directorio
| Inicio |
| Por qué esta web |
| Antologías selectas |
| Listado general |
| Novedades |
| Enlaces |
| Más poesía |
| Reglas de la poesía |
J. C. HIDALGO ANTIGONI
DIRECTORIO DE ESTE AUTOR
su obra 2
SU OBRA 2
En esta página encontrarás las siguientes poesías:
Si huérfano de amor, amor me dieras.
Si a cambio de ese amor, amor llevaras...
Si aliviando mi sed, tu sed saciaras
y aquello que te doy me devolvieras...
Estarías en mí sin más fronteras
entre el alma y la piel, pues si me amaras,
en tu ser más profundo me llevaras
y te llevara en mí hasta que murieras.
Hombre y mujer, esencia dividida
al emprender del mundo el corto viaje,
engarzan su raíz y en el ramaje
la semilla genera nueva vida
para ser nuevamente compartida
aunque pase la vida en un celaje.
Yo soy la piel que cubre los nervios y la carne,
me lo dice el espejo, la vista y la razón,
porque mis ojos viejos no pueden engañarme
aunque diga otra cosa la voz del corazón.
Yo soy la voz que vibra y vuela en el espacio
y al llegar a tu oído despierta la emoción,
pero nada concreto se engarza en los sonidos:
son fonemas que dejan sólo una sensación.
Soy polvo, voy al polvo, y en él he de quedarme,
eso dice la Biblia sobre la creación,
también habla del soplo que alienta la existencia
pero es Dios en su esencia su propia negación.
Y sin embargo siento latir el universo,
y en otra piel descubro lo que es la tentación
y entiendo que la vida no se encierra en un verso
aunque la vida encierra toda la inspiración.
Así pues no sé nada ni llegaré a saberlo
hasta que al fin la muerte libere mi aflicción,
pero en esta mentira no quisiera perderte
pues sin ti es imposible toda generación.
Así soy todo y nada, pero en mi nada entiendo,
que siendo yo misterio, yo soy su explicación,
y estoy lleno de muchas preguntas sin respuesta
porque la vida es siempre una interrogación.Yo siempre he caminado inclinando la frente,
atisbando mis pasos para no tropezar,
tan ciego a la belleza generosa y creciente
y a la luna que arriba no deja de alumbrar.
Pero en un parpadeo caí en un hondo pozo,
donde me fue forzoso hacia arriba mirar
y encontré un negro cielo estrellado y hermoso,
con millares de luces de intenso parpadear.
Y alrededor un mundo que no había mirado,
preocupado en los pasos que debía marcar,
tropezar fue el milagro, no mirar... El pecado,
y sólo al comprenderlo me pude levantar.
Y al volver al camino con la mirada alerta,
descubrí que en la vida lo importante al andar,
no es calcular los pasos ni proteger la huerta
sino entregarse al mundo para aprender a amar.
Decirte que mi vida parece diferente
desde que tú llegaste, inesperadamente,
es sólo una manera para aludir la herida,
que abierta en mí sangraba por una despedida.
Hoy que estás en mi alma, aunque yo no lo quiera,
haces brotar los sueños como una primavera,
pues traes en tus ojos la fe, la luz, la calma,
echando sus raíces como la enhiesta palma...
y en el seco desierto febril de mis antojos
veo manar el agua desde tus labios rojos.
Nada me ha parecido más grande ni más cierto
que la flor de tus manos sembrando a cielo abierto,
pues al sembrar sepultan las horas del olvido
y sobre sus despojos tu cuerpo florecido
después de tanto llanto tan dulce me resulta
que hace brillar la luna mientras el sol se oculta,
para que nuevamente la noche con su manto
encienda las estrellas para quererte tanto...
y al quererte mi vida parece diferente,
porque vivo en tus brazos: apasionadamente.
Cuando reine la noche dentro y fuera del alma,
cuando los sueños sean sólo desilusión,
cuando me duela el mundo y mis ojos no vean
más que penas llegando como una exhalación...
Cuando la piel ya mustia no atesore recuerdos
y mis labios olviden que existe la oración,
deja volar tus ojos en las alas del viento
y en el viento pon alas para mi corazón.
Y entrelaza tus manos suavemente al silencio
que ha crecido en mi vida como crece una flor,
y que tus manos sean el rocío y la rama
y tu amor la semilla sembrada en mi interior.
Tú que me has recordado tantos sueños dispersos,
tú que has hecho el milagro de aliviar mi dolor,
tú que me has refrescado las arenas del tiempo
tú que me has enseñado la verdad del amor...
Tú puedes recrearme cuando quieras hacerlo,
y fundirme en tus bazos para darme calor,
y moldearme a tu forma y guardarme en tus besos
y nombrarme en tus labios para darme valor.
Porque dios me hizo apenas modelado en el cieno,
prisionero sin causa de una forma exterior,
pero tú... tú podrías transformar lo imperfecto,
para darme una esencia más perfecta y mejor.
En tu amor como en todo reside un algo amargo
así como en la noche se esconde algún fulgor,
pero como en el tallo la savia amarga nutre,
habita en la corola lo dulce de la flor.
Tu amor a veces duele y a veces reconforta
a veces es frescura y a veces es sopor,
a veces es desierto y a veces es llanura,
oscuridad a veces y a veces resplandor.
Pero siempre te quiero porque a pesar de todo
las lágrimas son parte profunda del amor,
y entre el dulce y amargo tu amor es nervadura
que engarza sus raíces, florece y da color.
Ternura, compasión, dolor, olvido,
tristeza, inspiración, calor, vejez,
amor, desolación, rencor, distancia,
cariño, lealtad, temor, traición.
Desdén, fatalidad, horror, latido,
ensueño, realidad, pasión, preñez,
sonrisa, soledad, color, fragancia,
silencio, inmensidad, furor, razón.
Son semillas sembradas en el hombre
que floreando definen el vivir,
cuyo fruto recojo al escribir
y de todas no hay una que no asombre:
adjetivo, virtud, estado o nombre,
me dan la inspiración para seguir.Del hombre no hizo Dios a la mujer:
ni de la testa para someterlo,
ni de los pies, debiendo obedecerlo,
sino del corazón: para querer.
Y dijo Dios: Así tendrá que ser
y hasta el fin de los tiempos ha de serlo:
tenga hombre la mujer para quererlo
y engendren hijos para florecer.
Él tocó mi costado y te hizo mía
con tanta habilidad, tan sabiamente:
piel de mi piel, razón de mi alegría,
agua en mi sed, ensueño de mi mente
y puso en nuestros cuerpos la armonía
para poder vivir plácidamente.
AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001
