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MES
DE
MARÍA |
“El ilustre Arcángel no va ni a
Roma la triunfante, ni a Atenas la sabia, ni a Babilonia la
soberbia, ni a Jerusalén la santa.
No. Va a un rincón de Nazaret, a un pueblecito
desconocido, a un Nazaret del cual diría un día Natanael: ¿Acaso puede salir
alguna cosa buena de Nazaret? (San Juan ,1,46) .
Pero en aquél
Nazaret hay una casita que encierra el tesoro de cielos y
tierra, el secreto amor del Eterno Padre por el mundo. Y en este
lugarejo hay una Virgen más grande que cielos y tierra juntos;
es la Virgen escogida por Dios para que comprenda lo
incomprensible. Aquella Virgen posee más grandeza, más luz,
que las que hay en toda Roma o en toda Atenas, más que las que
hay en todos los hombres y todos los ángeles. El nombre de
aquella Virgen es MARIA, y como lo indica el mismo nombre, ella
es un abismo de gracias, un océano de grandezas, un mundo de
maravillas. Es a Ella a quien envía Dios su ángel.” (Gibieuf)
¿Habrá, escondido en cada corazón argentino, un
Nazaret en el que viva María? Si es así, allí está la
predilección divina y es ”MARIA la causa de nuestra alegría”
y de nuestra esperanza. En este mes de María, renovémosla.
“María, Madre de Dios y Madre nuestra, en ti
hemos puesto nuestra confianza y no seremos defraudados.”
BREVE
PRÁCTICA DEL MES DE MARÍA (D. Felix Sarda y Salvany)
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Preguntas:
Algunos amigos nos preguntan ¿qué es el Partido de la Obra Magna? ¿Cuáles
son sus fines? ¿Porqué este nombre?... etc.
Respuestas:
Somos un pequeño grupo católico que convoca a todos los habitantes de
nuestra Patria a la Gran Obra :
rezar por la restauración de la misma a Aquella que todo lo puede porque es
“la Reina de los ángeles y el terror de los demonios”; a “Aquella que es
temible como un ejercito en orden de batalla” y a Aquella a quien la Argentina
fue confiada :la Purísima Virgen María
Sabemos que, por distintas razones, no todos adhieren a ésta propuesta,
de allí el nombre de “Partido” .
Nuestra finalidad es mantener la llama encendida de la Fe y del amor a la
Patria. Lo que falta lo pondrá Dios, si en sus designios está el salvarnos y
si no, nos dará la fortaleza y la resignación necesarias, porque reiteramos :Dios
no nos manda vencer, sino no darnos por vencidos.
Nuestras armas o medios: la oración
humilde, confiada y perseverante, especialmente
el Rosario. A ello agregamos algún comentario o pensamiento que ayuda, a
conocer, pensar y sostener la
esperanza, contra los que quieren convencernos de que no tenemos
salida. En las manos de
los más corruptos, ineptos
y perversos funcionarios que la
historia recuerda, es obvio que no tenemos salida; pero existe otra clase de
gente, la que piensa que sí tenemos posibilidades y que ha formulado
propuestas y proyectos concretos
para la justicia, la economía, la educación, la salud, etc. Por supuesto que
no tienen prensa, pero buscando en
Internet, pueden verse y aún sin internet, cualquiera de nosotros contando solo
con el sentido común, puede darse cuenta, que el panorama que nos pintan no es
real.
Es verdad que las dificultades,
internas y externas, son muchas y algunas intimidantes, pero nuestro país, riquísimo
(en recursos naturales y humanos), con paisajes envidiables en toda su extensión,
con un pueblo hospitalario , generoso y deseoso de trabajar, podría pagar sin
problemas su deuda (la verdadera) ,si nos dejasen, los tios Patilludos
(acreedores) que quieren quedarse con todo y los “administradores criminales y
desvergonzados” (políticos) que interesadamente consienten a las pretensiones
de nuestros enemigos.
No basta con repudiar el modelo, ni a los funcionarios de turno, ni a
todo el elenco de aspirantes conocidos, que solo buscan
tener su oportunidad en el juego político, para seguir con lo mismo.
Hay que pensar la Patria y estar
dispuestos a recuperarla empezando por el principio: rezar por ella;
abrir la mente y el corazón, pidiendo a Dios que propicie su renacer espiritual
y material y que “suscite un ánimo
generoso y lúcido que enderece nuestro destino” y sirva al Bien Común.
Esto y solo esto es el Partido de la Obra Magna. Si está de acuerdo súmese
a nosotros y convoque a otros. Ya somos muchos pero tenemos que ser muchos más
y constituir la mayoría. Difunda esta obra.
Haga de cada día su jornada personal por la paz y la Patria:
rece el Rosario todos los días.
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