El verso con métrica y rima

 

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   ALFONSO CABELLO  

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    ROSAS DE AZAFRÁN    Y    AURAS MARINAS   


    En esta página encontrarás las siguientes poesías:

  • Yo quiero ser un viejo marinero
  • Mi corazón penitente
  • Quisiera ser marinero
  • Llenos de pasión
  • Un jardín para las olas
  • Sueños de mar
  •  

        ROSAS DE AZAFRÁN    

    QUISE DARTE EL FIRMAMENTO
     
    Yo quise darte el firmamento un día,
    y no he podido, amor, ¡Qué desaliento!
    Yo seguiré buscando ese momento,
    y cumplir la promesa que tenía.
     
    Es toda mi ilusión. La fantasía
    está en mi corazón. Mi pensamiento
    es cumplir firmemente lo que siento,
    aunque no haya podido todavía.
     
    Continuaré mi lucha apasionada
    e intentaré seguir con mi locura,
    que es fácil proseguir si uno se empeña.
     
    Ya ves mi amor. ¡No puedo jurar nada!
    Quise darte la luz. ¡Qué desmesura!
    Si el destino se burla de quien sueña.

    Córdoba 1 de Enero de 2000

     
     
    SED DE AMOR

    Tú con su eterna evasiva,
    huyendo de la evidencia,
    y no quieres comprender
    que tu actitud me atormenta.
     
    Porque tú eres mi esperanza,
    y en tus ojos se reflejan
    la paz de tu corazón
    y la luz de mi existencia.
     
    Eres fragancia de aurora,
    el mástil de mi bandera,
    efluvio de los jarales
    y de mis sueños cadencia.
     
    Tú sabes que eres mi aliento,
    que tengo el alma sedienta,
    y que la sed se me quita,
    tan sólo cuando me besas

    Enero de 2000

     

     HALO DEL ALBA

    Tú eres lluvia entre mis manos,
    refrescante y cristalina.
    Mensaje de certidumbres
    y el eco de mi poesía.
     
    Alondra que en la mañana,
    como cadencia cautiva,
    va entonando los arpegios
    arrancados de su lira.
     
    La luz que se reverbera
    entre las olas marinas,
    y ha dejado su silueta
    esculpida en mis pupilas.
     
    La sinfonía del viento
    en las montañas dormidas,
    bajo el dintel relumbrante
    de la aurora fugitiva.
     

    Eres el halo del alba,
    curruscante melodía.
    Cúspide de mi esperanza
    en mi corazón dormida.

    Julio de 1999

     

    BESOS CAUTIVOS

    Ese fuego de amor que te disloca
    te llena el corazón de fantasía.
    Una falsa y extraña melodía
    y el frío sinsabor que te provoca.
     
    Tú buscas el amor como una loca,
    con ahínco, pasión y la ardentía
    de quien tiene en los labios todavía,
    los besos que se escapan de tu boca.
     
    Y toda esa pasión desordenada,
    se refleja en tus ojos dulcemente.
    Pero el amor no llega y de repente,
     
    expresas el dolor en tu mirada.
    Y una fragante flor enamorada
    se marchita en silencio lentamente.

    Marzo de 2000

     

    HOMBRES SIN AMOR

    Este silencio cósmico te abruma.
    Hombre fugaz de vida solitaria.
    Este silencio que lo llevas dentro
    y nadie en tu periplo te acompaña.
     
    ¡Qué desnudez de aliento en tu existencia!
    ¡Qué soledad! ¡Qué vida desgarrada!
    Sintiendo en tu interior como tirita,
    tu corazón cubierto por la escarcha.
     
    Un hombre sin amor. Hombre de nadie,
    que llevas la tristeza en tu mirada,
    y no conoces el calor de un beso
    que llene tu existencia de esperanza.

    Agosto de 1999

     

    MUJER SIN AMOR

    SOLEDAD en el alma entristecida,
    y un dolor metafísico y distante.
    Perdida la mirada. Indiferente.
    Como una rosa perfumando el aire.
     
    Los labios de azahar. Fuego de luna.
    Amapola romántica y salvaje.
    Que tiene el corazón como la alondra,
    cautivo en las eternas soledades.
     
    Con las manos al viento levantadas,
    y el corazón con ritmo tremulante.
    Un mástil de pasión que en su locura,
    busca y busca un amor inalcanzable.
     
    Ya todo es soledad sin esperanza.
    ¡Qué triste singladura! Y nadie sabe,
    que tiene un corazón como la aurora.
    ¡Cómo la rosa que perfuma el aire!

    15 de Octubre de 1999

     

     

      AURAS MARINAS   

     

    YO QUIERO SER UN VIEJO MARINERO

    A Antonio López Quero, un excelente amigo.

    Yo quiero ser un viejo marinero,
    y navegar allende de los mares,
    cruzando el horizonte en mi velero,

    y entre brumas y luces estelares,
    antes que apunte la radiante aurora,
    que las ninfas me enseñen sus cantares.

    Yo siempre navegando hora tras hora
    por los gélidos mares. La corriente
    que a nuestra singladura se incorpora.

    Los mares tropicales. Sol caliente
    que deja sobre el aire en primavera
    una sutil fragancia transparente.

    Quiero la soledad. También quisiera
    yo ser condecorado por el viento
    y ondear con orgullo mi bandera.

    Sentir la inmensidad. ¡Qué gran evento!
    Saber que se convierte en osadía
    maniobrar el timón. ¡Y en un momento!

    Vencer el temporal con valentía.
    ¡Oh la estrella polar! ¡Oh mi velero!
    Cómo surca la extraña travesía.

    Se aproxima el otoño. ¡Qué ligero!
    Atraviesa los círculos polares.
    La aurora boreal. Yo sólo quiero

    quedarme entre las brumas de los mares.

    Costa del Sol, septiembre de 2000

     

    MI CORAZÓN PENITENTE

    Y A se acerca el otoño. Mi corazón lo siente,
    porque pesa el cansancio de su largo camino.
    Va buscando sin tregua cuál será su destino,
    aunque olvida su rumbo de una forma inconsciente.

    Se aproxima a la noche sigiloso y prudente,
    con dolor asfixiante y con el paso cansino.
    Va reptando mi vida como el fiel peregrino
    que ya lleva la angustia reflejada en su frente.

    Y aunque sigue reptando va dejando sus huellas
    en los riscos hirientes de su larga andadura,
    donde deja en el aire su fatigoso aliento.

    ¡Qué terrible suplicio! Buscando en las estrellas,
    una luz de esperanza que rompa la amargura
    de convertirse en nada sin ningún argumento.

    Equinoccio de otoño de 2000

     

     QUISIERA SER MARINERO

    Quisiera ser marinero
    de una goleta en la mar.
    Sentirme un aventurero,
    y aunque no sé navegar,
    perderme con mi velero.

    Navegar. ¡Cuánto daría!
    Por maniobrar el timón.
    Ser bruma en la lejanía,
    y olvidar la sinfonía
    que amarga mi corazón.

    Mi velero. ¡Siempre avante!
    Navegando en alta mar,
    y aunque el singlar es constante,
    sabe que en cualquier instante,
    puede un barco naufragar.

    Abril de 2001

     

    LLENOS DE PASIÓN

    Y o quiero que amanezca, vida mía,
    y poder contemplar,
    tus ojos, tu sonrisa, tu alegría,
    en la orilla del mar.

    Mirar al horizonte indiferente,
    con su tenue esplendor,
    posar un beso en tu impoluta frente,
    como prueba de amor.

    Y trémulos los dos ante la aurora,
    y llenos de pasión,
    que calcine tu boca redentora,
    mi pobre corazón.

    Mayo de 2001

     

    UN JARDÍN PARA LAS OLAS

    A mis nietos Alfonso y Alejandro, con todo mi cariño.

    Tengo plantado en la mar,
    un jardín de caracolas
    para que vengan las olas
    por la mañana a soñar.

    Las olas en el jardín
    de estuco y plantas marinas,
    con las flores nacarinas
    de color verde y carmín.

    Las olas de espuma y sal,
    con su suave movimiento
    y la caricia del viento
    que llega del litoral.

    Se presentan cada día,
    las olas enamoradas
    de luna y sol coronadas
    con su alegre algarabía.

    Las olas con sus amores,
    los delfines de la aurora
    y el jardín que se decora
    con los más vivos colores.

    Las olas en la pradera
    de los fondos submarinos,
    con destellos matutinos
    de la tibia primavera.

    Sevilla, 26 de abril de 2001

     

    SUEÑOS DEL MAR

    Para Ángel Moyano, un buen amigo, con sincero afecto.

    Y o no sé cuánto daría
    por ver de nuevo la mar,
    la escollera, la bahía
    y sentirme todavía
    con ganas de navegar.

    Con las velas desplegadas,
    navegando a sotavento,
    y pasar las madrugadas
    entre las olas y el viento.

    El bramido de los mares,
    la levedad del timón,
    recordando los cantares
    que llevo en el corazón.

    Navegar en mi velero,
    bajo la noche estrellada
    y hacer siempre lo que quiero,
    que es ser un buen marinero
    sin deberle a nadie nada.

    9 de diciembre de 2000

     


    AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001

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