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Biografía, imagen de autor y género (gender) en Una visita inoportuna, de Copi

Muslip, Eduardo
Arizona State University

 

Hablar de lo “autobiográfico” en la obra de Copi resulta tan tentador como conflictivo. Por un lado, la obra parece invitar a establecer nexos entre lo que se conoce de su vida y múltiples elementos presentes en su producción artística (narrativa, teatral, gráfica). De este modo, por ejemplo, se pueden poner en relación su historia política familiar con la pesadillesca representación que efectúa de lo argentino, o su homosexualidad con las contrucciones de género de sus personajes. Como señala Wetsel, llama la atención “la forma en que [Copi] extrae, y a menudo distorsiona, detalles de su propia vida” (119). Su última obra teatral, Una visita inoportuna, refuerza esos nexos. Copi escribe una comedia negra a partir de la situación que él mismo estaba atravesando: asistimos a la agonía de “Cirilo”, un dramaturgo internado en un hospital de París, enfermo terminal de sida.

Por otro lado, la obra de Copi presenta características que desalientan cualquier intento para efectuar una lectura realista o referencial. Verónica Delgado menciona que Copi es una de las figuras centrales de lo que ella llama las “poéticas antirrepresentativas de la narrativa argentina” (255); Graciela Montaldo subraya que él pertenece al escaso grupo de escritores de locales que en los años ochenta “encuentran en su capacidad de fabular el incentivo de la única literatura posible” (106). Dentro de esta línea, resulta clara la imposibilidad de una lectura biográfica, que supondría una relación no sólo con el verosímil realista sino también un compromiso con la verdad referencial de lo narrado.

En este trabajo observaremos los modos en que Copi resuelve la tensión antes planteada. Para esto, daremos cuenta de algunas características de su obra: la imposibilidad de cualquier relato de tipo biográfico, la subjetividad que propone Copi a través de sus personajes y de la imagen de autor construida en sus textos. Para analizar esta subjetividad tomaremos en cuenta las configuraciones de sexo-género, centrales en la estética de este escritor. Observaremos primero algunos elementos de su obra en general y luego el caso particular de Una visita inoportuna.

 

 La imposibilidad de lo biográfico

 

Es frecuente que los personajes de Copi se dispongan a narrar el propio pasado; la idea de que pueda producirse un relato “verdadero” se muestra siempre como una ambición risible. Es muy amplia la diversidad de las formas en que puede aparecer esa pretensión, y siempre queda relativizada por otros personajes o por la situación misma. Observemos algunos casos: en La heladera, la protagonista repite que está dedicándose a escribir sus memorias, y su actividad siempre es postergada, interrumpida, o directamente negada, como si los demás personajes o “la realidad” misma subrayaran lo ridículo de tal propósito. En el El día de una soñadora, tal imposibilidad se extiende incluso al simple registro del diario personal. El problema no sólo se muestra en la escritura; tampoco resulta fácil para los personajes de Copi el pretender dar un testimonio oral del pasado, o averiguar sobre el pasado de otros. Puede ocurrir que los personajes directamente lo olviden, como la interlocutora de la protagonista de Loretta Strong; el resultado de un interrogatorio casi policial en El homosexual es un cuadro completamente confuso del pasado de la adolescente interrogada.

          Otra forma de mostrar que no es posible transmitir una “verdad” sobre el pasado lo muestra el hecho de que, cada vez que los personajes intentan hablar de él, deben recurrir a algún género o esfera del discurso en particular, y se subraya que los personajes parecen responder más a los relatos preestablecidos en esos géneros o discursos que a la experiencia personal que se intenta transmitir. En Las escaleras del Sagrado Corazón y en La noche de Madame Lucienne se observan las pautas del melodrama; dentro del discurso psicoanalítico, se emplea y banaliza el núcleo narrativo del origen del trauma y su “revelación”; en Cachafaz las vidas de los personajes siguen las pautas de las historias que cuentan los tangos o que configuró el grotesco criollo. Además, es común que otros personajes intervengan para señalar lo falso o artificial del relato del que recuerda, o que la propia situación los desmienta, como en La pirámide.

          Esta imposibilidad de dar cuenta del pasado se relaciona con los modos con que para Copi se forma y se manifiesta la subjetividad. Ésta no se constituye a partir de lugares de identidad estables. Son inestables en Copi las identidades lingüísticas, nacionales, ideológicas y, fundamentalmente, las genéricas o sexuales. Sus personajes se desplazan de una lengua a otra, de una nacionalidad a otra, de un género a otro, hasta de una especie a otra (en Loretta Strong se propone la cruza entre humanos y animales). Ni siquiera el cuerpo como tal parece ofrecer un núcleo estable: siempre está en proceso o en riesgo de desintegración por distintas formas de violencia, desde el crimen pasional al canibalismo. Normalmente, la posibilidad de establecer una identidad estable parece necesitar la construcción de un relato que dé como resultado dicha identidad, o cuando menos la “explique”: en Copi, la imposibilidad de la construcción del relato biográfico tiene como correlato la imposibilidad de constituir identidades estables.

Si bien Copi, como vemos, no deja de cuestionar la estabilidad de las definiciones de identidad en ningún terreno, es en el campo del sexo-género donde estas identidades son más cuestionadas, al punto de, a veces, disolverlas. (El ejemplo más notorio tal vez esté en El homosexual, donde los cambios de sexo de los personajes no permiten siquiera establecer un punto de partida, un sexo “original”.) Este modo de representar la relación de subjetividad e identidad es el que muestra a Copi como un caso paradigmático de las teorizaciones contemporáneas sobre sexo-género, sobre todo, las que se desarrollaron en las últimas dos décadas bajo la denominación de crítica o estudios queer. Lo “queer” postula la inestabilidad fundamental de cualquier definición de género, y el absurdo de cualquier definición de identidad basada en éstas, incluso, por supuesto, la de “identidad homosexual” (Foster 54).

          Frente a la condición inestable de cualquier subjetividad, la figura de Copi como autor se muestra particularmente consistente. La “imagen de autor” ¾uso esta expresión en referencia a la representación que, a través de los textos, un escritor hacen de su subjetividad (Gramuglio 38)¾ es la zona de “estabilidad”; la inestabilidad se dirige hacia todos los factores que remiten al sujeto empírico: los datos biográficos parecen siempre dudosos, contradictorios, equívocos. Vamos a ver entonces cómo refuerza Copi esta estrategia en la última obra, subrayando las características antes mencionadas y terminando de configurar esa estable, constistente imagen de autor.

 

El caso de Una visita inoportuna

 

Como anticipamos, Una visita inoportuna se construye a partir de la tensión entre la imposibilidad del relato biográfico y las referencias a acontecimientos puntuales de la vida de su autor; entre una estética “antirrealista”, “antirrepresentativa” y la realidad representada de la agonía del escritor.

El modo que encuentra Copi de trabajar esa tensión es subrayar de distintas maneras la relación de su texto con la tradición dramática en general y con su propio mundo ficcional en particular. Las referencias a otros textos dramáticos o literarios pueblan Una visita inoportuna mucho más que ninguna otra de sus obras. Se citan o se refieren autores canónicos como Chéjov (se alude al pasar a El jardín de los cerezos), Lorca (Cirilo dice querer morir a “las cinco en punto de la tarde”), Shakespeare, Jean Genet y muchos otros. En las citas no parece haber homenaje ni parodia; simplemente se “usan” de un modo más o menos lúdico, estableciendo una continuidad entre el mundo del teatro en general y el de Copi.

Además de las referencias a textos y autores concretos, se recrean tópicos tradicionales del teatro: el más trabajado es el del “teatro del mundo”; se subraya la posibilidad de leer lo real como la representación de una escena teatral, y las distintas formas de teatro dentro del teatro. Distintos niveles de ficción se cruzan de modo que cuesta determinar si algo está sólo “representado” o si “realmente” sucede. El asunto clave que se trabaja de esta manera es el de la muerte: el espectador puede dudar acerca de cuándo se produce la muerte “real” de los personajes.

Cirilo tiene múltiples características de los personajes típicos de Copi: una de ellas es la relación con su pasado, el problema de la memoria. Cirilo no puede recordar con precisión, y se lo remarcan; a su vez él hace lo propio con los otros. No sólo recuerda mal o no recuerda: su cuerpo se está desintegrando. Como dijimos, los cuerpos de los personajes de Copi tienden siempre a la transformación, a la mutilación, a la desintegración; en este caso, la enfermedad expone al cuerpo del personaje a un deterioro similar al que eran sometidos en las fantasías de las obras anteriores, cuando aún no existían referencias al sida.

Observemos las dos figuras femeninas: Madame Bongo (la enfermera) y Regina Morti. En este caso, a diferencia de otras obras de Copi, sí puede hablarse de personajes femeninos y masculinos; la subversión de las pautas genéricas preserva en este caso una construcción de género ya cristalizada socialmente. La enfermera reúne atributos típicos femeninos: es la que cuida el cuerpo enfermo de Cirilo, la que le da los medicamentos, la que intenta proteger su vida. Como contracara, aparece la figura de Regina Morti, una caricatura de cantante de ópera, excesiva, melodramática, vinculada desde su nombre con la figura de la muerte. Para los personajes masculinos recurre también a convenciones, sobre todo la del médico, que asume atributos del “hombre de ciencia” despreocupado de la realidad del dolor de los pacientes, a diferencia de la figura femenina de la enfermera. El periodista es un joven sin atractivo ni talento, que muestra también, como observa Rosenzvaig, la imposibilidad de una crónica “real” de los sucesos (107); el último personaje es Huberto, un viejo amigo de Copi, que ocupa un lugar ambiguo de pariente, amigo y amante.

Copi presenta así estereotipos, y luego juega con ellos. La enfermera es francesa pero se casó con un inmigrante negro, y toma el apellido de su marido, Bongó, con lo que pierde algo de su carácter “francés”. Está casada pero su vida sexual parece dejar de lado ese hecho. Protege a Cirilo pero a veces se olvida de que está allí. Se droga y puede llegar a hacer desastres con sus pacientes. Regina Morti ve desintegrarse su propio cuerpo. Declara un amor absurdo por Cirilo. Sus excesos en los rasgos femeninos de su figura la acercan a la de un travesti. Pierde su cerebro en una operación como si se tratara de un órgano cualquiera, y con él, su incierto pasado, que es ofrecido a Cirilo (“Te ofrezco mi pasado en este trozo de materia gris”, le dice Regina. “Su pasado déselo al gato”, le responde) (43) El tópico del cuerpo mutilado en Copi y la no fiabilidad, trivialidad de la memoria aparecen condensados en esa imagen del cerebro como residuo.

La imposibilidad de conservación y transmisión del pasado aparece en esta obra con una dimensión mayor por las observaciones sobre la relación entre vejez y memoria. Contra el lugar común que considera que es el momento apropiado y más confiable para transmitir lo pasado, incluso lo más distante, la infancia o primera juventud, en esta obra parece afirmarse que no hay más que olvido, o un relato tan poco confiable, sesgado como cualquier otro. Se socava el principio de la autobiografía de que la edad madura es el momento propicio para el pasado, desde las confesiones de Rousseau hasta nuestros contemporáneos. Cuando Huberto habla sobre la bóveda que va a albergar los restos de Cirilo, comenta que agregará un televisor:

Huberto: [...] Pero no ha visto todavía lo mejor: la sala de televisión [...]

Cirilo: No tendré ocasión de verla con frecuencia.

Huberto: Es para mis momentos de distensión. Cada vez veo más televisión.

Cirilo: Ya está pensando en olvidarme.

Huberto: Qué quiere, envejezco. (57)

La vejez se representa entonces más en la imagen de un anciano mirando televisión que en la del que dispone a escribir sus memorias. El tiempo que se pierde no puede recobrarse, y la fantasía proustiana de un itinerario de recuperación queda disuelta.

 

Conclusiones

 

Una visita inoportuna es un texto que plantea la tensión entre lo biográfico y una estética que impide la búsqueda de cualquier verdad referencial. Esta tensión está resuelta a través de la construcción del personaje de Cirilo, que condensa la imagen de autor que Copi había ido construyendo a lo largo de los veinte años de su producción teatral, narrativa y gráfica; los otros personajes y los tópicos trabajados inscriben este texto en el canon de la tradición dramática, y funcionan también como un factor de cohesión con el resto la producción de Copi. La imagen de autor que Copi crea implícitamente a través de su producción y explícitamente a través del personaje de Cirilo muestra una subjetividad típicamente queer en tanto escapa a clasificaciones tradicionales respecto de los paradigmas de sexo-género; hay una dificultad similar para la definición de las identidades en otros terrenos (lingüístico, político, nacional, etc.). Es una subjetividad que no reconoce una historia personal sino que la disuelve a través de un mecanismo de proliferación de datos siempre confusos. Como dice Aira en la comparación que establece entre Puig y Copi (69), mientras que para el primero el significado es siempre una historia personal, para nuestro autor no hay tal historia, hay sólo a la vez proliferación y olvido, y así se conforma el mundo. El mundo y, al mismo tiempo, el Teatro del Mundo, si, como Copi, hacemos nuestro el tópico tradicional.


Obras citadas

Aira, César. Copi. Rosario: Beatriz Viterbo, 1991.

Copi. Cachafaz / La sombra de Wenceslao. Buenos Aires: Adriana Hidalgo, 2002.

---.Théâtre (tome 1). La journée d’une rêveuse, Éva Peron, L’homosexuel, Les quatre jumelles, Loretta Strong. París: Christian Bourgois, 1986.

---.Théâtre (tome 2). La pyramide, La tour de la défense, Le frigo, Les escaliers du Sacré-Cœur, La nuit de Madame Lucienne. París: Christian Bourgois, 1986.

---.Una visita inoportuna. Buenos Aires, Teatro Municipal General San Martín, 1993.

---.Une visite inopportune. París: Christian Bourgois, 1988.

Delgado, Verónica. “Las poéticas antirrepresentativas en la narrativa argentina de las últimas dos décadas: César Aira, Alberto Laiseca, Copi, Daniel Guebel”. Celehis, Revista del Centro de Letras Hispanoamericanas de la Universidad de Mar del Plata. 5 (6-8) (1996): 255-68.

Foster, David W. Producción cultural e identidades homoeróticas. Teoría y aplicaciones. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2000.

Gramuglio, María Teresa. “La construcción de la imagen”. Héctor Tizón et al: La escritura argentina. Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral- De la Cortada, 1992.

Montaldo, Graciela. “Un argumento contraborgiano en la literatura argentina de los años ’80 (Sobre C. Aira, A. Laiseca y Copi).” Hispamérica 55(1990): 105-12.

Rosenzvaig, Marcos. Copi: sexo y teatralidad. Buenos Aires: Biblos, 2003.

Wetsel, David. “Copi”. Foster, David William (ed.) Latin American Writers on Gay and Lesbian Themes. A Bio-Critical Sourcebook. Wesport: Greenwood Press, 1994

 

César Aira, en una parte de su trabajo sobre Copi, lo diferencia de Manuel Puig y afirma que para éste x

 

La enfermera-Regina Morti. Su cuerpo se desintegra. Su cerebro se pierde junto con su pasado: cuerpo y memoria se muestran unidos., el médico

La vejez como algo que no permite recuperar el pasado

 

El pudor en Balderston (passim)

 

Si alguna vez se editan las obras completas de Copi, va a sorprender la homogeneidad de su producción.

 

Como anticipamos, Una visita inesperada se construye a partir de la tensión entre la imposibilidad del relato biográfico y la violencia de la realidad referencial de la agonía del dramaturgo Copi. Las formas que el autor adopta para la resolución de dicha tensión son diversas. La más evidente es el subrayar los aspectos del texto que explicitan su carácter ficcional: las referencias al tópico del Teatro del Mundo pueblan el texto.

 

La imposibilidad de construir un relato real está representado en la figura del periodista.

Por otro lado, el personaje de Cirilo tiene como atributos muchos de los personajes de las obras de Copi: no puede recordar su pasado, y se lo remarcan; hace lo propio con otros. Muere y revive como otros.

Austin: lo pasé bien, me divertí, me olvidaron.

 

: la inestabilidad de los lugares de género acercan a Copi a las caracterizaciones queer. La definición de identidad queer se proyecta desde allí a las otras posibles definiciones de identidad. : , la inestabilidad en la constitución de los lugares de sujeto tienen como correlato la inestabilidad de los relatos de vida. En Copi, las definic parecen ser inestables en su construcción de sexo-género iones de identidad resultan imposibles. La identidad no puede apoyarse en lo nacional, lo lingüístico, lo ideológico. Ni siquiera es estable el lugar de especie: lo humano y lo animal suelen cambiar continuamente. Y

 

 

Referencias a la tradición teatral. A la “obra completa” de Copi.

El personaje de Cirilo. Su memoria, su cuerpo.

La memoria, el cuerpo de los otros personajes.

 

Existen también elementos que marcan una continuidad entre esta obra con múltiples elementos de las otras obras de Copi. A pesar de que lo estático de la situación en sí, una sala de un hospital, todo el tiempo “suceden” cosas; se ve la tendencia de Copi a un tipo de velocidad narrativa que no acepta tiempos muertos; siempre aparece algún acontecimiento para llenar los vacíos.

(Completar con lo que me quede)

 

Muere y parece revivir. Es imposible establecer, a partir de lo que dice, datos empíricos; sí funciona como síntesis de la imagen de autor que Copi sistemáticamente fue construyendo. De esta manera, no resulta importante lo biográfico, sino la construcción de una imagen de autor.

 

Otros personajes también remiten a figuras ya presentes en el mundo ficcional de Copi.

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