EL DIAFRAGMA.
Inventado por Mensinga en 1.880, tiene forma de capuchón, está
construído de caucho con un borde de metal flexible y se
fabrican de distintos tamaños (entre 5 y 10 cm de diámetro),
para sellar el fondo de la vagina y evitar que los
espermatozoides entren al útero.
Una vez colocados, frente al cuello uterino, actúan como una
barrera que impide el paso a los espermatozoides.
Para su utilización, se requiere combinarlos con jaleas o cremas
espermaticidas inmediatamente antes de cada coito, aplicándolas
por ambos lados del dispositivo y deberá dejarse en su sitio,
por lo menos 6 horas luego de la relación.
Es importante mencionar que la mujer debe ser instruída por el
médico para su correcta colocación.
Además, NO protege contra enfermedades de transmisión
sexual.
En algunas ocasiones la usuaria puede experimentar irritación o
dolor vaginal, producido más por los espermicidas que por el
propio diafragma.
Para su
correcta utilización, la mujer |
Una vez introducido,
la usuaria |