José Ángel Buesa
nació el 2 de septiembre de 1910, en Cruces, ciudad de la antigua provincia de
"Las Villas", actualmente Cienfuegos, Cuba, rodeada de centrales y campos de
caña. Es un paisaje donde predominan los tonos verdes y azules, el color de la
tierra y el cielo manchado por el humo de los grandes Ingenios, donde se va
moliendo la caña.
El fervor de Buesa hacia la poesía universal ha quedado
en "Babel", "Poemas en la arena" y especialmente "Nuevo oasis", y también en
"Poeta Enamorado", donde ha ido publicando sus versiones de poemas en otros
idiomas. En esta actitud generosa y en su fervor hacia la poesía francesa, que
traduce, se emparenta a la labor del poeta colombiano
Ismael Enrique Arciniegas
y del mexicano Enrique González Martínez.
A los 7 años ya escribe versos.
Adolescente, va a Cienfuegos a continuar sus estudios en el Colegio de los
Hermanos Maristas y, más tarde, a trabajar. Cienfuegos, tan próximo a su pueblo
natal, le ofrece horizontes marinos y bellezas que dejarán en su corazón
luminosas huellas. Muchos elementos de sus poemas entran entonces a almacenarse
en el recuerdo. El paisaje humano y el paisaje geográfico tienen para el poeta,
en aquellos años, mucho de magia. Después, muy joven, se traslada a La Habana,
donde radica definitivamente. Va a vivir a un barrio que es como una inmensa
provincia: Jesús del Monte. Su vida se hace violenta y soñadora, áspera y
tumultuosa, lírica y batalladora. Estudia a los clásicos y trabaja en oficinas,
rodeado de números y cifras. Viaja a Matanzas y comparte la vida con los grupos
literarios matanceros de su generación.
Un día
-1932- publica un libro: "La fuga de las
horas". El poeta tiene solamente 22 años. El poema "El hijo del sueño" se dice
en todas partes. El libro es fruto de una dedicación constante de conocer y
vivir. "Misas Paganas" vuelve a colocar el nombre del poeta, al año siguiente,
en las vitrinas de las librerías. Entonces José Ángel Buesa ha dejado ya los
números y ha dado un paso definitivo en su vida, que no dejará de tener cierta
importancia para su poesía: Se dedica a guionista radiofónico y, en adelante, gana el pan de cada día como trabajador
intelectual exclusivamente: Se hace escritor profesional.
El diario contacto con una radio
audiencia de inmensa y su temperamento sincero, vibrante, comunicativo, lo
llevan a vivir intensamente cada uno de sus poemas. Después de "Misas Paganas",
donde aparecen los fuertes ecos del modernismo musical y rico de colores, Buesa
edita "Babel", su tercer libro que aparece tres años más tarde que el anterior.
"Babel" es clave de todos los caminos siguientes de la poesía de José Ángel
Buesa.
Entre los poemas aparecen "Balada
en la Alameda" y "Poema del Renunciamiento". Autorizadas voces de la poesía
americana saludan este libro. El público ha advertido ya que se trata de un
nuevo gran poeta en el panorama de la poesía Cubana. "Canto Final" aparece en
1936, el poeta Juan Ramón Jiménez ha antologado algunos poemas elegíacos y
amorosos de Buesa que, más tarde, Leopoldo Panero incluirá en su "Antología de
la Poesía Hispanoamericana". "Oasis", el libro de muchas ediciones aparece por
primera vez en 1943. Ese mismo año edita Buesa: "Hyacinthus", "Prometeo", "La
Vejez de Don Juan", "Odas por la Victoria" y "Muerte Diaria".
El nombre del poeta cruza las
fronteras y sus poemas aparecen traducidos en remotos sitios del mapa. En 1944
aparecen sus "Cantos de Proteo", libro singular y violento, donde se reflejan
las angustias del hombre contemporáneo que lucha en un mundo agrio y áspero.
"Lamentaciones de Proteo", en 1947, y "Alegría de Proteo", en 1948, cierra ese
cielo de la poesía de Buesa, pero, paralelamente, "Canciones de Adán", en 1947,
y después "Poemas en la Arena", trabajan el terreno más cálidamente amoroso, que
encuentra en "Nuevo Oasis", en 1949, un libro hermano a "Oasis". Las ediciones
de "Nuevo Oasis" empiezan a sucederse también. Desde entonces el poeta guardaba
silencio, hasta "Poeta Enamorado", su obra hermana a "Oasis" y "Nuevo Oasis", y
además ancha temática amorosa aún. La popularidad extraordinaria del poeta ha
sido ganada no por ninguna propaganda política, religiosa o cenacular, sino
espontáneamente, por una adhesión entusiasta de la emoción popular. Millares de
criaturas se sienten interpretadas en los versos del lírico en "Oasis" y "Poeta
Enamorado". Su canto de amor a América -inédito
aún- se llama "Maya", escrito entre la emoción de las ruinas
milenarias de Chichén-Itzú y Uxmal. El poeta ha recorrido, además, extensamente,
el anfiteatro de las Antias. Su influencia es indudable en los poetas recientes.
Cuando la poesía vuelve hacia la sencillez profunda, hacia la comunicación
encuentra a este poeta, desde siempre, dueño de una cantera de emoción y amor,
de donde han salido desde la primera página de "La Fuga de las Horas" hasta las
últimas estrofas de "Poeta Enamorado".
Buesa vivió en El Salvador más o menos en los años
50. Dirigió una radio que en la actualidad ya desapareció; fue gran inspiración
para poetas nacionales y se ganó el respeto y admiración de todas las damas de
la alta sociedad de aquel entonces y todo por tener el don de la palabra. Antes de su partida de El Salvador dejó varios poemas al país.
Catalogado por algunos críticos
como poeta menor, cursi y fácil, no obstante podemos afirmar que ningún poeta
cubano, ha hecho mejor gala del neoromanticismo americano.
Su libro "Oasis" 1943 se reedito
en más de 26 ocasiones, así como "Nuevo Oasis", sus libros se agotaban tan
pronto salían, se dice que de un poema suyo fueron los primeros versos que se
oyeron en la televisión cubana en los años 61, abandonó Cuba rumbo a España,
Islas Canarias y Santo. Domingo donde muere en 1982.
(facilitado por
Leónidas Bustamente)
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Especial para El Nuevo Herald 16 de enero de 1997 por RAÚL
RIVERO
El poeta José Ángel Buesa, borrado
de la literatura oficial desde 1959, sigue pasando por la vida de su país sin
saber que ha pasado porque este domingo su amiga Carilda Oliver Labra lo
recordaba "gentil, todo un caballero y antiimperialista".
"Buesa era un increíble personaje.
Con él tuve una gran amistad, gracias a él me publicaron una antología de amor",
dice C. Oliver Labra desde la páginas del semanario Juventud Rebelde.
Olvidado por los críticos, barrido
de las antologías y desterrado de los manuales, el poeta de "Renunciamiento", de
"Cartas a Usted" y de "Oasis", ha vivido como un fantasma entre las nuevas
generaciones de cubanos.
Mirta Martínez una bibliotecaria
de Matanzas, reconoce que "los libros de Buesa no duran aquí por más que se les
vigile. Se los roban. Es un vicio".
El poeta poco después del
triunfo de Fidel Castro emigró a Santo Domingo, donde murió con más de 80 años.
El reportaje sorprendió a
admiradores y especialistas porque Buesa, que se ganaba la vida como guionista
radiofónico, se convirtió para las autoridades cubanas
en un símbolo del pasado, un ejemplo negativo para las nuevas generaciones y un
enemigo del pueblo.
"También podía ser muy divertido",
dice Oliver. "No soportaba a los estadounidenses y nunca
fue a vivir allá. Era muy liberal".
Los autores del reportaje
califican al poeta de insulso y mediocre, pero aceptan que su obra en Cuba
"ronda todavía con fuerza tremenda".
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