Luego de clonar toda una serie de modelos muy deseados
por la
mayoría pero accesibles a unos pocos privilegiados (casi siempre del hemisferio
norte...) Gilberto Lima recibió (allá por el año 2001) una
llamada telefónica de una persona con voz muy juvenil que le consultó
si él construía automóviles y en tal caso si podría
hacerle uno según su pedido. Aceptada la invitación , Lima se dirigió
a un apartamento de Villa Biarritz donde un chico de no más de 15 años
le mostró una maqueta de F50. Lima le dijo que no habría problema
, pero que alguien debía pagar los gastos...y el chico era menor. Ese "problema"
sería solucionado por el padre del joven momentos después...
Aceptadas las condiciones , se vió el constructor
frente
a un desafío realmente importante , porque tal como el lo contaría
después , no se trataba de un auto que podía encontrarse en Sudamérica
y por lo tanto debería construir la matricería a partir de la simple
observación y por las proporciones y medidas de la maqueta. Puestas manos
a la obra el Ultra F50 quedó pronto a partir de un chasis de Brasilia ,
un motor (y caja) Santana con turbo e inyección de óxido nitroso
, amén de todas las comodidades imaginadas , aire acondicionado , vidrios
eléctricos , etc. Por supuesto los frenos son de disco en las cuatro ruedas
, imprescindibles para detener el bólido que probado , llegó a
270 km/h!!!...
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Sin embargo una vez terminada el auto , el padre
del afortunado
propietario , se sentó a los mandos y pidió que el techo fuera hecho
más "arriba" porque debía manejarse "cómodamente
como una 4x4"... Con todo el dolor del alma , el Scaglietti (quien hace las
carrocerías para Ferrari) sudamericano , tuvo que cortar el techo , y
elevarlo de modo que las proporciones no quedaban ya tan "originales".
Afortunadamente , hace un año atrás
el joven propietario
, hizo "cortar" el techo , dejándolo roadster como las F50 originales
, además de mandar construir un hardtop (también como la original).
El problema consistió en la homologación
frente
a ese organismo tan burocrático e ineficiente como es la intendencia de
Montevideo. Al llegar
el constructor a la inspección final , todo el personal (incluído
el jefe de la repartición) se acercaron a inspeccionar el vehículo
y el jefe de la sección proclamó dogmática (y estúpidamente)
que ese auto no era hecho en Uruguay... por lo que si bien Lima tiene registrada
la marca Ultra como propia debió figurar en la libreta del F50 como "Réplica
de Ferrari"...
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