Gastaré todo lo que
tengo…” Tan sólo hagamos cuentas del último
despilfarro.
Lo
que tenemos, material o espiritual, se lo debemos a que Dios nos lo ha
dado. Esta es honradez; esta es una actitud de humildad. ¿Dicen
que se lo ganaron trabajando? Bueno, entonces, ¿quien les dio
la habilidad, la oportunidad, la salud, etc., para lograrlo? ¿Quién,
eh? Esta postura nos evitará molestarnos mucho o irritarnos o
lastimarnos cuando perdamos dinero o algo material, ¿Qué fue
lo que dijo Job? “Dios me lo dio y Dios me lo ha quitado” ¿Debemos
enojarnos con lo que él disponga? “Hay que compartir lo
que se tenga con quien no lo tenga. Por eso nos lo ha dado Dios, especialmente
para dárselo a aquellos con los que estamos resentidos”. ¡Probémoslo,
FUNCIONA!
En nuestra vida espiritual
99.99% de los desvíos espirituales y fracasos comienzan con el
resentimiento, entre más hablamos con las personas de sus pecados
y problemas espirituales, más y más vemos el resentimiento.
Y sin embargo, no recordamos haber oído de algún sermón,
plática, conferencia o retiro sobre los resentimientos. Es decir,
hasta que llegamos a A.A. y conforme pasan los años, vamos viendo
más y más que los resentimientos son causa y ocasión
de casi todas las desintegraciones espirituales.
Veamos algunos:
- Beber, emborracharse: Alcoholismo generado desde el fondo del descontento,
del resentimiento;
- Amoríos, divorcios, generalmente iniciados por resentimientos.
La mayoría de los hombres o mujeres que comienzan con algún
amorío con otra mujer u hombre, lo hacen, en primer lugar,
debido a que están descontentos o resentidos con su pareja.
No se debe a que “otra u otro mas guapa o guapo los atrajo”.
La realidad es que, primero se alejaron de, o se resintieron con
su pareja, y después, cualquiera puede atraerlos. El resentimiento
desbarata el amor, y el deseo es atraído por el vacío.
- Pereza: Aunque inconscientemente, es el resentimiento el que
originó que
se trabaje a disgusto o nadamás por ganarse la vida. Es
el origen de los flojos, de toda negligencia en el deber y de los
simples vagos.
- Glotonería en el comer: La psiquiatría nos dice ahora,
y es evidente para quienes han tratado esos casos, que hay muchos
que comen con exceso sólo por despecho, o debido al aburrimiento,
al descontento y al resentimiento.
- Celos: Estas pasión se alimenta del resentimiento. No hablamos
de los celos “normales”, sino del “tipo extremo” a
los cuales los escritores espirituales nombrarían “celos
pecaminosos” y los psiquiatras denominan “anormales”,
llevan a la venganza, etc., etc.
- Omisión en la oración: Cuantos que tenían
tan buenos principios en la vida espiritual han desistido de la oración
y desde luego de su vida espiritual, debido a los resentimientos… “Dios
no escucha mis oraciones”. “Para otras personas las aves
cantan”… (“Al día de hoy he comprendido
una sola cosa: Dios cumple sueños… mas no caprichos…” Enrique
R.)
- Abandonar la iglesia: muchos de estos casos ocurren “debido
a lo que el sacerdote dijo o hizo o a lo que otros miembros de la
congregación dijeron o hicieron… ¡Resentimientos!
- Dejar de creer en Dios debido a los resentimientos patológicos
hacia la vida, a los hombres o Dios…
Hace muchos siglos dijo Platón: “A quienes los dioses destruirán,
primero los harán enojar”. Esto deberíamos haberlo
sabido hace mucho, mucho tiempo, porque fue hace mucho, mucho tiempo
cuando se nos dijo: “Amarán al Señor tu Dios con
todo tu corazón… este es el principal mandamiento”.
Démonos cuenta que lo contrario de amor, que es el odio y empieza
con los resentimientos, es el enemigo más peligroso de toda vida
espiritual
En nuestra vía emocional
¡Cuantos trastornos y desequilibrios de las emociones empiezan con los
resentimientos! Nerviosismos, depresión, tensión, temor, fobias
de todos los tipos: todo empieza cuando nuestras emociones se alejan de las
realidades de la vida y debido a los resentimientos, buscan salidas anormales.
El alcohólico ¿La salida? ¡La botella!
¿Y el amor? Cuando es verdadero es el gran equilibrador de la vida y
de las emociones. Ese amor que turba las emociones no es amor sino capricho
o lujuria. Los actos de amor librarán a nuestras emociones de las tendencias
al resentimiento. Lo otro, una “cruda” de nuestros días
de bebedores.
En nuestra vida física
Las úlceras, el cansancio, las alegrías, los dolores y
los padecimientos físicos de todo tipo, vienen del resentimiento,
ya sea consciente o inconscientemente. Con el advenimiento de la medicina
psicosomática se ha sabido que más del 50% de todos los
padecimientos físicos aparentes provienen de actitudes mentales.
Mucha gente de hecho ha curado un “dolor de cuello” eliminando
la causa, por medio de un cambio de trabajo; ya que en esta forma, elimina
al jefe o compañero que en realidad era el causante del “dolor
de cuello”. Hablemos ahora del amor. ¡Se ha comprobado que
las familias que practican actos de amor son las más saludables! ¿Y
quien tiene mejor salud que una persona enamorada?
En nuestra vida del pensamiento
Las aberraciones mentales, las enfermedades mentales, los olvidos, etc.,
etc., provienen de los resentimientos que ocasionan una huida de la
realidad. ¿Cual es la solución? Rehúsese
a retener el pensamiento.
En nuestra de A.A.
Las desavenencias en los grupos, las recaídas, los chismes, las
calumnias, las separaciones, y todo lo de más, proviene de los
resentimientos. Para el alcohólico el resentimiento reprimido
significa beber. ¿Qué hay de aquellos que “están
enojados por” o “contra” algo o alguien? Bueno, ellos “son
borrachos”, no alcohólicos. No tiene el factor “compulsivo” de
beber. Pueden permanecer resentidos día con día y mantenerse
sobrios de alcohol.
El
alcohólico no puede tolerar el resentimiento. Por eso es que gran
parte del programa está encausado hacia el logro de esas actitudes
que nos protegen de él.
Actitudes de humildad: (“No hay señorones en A.A., ni antigüedad,
ni graduación”. El anonimato tiene por objeto conservarnos
dentro de la humildad); y las actitudes de amor: (“Este es un programa
encausado a dar”, “no es necesario que te caiga bien el menso
ese, puedes quererlo”)
RESENTIMIENTOS, ¡ay! Deploramos los resentimientos: si no fuera
por ellos ¡seríamos tan felices, tan santos y tan sobrios,
por siempre jamás!
Y un truco de “despedida”: ¡Se necesita ser un verdadero
hombre y una verdadera mujer para poder amar; CUALQUIERA PUEDE ODIAR!
EL AUTOR
Es conocida la personalidad del autor dentro de la agrupación de
A.A., por los escritos que tiene publicados, el Padre Pfau,
fue el primer sacerdote católico que ingresó a A.A., y amigo
personal de Bill W., En sus trabajos posteriores lo encontramos con el
seudónimo de Jhon Doe
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