Foto Archivo Luis Ginocchio Feijó  

Proyectándose



El futuro de Piura

¿Cuál es el futuro de la economía de Piura? Muchos nos preguntamos cómo será Piura en diez años más. Las nuevas generaciones de piuranos, ¿podrán seguir viviendo y ejerciendo alguna actividad económica en esta ciudad o en alguna de las ciudades del departamento? A veces siento que nos estamos convirtiendo en una maquinaria que produce consumidores para otras regiones. Pero la economía de Piura tendrá que crecer para permitir espacio productivo a miles de jóvenes que ahora, en la vorágine de los quince o veinte años, no perciben ni las oportunidades y menos aún las amenazas que nos rodean.

El futuro hay que crearlo.

Recuerdo el excelente libro de Sebastião Mendonça, Creación de futuros, que dice que el futuro hay que crearlo. ¿Cómo? Detectando las oportunidades en los diferentes mercados, nacionales y del extranjero, y precisando las tendencias que indican cambios en preferencias, se pueden imaginar nuevos campos de actividad o roles económicos. Luego se precisan las acciones necesarias a realizar e inmediatamente después las instituciones y fuerzas vivas de la zona tomarán el compromiso de hacer la parte de tareas que les corresponde para hacer realidad el futuro elegido. Obviamente, no todo es economía y negocios. La generación de riqueza no es un fin sino un indicativo del éxito del cumplimiento de la misión de empresas e individuos. Tenemos que pensar en cómo hacer que el trabajo de cada uno tenga un mercado, esto es un grupo de personas con necesidades, dinero y voluntad de gastar. Muchos han encontrado su mercado. Otros lo han perdido en los últimos años en medio de las estrecheces económicas y en los claroscuros de la estrategia económica de la administración 1990-2000.

Si nos remontamos a la Piura de los años Cuarenta (del siglo veinte), antes que llegase la carretera Panamericana, ubicaremos que nuestro relativo aislamiento de Lima (nos comunicábamos por mar), generó toda una gama de producción y servicios locales que fortalecieron nuestro tramado económico y social. Teníamos que tener casi todo nosotros en Piura (léase Sullana, Paita, Talara, Chulucanas) pues la capital era realmente distante. De allí surge la teoría del "forasterismo" del piurano. Esa gama de características que para bien o para mal nos distinguen.

Los roles económicos declinan.

La economía de Piura ingresa al 2000 con preocupantes síntomas de estancamiento. Los roles económicos de Piura (concepto que en esta misma nota más adelante precisaremos) muestran indicios de marchitez. La actividad agropecuaria, antaño sustento de miles de hogares, directa o indirectamente, ha devenido en postrada, salvo alguna excepción que confirma la regla. La enjuta rentabilidad y prácticas agropecuarias que claman modernización han producido una tremenda descapitalización de los productores. La parcelación de los años ochenta y noventa también ha influido. La desconexión con los mercados y la insuficiente tecnología tienen su cuota. De una economía agrocéntrica hemos pasado a algo que se parece más a una de subsistencia. La quinta ciudad del Perú languidece.

El nuevo modelo económico tiene que ver en esto aunque no explica todas las razones de la situación. No cabe duda que el aperturismo, el retrasado precio del dólar y la estrategia del arancel en la práctica plano, han vuelto inviables muchas actividades económicas. Imposible, por cierto, que nuestro país permaneciera separado de las corrientes globalizadoras pero una mayor gradualidad, acompañada de planes de promoción de modernización sectorial, hubiese sido más prudente. Al mismo tiempo, los piuranos no hemos podido conseguir regenerar o revivir los roles económicos que nos dieron el dinamismo económico de antaño.

No obstante que tenemos vecino al puerto de Paita ni que contamos con los dos mayores vasos reguladores de riego del país. O con la rica zona petrolera alrededor de Talara. Nuestro potencial de riqueza agraria y de procesamiento de las materias primas agropecuarias (agroindustria) no han despertado el interés de los inversionistas, ni nacionales ni extranjeros. Salvo algunos casos alrededor del mango y con muy discretas inversiones. Presento a consideración de los lectores algunos hechos que impactaron en la economía piurana o que son síntomas de otra problemática tal vez más profunda por determinar:

-- Una creciente reducción de la importancia relativa de las materias primas ante la nueva estrategia de liberalización y apertura comercial que trae consigo la corriente globalizadora y las exigencias de la sociedad del conocimiento. Aparecen nuevos atributos para estar en los mercados.

-- La intensificación de la revolución del conocimiento hace más evidente las debilidades educativas. Este fenómeno está aumentando la ventaja de la capital sobre los departamentos pues Lima ejerce ahora mucho mayor influjo en busca del talento.

-- Las últimas dos décadas del siglo nos trajeron sendos fenómenos El Niño con su carga de destrucción y retraso. Perdimos mucha infraestructura y la otra parte quedó muy deteriorada. En ambos casos, la zona no ha recibido un tratamiento -en mi opinión- equitativo y menos aún, oportuno.

-- La vialidad, los servicios públicos y la estética urbana sufrieron el impacto de los dos Niños. La ciudad como tal se retrasó contra sus pares norteñas y perdió atractivo frente al turismo interno no obstante que la culinaria piurana y la artesanía de Chulucanas afloraron como puntos a favor. Los destinos de playa siguen siendo mayormente para piuranos salvo algunas fiestas en nuestros balnearios más taquilleros.

-- El primer banco con capitales locales dejó de ser propiedad de piuranos. Esta institución desempeñó durante varias décadas un rol de liderazgo para la economía departamental con decisiones en su oficina principal de Piura.

-- El abaratamiento del transporte hizo que muchas industrias locales perdieran competitividad frente a sus similares de otras partes del país. Esto favoreció el reemplazo de ciertos roles económicos de Piura ahora atendidos mediante productos y servicios provenientes de otras zonas nacionales y del extranjero.

-- Se inicia la época de las retransmisoras. Las filiales de canales de TV nacionales también quedaron cautivas de la parabólica. Se recuerda el programa noticioso local "Hechos" que era un sintonizado programa de noticias y opinión producido localmente.

-- La irrupción de la posibilidad de un rol económico (una mina en el corazón agropecuario de Piura) impuesto por el centralismo limeño, sin la participación de las organizaciones departamentales, es una amenaza para la viabilidad y competitividad de la agroexportación de los ricos valles piuranos en un mundo que será guiado por el cuidado del ambiente y la inocuidad de alimentos y bebidas.

-- Los cambios en las comunicaciones trajeron efectos mixtos. Por un lado, la mayor oferta de servicios del monopolio hispano Telefónica permitió incorporar a mayor número de centros poblados a la red nacional. Por otra parte, el encarecimiento de las tarifas de comunicaciones se comportó como barrera para una mejor relación de Piura con el Perú y el mundo. Siempre son lamentables los monopolios pero el de los teléfonos privados en el Perú será para recordar. Opino que la barrera puesta por las tarifas de telefonía opaca con creces sus aportes.

-- Lima y su renovada influencia, no sólo se basó en el estilo de gobierno de la administración actual. El centralismo lo notamos los piuranos y es una asfixia a la que no debemos acostumbrarnos pues es deformante porque nos induce a renunciar a nuestra responsabilidad de elegir nuestro futuro (y que lo construyan otros en vez de nosotros). Sin intentar culpar a Lima de nuestros males, el nuevo modelo ha generado mayor centralismo. Nada más observando la tardanza en las tareas de reconstrucción post Niño. Es que el centralismo bloquea los mecanismos entre la cabeza y las diferentes partes del cuerpo. Como que los ojos vieran sólo lo que el cerebro quiere que vean.

-- Muchas empresas industriales compraban sus insumos y suministros en Piura desarrollándose como resultado de esto una gama de empresas comerciales y de servicios con sede en la localidad. Con la privatización y la entrada de capitales extranjeros, muchas ciudades han perdido esas empresas (y la derrama económica que generaban) ya que aquellas grandes y medianas empresas, antaño dinamizadoras, realizan sus compras en Lima o en el extranjero.

-- Varias empresas con presencia de larga data en el departamento cerraron sus puertas producto del nuevo entorno. Otras mudaron sus operaciones a diferentes lugares del país. Un ejemplo notable es la finalización de operaciones en Piura de Interamérica de Comercio (antes Almacenes Romero), empresa emblemática del grupo del mismo nombre cuyas raíces piuranas todos conocen).

-- No está demás mencionar que desde los años Setenta Piura se convirtió en una de las ciudades más caras del Perú.
-- Se percibe una significativa caída de la contribución del departamento de Piura al PIB nacional en las últimas tres décadas. De un 7.2 por ciento en 1970 llegamos al 4.8 por ciento en 1995. En cuanto a sectores se notan interesantes cambios pues el sector extractivo de la economía de Piura redujo su participación de 75.33 en 1970 a 45.19 por ciento mientras el sector de transformación pasó de 7.18 a 20.52 por ciento. Los servicios pasaron de 17.50 a 34.29 por ciento.

Aguda crisis del empleo, ¿detonador de la descentralización?

En la década de los Noventa, el Estado peruano ha decidido dejar su rol de liderazgo sobre la economía traspasándolo al empresariado y a las otras organizaciones de la sociedad civil. Ahora el referente social y más importante agente para guiar la reconversión económica nacional parece ser el empresario. Pero, ¿podrán ellos solos promover el empleo que el país necesita? Considero que esta delegación que ha hecho el Estado es un punto muy importante para el destino del país. No es propósito de esta nota juzgarla y menos aún, hacer un balance de su éxito. No hay que olvidar que el Estado es el guardián de oportunidades para todos los peruanos, que debe promover la distribución de la riqueza y el desarrollo armónico de todo el territorio nacional. De privatizar protegiendo el bolsillo de los ciudadanos. Asimismo, de construir un marco para que los empresarios encuentren interesante y rentable crear empleo.

Aquí empalma lo nacional con lo departamental. El agudo problema del empleo que recorre Piura debe hacernos reflexionar en la importancia de la descentralización para convertirnos en agentes de nuestro propio destino apoyando la promoción de inversiones y las actividades que permitan un mejor porvenir a los codepartamentanos. Siendo Piura el segundo departamento más poblado del Perú tenemos un reto que no permitirá descansar a varias generaciones: generar más empleo para millares de piuranos, muchos de la ciudad pero no pocos en el campo.

La educación universitaria juega un rol preponderante en la nueva escena. La capacitación de las generaciones más jóvenes es fundamental. La creación de escuelas técnicas, de oficios, que permitan cumplir nuevos roles económicos es urgente. Estimo que no todo el empleo provendrá de las empresas. De las universidades tienen que egresar más empresarios y personas que diseñen sus propias ocupaciones productivas. La familia y los valores también tiene su papel en este nuevo marco. En épocas de escasez y crisis, que son los tiempos que nos toca enfrentar, son más necesarios que nunca los valores que infunden padres y abuelos y que refuerzan nuestros maestros. Austeridad, laboriosidad, amor a la verdad, constancia, espíritu de superación y en general, honestidad, son el mejor equipaje para estos tiempos. Y, cómo olvidarlo, el amor y respeto a nuestra Patria.

Los roles económicos

Las ideas de Mendonça sobre los roles económicos que cumplen las ciudades que como Piura, son cabezas de una región compuesta por otras ciudades más pequeñas (que también cumplen roles económicos) son muy interesantes y de aplicación a nuestra realidad. Así, el grado de dinamismo de la economía de una ciudad (como cabeza de región) depende de los roles económicos que esa ciudad es capaz de cumplir para su entorno regional cercano y para la economía nacional y global. Cuando esos roles tienen alto potencial la ciudad concentra en su economía una gran cantidad de flujos económicos en la relación con su entorno. Los roles de la ciudad se convierten en atractivo para inversiones de dentro y fuera de la región y país.

Cuando esos roles se debilitan, todas las actividades económicas de la ciudad ligadas a ese rol entran en crisis. Estos roles no son perennes y si se les descuida decaen. Y en la mayoría de las veces ese eclipsamiento pasa inadvertido dentro de la ciudad. A veces transcurren décadas antes que el problema sea detectado y confrontado. Y recién en ese momento aparece la necesidad de identificar o imaginar los nuevos roles económicos rectores de esa ciudad y reorientar las estrategias. Como ejemplo se resalta cómo los cambios en la vialidad (construcción de nuevas carreteras) han afectado los roles económicos de una ciudad levantando a algunas y casi desapareciendo a otras. Asimismo, se refiere el caso de Chaclacayo que tenía la función de zona residencial suburbana de la clase media limeña. Al expandirse Lima y así eliminar el carácter suburbano de Chaclacayo se debilitó enormemente su rol residencial tradicional y devino un estancamiento de ese distrito. Mientras las empresas y/o líderes locales no logren concebir un nuevo rol para Chaclacayo será muy difícil revertir la tendencia a la decadencia.

Otro ejemplo de roles económicos son los que presenta Chiclayo: es el puerto de entrada de Lima a la Selva, es centro de acopio de los valles de la zona y es centro productivo regional de confecciones. Además, es un polo de atracción para jóvenes emprendedores y por tanto gana recursos humanos seleccionados en base a su alto ímpetu comercial. Los cuatro roles mencionados le dan a la capital de la amistad un alto potencial de crecimiento. Sin contar su potencial arqueológico a partir del descubrimiento de la tumba de Huaca Rajada (Sipán).

Para analizar los roles económicos primero se estudian los que a la fecha se vienen cumpliendo. Luego se investigan las tendencias y cambios en la demanda en diferentes sectores económicos. Es obvio que los recursos de la zona son puntos a favor para los nuevos roles a diseñar aunque no son determinantes. Dice Mendonça que "no importa tanto lo que somos sino lo que podemos ser". Luego se imaginan los roles económicos posibles para atender a las tendencias y demandas detectadas relacionando los hallazgos con las preferencias y características de la ciudad y zona. En seguida, se precisan las capacidades y otros requisitos que hay que desarrollar para hacer realidad los roles que se pretende cumplir. Luego, se evalúa si existen fortalezas en la zona sobre las cuales acometer los nuevos retos eligiendo qué roles son más factibles de ser cumplidos. Las capacidades que se deben desarrollar son la plataforma de desarrollo de la ciudad. Después viene el reparto de las tareas dentro de esa plataforma en la que cada institución, gremio y empresa tendrá su parte del trabajo. El seguimiento y la sintonía fina estarán presentes a lo largo de los procesos desencadenados bajo este método. Los planes de inversión del gobierno de una ciudad deberían orientarse principalmente a resolver los desequilibrios entre las capacidades existentes y los requerimientos de los roles que la ciudad se ha propuesto cumplir.

El futuro

En el nuevo orden que está surgiendo para el trabajo de las naciones, y dentro de ellas las regiones, se impone operar bajo nuevas premisas. Será muy difícil progresar sin fortalecer el nivel educativo de escolares y en especial universitarios. Y muy duro salir adelante sin promover una cultura de responsabilidad contra todas las tentaciones del ocio improductivo. Será muy difícil competir con un Estado centralista que toma a sus ciudadanos habitantes de los departamentos como cuasi minusválidos concentrando cada vez más el poder en la cabeza. Tenemos que exigir una efectiva e inmediata descentralización. Es nuestra obligación si queremos que las generaciones venideras sigan teniendo la opción de hacer Patria por estas tierras.

Para que la globalización no nos atropelle sino que, por el contrario, aprovechemos las oportunidades que sin duda también trae, es mejor hablar de glocalización (mezcla de globalización y desarrollo local) si de veras deseamos hacernos un lugar más importante en la vida social y económica del país. Esto es, menos ímpetu fiestero y más visitas a bibliotecas y nuevos afanes por la lectura y el conocimiento. En el campo político tenemos que esperar: a) Un Estado que entienda que la nueva escena mundial requiere no sólo engrandecimiento de la capital y promueva la descentralización, comenzando en dar cumplimiento al mandato constitucional de elecciones regionales, b) Revitalización de la educación en el departamento, c) Posibilidad de nombrar representantes departamentales al Parlamento y no mediante el limeñizador distrito electoral único, d) Promoción de la participación de instituciones, gremios y de los ciudadanos en general al gran esfuerzo en busca de un mejor futuro. ¡Los piuranos debemos exigir ser protagonistas de nuestro desarrollo! [publicado en IRP, CIPCA Diciembre 1999]

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