La Biblioteca

Carl Sagan - Contacto

Sagan narra el primer encuentro de los seres humanos con una inteligencia extraterrestre, pero también mucho más que eso: habla de nuestro primer contacto con la idea de una raza humana unida en el asombro y el temor (reverente o resentido) ante la vastedad de un universo que no parece haber sido hecho para nosotros, donde no somos más que una mota de polvo. Sagan propone una manera en que podemos aún considerarnos parte importante, significativa, de ese universo inmenso.

"El frío vacío negro había quedado atrás. Los impulsos se acercaban a una minúscula estrella amarilla común [...]. En ese momento los impulsos arribaban a un mundo cálido, blanco y azul, que giraba contra un fondo de estrellas. [...]

Una forma particular de vida, con un grado escaso de inteligencia, acababa de dispersarse sobre el planeta. Tenían puestos de avanzada en el puesto marino y en la órbita de baja altitud. Se arracimaban en cada rinconcito de su pequeño mundo. La frontera que marcaba el paso de la noche al día avanzaba hacia el oeste, y siguiendo su movimiento, millones de esos seres realizaban el ritual de sus abluciones matutinas. Vestían abrigos o prendas de algodón, bebían café, té o diente de león, se movilizaban en bicicletas, automóviles o bueyes, reflexionaban brevemente sobre las tareas escolares, sobre las plantaciones de primavera, sobre el destino del mundo."

Richard Dawkins - El gen egoísta

Este libro es una de las expresiones más refinadas de un nuevo paradigma, el que reconoce en el hombre a otro animal, a un mamífero con la particularidad de la autoconsciencia y casi ninguna otra, e intenta explicarlo sin recurrir a teorías psicológicas o sociológicas de alto nivel, sino en su base biológica, estudiándolo como lo haría un zoólogo. En El gen egoísta, Dawkins explica en términos sencillos su versión de la evolución como una competencia no de especies o de individuos, sino de unidades replicadoras, los genes, y de cómo su egoísmo fundamental (y necesario) impregna a todo lo vivo, incluyendo a lo que nosotros llamamos altruismo.

"Somos máquinas de supervivencia, autómatas programados a ciegas con el fin de perpetuar la existencia de los egoístas genes que albergamos en nuestras células."

"Los organismos vivientes han existido sobre la Tierra, sin nunca saber por qué, durante más de tres mil millones de años, antes de que la verdad, al fin, fuese comprendida por uno de ellos. Por un hombre llamado Charles Darwin."

"Ya no tenemos necesidad de recurrir a la superstición cuando nos vemos enfrentados a problemas profundos tales como: ¿Existe un significado de la vida?, ¿por qué razón existimos?, ¿qué es el hombre?"

Paul Johnson - Historia del cristianismo

Para un cristiano poco familiarizado con la historia, especialmente la historia de su fe, la primera impresión al leer este libro es que se trata de una crítica maliciosa, en tono casi de sorna, de un agnóstico. Nada más lejos de la verdad. Paul Johnson es un apologista cristiano, lo cual no se nota casi hasta el final del libro. Antes de eso, asistimos a una danza de nombres ilustres y otros olvidados, de corrupciones, arreglos de conveniencia, decisiones arbitrarias o debidas al azar del destino, que luego determinaron el nacimiento y progreso de una religión que en una época tuvo poder sobre la vida y las fortunas de una civilización entera. Johnson no escatima críticas hacia las estructuras eclesiásticas de todas las épocas, y rescata los comienzos turbulentos e idealistas de una fe que luego se transformó en una ley de dogmas y concilios.

Carl Sagan - Miles de millones

El último libro de Carl Sagan no posee un contenido especialmente novedoso, ni revolucionario, pero muestra cómo este hombre enciclopédico (de quien se ha dicho que encarnó el viejo principio "Soy humano, y nada de lo que es humano me es extraño") aplicaba su pensamiento a todos los campos de su vida, hasta el final. Sagan comienza con una introducción a los grandes números y la combinatoria, usando notación científica y ejemplificando una ley de crecimiento exponencial con la conocida historia del origen del ajedrez. Pasa entonces a hablar de bacterias y de seres humanos creciendo descontroladamente y comienza a entrar en el tema de la depredación ecológica. Entre otros temas, menciona el papel de la religión y de la política falsamente denominada "conservadora" en el saqueo de la Tierra. Hace una razonable defensa del aborto temprano; habla de moral, de la regla de oro, de la Guerra Fría y las estrategias para un futuro mejor. El libro termina con un capítulo escrito por su esposa, después de su muerte.

"El mundo actual gasta un billón de dólares al año en preparativos militares, la mayor parte en armas convencionales. [...] Gran parte de ese dinero se gasta porque las naciones del mundo son incapaces de dar el insoportable paso de la reconciliación con sus adversarios[...]. Ese billón anual de dólares quita alimentos de las bocas de los pobres y mutila economías potencialmente eficaces. Es un despilfarro escandaloso y no deberíamos fomentarlo."

"Me gustaría creer que cuando muera seguiré viviendo, que alguna parte de mí continuará pensando, sintiendo y recordando. Sin embargo, a pesar de lo mucho que quisiera creerlo y de las antiguas tradiciones culturales de todo el mundo que afirman la existencia de otra vida, nada me indica que tal aseveración pueda ser algo más que un anhelo."

Friedrich Nietzsche - Obras selectas

Este libro es un caso especial, tratándose de una recopilación que no he terminado de leer. Sin embargo, contiene dos obras fundamentales: una es la densa, ambigua, intolerante "Así habló Zaratustra", donde Nietzsche propone la doctrina del superhombre, y "El Anticristo", que es más un ataque al cristianismo organizado que hacia su mítica figura fundadora. Zaratustra es un profeta que viene a anunciar la muerte de Dios a los hombres, y el advenimiento de una criatura superior, que vivirá para sí, para acrecentar su poder, en un egoísmo que es la fuerza fundamental del hombre, y que al asumirse plenamente llena al superhombre y se derrama hacia sus congéneres. "El Anticristo" es un tratado/diatriba contra la religión cristiana, que ensalza a los débiles y enferma a los sanos para poder "salvarlos".

"[G]uárdate de los buenos y justos, que siempre están dispuestos a cruficicar a quien se inventa su propia virtud y que odian al solitario. Guárdate igualmente de la santa simplicidad. Para ella sólo es santo lo simple y le gusta jugar con fuego: con el fuego de las hogueras donde se quema a seres humanos." (Así habló Zaratustra)

"El cristianismo tiene el rencor del enfermo en su mismísimo centro -- el instinto contra lo saludable, contra la salud. Todo lo que está bien constituido, que es orgulloso, galante y, sobre todo, hermoso, ofende a sus oídos y ojos. Otra vez les recuerdo el inapreciable dicho de Pablo: 'Dios ha elegido las cosas débiles del mundo, las cosas tontas del mundo, las cosas bajas del mundo, las cosas que son despreciadas'." (El Anticristo)

George Orwell - 1984

Escrito en 1948, a poco de terminado el horror de la Segunda Guerra, y cuando 1984 parecía un futuro inimaginable, 1984 es la historia de un individuo que quiere seguir siéndolo en una sociedad que se lo prohíbe, que lo condiciona y que lo vigila. Orwell plantea la posibilidad de un estado totalitario donde hasta tener los pensamientos incorrectos es un crimen, donde el mismo lenguaje ha sido pervertido para servir a los fines de la perpetuación del Partido gobernante, donde toda lógica es abolida y el pasado es modificable. Idea más horrible aún cuando el lector, en algún punto, llega a entender que tal futuro no es una fantasía imposible.

"El Ministerio de la Verdad --Miniver en neolengua-- era asombrosamente diferente de cualquier otro objeto que estuviera a la vista. Era una enorme estructura piramidal de reluciente hormigón blanco que se proyectaba, terraza tras terraza, hasta una altura de 300 metros. Desde la posición que Winston ocupaba se alcanzaba a leer las tres consignas del Partido destacadas con elegante caligrafía sobre la blanca fachada:

LA GUERRA ES PAZ
LA LIBERTAD ES ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES FUERZA"

Arthur C. Clarke - El fin de la infancia

Clarke se interna en el terreno del misticismo, sin perder el respeto por el misterio, un poco como luego haría Sagan en Contacto. Los lectores de ciencia ficción dura con ingeniosos recursos no quedarán defraudados, pero por una vez al menos, el tema de este libro es más profundo, y se refiere a la condición humana, a sus temores, sus supersticiones, su individualismo y sus maneras de vivir en comunidades. Clarke plantea un primer contacto con alienígenas que no se parece a ningún otro que hayamos visto hasta ahora, donde los visitantes no son amigos, ni prospectores comerciales, ni invasores, sino apenas portadores de una noticia no mencionada. Explora los cambios de una sociedad que comienza a fluir por cauces diferentes hasta llegar, como dice el comentario de la contratapa, a la tragedia de la perfección, y a una superación indescriptible.

"El instrumento que entregó en préstamo al Instituto de Historia Universal no era más que un receptor de televisión con un complicado sistema de controles para establecer ciertas coordenadas en el tiempo y el espacio. [...] Sólo había que ajustar los controles e inmediatamente se abría una ventana al pasado.

[...] Ahí estaban [...] los verdaderos comienzos de todas las religiones del mundo. Casi todas eran nobles e inspiradoras... pero eso no bastaba. En sólo unos pocos días todos los redentores del género humano perdieron su origen divino. Bajo la intensa y desapasionada luz de la verdad las creencias que habían alimentado a millones de hombres, durante dos mil años, se desvanecieron como el rocío de la mañana. El bien y el mal fabricados por ellas fueron arrojados al pasado. Ya nunca volverían a conmover el alma de los hombres.

La humanidad había perdido sus antiguas divinidades. Ahora era ya bastante vieja como para no necesitar dioses nuevos."

Pierre Teilhard de Chardin - El fenómeno humano

Es imposible mantener una actitud indiferente ante este libro, que ya no es nuevo (1955) pero muestra el primer avance de un movimiento teológico que florece hoy en día con variado respeto de la ortodoxia. En este sentido, El fenómeno humano es católicamente ortodoxo, aunque Teilhard de Chardin se preocupe por remarcar varias veces que su intención no es presentar una teología o una doctrina religiosa; de hecho, se trata de una cosmología genérica que astutamente termina viniendo como anillo al dedo (¡sorpresa!) para una apología del catolicismo. Teilhard de Chardin usa razonamientos donde las premisas más importantes son, para él, obvias, no encontrando por tanto necesidad de demostrarlas; llega así a una ecología/cosmología con una base científica respetable más dudosos aditamentos, utilizando hipótesis poco económicas y un lenguaje denso, enrevesado, lleno de palabras que no quieren decir absolutamente nada, o cuyo significado el autor acaba de inventar. La tesis (compartida por el teólogo contemporáneo Leonardo Boff, quien usa un estilo similar) es que la evolución es la manera de crear de Dios, que tiene una finalidad, y que todo tiene una consciencia o interioridad que se incrementa exponencialmente y apunta hacia la consciencia suprema, el Punto Omega, Dios. De alguna manera se las arregla para conservar el antropocentrismo sin negar la obvia falta de particularidad del hombre en casi todos los aspectos, y defiende un dualismo que reniega de su nombre. En general, el libro es una obra brillante, una muestra de los grados de complicación a los que la Iglesia Católica es capaz de llegar para no renunciar a sus creencias sin tener que proponer doctrinas ridículas a los fieles más sofisticados.

Ursula K. Le Guin - Los desposeídos

"Para hacer un ladrón, haz un propietario; para que haya crímenes, haz leyes."

El subtítulo de este libro es Una utopía ambigua. En esa tradición, Le Guin nos da una historia situada dentro de su universo hainiano, donde viven muchas razas humanoides sembradas por los Hain hace cientos de miles de años en diferentes planetas. El escenario son dos planetas, Anarres y Urras. La sociedad de Anarres es anarquista y comunitaria; las de los países de Urras son capitalistas o comunistas, pero invariablemente jerárquicas, es decir, muy parecidas a las terrestres. Ésta es la historia de Shevek, un físico de Anarres, que viaja al planeta vecino para poder librarse de la (no forzada, pero sí forzosa) mediocridad de su sociedad, y poder así desarrollar su teoría del espaciotiempo. La historia salta de un planeta a otro, narrándonos los desengaños de Shevek y su repugnancia ante las costumbres del "propietariado" de Urras, y su vida anterior en Anarres que lo lleva a emprender el viaje. Shevek pasa al capitalismo salvaje desde una sociedad donde ni siquiera el nombre es propio, porque lo genera una computadora, y donde nadie, por propia voluntad, come si otro pasa hambre. Le Guin explora los instintos de posesividad y territorialidad del hombre, la sexualidad, la crianza de los hijos, la distribución del trabajo, y muchas otras cosas, en una ficción sociológica creíble y sin asomos de propaganda.