El rosario que significa “rosal”, es la plegaria preferida de la Santísima Virgen y una  de las formas de trato con nuestra Madre Celestial, más habituales y arraigadas en nuestra Patria. En la mayoría de las Iglesias se reza antes de Misa, no son pocas las familias que tienen el hábito de rezarlo cotidianamente en sus casas, los enfermos lo dicen en su lecho, los viajeros lo llevan consigo y lo recitan en sus viajes, lo posee el rico, el pobre, el campesino, el que vive lejos de la Iglesia o que  tiene Misa esporádicamente por falta de sacerdote y  todo aquél que es amante hijo de María la invoca siempre con el Rosario en la mano.

   Es un dulce coloquio entre nosotros y la Santísima Virgen, que expresa nuestro confiado amor filial y  en el que  mientras recitamos las oraciones que lo componen meditamos los misterios de Nuestro Salvador y de María Corredentora. Por ello no debe decirse distraídamente sino atenta y devotamente. “Haced todo lo que esté de vuestra parte para rezarlo con fervor" (Dom Columba Marmion) Invoquemos siempre piadosamente a María con el Santo Rosario. Ella salvará al mundo: “al final mi Inmaculado Corazón triunfará” 

   Los Santos y los Papas  han recomendado siempre la práctica del Rosario. La historia del mundo y  copiosísimas historias personales han probado irrefutablemente su eficacia. Entre las primeras citaremos una relativamente reciente y menos conocida que la de Lepanto en Latinoamérica, y que fuera vivida por el  pueblo austríaco : "gracias al rezo fiel de 3.000.000 de austríacos,  la Santísima Virgen hizo que en plena guerra fría, viviendo todavía Stalin, el ejército ruso se retirase de  Austria, sin dejar un gobierno  comunista títere, ni condiciones económicas ni políticas de ninguna clase!!!"*  Éste acontecimiento, ignorado por muchos, debe iluminarnos y renovar nuestra esperanza, en momentos en que el combate escatológico en todo el mundo ha adquirido características casi dramáticas. 

   Reiteradamente Sor Lucia, la vidente de Fátima, ha dicho “la Santísma Virgen ha querido dar, en éste fin de los tiempos en que vivimos, una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. Ella ha reforzado de tal modo su eficacia que no existe problema, por difícil que sea, de naturaleza material y sobretodo espiritual, en la vida privada de cada uno de nosotros o de nuestras familias, o del  mundo, o  de las comunidades religiosas o en la vida de los pueblos y de las naciones  que no pueda ser resuelto por medio del rezo del Santo Rosario”.  

   La misma Virgen ha pedido en Fátima : "rezad el Rosario todos los días”. 

    En los momentos actuales del mundo y particularmente de nuestra Patria, donde los enemigos de adentro y los de afuera, se disponen a repartírselo todo:

   Territorio, fortunas, bienes, casas y también nuestras almas, al igual que David, hemos de defendernos con las cuentas del Rosario y la intercesión poderosísima de María, para herir fatalmente a los nuevos Goliat.

   Sin permitir  que nos quiebren y minen nuestra responsabilidad en el uso diario de ésta única arma, hagamos de nuestro cotidiano Rosario un fortísimo clamor que traspase la bóveda celeste y María nos salvará.

    Velemos con el Rosario en las manos y el corazón confiado en la infalible promesa:

 "Mi Inmaculado Corazón triunfará"

• * Agradecemos estos datos al R.P. Fernando Bonilla Pardo, colombiano de origen, que actualmente reside en Basilea (Suiza) a cargo de la comunidad de habla española y docente de Teología.