directorio
| Inicio |
| Por qué esta web |
| Antologías selectas |
| Listado general |
| Novedades |
| Enlaces |
| Más poesía |
| Reglas de la poesía |
CARLOS ESPEJO
comentarios a su obra
DIRECTORIO DE ESTE AUTOR
Aquí estamos ante las poesías más características de este médico metido a poeta o quizá, mejor sería decir: este poeta metido a médico.
Carlos
es un joven mexicano con la suficiente calidad y valía
para escribir poesía en esas claves que nunca resultan
fáciles.
Es esa poesía bien medida y bien rimada, —en la mayoría de los casos con rima consonante—, en la que logra expresar con lucidez y diáfana claridad, todos esos sentimientos que se elaboran y se albergan dentro de su alma sensible de poeta.
La antología aquí elaborada, aun siendo de tan solo ocho títulos, es una detallada exposición de todo lo bueno que poéticamente salió hasta el momento de la pluma de
este joven autor.
Demos un paso más y adentrémonos en la siguiente página en donde se puede comprobar todo lo que aquí decimos.
En esta página encontrarás las siguientes poesías:
Cien mil años no me bastan
para escribir lo que siento...
y aun escribiendo miento
de lo que quiero decir.
No lo puedo describir...
pero es que palabras faltan;
los puntos y comas saltan
frenando los sentimientos.
Ay! ...cuán duros los tormentos
mientras deslizo mi pluma!,
y como en el mar la espuma
se desvanece la tinta.
La hoja es mujer encinta,
y el nuevo ser es un verso,
como estrella en universo
perdido entre tanta luz.
Mi mano es el autobús,
la pluma es la pasajera,
extasiada en la quimera
del sueño del conductor.
Y el papel es el actor,
que la acompaña en el acto,
en un no jurado pacto,
que los hace dos amantes...
No hay después ni hubo antes...
sólo una pluma y papel.Manos de seda...
y un cabello que se enreda,
amoroso entre mis dedos.
Vencedora de mis miedos,
ninfa de agua cristalina,
gran diamante de esa mina
imponente del amor.
De lo dulce lo mejor,
pues te sobra la ternura,
y ¿qué medicina cura
mejor que ese don de Dios?
Solos... los dos,
entregándonos el alma...
tempestad trocada en calma,
huracán cambiado a viento.
Así lo siento...
manos de seda...
y un cabello que se enreda,
amoroso entre mis dedos.
Como en cráter de volcán.
la lava encendió mis labios...
calor de tus besos sabios,
dando vida a mi desierto.
No sé si sueño despierto,
un paraíso perdido;
tu aliento un viento sentido
que respiro y me hace otro.
Así, sintiéndome un potro;
y mi vientre tu montura,
cabalgando en mi cintura,
me llenaste de sudor.
Cuánto amor..
cuánta pasión encendida,
y como antorcha prendida,
iluminamos el mundo.
Fue... tan profundo...
y me quedó tanta calma,
que iluminando mi alma,
conocí por fin el cielo.
Tu pelo de terciopelo,
tu mirada ,enamorada,
y mi mente ilusionada,
volando hacia el infinito.
Fue... como un grito,
como un himno a la pasión,
metáfora a la emoción,
de dos seres que se aman.Porque dolor es a llanto,
como notas son a canto,
porque letras son a prosa,
como pétalos a rosa,
así mi amor yo soy tuyo,
como al rosal el capullo,
o a la colmena la miel.
Soy... tu piel,
y como el Sol no es a ocaso,
ni como Luna es a día,
no soy tu enojo, alegría,
o tu tristeza, mi amor.
Soy... tu calor,
que aleja pronto tu frío,
como gotas de rocío
esparciéndose en el viento.
Soy... tu tiempo,
y en cada hora que pasa,
es un siglo que me arrasa,
si tu rostro yo no veo...
En ti yo creo...
y aunque ni yo soy Romeo,
ni tú tampoco Julieta,
me siento un poco poeta
siendo tú mi bella musa;
y es mi alma quien te acusa
de ser tú mi carcelera
en la cárcel de quimera
de la que nunca saldré,
pues sé que jamás podré
dormir tranquilo sin verte,
pues vivir sin ti es la muerte,
y morir por ti es vivir.
Porque unidos por sus bocas,
dos amantes se estremecen,
mientras sus cuerpos se mecen,
arrullándose sin fin.
Porque uno al otro es afín,
y se funden por completo,
en una entrega sin veto,
donde todo se comparte.
Son ellos la hermosa parte,
de este universo infinito,
gestándose en bello rito,
tiernas caricias de amor.
En un beso su calor,
simula volcán herido,
y la lava de su nido,
parece nunca acabar.
Mil besos se habrán de dar,
mientras la noche perece,
y cuando el sol amanece,
nuevamente empezarán.Hoy, que tu cima se pinta de blanco,
y nevando resientes al frío,
...un ocaso pasado el estío,
mediodía que ya se fugó.
Primavera que ya se extinguió,
un verano que fue hasta los treinta,
el otoño llegó a los sesenta,
y el invierno presente se da.
Un recuerdo en conjunto será,
tantos años de vida guardados,
en los cofres aún olvidados,
que inconsciente la mente archivó.
Un honor que la vida te dio,
el vivir en las cuatro estaciones,
cada una cantó sus canciones,
y tu ser muy atento escuchó.
¿Cuánto tiempo ya pasó?...
¿ya sentiste al universo?...
ahora hazlo prosa o verso,
y comparte tus poemas.
Ya las canas son diademas,
del invierno de tu ser;
tus ojos habrán de volver,
a querer mirar el cielo.
Noches duras de desvelo...
noches de invierno han de ser...
Hola... ¿cómo estás?
amanece en paz...
como una sirena
dormida en la arena,
que es donde reposas,
como entre mil rosas
de aroma encantado.
Un enamorado
se acerca y te besa...
como una princesa
despiertan tus ojos,
y tus labios rojos
calman los antojos
de mi amanecer.
Cómo no querer...
a quien en los mares
de mis despertares
provoca la calma,
entregando el alma...
sin más pretensiones
que la emociones
que dos corazones
se dieron en noches
donde hubo derroches
de fuego y amor.
Qué intenso calor
se siente por dentro...
y muy en mi centro,
como un huracán,
explota un volcán
con lava encendida,
provocando herida
que sangra de amor.
No existe el dolor
en tanta ternura.
Cualquier amargura
se apaga al nacer;
no existe la pena
cuando en esa arena
te encuentras dormida
poniendo en mi vida
la ilusión perdida
que existe en mi ser.
¡Dame de beber...
sirena preciosa...
te daré una rosa...
y mi alma también!Más que una bata blanca
porta mirada franca,
más que buscando un pago
las sonrisas son su halago.
¿Que hago? -Se pregunta-
y se responde al momento:
"Recuerda tu juramento
que un Hipócrates reclama,
y prende presto la flama
de dar consuelo al caído,
no importa si está raído
ó porta un traje elegante,
si en el infierno de Dante
lo tiene la enfermedad,
tu instrumento es la verdad;
tu medicina es tu ciencia,
y tu receta es la esencia
que Dios firma con tu pluma.
Sea tu emoción la espuma
de las olas de ese mar,
que tus manos han de dar
para la sed del enfermo".
Un día más...-ya me duermo...-
mi medicina es mi sueño...
ni de mi tiempo soy dueño,
mientras construyo mi paz.
AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001