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Cardenal denuncia nuevo ateísmo práctico en el mundoMÉXICO DF, 27 agosto 1999 (ACI). El Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Darío Castrillón Hoyos, afirmó que "el terremoto del nuevo ateísmo práctico" o agnosticismo funcional se presenta como el principal reto para la Iglesia Católica ante el Tercer Milenio de la era cristiana. "Los hombres de finales del siglo XX han creado un nuevo tipo de ateísmo: el ateísmo de la indiferencia que aleja al hombre mucho más de Dios que el ateísmo radical y militante que se enfrentaba contra la religión. Hoy el hombre pasa de Dios y los intelectuales se llaman agnósticos porque ni siquiera se han planteado cuál debe ser su opción ante Dios", señaló. Según el Purpurado, que llegó a México para recibir el doctorado Honoris Causa de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la Iglesia Católica debe recuperar su liderazgo cultural para ayudar a "enderezar el rumbo de las ideas que hacen avanzar la historia". Ante el Cardenal Norberto Rivera, el Arzobispo de Yucatán, Mons. Carlos Berlié, la Junta de Gobierno de la UPAEP y el rector Javier Cabañas, el Cardenal Castrillón señaló que el ateísmo práctico es el que ha destruyó las bases del modelo social fincado en la civilización occidental cristiana, y que ha convertido "al mundo de las religiones en un supermercado donde el interés comercial prima por encima de todo". Según el Purpurado, el resultado del "ateísmo de Narciso" es un modelo de cultura y civilización edificada sobre la "meta-tentación" de querer concebir un mundo sin Dios tomando al hombre como absoluto. El Cardenal advirtió que éste es el nuevo modelo cultural que busca imponerse en este fin de siglo planteando también el rechazo de la razón en beneficio del sentimiento. "En una sociedad donde sobreabunda la información no digerida y el hombre recibe una avalancha de estímulos sin clasificar, es normal que se tome el camino fácil de sobrevivir a la deriva, sin mayor preocupación, pasando de unas ideas a otras sin mayor problema", indicó. El Prefecto explicó que "dejada de lado la razón; entramos en la época en que todo, hasta las mayores extravagancias culturales, tienen su público" y por eso "estamos ante el mayor auge del esoterismo y de las ciencias ocultas que ha conocido la cultura occidental". "En Europa y en Estados Unidos el número de astrólogos registrados es tres veces más numeroso que el de todos los físicos y químicos juntos. En Francia hay más de 50 mil consultorios de pitonisas", afirmó y agregó que "la proliferación de sectas es un fenómeno notable en todo el mundo que no sólo afecta a América. Y sólo estamos viendo la punta del iceberg que va a venir". El Cardenal recordó que otra arista importante en el problema es rescatar el verdadero sentido de la libertad, concepto alterado por la crisis moral imperante. Ahora se impone "la libertad negativa de la ausencia de trabas, en lugar de la libertad como autodeterminación y capacidad de construirse por sí mismo", esto "genera una nueva moral y una concepción empobrecida del hombre, convertido en un animal más, sin espíritu", señaló. Ante esta crisis, el Cardenal Castrillón reiteró que la Iglesia Católica no puede pensar que ha perdido la guerra cultural del nuevo siglo sino que debe reconocer que este momento de búsqueda se convierte en la coyuntura histórica más propicia para "reproponer la religión basada en la verdad, la que ofrezca soluciones a los grandes problemas que la filosofía actual no se plantea, como la cuestión de la muerte y el sentido de la vida". La Iglesia Católica --agregó-- con el Papa Juan Pablo II al frente, cuenta con un fuerte liderazgo moral que la presenta como la gran alternativa ante los nuevos modelos culturales. "Sólo ella está en condiciones de responder a los enigmas recónditos de la condición humana", concluyó.
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