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EMMA MARGARITA
SU OBRA 2
En esta página encontrarás
las siguientes poesías:
Vieja de viejas historias, en tus días grises, lentos, bosquejas antiguos cuentos, revives añejas glorias. Vieja que en tertulia vieja tejes tu insigne aventura, tu festejada hermosura, y ahora nadie te corteja. Vieja, viuda del amor, te afligen besos que añoras, sin lisonjas de otras horas gimes de frío y dolor. Vieja, sola, sin pareja sientes tu jaula vacía, gélida geografía cobija tu ardiente queja. Vieja con objetos viejos, reliquias, dijes sagrados, trebejos atesorados, ancestrales amuletos. Vieja, contemplas perpleja tu imagen en el espejo, te repugna el fiel reflejo que es presagio y te acompleja. Vieja, pajizos retratos, flores ajadas y encajes, desdibujan tus paisajes y son tu banco de datos. Vieja, tu cariño deja blanca suavidad, dulzura, una estela de ternura... ¡Qué tristemente se aleja!
DESVÍO
Las horas de mi vida pasan lentas, ansío que una nueva sensación arranque mi maldito desazón, desate en esta calma las tormentas. ¡Quiero rayos y truenos de osadías, centellas de pasiones en el pecho, volcanes del averno sobre el lecho, llamas de irracionales fantasías!. ¡Quiero holgar en las playas tropicales, meditar en las cimas de los montes, explorar los salvajes horizontes, descubrir los misterios esenciales!. ¡Quiero vivir, gozar aquí
y ahora, salir de este camino polvoriento, demoler el mortal confinamiento y contemplar feliz la nueva aurora!. Vuelvo la vista a aquellos que son míos, a lo que cada día me rodea..., me agita el alma cálida marea y odio profundamente mis desvíos.
DESAMOR DE AMIGO
Se ocultó tu sol caliente, se cerró tu limpia fuente cuando estalló la tristeza. En mi soledad doliente permanecí indiferente al conocer tu vileza. Te apartaste de mi vida, no me curaste la herida cuando llegó la traición. Era tu amistad fingida, interesada y podrida, muy lejos del corazón. El agua de aquel torrente es hoy fango maloliente de tu espíritu mezquino. Eres parte de esa gente que traiciona, engaña y miente para llenar su intestino. Mi afecto hacia ti crecía sin saber la hipocresía de tu rendida amistad. Confié en una utopía, en la bella fantasía del bien y la caridad. Son oscuros los colores de aquellas brillantes flores de fe y de sinceridad. Ya no son deslumbradores, están hechos con dolores de tu cruel falsedad. Soñaba una nueva vida en la rama florecida con amor fiel de un amigo. Hoy la realidad suicida de tu lado me desliga y hace de ti mi enemigo. La sospecha me encarcela y el pavor a que me duela un desengaño mayor. Mi alma triste llora y vela porque de todo recela, sólo vive en el temor. Fuiste en verdad un hermano, el Caín soberbio y vano que quiso heredar el cielo. Tu amor fue, en verdad, profano, fue amor de tu barro enano que quiso ganar su suelo. No me ahoga la tristeza porque tengo la certeza del sincero amor de Dios. Por su infinita nobleza, y sin ninguna aspereza, amigo, te digo adiós.
UN RAMO DE FLORES
Con un ramo de flores creaste primavera, lozanía, luces de mil colores, brillante fantasía en la estancia de mi melancolía. Revivió la esperanza sobre el ascua de antiguas sensaciones, olvidé tu mudanza, olvidé tus pasiones, volví a poner en ti mis ilusiones. Y eras humo en el viento, ceniza para el fuego de mi boca, helado desaliento, y, al fin, mi mente loca recordó las aristas de tu roca. No me inquieto, no velo por encontrar amor a mi medida, tú me diste el consuelo: el libro de mi vida con la flor de tu ramo desprendida.
SOY TODA PARA TI
Se anunció tu llegada, las rosas iniciaron tu alabanza, cantó la madrugada al eco en lontananza, la tierra se llenó de tu esperanza.
Por ti fui transformada, mi arcilla rezumaba tu evidencia, tiernamente arrobada con tu dulce cadencia gustaba la verdad de tu existencia. Al fin llegaste aquí, brilló el día, te puse
en mi regazo, eras mi savia en ti, eras de mi un pedazo, gocé del paraíso en ese
abrazo. Soy toda para ti, contigo me fundí de tal manera
que en tu ser me perdí, volcada en tu ribera te di mi libertad, mi primavera.
TU
ABRAZO
Vivo tu lejanía vagando por la luz de tu espejismo, me abrasa esta locura, este exorcismo de tu presencia, de tu cercanía. Una tristeza fría galopa por mis venas, el abismo me llama a un dulce vuelo, a un bautismo en tu mar de pasión, de hechicería. Porque saben mis cuitas las sombras de la noche merodean, las flores del jardín amarillean y las hojas del roble están marchitas. Añoro nuestras citas. Espero que los nuevos tiempos sean como tierras salvajes que verdean salpicadas de blancas margaritas. Ya está la primavera asomada a la orilla del camino, se oye su canto mágico, ese trino encantado de dicha venidera. Tu ardiente enredadera se enrosca en mi presente, en mi destino, y tu abrazo es el éxtasis divino que ilumina la noche de la espera.
ESQUIRLAS
Una palabra, un gesto, una imagen, una nota perdida en el espacio, una risa, una flor... , cualquier detalle revive en mí rescoldos del pasado. Un nubarrón de penas y agonías ensombrece la luz de la mañana, un velo rojo y negro a la deriva atraviesa el cristal de mi atalaya. Se derrumba el castillo de mis sueños por el temblor helado de la muerte; vieja angustia se instala en mi universo con vómitos de hiel en cuerpo
y mente. Ya no puedo vivir igual la vida, me han mutilado a espada en el camino, el fuego de mi amor es hoy ceniza y la risa inicial es un gemido. No logro contemplar la amanecida, ni las rosas, ni el mar, ni las palomas, me ciegan las heridas, los estigmas que con hierro grabó la aciaga
sombra. Quiero olvidar los trágicos instantes, no remover recónditas esquirlas, mitigar un dolor que ya no cabe en el alma embotada, enloquecida. Pero un gesto, una ráfaga, una
nota... maléfico espejismo del pasado, me inunda de un recuerdo que me ahoga ¡y no quiero!, ¡no quiero
recordarlo!.
AMOR
DE AMIGO
En mi soledad doliente fuiste una flor infrecuente, un amigo, tu amistad fue sol caliente, agua limpia de un torrente que bendigo. A un mundo de fantasía, en plena y dulce armonía, tú conmigo, lejos de la hipocresía como el alba renacía yo, contigo. Y fue la naturaleza, el cielo, el mar, la belleza, nuestro abrigo, abonamos la nobleza y arrancamos la maleza del castigo. En la tierra prometida, con hambre de amanecida cual mendigo, el alma fiel, malherida, salió de calma suicida de testigo. Creaste nuevos colores pletóricos de fulgores, buen amigo, alegres, deslumbradores, no volverán los temores que maldigo. No hay nada que me encarcele y de todo lo que duele me desligo. Hiciste que no recele, y aunque el sueño corra o vuele, lo consigo. Con antiguas ilusiones, con las viejas oraciones, me religo, huyo de renunciaciones y encuentro las emociones que persigo. Tú fuiste más que un hermano, amor de amigo, fiel, sano, blanco trigo, más venció tu amor profano y adiós te digo, lejano, viejo amigo.
AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001
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