El verso con métrica y rima

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   TONI MARTÍNEZ JOVER   

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comentarios a su obra

DIRECTORIO DE ESTA AUTORA

su obra 1

su obra 2

                 SU OBRA 1          

 

1

Me eludes, ciega diosa evanescente,
alud de etéreo amor, certeza fría,
señora de la gélida alma, mía
y ajena sensación… mi nieve ardiente.

Te extiendes hacia mí y en mí, serpiente
de blanca piel de hielo: yo creía
tus manos congeladas fantasía,
tus pálpitos caricias de mi mente.

Y fue tu cuerpo látigo que hería
el mío en un abrazo complaciente
que estigmas señaló en mi voz helada.

Y fue tu aliento ahogo que moría,
glacial antiguo que extinguió su fuente
en la bahía muerta de la nada.

(13 de mayo de 2004)

 

2

Amiga, ¡esta noche el aire es frío,
tan limpio y cristalino! Nevará…
¡La Luna está radiante, qué belleza!
Las nubes se platean. Huelo el mar.

¡Inspiro, y hasta el alma de las sombras
pretende entrar en mí! Muy poco a poco
paseo densamente y mis zapatos,
noctámbulos, parecen andar solos.

La luz es tenue y frágil en las tardas
ventanas que trasnochan todavía;
ahí, tras sus cortinas silenciosas,
intuyo un corazón de carne antigua.

Las calles de este barrio son baladas
serenas de quietud; sus subterráneos,
violines de fatal melancolía
que suenan en penumbras olvidados.

¡Me siento tan en mí, aquí, que temo
yo mismo ser pedazo de este mundo,
pretérita nostalgia de algo muerto,
fantasma que imagina ser susurro!

Amiga, rostro amable, te confieso
que en esta soledad me siento bien:
en ella me cobijo y caminando
dibujo tu sonrisa en el andén.

(25 de enero de 2005)

 

3

Amiga, ¡cuán absurdo es el deseo,
cuán cómico este mimo del amor
que mi ánima encadena alrededor
de allí donde se prenda tu pareo!

Amiga, no quisiera y aquí estoy,
bebiéndome en tus ojos cada gesto,
besando cada lágrima, dispuesto
a ahogarme en tus pupilas: ¿dónde voy?

¿A dónde pongo proa sin timón
surcando en tu mirada un mar profundo,
extraño, zozobrante, furibundo,
si no al naufragio? ¡Ah, mi perdición!

No hay rumbo, mas amiga… no lo quiero;
lo sabes, te lo dije: ¿qué he de hacer,
si nunca he conseguido comprender
qué brújula gobierna este velero?

(26 de enero de 2005)



4

Mi amiga, como látigos de seda
yo siento tus cabellos al moverse,
flagelos que acarician mis pupilas,
castigan su osadía amantemente.

Cortinas precavidas son, si tibios
se ordenan con quietud sobre tus hombros:
¡con tersas hebras brunas de la noche
tejiera tu melena un ángel loco!

Mi amiga, es tu frente el aguanieve,
la flor de una azucena que rocía
tu tez de blanco aroma, limpio y frío,
y excita de escarlata tus mejillas.

En la alba arquitectura de tu rostro
tus cejas arcos son de media luna,
cimbrante umbral ambiguo de un jardín
que en lotos de azabache se perfuma.

Mi amiga, tus pestañas ¿qué canción
murmuran cuando se abren y se cierran?
¡Las cuerdas son, navajas afinadas,
de un arpa misteriosa de sirena!

Y el pozo de tus ojos, tan profundo…
¡qué sima de belleza tenebrosa,
inverso cielo añil polvoreado
de estrellas caprichosas e incorpóreas!

Mi amiga, tu mirada me derrama
las lágrimas de mil constelaciones,
rocío titilantemente hermoso,
brillante… mas distante, como eones.

¡Ah, carne de tu boca y tu sonrisa,
humor donde soñando ingenuos danzan
los crédulos fantasmas de mis besos,
la torpe tentación de mi ignorancia!

Mi amiga, ¡cuando asoma entre tus labios
la voz, cuánta tersura trae consigo!
Me atrapa, tan sutil, que aunque esté lejos
la siento susurrándome al oído.

¡Heridas son, de hechizo, tus palabras,
caricias tan suaves en tu aliento!
En ellas tu alma late tan presente
que siento que la rozo con mis dedos.

(29 de enero de 2005)

 

5

Plácete, poeta, si es tu suerte,
cantando solamente a la alegría;
engáñate y engaña… todavía
habrá quien te lauree pues invierte.

Recréate en la vid que te divierte,
embriaga tu garganta en su ambrosía;
después, da por respuesta tu afonía
cuando el dolor aflore de la muerte.

¡Mientras padezca un solo ser reverso,
no habrá más ilusión que la locura,
no ha de quedar callado un solo verso!

¡Mientras sufra una sola criatura,
será la luz de todo el Universo
tan sólo la mentira más oscura!

(20 de marzo de 2005)

 


6

¿No entendéis cuán hermosa es la tristeza,
cuán límpida es la lágrima que cae,
que en el dolor profundo se contrae
la majestuosidad de la belleza?

¿No entendéis que en la mísera pobreza
del subterráneo lóbrego se abstrae
el fuego fatuo azul que no decae,
el que más puro sufre la crudeza

del frío y no se extingue? Pues verdad
es que el orgullo de saberse humano
es la insignificante dignidad

de ser gota de luz en la humildad;
ser libre sin cadenas es liviano,
mas serlo encadenado es… ¡libertad!

(20 de marzo de 2005)



7

Y al fin, pues eres pensamiento de luz pura,
pues en tu oscuridad eres vislumbre,
certeza en la sombría incertidumbre…
¡refulge entre tinieblas, criatura!

¡Enciéndete! Y ufana de amargura,
¡di que has estado aquí y has sido herrumbre,
el moho en una tumba, podredumbre,
amor sobre una fría sepultura!

Que Lázaro eres, ¡te levantas y andas!
Que Fénix eres, y de las cenizas
renaces y las llagas cicatrizas.

Pues donde malvas hubo hay hoy lavandas,
¡y los senderos mustios ya desandas,
los miedos del otrora haciendo trizas!

(20 de marzo de 2005)

 


8

¿Qué idioma es el que hablan tus abrazos,
lenguaje arcano y táctil, que atempera
mi alma de tan cálida manera,
que hilvana de mi piel la paz a trazos?

¿Qué música interpreta zalamera
tu boca sobre mí, labios aviesos,
que en el rocío fresco de tus besos
mi cuerpo amansa plácido y modera?

Son en tus manos íntimas confesos
los alborozos míos y descansos,
secretos que bravíos se hacen mansos
y dóciles suspiros de embelesos.

Pues mi alma mana fluida de mis huesos,
vaciándome los tuétanos de esencia,
cuando de gnosis mística la ciencia
de tus caricias cierta me adivina,
y como augur en trance, sibilina
tu lengua se armoniza en mi cadencia.

(3 de abril de 2005)

 

9

¡Recorren mi columna cosquilleos
de dígitos traviesos, si imagino
tu cuerpo insinuándome el camino
hacia tu intimidad dando rodeos

por todos sus rincones! ¡Qué ladino,
qué cándido a la vez, qué incontestable
me invita tu pecado a que culpable
de su sensualidad sea inquilino!

¡Mi instinto te respira confortable
hasta cuando no estás, y ese perfume
que yace en tu mitad se me resume
en un sueño de dicha irrefrenable!

Y en tanto te dibujo, me presume
la curva silueta de tu talle
trazándome la línea con detalle
del hilo que tu piel enfundará:

no sé de mi cordura qué será,
¡pero que mi locura en ti se halle!

(12 de abril de 2005)

 

10

¡Hoy siento que las musas me celebran,
que con sus dedos fértiles me tocan,
me acogen y mi pálpito desbocan,
que en mi soñar sus besos se me enhebran!

¡Hoy siento que las Cárites convocan
las arpas de los vates del pasado
para el compás ornar del recitado
de mi oda a los espíritus que alocan

la fiebre de mi pecho arrebatado!
¡Hoy siento en mí a un poeta! ¡No silencia
mi voz ni la humildad ni la prudencia,
pues no quiero abstraerme de este grado

de extático placer o de exaltado
estado al que me abducen o me inducen
las diosas o las hadas que seducen
mis líricos instintos! ¡Hoy, hechizos
de poesía embrujan levadizos
suspiros que de mi alma se deducen!

(12 de abril de 2005)

 

 

 


AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001

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