LA MENOPAUSIA.
La menopausia es el cese definitivo de la menstruación
alrededor de los 45-50 años de edad, aunque puede ocurrir mucho
antes o más allá de los 55 años. Se diagnostica habitualmente
después de faltar la menstruación durante un año sin que
exista un embarazo o patología del aparato genital. La
menopausia es una fecha, la de la última menstruación, dentro
del fenómeno global de envejecimiento del ovario que constituye el climaterio. Durante el
climaterio se producen cambios y reajustes metabólicos en prácticamente
todos los órganos y sistemas de la mujer. El climaterio
coincide, además, con cambios en el entorno familiar y social
que pueden favorecer cambios psicológicos y agravar conflictos
latentes que hasta entonces habían permanecido ocultos.
Desde el punto de vista cultural, la mujer menopáusica se
infravalora o se considera de forma peyorativa. A veces cuando se
quiere ofender a una mujer se dice que es o está menopáusica.
Esta situación posiblemente se explica por las tradiciones
culturales del mundo occidental y derivadas de las religiones
monoteistas predominantes. En la tradición judía, cristiana y
musulmana la mujer ocupa un papel eminentemente
"reproductivo".
Los cambios
biológicos que percibe
la mujer durante la menopausia se deben a la falta de hormonas ováricas
y a los cambios orgánicos y funcionales que se producen a
continuación. Además, a partir de los 50 años se acumula el
riesgo de padecer diferentes enfermedades que hasta esa edad eran
poco frecuentes. Podemos considerar que la salud de la mujer
menopáusica es más vulnerable a partir de la menopausia.
Los síntomas y signos de la mujer climatérica están
directamente asociados a la disminución de hormonas ováricas e
incluyen: Trastornos menstruales, sofocaciones, sudor abundante y
sensación de frialdad, parestesias y hormigueos en las
extremidades, palpitaciones, escozor y picor en los genitales
externos, sequedad vaginal, molestias con las relaciones
sexuales, síntomas urinarios y sensibilidad mamaria aumentada.
En algunas mujeres se presentan también cambios de humor brusco,
irritabilidad, trastornos del sueño, melancolía, fatiga y
tendencia a la depresión.
Una de las preguntas que se hace la mujer cuando pasa de los 35 años
es: ¨¿Estoy empezando la menopausia?" Si aparece alguno de
los síntomas antes mencionados, lo más aconsejable es que acuda
a un ginecólogo competente para tratar el tema, realizar una
revisión y aclarar las dudas, y si fuera necesario tomar las
medidas preventivas oportunas. Hay que resaltar que aunque todas
las mujeres pasan por el cambio menopáusico, la forma de
presentarse, la duración y la intensidad de las molestias varía
de una mujer a otra, siendo las comparaciones entre amigas o
familiares de escasa utilidad.
El mensaje fundamental debe ser que la menopausia NO es una
enfermedad, es una época de cambio y las medidas PREVENTIVAS
permiten mejorar notablemente la calidad de vida.