El verso con métrica y rima

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    RAFAEL MARAÑÓN   

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 comentarios a su obra

DIRECTORIO DE ESTE AUTOR

su obra

     

       SU OBRA  

     

             En esta página encontrarás las siguientes poesías:

              AMANTE POBRE

A ultranza te he querido sin gloria ni testigo
con un querer sublime, grandioso e imposible,
pues sólo soy un pobre humilde y apacible
y sé que aunque lo sueño nunca estaré contigo.

De Creso las riquezas hubiera yo ofrecido
Por un beso furtivo o una leve sonrisa
de tu rostro de rosa, como un soplo de brisa
que barriera en mi alma mi dolor y gemido.

Mi sol radiante eres, mi cantarín jilguero
mi cálido espejismo, mi luciente alborada,
mi collado sereno, mi entelequia dorada,
mi ninfa esplendorosa, mi luna y mi lucero.

Al pasar por mi lado y siendo un pobre obrero
rico sólo en quimeras, sin garbo ni fortuna,
no me miras apenas con tus ojos de luna
porque me sabes sólo un mísero aparcero.

Y al volverme la espalda sin mirarme siquiera,
mi alma se desgarra recóndita y silente,
quemando mis entrañas y agitando mi frente
las llamas abrasantes de una impotente hoguera.

En tu corro elegante, cuando escucho tu risa,
siento envidia sangrante del rico caballero
que atento te corteja sin notar que te quiero,
aunque calle mi boca silenciosa y sumisa.

Soporto los tormentos de tu dura mirada
cuando me hablas distante porque soy tu criado;
en la pena que ahoga y en mi entraña rasgado,
inclino mi cabeza y acudo a tu llamada.

Y por tanto sufrir y sufrir cada día
quebrantado me iría hacia tierras lejanas,
pero el son de tus pasos y tus risas galanas
me encadenan y afligen en esta idolatría.





               ES UNA MUJER

La conocí en momentos de oscuro desaliento,
en absurdo combate con el tiempo y la vida;
me apoyó como apoya la persona querida
siendo viento ligero y vendaval violento.

Mi alma fatigada, mi corazón herido,
en sus rasgos suaves y soñadas caricias
se doblegó impotente ante tantas delicias
y tímidos susurros que envidiara Cupido.

Fue una mujer sencilla, una samaritana;
sin recelar quién era, me sostuvo en su mano;
me trató como amante, como hijo o hermano
en un arrobo dulce de dulzura galana.

Sus manos extendidas franquearon los mares
al encuentro azaroso de mi alma perdida,
para darle un regalo de pasión y de vida
rescatando ilusiones, entereza y azares.

Y en el nuevo horizonte que su amor me procura,
con las alas abiertas extendidas al viento
de mi alma desnuda, a su cálido aliento
navego en blanda nube de grandiosa ventura.

Nunca mis secas manos ceñirán su cintura
ni tan sólo tomarla por sus manos mimosas;
lejanas y corteses sus frases deliciosas
me han de acercar por siempre su lejana figura.

Y gracias doy al Cielo, pues nunca sospechara
en la densa penumbra de mis noches tediosas,
que cual mágica ofrenda que otorgaran las diosas,
una tan dulce amiga mi corazón sanara.




           NO DEFINAS

No limites, pedante, no definas
la fuente del magnífico universo
origen misterioso de mi verso,
ni ultrajes al Creador con las doctrinas
del vil infierno donde estás inmerso.

No es Dios el que predique algún bigardo
osado, que piedad y fe deforma
y altivo dice conocer la forma
en que dios ejecuta tan gallardo
su obra, la moldea y la conforma.

Es Dios tan colosal e indefinible,
que todo esfuerzo humano es arrogante
cuando acota atrevido y querellante
la causa misteriosa, inaprensible,
que escapa a su juicio delirante.

Acierta mucho más quien es humilde
y deja a la creación y a su concierto
hablar con su lenguaje claro y cierto
que acierta hasta en la coma y en la tilde
y así enaltece a Dios sano y liberto.

Penetra y profundiza en lo posible
las fuentes y las causas del misterio
con medios y talante agudo y serio
entiende su grandeza, y apacible,
cede la gloria a Dios con buen criterio.

Y así con todo gozo y confianza
sin tratar de encerrar en un bolsillo
al Dios omnipotente. Muy sencillo,
admira el universo en su alabanza
y no te comas más el colodrillo.





                OÍDO ATENTO

Yo tengo sana entraña y tengo oído atento
para todas las cosas que me quieras contar,
un hombro preparado donde puedas holgar
y un corazón abierto que asuma tu lamento.

Si te agobian secretos que no puedes abrir,
yo callaré a tu lado o hablaré si tú quieres;
si la pena te agobia te ofreceré placeres
y por ti, si es preciso, yo sabría morir.

Si en tu lucha no encuentras la paz o la utopía
te ofreceré en mi pecho un amparo seguro;
un remanso amoroso, silencioso y oscuro
donde encuentres descanso, comprensión y alegría.

Si en tu angosto camino el amor no te llega
y buscas con anhelo quien te quiera y entienda,
sabrás que aquí me tienes y que te haré la ofrenda
de mi esfuerzo y mi vida en tu animosa brega.

Que no te haré preguntas de imposible respuesta,
ni te daré consejos ni pediré más cuentas,
porque a mí me interesa tan sólo lo que sientas
y callaré a tu lado sin tilde ni protesta.

Cuando llores o calles yo sabré comprenderte
y tus males y penas serán las penas mías;
mis más grandes delicias serán tus alegrías
y ofrendando mi vida compartiré tu suerte.

Y al final de mi senda, cuando te haya ofrendado
todo lo que he gozado, todo lo que he sufrido,
no haré una sola cuenta, pues tanto te he querido
que me sabrá a muy poco lo que por ti he luchado.




GRANDEZA Y MISERIA

Mi amigo Joaquín Morales,
dijo un día con firmeza:

“¡Convéncete! en los mortales
ya no existe la grandeza”.

Ni en la mujer ni en el hombre,
existe ya honestidad
y molesta ya hasta el nombre
de la divina verdad.

Todos a una se encantan
con juegos y pasatiempos,
la familias se quebrantan
socavados sus cimientos.

Los niños ya sólo cuentan
para hacer experimentos
de teorías que se inventan,
girando a todos los vientos.

Gentes nada escrupulosas
y con muy pocas piedades,
contra niños alevosas
cometen atrocidades.

Y no sólo abusa el macho
de su infantil inocencia,
que sus madres sin empacho
los explotan sin conciencia.

Y no se puede decir
que no tengan valedores,
hoy día no habrá que oír
se muera de mal de amores.

Sin que se tengan por males
hoy prima lo chabacano,
viviendo como animales.
Nadie de nadie es hermano.

Sólo se alaba el ferial
y la aspiración mayor,
es llenar pronto el morral
sin un mínimo pudor.

La ganancia sin medida
y vicios de toda laya
siempre ganan la partida
pero nadie la paz halla.

La gente busca el trincar,
y gastarlo en porquerías,
en cacharros y apostar
a todas las loterías.

Ciegos corren tras el oro
en busca de la opulencia
y se adora sin decoro
la moderna y huera ciencia.

El aborto criminal;
De la ley hacer abuso
Se tiene por divinal
En este mundo confuso.

Todos tientan a la suerte,
fútbol, toros, diversiones,
sin pensar que va la muerte,
pisándoles los talones.

Son el falo, vientre y oro
dioses de envilecimiento
y adoran todos a coro
su perverso encantamiento.

La manzana del jardín
son la técnica y la ciencia,
sin moral van a su fin
burlando a la Providencia.

Sólo tiempos imperiales
de los antiguos romanos,
vieron tantas bacanales
a costa de sus hermanos.

Unos y otros presumen
de inteligencia y riqueza,
hasta que abatidos unen
las manos en su cabeza.

Hay quien falso disimula
que el mundo marcha fatal,
trabajando como mula
se priva de lo esencial.

El mundo no se concilia
con las cosas principales;
amor, honor y familia,
y las cosas eternales.

La risa brota del pecho
del ignorante, que preso
en tanto estruendo y cohecho
ha perdido necio el seso.

Así vamos de cabeza;
prostituyen la niñez,
pero nadie mueve pieza
para cortar de una vez.

Y algunas madres quebrantan
a su sexo y condición
y a los niños soliviantan
si los tienen en tuición.

Y maliciosas inculcan
el odio contra su esposo
y sin recato conculcan
de sus hijos el reposo.

Y tampoco los varones
merecen alta opinión
pues cometen vejaciones
por marchar tras su pasión.

Como a desbocado potro
en sus hijos clavan puya
de rencores contra el otro
por salirse con la suya.

Todos se quejan a una,
de lo mal que marcha el mundo,
pero no toman ninguna,
medida contra lo inmundo.

Lo que pasa es razonable,
al parecer de las gentes
y es penoso y miserable
lo que tienen en sus mentes.

El amor ya se ha dejado
profanado en la cuneta,
ya no hay nadie enamorado,
sólo manda la bragueta.

En el moderno instituto,
donde se imparte enseñanza,
el condón y hasta el canuto,
se toman, lo más, a chanza.

Nadie mata la alimaña
del pensamiento letal,
que como tela de araña
nos hunde en el cenagal.

envilecen el trabajo
y el descanso prostituyen.
nadie se aplica en el tajo,
todos del esfuerzo huyen.

Las mujeres, de modernas
no saben su derrotero
y prefieren las tabernas
al hogar y al compañero.

Y tienen como coartada
que el varón hace esto mismo
y esa es la cerril charada
que argumenta el feminismo.

Mujeres de juicios sanos
y hombres firmes, caballeros,
queremos con limpias manos
y no chuscos palabreros

La mujer no necesita
de lástimas ni favores,
ni tiren de la levita,
ni canten tantos loores.

Que el hombre de discreción,
de la mujer se acompaña;
a ella da su corazón
y no la miente ni engaña.

Estas y otras zozobras
las tienen algunas gentes,
pero sólo por las obras,
lo acreditan los valientes.

No pretendo conocer
de vida y mundo el misterio,
pero claro puedo ver
que todo ha de perecer
sumido en el cementerio.





         QUIERO CONTARTE

Quiero, Jesús, contarte pues tanto te he fallado
mi tristeza profunda por mi ingrata flaqueza,
porque bien reconozco tu bendito cuidado
que sustenta mi vida con tan santa firmeza.

No es sabrosa mi vianda si no comes conmigo,
ni hay amor que ilumine como me aviva el tuyo,
ni otro ser que me apremie como tú a ser mi amigo,
ni mi alma descansa si no duerme a tu arrullo.

En mí siento tu mano dirigir mis caminos,
la llamada imperiosa de tus dichos hermosos,
de tus bellos consejos, de tus hechos divinos,
de encendidas promesas y silencios gloriosos.

De tu rico venero, de tu aljibe tan lleno
con el agua de vida y perfume de flor,
de tus pródigas manos, de tu apoyo sereno,
de promesas vibrantes con que avivas mi amor.

Tú, mi negra amargura transfiguras en gozo;
de esperanza me llenas con divino ardimiento
y rendido te ofrezco con humilde alborozo
una ofrenda de amores y un raudal de contento.

Desde ahora prometo, santo Cristo bendito,
confesar mis vilezas, ser de ti consolado,
confiar en tu gracia, humillado y contrito
y esperar tu regreso con vigor renovado.





                     MIRA
                                      A ella

Entra serena en tu interior profundo;
evoca el alma que por ti suspira
sepas quien muere por tu amor y mira
a quien te hiciera, si pudiera, un mundo.

Piensa en quien, cándido, a tus pies pusiera
para tu gala, tu placer y encanto
un mágico tapiz y un suave manto
que a mí te transportara y te trajera.

Sonda en tu alma velada y considera
al que en jaula impalpable y dolorosa,
cual pájaro que en rama no reposa
ansiando libertad, a ti viniera.

Y toma nota, dulce amada mía,
que llenas mi pensar sin esperanza,
porque es quimera que tan sólo alcanza
soñar contigo un cielo de armonía.

Tu bella sinfonía
de ojos profundos y de voz melosa
hacen de ti, mi sílfide y mi diosa.


 



  LÍRICA CANCIÓN

Lírica canción de un grillo
rota de tanto cantarla
el agua, mansa en la fuente,
por escucharla, se calla.

Unas palabras ansiosas
se susurran en el alba:
serrano, yo a ti me entrego
en esta blanca alborada.

Gustosa te doy mi cuerpo
y el alma también te he dado,
que tanto uno como otra,
solo para ti las guardo.

Tus ojos como cuchillos
me taladraron el alma
y tanto y tanto te quiero,
que hasta mi aliento se para.

Manos de dedos vehementes,
buscan bajo las frazadas
y dos, en ardientes besos,
se funden de madrugada.

Mil lenguas como cuchillos,
hipócritas se preparan
y por la envidia afilados
sentencian a los que aman.

Pobre del que aquella noche,
repleto de saña amarga
juzga maligno y condena,
lo que tanto él echa en falta.

No temas chiquilla mía
de haberme amado bizarra,
que yo, como hombre de bien,
me hago cargo de tu fama.

El gallardo mozuelillo
y la adolescente dama,
sus promesas entrecruzan
al caer la madrugada.

La luna que les contempla,
se refleja en la fontana
y a una nube guiña un ojo
cómplice de aquella magia.

Furtivo se va el mocito
llena el alma de nostalgia,
la chiquilla, embelesada,
queda suspirando al alba.

En los cristales mojados
de su aliento en la ventana,
sus manos suaves de nácar
posan ansiosas las palmas.

Y en su pecho prieto y terso
hecho de marfil y ámbar,
los suspiros se refugian
por miedo de traicionarla.

 

 

 


AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001

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