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Mª SIERRA VARO
DIRECTORIO DE ESTA AUTORA
su obra 2
SU OBRA 2
En esta página encontrarás las siguientes poesías:
PASEO
Voy camino del campo por la vereda
que conduce hasta el río por la alameda,
voy despacio y me paro a oír el canto
del agua cristalina igual que un llanto.
Avecillas que vuelan junto al camino
alegrándome el alma su dulce trino,
por encima del cerro ya voy subiendo
y un sorbo de agua fresca me voy bebiendo.
Ya en la cima del monte miro a lo lejos
veo corriendo dos galgos tras los conejos,
entre el verde del campo y el amarillo
contemplando el paisaje me maravillo.
Allá abajo en el valle el río sueña
y a lo lejos volando va una cigüeña,
voy bajando despacio por la vereda
que conduce hasta el río por la alameda.
ESE VIEJO RELOJ APOLILLADO
Con su vibrar monótono y cansado,
el péndulo se mece adormecido,
en el espacio y tiempo ya medido,
de ese viejo reloj apolillado.
En aquella pared siempre colgado
esperando el descanso merecido,
pero sólo se pierde en el olvido
marchando un poco lento y retrasado.
Fuiste un día incansable pregonero
con tus suaves y alegres campanadas,
tu constante tic-tac siempre ligero.
Y duermen lentamente allí colgadas,
no pudiendo seguir ritmo certero,
tus entrañas de acero ya oxidadas.
PLAZA DE LOS CAPUCHINOS
¡Ay Plaza de los Faroles!
a menudo tan callada,
con tenue luz y en el centro
una cruz allí clavada.
Hoy se llena de alboroto,
repleta, cantan las almas,
hoy han roto tu silencio
saetas, rezos y palmas.
Sale "La Paz y Esperanza"
blanca como mil palomas
bajo su palio de plata,
exhalando sus aromas.
Los costaleros la mecen,
y en un sendero de luces
los nazarenos la aguardan,
llevan faroles y cruces.
Se va alejando —¡Qué guapa!—
entre el humo de los cirios,
se cimbrean los varales
sobre los ramos de lirios.
Queda de nuevo la plaza
sin voces, todo sereno
y en la noche, en la penumbra,
ha quedado el Cristo bueno.
PUEDE TU CORAZÓN
Puede tu corazón prenderse al mío
como sube la hiedra sobre el muro,
o dejarse morir triste y oscuro
y en el desierto gris quedarse frío.
Puede latir feliz lleno de brío,
junto al mío volar, te lo aseguro,
o tornarse infeliz, sin paz y duro
y perderse de nuevo en el vacío.
Quisiera recorrer este sendero
por tus ojos tan sólo iluminada;
con ese amor tan puro y verdadero.
Mis besos colocar sobre tu almohada,
soñar entre tus brazos, compañero,
y sentirme por siempre enamorada.
EN SOLEDAD
La noche silenciosa me cobija,
recorre el pensamiento la distancia,
se torna mansa paz la vieja estancia
sin pena que me abrume y que me aflija.
Con la vista perdida, turbia y fija
rememoro pasajes de mi infancia
y vuelve a mis recuerdos la fragancia
de aquel jazmín sembrado en la vasija.
¡Quién pudiera volver a ese pasado
donde sentí el amor por vez primera,
sacudiéndome el alma cual tornado,
para ganar al tiempo esta carrera
en un corcel veloz, blanco y alado,
y que vuelva hasta mí la primavera!
AYER HICE LIMPIEZA
Ayer hice limpieza de mi armario
cargado como estaba de ansiedades,
tiré viejos pesares, e inventario
de viejas y cansadas soledades.
Les di la libertad y se marcharon
días en soledad, tristes y oscuros,
los odios y recelos que arañaron
fibras del corazón y amores puros.
Dejé en mi pensamiento bien grabado
la sonrisa y la luz en tu mirada,
los besos que en mis sueños has dejado,
la ilusión de sentirme enamorada.
Y ahora que mi armario está vacío,
se puede ir recargando de alegría,
puede mi corazón con nuevo brío
soñar y despertar a un nuevo día.
TE VI PASAR
A lo lejos te vi pasar callado
con canas en el pelo y silencioso,
de aspecto descuidado y achacoso,
y yo que te pensaba afortunado.
Quise salir corriendo hacia tu lado
para darte un abrazo cariñoso,
mas acudió de pronto el doloroso
recuerdo que conservo del pasado.
Te perdió la ambición desmesurada,
un juego para ti, sólo falacias,
por eso me dejaste abandonada.
Y me quise alegrar de tus desgracias
pero no pudo ser, ya no eres nada,
y me alejé de ti dando a Dios gracias.
DESDE QUE EL HOMBRE NACIÓ
Desde que el hombre nació,
creyendo que el mejor era,
enarboló la bandera
de causas que convirtió
en verdades y temió;
sin dar valor a la vida
y con rabia contenida,
se creyó que él era Dios,
y el mundo se partió en dos
en la lucha fraticida.
Inventó cielos e infiernos,
marchando con fe absoluta
ejerció la fuerza bruta,
tomó al toro por los cuernos
y fue creando gobiernos
que al mundo dominarían,
sus verdades impondrían
aniquilando al contrario
empezando así el calvario
de aquellos que se oponían.
Se volvió corrupto y ciego
de poder y de ambición,
fue tramando su traición
para alimentar su ego,
destruyendo como el fuego
la libertad de los otros
y no éramos ya nosotros,
es el mal que nos lacera
en ciega y loca carrera
como desbocados potros.
Se cree más inteligente
porque conquistó la luna
y descubrió con fortuna
los rincones de la mente,
que del saber es la fuente;
los recursos de la tierra
sin control los desentierra,
y en nombre de la defensa
va llenando la despensa
declarando al mundo en guerra.
Servida está la injusticia,
unos los bienes derrochan,
otros sus bocas abrochan
mirándolos con codicia,
y en nombre de la justicia
los débiles se levantan,
por el terror se decantan
y empuñan como arma oscura
el odio que aún perdura,
y ésa es la razón que implantan.
UN DÍA DE ABRIL
Nací un día de abril de madrugada
allá por Viernes Santo,
quise apremiar el día
y empecé mi camino muy temprano.
Me acunaron en brazos amorosos
para evitar el daño,
en ellos aprendí que la ternura
es el más dulce hallazgo.
Recorrí mi sendero
recogiendo los sueños a mi paso;
por llanuras anduve
y fui recolectando
experiencias de vida.
También pisé caminos muy amargos
pedregosos y tristes
llenos de desagrado,
cargando mi mochila.
De llorar tanto y tanto,
se secaron las lágrimas amargas,
y con ellas acabo
en las sendas del alma solitaria.
Pero a veces, amado,
para seguir tus huellas,
en vuelo me levanto de este caos
y olvido mis tristezas,
pues tu amor me libera del letargo,
cuando la oscura noche todo acalla,
soñando entre tus brazos.
PENSANDO EN TI
Pensar en ti me duele,
y sin embargo sueño
con estar a tu lado cada instante.
Nada vale mi intento,
pues al final, tu imagen
se me cuela muy dentro
y acabo por mirarme en tu mirada.
Doy alas al cariño que te tengo
quisiera ser igual que el avecilla,
anidando en tu pecho,
el corazón se viste de verbena
y luces, pero luego
he vuelvo en ti a pensar.
Se apagan los candiles, los arpegios,
las ventanas se cierran y al instante
de mi sueño despierto,
pues me duele tu ausencia
y son tristes mis versos.
AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001
