P.O.M.
(PARTIDO DE LA OBRA MAGNA)

Primer boletín on line mariano y argentino

HARRY POTTER

   Harry Potter es un jovencito de once años (en cada tomo tiene un año más, creciendo así con sus jóvenes lectores), huérfano, criado por sus parientes que lo maltratan. Sus padres mueren en un accidente automovilístico del que el único sobreviviente es él y del que conserva una marca: una cicatriz en la frente, en forma de relámpago. Más tarde se sabrá que sus padres, brujos ilustres, han sido asesinados por el peor mago que existe, Voldemort, y que él mismo está dotado de poderes mágicos. Huyendo entonces del país de los Moldus, que no tienen poderes mágicos y que no inspiran más que menosprecio, irá a formarse a la escuela de brujos en algún lugar de Escocia, donde entablará amistad con un niño una niña que lo acompañarán a lo largo de todas sus aventuras.

   El tema central del cuarto volumen es un gran concurso de magia organizado por las tres escuelas
más prestigiosas de brujería. Cada una estará representada por su mejor alumno que deberá ajustarse a unos conceptos muy precisos y será "elegido" por un "cáliz de fuego" de los poderes mágicos.

   Con extrañeza general el cáliz de fuego designa a un cuarto "elegido" en la persona de Harry que aún siendo un alumno excepcionalmente dotado, no corresponde a los criterios impuestos. Esta proeza, crea en la escuela un gran problema: ¿trampa, manipulación? ¿es un golpe de Voldemort? ¿de las "fuerzas de las tinieblas"?

   EL "MUNDO" DE HARRY POTTER

   Los hombres que no tienen poderes mágicos, los Moldus, están por definición en el campo de los perdedores. La mayor parte del tiempo están descriptos de manera negativa, por lo menos son objeto de una actitud despiadada y muy frecuentemente ridiculizados. De todas formas, el mundo embrujado de Potter no está completamente libre de "viejos" valores naturales y referencias cristianas. Las nociones como las de familia, padre, madre, parientes, fidelidad, amistad, espíritu de sacrificio, coraje, etc., juegan un papel importante. Se habla igualmente de las vacaciones de Navidad y Pascua de Resurrección.

   Aunque en un contexto mágico, se abordan y desarrollan numerosas preocupaciones actuales. Así, por ejemplo, el colegio es víctima de una prensa hostil, sensacionalista, de lucha contra el racismo y la opresión, interesándose por la democracia y la solidaridad.

   El universo de los Moldus, representantes de la " Antigua Época", en definitiva los cristianos, es transportado completamente al mundo pagano de magia totalmente cortado por sus raíces (cristianas).

   Los niños van al colegio, pero al colegio de brujos. Están obligados a estudiar y a pasar serios exámenes, por supuesto que no son ni de matemáticas, ni de inglés, ni geografía, sino asignaturas como la ciencia de las plantas, las pociones mágicas, los sueños de las criaturas embrujadas, la adivinación; la historia de la brujería, la ciencia de la metamorfosis, el conocimiento del lenguaje de las serpientes, la doma de dragones, etc... Aquí falta la verdadera lucha por la adquisición de las virtudes, proliferan toda clase de vicios y todas las formas del mal. Esto explica el lenguaje grosero de estos adolescentes, sus expresiones normalmente vulgares, primitivas.

   La venganza, la envidia. los celos, así como el odio y el placer de matar forman parte de este mundo sobrenatural y son característicos de sus héroes. Aquí el bueno de Harry podrá naturalmente desear a su profesora, odiar por encima de todo y desear el peor de los maleficios. Se lo verá maldecir y matar como hará con una araña a la que aplastará y dejará agonizar pisoteándola. Triturando escarabajos, se imagina que cada uno de ellos tiene la cara de su profesora.

   Éste es el modelo, el ideal que enseña a los lectores el personaje de Potter. Los profesores tan mentirosos, falsos e hipócritas como sus alumnos. En este mismo capítulo Harry adivina que su profesora tiene intención de envenenarlo, y prevé defenderse de ella lanzándole su olla a "la gorda y grasienta cabeza". ¡Viendo esto no podemos cuestionar la enseñanza de estos libros en materia de "valor educativo", de "formación" y de "educación en la virtud"!

   Por la ruptura total entre los valores propuestos y el fundamento en el que deberían estar enraizados, llegamos a un profundo cambio, a una verdadera inversión de los valores. y es por esta razón por la que Harry Potter no puede ser comparado de ninguna manera con los cuentos clásicos, los cuales, sin excepción, poseen un verdadero valor educativo, donde el Bien siempre es recompensado, y el Mal castigado.

   En el caso que nos ocupa, hay una lucha entre el Bien y el Mal, es decir, entre Harry, el Ministro de la Brujería. la Dirección del Colegio, etc... y por otra parte, Lord Voldemort y sus sanguinarios partidarios, los necrófagos. Pero el Mal nunca es vencido totalmente y el Bien no vence -sólo aparentemente- si no es gracias a laa maldad y a los medios malvados. Donde lo que encontramos, es un espíritu que no tiene nada que ver con el cristiano. El Bien, como el Mal, dirigen su combate en medio de la brujería, de la magia.

   El propósito de la educación en el colegio Poudlard, no es ni lo bello, ni la verdad ni el bien. Por el contrario, las asignaturas estudiadas constantemente, los temas omnipresentes son la fealdad, la venganza y los engaños. Por ejemplo, todo un pasaje trata sobre la descripción de una planta repugnante, parecida a un molusco provisto de bubones llenos de pus y se trata de recoger con precaución el apreciadísimo contenido para crear un remedio maravilloso. Los detalles de colores y olores son minuciosamente descritos. En otra parte hay descrita con complacencia una criatura monstruosa, mitad sapo mitad pulpo, sin boca y se trata de criarla alimentándola (Harry se pregunta) con huevos de hormigas, hígados de ranas y trozos de culebras. Estas lecciones prácticas se desarrollan en un ambiente malicioso y malsano. Lo repelente se da la mano con lo monstruoso.

   En el colegio y en los libros de brujería los niños aprenden a servirse del poder de la maldición y a hacerse daño unos a otros. Un profesor enseña las maldiciones irreversibles que aseguran el dominio completo y la aniquilación de la víctima en un sacrificio final.

   Puede ser una inquietante coincidencia si esta maldición mortal estuviese solamente descripta en la página 666 (edición alemana). Pero esto no es por azar cuando la fealdad conduce al odio y el odio a la muerte. ¿Quién osará ahora hablar de juegos inocentes?

   En el cuarto volumen de las aventuras de Harry un punto culminante es la descripción, sin equívoco, de un ritual satánico que comprende la muerte de un niño, la profanación de difuntos y de cementerios, un sacrificio sangriento y blasfemias. Lord Voldemort que personifica a Satán, pero al que jamás se nombra de otra manera que no sea como "quien sabéis", une su espíritu a un cuerpo humano, dándose así una nueva vida. No es conveniente reproducir aquí el ritual mencionado. Se puede afirmar que las fórmulas utilizadas por el ritual son, sin lugar a dudas, fórmulas blasfemas y antitrinitarias que pretenden crear vida, reproducir, copiar, imitar el acto divino de la creación, de una manera diabólica. Esta historia nos muestra a Harry luchando contra Voldemort, es indudable que esto permite a sus oscuras y confusas teorías del "mito del niño Dios" propagarse, al mismo tiempo que el Mal no es vencido del todo sino al contrario, sutilmente glorificado.

   CONCLUSIÓN

   Es un mundo pagano y anticristiano el que se describe a lo largo de toda la historia de Harry Potter. Este universo de brujería, magia y esoterismo se describe y se ofrece a la imaginación del lector como "el mundo normal". Este mundo que pertenece a Satán es "fascinante", "...porque por tus encantos se perderán todas las naciones" (Apocalipsis, 18, 23).

   Estos libros son totalmente lo contrario de lo que podemos llamar libros "inofensivos" o "recreativos". Es altamente probable que los jóvenes lectores (y los adultos) no capten claramente -o pasen de el1o- las profundas implicacioones y los peligros que contienen estas obras. Los espíritus y los corazones son preparados para el tiempo en el que Satán reinará todopoderoso universa1mente y donde, aparentemente, no podrá ser vencido por Cristo, para un tiempo en el que los Moldus, los cristianos, no tendrán más fuerzas para luchar contra el Mal.

   La autora de las aventuras de Harry Potter ha reconocido en unas declaraciones hechas por ella a un periodista del London Times: "Estos libros ayudan a los niños a comprender que ese débil y enfermizo Hijo de Dios es solamente algo gracioso cuya vida aún se mantiene en pie pero que será humillado, destruído cuando venga el diluvio de fuego" (19 de octubre de 2000).

    No es exagerado afirmar que los que han concebido y que dirigen la estupefaciente publicidad en los medios se aseguran la promoción de estos libros -el cuarto volumen salió a la venta justo antes de Navidad, exactamente a media noche- son claramente los hechos del profundo y gigantesco combate entre Cristo y Satán y que saben perfectamente en qué campo están.

    El cristiano es el aliado de Cristo. Desde luego que está claro que desembarazarse de esta fascinación peligrosa, no es sólo una necesidad, sino un acto testimonial de nuestra fe.

 R.P. NIKLAUS PFLÜGER

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